La historia comienza con un niño llamado Roberto de 15 años, era un chico muy serio a diferencia de todos sus compañeros de escuela, pero lleva confianza con sus dos amigos, Francisco de 14 años y Sam de 15 años, los tres eran un equipo, cada día hablaban de historietas, películas, música, etc. A pesar de ser iguales, cada uno tiene un rol en el equipo, Francisco era el deportista, Sam era la divertida, y Roberto era el inteligente.

Roberto vive con sus padres y su hermano mayor, el padre es un empresario y la madre era veterinaria, el hermano mayor Joel se enfocó en la contabilidad, mientras que Roberto aún no sabía qué hacer. Un día su padre los juntó en la sala.

Padre de Roberto: Familia, ya que van a ser vacaciones de verano, iremos a un nuevo lugar.

Joel: ¿Iremos a la playa?

Padre de Roberto: No.

Madre de Roberto: ¿Al bosque?

Padre de Roberto: No.

Roberto: ¿A unas cabañas?

Padre de Roberto: No, este año iremos a...Sudáfrica.

Todos se quedaron en shock por escuchar esa noticia.

Roberto: ¿A Sudáfrica?

Padre de Roberto: Sí, pensé que podríamos dejar esas costumbres y poder ir a una nueva aventura que nunca olvidaremos.

Joel: A mí me parece genial, ahora podré ver a los animales en persona y no en la televisión.

Padre de Roberto: Esa es la actitud, prepárense porque nos iremos la próxima semana.

Todos se alegraron, aunque a Roberto siente algo de nervios por ir a un lugar muy diferente a lo habitual.

Pasó una semana, de ahí llegó la familia y se hospedaron un hotel casi cerca del Safari, en eso todos quedaron impresionados al ver un hotel distinto a lo que ven normalmente, en eso Roberto ve con nervios el lugar y su padre lo ve.

Padre de Roberto: Hijo, tranquilo verás que te vas a divertir mucho.

Roberto: De acuerdo papá.

En eso todos se quedaron en su habitación, lo que hicieron en el primer día fue relajarse y ver lo que había en el hotel, al llegar la noche su padre mostró un mapa.

Padre de Roberto: Muy bien familia, hay que andar preparados mañana porque habrá mucho calor y podremos ver el gran Safari de Sudáfrica, espero que lo disfruten tanto como yo.

Todos asintieron con la cabeza, y todos se comenzaron a dormir, en eso Roberto se duerme en el sofá por la costumbre de dormir apartado, pero esta vez no pudo dormir y quiso abrir un poco la ventana para ver afuera.

Roberto (sonriendo): Es hermoso, espero disfrutarlo tanto y poder presumirlo a Francisco y Sam.

En eso regresó al sofá y se durmió.

Llegó el día, y todos se prepararon con mochilas, botellas de agua, comida, sombreros y bloqueador. Se fueron al recorrido en un auto donde había otras familias que estaban muy emocionadas, Roberto con una cámara empezó a tomar fotografías, durante el recorrido, anduvo divirtiéndose mucho con su familia, pero el auto en un momento se detuvo.

Conductor: Lo siento chicos, hay un problema en el auto, pero no se preocupen en esta área están bien, esperen mientras reparamos el vehículo.

En eso algunos salieron a estirarse, Roberto al salir quiso tomar más fotografías, pero escucha un sonido raro, entonces lo sigue sin avisar a su familia, anduvo caminando un poco y entonces ve a un bebé guepardo.

Roberto: Hola pequeño.

En eso el bebé guepardo se aleja y gruñe, pero se cayó al intentar correr, Roberto ve que está enredado con una cuerda.

Roberto: Espera, déjame ayudarte.

En eso el bebé guepardo no quiso acercarse a él, mientras que Roberto va despacio hasta que toma una distancia segura para liberar el bebé guepardo de la atadura, el bebé guepardo ve su pata liberada y lo ve a los ojos.

Roberto: De nada, pequeño.

En eso voltea y trata de irse, pero el bebé guepardo se mueve hacia su camino y se frota con él ronroneando, Roberto se encariñó y lo acaricia, el bebé guepardo anduvo tan encariñado con Roberto que le lamió la mano, estaban jugando juntos un poco, hasta que se escucha un gruñido más grande, en eso Roberto voltea hacia el ruido y se da cuenta que es la mamá del bebé, la madre le arañó un poco, pero Roberto esquiva y trata de huir lo más que pudo, en eso ve a su familia y va hacia ellos gritando.

Roberto: AUXILIO, MAMÁ, PAPÁ.

En eso voltean y ven que lo viene persiguiendo la madre del guepardo, en eso corriendo hacia Roberto, lo cargan y se lo llevan rápido al auto que justo a tiempo lograron arrancar e irse, pero la madre guepardo no se detenía, corrió tan rápido que pudo alcanzar a arañar un poco más a Roberto en la mejilla, él lloró mucho, pero afortunadamente lograron salir de aquí, tuvieron que vendarlo su madre la herida, afortunadamente no fue grave la herida, así que pudieron terminar rápido, en eso volvieron rápido al hotel, se veía a su padre preocupado viendo a su hijo todo asustado.

Padre de Roberto: Roberto, perdón hijo fue mi culpa, si no los hubiera traído aquí.

Madre de Roberto: No amor, no fue tu culpa, no sabíamos el riesgo.

En eso Joel asusta a Roberto con un león de juguete, Joel se rio, pero sus padres le quitan el león de juguete.

Padre de Roberto: Joel, no asustes así a Roberto.

Joel: Perdón, no pude evitarlo.

Padre de Roberto: Es oficial, mañana nos regresaremos a la ciudad.

En eso todos se pusieron de acuerdo, pero Roberto solo recordaba lo que pasó en el safari con el bebé guepardo y la mamá guepardo, eso sintió mucho miedo.

Tres años después, Roberto ya tenía 18 años y estaba cerca de graduar de la preparatoria junto a sus amigos, la cicatriz se ve poco y pudo superar lo que pasó gracias a algunas visitas con un psicólogo con el ataque del guepardo, aún recuerda, pero no lo asusta como antes.

Un día, Roberto estuvo escuchando a su profesor en la reunión con el grupo.

Profesor: Para poder celebrar su graduación, la escuela nos dio la libertad de poder irnos a una expedición en un lugar emocionante, y es...Sudáfrica.

Al escucharlo, todos se emocionaron, excepto Roberto que se quedó algo tenso, por tener que volver en donde lo atacaron.

Roberto: Profe, y si no puedo ir.

Profesor: Lo siento, pero si no vas nadie va, la directora quiere que todos participen.

Estudiante 1: Vamos no seas aguafiestas.

Sam: Oye déjalo.

En eso Sam ve a Roberto.

Sam: Roberto, no me importa si no vamos a ese viaje, podemos disfrutarla juntos los tres.

Francisco: Sí, fiesta, películas, y más.

En eso comienza a ver sus rostros que a pesar de que dicen eso, nota que ellos quieren ir y no quiere que sea culpable de perder un viaje único para ellos.

Roberto: No, iremos a Sudáfrica, no quiero arruinar su experiencia africana.

Sam: Bien, no te preocupes que estaremos contigo.

Roberto: Gracias Sam, eres la mejor.

En eso se sonroja Sam.

Sam: Para eso están los amigos.

Profesor: Muy bien, entonces prepárense para ir a Sudáfrica.

Todos los alumnos se alegraron como si fuera el final de clase, Roberto solo respiro profundo.

Roberto (pensando): No te preocupes Roberto, eso pasó hace años, no volverá a pasar.

Roberto llega a su casa, les cuenta la noticia, pero se quedaron alarmados.

Padre de Roberto: ¿Está loco ese profesor?

Madre de Roberto: Cariño, cálmate.

Padre de Roberto: ¿Cómo puedo estar tranquilo? Si van a llevar a los alumnos a otro país y fue donde Roberto...

Roberto: Papá, quiero ir.

Todos se sorprendieron por eso, porque nunca hablaba de Sudáfrica después de años.

Padre de Roberto: Hijo, pero...

Roberto: Lo sé, pero quiero ya superar ese momento, estoy harto de solo temblar y quedar quieto cuando hablan de animales, eso me perturbó por tres años y ya no lo soporto más, por favor déjame volver ahí.

En eso sus padres comenzaron a pensar, luego de un rato.

Padre de Roberto: Hijo, después de pensarlo, te vamos a dejar, si quieres superarlo así, lo harás.

Madre de Roberto: Solo ten muchísimo cuidado.

Roberto: Lo haré, gracias.

En eso Roberto los abraza y sus padres corresponden.

En el aeropuerto de la ciudad, Roberto estaba listo con una maleta y una mochila, se despide de su familia y comienza a irse con el grupo, se sentó a un lado de la ventanilla y ve como despega el avión.

Roberto (pensando): Esta es mi revancha.

FIN del capítulo.