Kardia siguió los consejos de su primo y le mandó un mensaje a Degel: "Podemos vernos en la heladería?" A lo que Degel le contesto con un: "ok"

Se le estrujo su corazón, aunque Degel era frío por naturaleza con el... De alguna forma lograba hacer que el le mostrara su lado tierno, dulce, amoroso... Para el era su complemento, eran el uno para el otro. Al día siguiente, poco después de salir de clases, Degel y Kardia se encontraron en la heladería

—Ahora ya quieres hablar? -le preguntó en su característico tono frío, a Kardia le dolía y mucho, no sabia que podría pasar si Degel lo dejaba. Así que solo asintió. Ambos pidieron sus helados, Kardia los pagó y se dirigieron al parque

—Degel -le preguntó sin mirarlo a la cara- quieres sentarte en una banquita? ¿O en el pasto?

—Como quieras -aunque no lo parecía a Degel le costaba portarse frío, solo deseaba lanzarse a los brazos de ese heleno y llenarle el rostro de besos, pero debía mantenerse así, Kardia debía aprender a controlar sus celos
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—Y como crees que le esté yendo a Kardia? -preguntó Aioria a Milo

—No lo se, pero es orgulloso y no creo que se arrodille para pedir perdón

El pequeño grupo de amigos, ahora conformado por Afrodita, Shaka, Milo, Aioria y un nuevo muchacho de nombre Shura se encontraban en un pequeño parque, cercas de su escuela

—Bueno, alejandonos del drama de tu primo -dijo Afrodita mientras dirigía la mirada a Shura- de dónde vienes?

—De España -dijo Shura con timidez

—No seas tímido -dijo Aioria mientras le palmeaba la espalda, Shura se limitó a sonreír- dinos, que te trajo a Grecia?

—Pues la escuela me interesó mucho, además quería conocer el país, algo tiene que me atrae

—Bueno al menos tenemos cosas en común -hablo Shaka- Afrodita y yo vinimos casi por lo mismo

—Bueno, con la excepción de que yo era estudiante de intercambio, tu historia es similar a la de Shura -interfirio Afrodita

—Y ustedes de donde vienen?

—Dita viene de Suecia, yo soy de la India
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Regresando al drama de los mayores, Degel y Kardia ya estaban besuqueandose

—Eres cruel conmigo -dijo Kardia para después hacer un puchero, Degel sonrió

—Tu te lo buscaste -le mostró la lengua

—Es un delito celarte? -el contrario lo meditó unos momentos

—No, pero deberías celarme cuando personas que de verdad se vean interesadas en mi se me acerquen

—Como el idiota de Defteros? -Degel asintió y beso su nariz- bueno, entonces ya se quién será el primero en mi lista

—A propósito manzanita -le habló Degel en un tono un tanto preocupado

—Si?

—Hable con mis tíos, y... Los convencí de que Camus viniera conmigo, ya sabes por lo que le pasó

—Y supongo que quieres que lo ayudemos a abrirse poco a poco, no?

—Si -le sonrió- pero también quiero que sean prudentes

—Bueno mi iceberg -lo cargó al estilo princesa y empezó a caminar hacía casa de este- tus órdenes serán acatadas, cuidaremos bien de Camus

—Gracias

Se sonrieron y el resto del camino estuvieron en silencio, disfrutando de la agradable brisa y de algunos otros ruidos, como los pajaros o los niños reír

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Por problemas personales la historia se atrasara un poquito
Sayonara :v