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TU SONRISA DE REGALIZ - CAPÍTULO XVII
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Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen.
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—¿Recuerdan al chico de la biblioteca?
—¿El que se llevó el libro antes que tú o el que te acusó por susurrar fuerte?
—Ugh, a ese ni me lo recuerdes. No, no, hablo del de la biblioteca pública.
—¿Cuándo fuimos a la biblioteca pública?
—El año pasado, ¿no recuerdas?
—¿Tengo cara de elefante?
—Eh...no, ¿pero eso que tiene que ver?
—¿No has oído que los elefantes tienen buena memoria? No, mejor no me contestes. Tú sí me entiendes ¿no, Hinata?
—Ajá...—Asentí distraída, mirando mi teléfono, luego sentí un leve empujón en el hombro y levante la vista—. ¿Qué?
—Nos gustaría tener a nuestra amiga de vuelta si no es mucha molestia —Tenten puso unos cuantos Skittles en su mano y la acercó a mi boca.
—No debería aceptar tus dulces a mitad de mi almuerzo —pero aun así, abrí la boca dejando que el delicioso sabor frutal seduzca mi lengua.
—Por favor, apenas has tocado tu comida y ni nos prestas atención. Quién diría que serías de ese tipo de chicas cuando comienzan a salir.
Tragué fuertes los Skittles intentando ver si también con ellos podía tragarme la vergüenza. Pero supe que no al sentir las mejillas ardiendo.
—So-sólo estoy revisando un mensaje que me envió. Ahora soy toda oídos. ¿De qué estaban hablando? ¿Elefantes?
Tenten abrió la boca para contestar pero Ino fue más rápida.
—No, estamos hablando de que tengo una cita este viernes —terminó la frase con una enorme sonrisa.
—Con un elefante —Tenten asintió risueña.
—¡No! Con el de la biblioteca.
—¿El que te acusó por susurrar fuerte? —pregunté sorprendida.
—¡Ugh, no! ¡Presten atención!
Habían pasado unas buenas dos semanas y media desde mi primera cita con Naruto, y como había pensado en ese momento, lo de que era una mera formalidad, parece que estaba bastante acertada.
Ahora era la novia de Naruto y Naruto era mi novio y éramos novios...era extraño.
Las citas luego de esa primera se limitaron a salidas a tomar helado luego de la escuela o con nuestros amigos los fines de semana. (Eh, que era citas igual. Estábamos juntos que era lo importante) Sino, Naruto se quedaba un par de veces en casa luego de juntarnos a estudiar o yo iba a la suya.
Sé que parece inocente, y ciertamente lo es (vamos, que era mi primera relación) pero cuando estábamos solos aprovechábamos el tiempo, eso quiere decir besos, mimos y más besos. Y aunque recordarlo me hacia erizar la piel también ponía una sonrisa tonta en mi cara. Ocurría mucho en los últimos días. Consistía en estar caminando, escuchando a alguien o simplemente perdida en mis pensamientos y esa sonrisa aparecía. Ino la llamaba El efecto Naruto.
—Oh, Sakura —Levanté la vista a donde miraba Tenten y, efectivamente, Sakura Haruno venía caminando en esa dirección.
No había vuelto a hablar con ella desde esa vez que la encontré llorando detrás del cobertizo y me sentía un poco mal por haberme desentendido totalmente de su situación (el efecto Naruto, diría Ino). Luego de hablar esa tarde se había ido con una sonrisa, incluso me dio un consejo para mi propia situación sentimental, pero estaba segura de que la tristeza y la vergüenza del rechazo la volvió a acechar rápidamente. No es fácil superar algo así, aunque claro, ella no demostraba nada de su debilidad en los pasillos. Sólo porque la encontré ese día y vi realmente su estado es que ahora puedo plantearme realmente cómo se siente, ¿cómo es que soporta tanto así?
Pasó junto a nosotras y cuando me miró esbozó una sonrisa cálida.
Fruncí los labios, no podía quedarme así.
—Sa-Sakura —ella se detuvo y me miró con curiosidad—. Hola. Eh, ¿quieres sentarte con nosotras?
Les dediqué una breve mirada a las chicas, como pidiendo permiso y disculpas por mi actitud sin su consulta, y volví a mirar a Sakura que parpadeo una cuantas veces antes de siquiera responder.
—¿Eh? Ah, claro...—sonreí feliz y le dejé espacio para que sentara junto a mí. Se sentó y ambas miramos a las chicas para ver cualquier tipo de reacción.
—¿Te gustan las hamburguesas de soja? —habló Ino señalando la bandeja de Sakura con su tenedor. ¿Eso era? Con razón se me hacia una hamburguesa extraña pero, ¿quién soy yo para cuestionar las apariencias de las hamburguesas?
Oh, Ino estaba siendo amable.
Sonreí hacia las chicas antes de volver a mi sándwich de atún, prestando atención a la conversación.
—Ah, sí. Me encantan son deliciosas.
—Por fin alguien que me entiende —Ino levantó sus manos al cielo y luego entornó la mirada—. Estas dos no dejarían la carne ni aunque entraran a un matadero.
—Pues discúlpame porque la carne sea deliciosa —dijo Tenten.
Sakura sonrió y se dispuso a comer. Y yo sonreí de solo verlas a ellas.
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Naruto
¿Vamos a mi casa después de la escuela? necesito tu ayuda para el trabajo de biología.
Hinata
Sólo si hay rollos de canela esperándome.
Naruto
Siempre, preciosa ;)
—Ahh...Te lo juro Hinata, él-me-odia.
Dejé la guía de la materia sobre la mesita de café y me dediqué a mirar la figura desparramada de Naruto junto a mí en el sofá. Era gracioso ver lo abatido que se ponía cuando algo le costaba, era una faceta totalmente nueva de él para mí; siempre se veía tan seguro de sí mismo...Excepto claro, con el profesor Orochimaru. En serio le tenía terror.
A mí, no sé por qué, al menos me toleraba, Naruto y Kiba no podían creerlo.
—Odia a todo el mundo —le tranquilicé mientras me sentaba sombre mis piernas y con una mano le acariciaba los cortos mechones de cabello que le caían sobre la frente.
—Creo que ya tuvimos esta conversación, es como un Déjà vu...—se pasó las manos por la cara y no pude evitar reírme.
—Relájate, ya terminamos el trabajo y mira —señalé la hora en el reloj sobre la pared mientras tomaba el control remoto—, es hora de nuestro detective favorito.
Meneé el mando sonriente y logré que Naruto soltara una carcajada.
En el tiempo que llevaba con Naruto le había agarrado más cariño a Detective Kyubi que cuando lo miraba con mi padre. Claro que no me desvivía por él como lo hacían ellos dos, pero era entretenido verlo, aunque a mí se me hacía más entretenido verlos a ellos. El viernes anterior Naruto se había quedado a cenar y papá de nuevo lo invitó a ver el episodio de la noche, él se guardó decirle que ya lo había visto conmigo en la tarde y disfrutó de la transmisión junto a mi padre como si lo mirase por primera vez. Lo amé más por eso.
Naruto pasó un dedo por mi barbilla y yo me estremecí de lo delicada que era la caricia. Siempre me sentía especial con él, me trata con tanto cuidado y cariño como si me adorara.
—¿Estás segura que no te molesta? Siempre podemos ver otra cosa o lo que tú quieras.
Sonreí. Otra cosa que amaba tanto de Naruto era lo mucho que me cuidaba y se preocupaba por mí.
Me acerqué más y acomodé mi cabeza en el hueco entre su cuello y hombro, pasé mi brazo contra su pecho y lo abrace con fuerza, acurrucándome contra él.
—Te aseguro que lo disfruto mucho —bajó la cabeza y me miró sonriente, con esa sexy sonrisa de medio lado que siempre me hacía temblar las piernas como gelatinas.
Rodeo mi espalda hasta acomodar su mano en mi cintura y acercarme un poquito más a él, y ahora nuestras narices se estaban tocando y la suya acariciaba la mía con infinita ternura. No pude evitar suspirar.
—Aún queda algo de tiempo para que comience, ¿no es cierto?
—Sí, creo que uno o dos comerciales.
Sonrió con ese brillo de picardía en sus ojos e inmediatamente sentí como mi corazón se aceleraba y mis labios se secaban.
—Entonces, aprovechemos.
Y en seguida sus labios estaban sobre los míos.
No puedo negar que esta era una de las partes que más me gustaban de nuestra relación, me había vuelto adicta a los labios de Naruto y al parecer él también de los míos.
En muchas ocasiones, mayormente en la escuela, cuando nadie veía o cuando estábamos solos, Naruto se las arreglaba para robarme un beso o llevarme a un lugar más apartado y entretenerse dejándome sin respiración. Y cuando nos separábamos siempre tenía esa sonrisa pícara, como la de un niño que sabe que acaba de cometer una travesura. Y aunque mi mirada a veces si era de regaño porque nos podría haber pillado, siempre lograba que se me escapara una sonrisa. No podía negarlo, él era mi debilidad.
Por eso cuando subí mis manos para acariciar su rostro mientras Naruto se dedicaba a profundizar el beso y escuchábamos de fondo en el televisor el inicio de Detective Kyubi, no nos importó. Era un hecho, estábamos perdidos el uno en el otro y nada más importaba en el mundo que nosotros dos..
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Acababa de subir a mi cuarto de cenar cuando noté la luz parpadeante de mi teléfono en la mesita de noche, indicando que tenía un mensaje.
Caminé emocionada a buscarlo pensando que sería Naruto, pero no era él, era un mensaje de Messenger de alguien que no conocía, o al menos no recordaba.
Hola, Hinata! Soy Matsuri, fuimos compañeras en la primaria por si no me recuerdas jeje...Sabes, quería avisarte que el próximo sábado abriremos la cápsula del tiempo que enterramos en tercer grado, ya pasaron los diez años!! Qué loco, no? Ya hablé con la profesora Shizune que aún sigue trabajando ahí y estoy avisándole a cada uno de nuestros ex compañeros de grupo. Sería genial que nos podamos reunir todos, confírmame si puedes. Un beso!
Me quedé un minuto completo con la mirada clavada en la pantalla.
¿Matsuri? ¿Tercer grado? ¿Cápsula del tiempo?
Y como si una flecha me atravesara la cabeza lo recordé todo.
Claro, el tercer grado, ese año el grupo se había unido tanto que la profesora nos hizo escribir nuestros deseos para el futuro en un papel y, junto con la foto que nos tomamos en grupo la escondió en una caja que enterramos en el patio de la escuela, para que, aunque el tiempo pase, tengamos una oportunidad para podernos reunir todos de nuevo. Recuerdo que en ese momento la idea nos había emocionado a todos y yo estaba maravillada con saber cómo sería volver siendo diez años mayor.
Pero ahora lo único que deseaba es que no hubiese sucedido.
Si Matsuri está reuniendo a todo el grupo, ¿Naruto también irá?
¿Y qué pensará cuando me vea ahí también y se dé cuenta que siempre supe que ya nos conocíamos y nunca se lo dije? Es mi novio no creo que le haga mucha gracia. Sobre todo porque todo este tiempo se lo oculté, no creía que fuera importante. Aunque quizás para él no lo sea tanto... ¿y si sí?
Diablos, ¿Qué se supone que debo hacer ahora?
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☆゜・。。・゜゜・。。・゜★
¡Chan, chan, chan! Okey este capítulo me quedó cortito en comparación a lo que tardé en subirlo, pero resulta que tuve que estudiar para rendir un final y me fui dos semanas de vacaciones. Y créanme, no es cómodo ni nada sencillo escribir cuando toda tu familia está rondando en una casa mucho más pequeña que la tuya, además se adueñaron de mi computadora, prácticamente ni la toque...aunque si hice muchas otras cosas la verdad, no me puedo quejar xD
Ok ya, sinceramente no podía alargar el capítulo más, lo importante era contar más o menos como se estaba desarrollando la relación de Naruto y Hinata para culminar con lo que sería el comienzo del fin...bueh. Yo sé que ustedes saben que es drama, pero traaanqui, no me saldrá tan dramático, y es que en serio no lo puedo hacer así xD
¡No saben lo muuucho que los quiero! Ahora que este fic está llegando a su final me agarra la nostalgia xD
Muchas gracias a todos los que le quisieron dar una oportunidad a los que votan en cada cap y los que la agregan a sus listas de lectura, a los que comentan y también a los que solamente la leen y disfrutan, ¡¡muchas gracias!! Nos vemos en el próximo cap que, espero, no se demore xD
¡Bye, bye!
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