| VI |

—Hinata, no te muevas ni te asustes...—inmediatamente levanté mi vista en dirección a Kiba que me hablaba lento y con precaución. Enarqué una ceja entre confundida y algo asustada—. ¡No voltees! —Me advirtió de pronto—. Pero...hay una araña en tu hombro...

—¡¿Eh?! —Lo hice. Y cuando me giré para sacudirme el hombro con terror y brusquedad la sonora y gutural carcajada de Kiba retumbó en mis oídos. Me volví a mirarlo con profundo odio.

—¡C-Casi me da un paro cardíaco! ¡Sabes que les tengo terror, Kiba! —me llevé una mano al pecho para, inútilmente, intentar calmar los erráticos latidos de mi corazón.

—Calma...—estiró la primer «a» en un intento de aminorar mi estado. Fracasó rotundamente—. Sólo quería que reaccionaras, está súper rara y distraída...más de lo normal —se encogió de hombros sin expresión—. Era mi único método. Y funcionó —finalizó sonriéndome burlón.

No le respondí de inmediato. Me le quedé mirando, meditando en sus palabras. Desvié mis ojos de su sonriente expresión. Tenía razón; he estado torpe últimamente...y por últimamente me refiero a desde el día del festival escolar hace ya dos semanas.

Aún no puedo borrar esa imagen de mi mente, y aunque me digo siempre que no debo darle tanta importancia, realmente no puedo ignorar ese pequeño dolor en el pecho que se aparece constantemente.

Sí, al final me di cuenta de que sentía algo por Naruto, algo más allá de la amistad o el simple compañerismo...aunque no sé realmente que tan "allá".

Claro que no fue de la manera más dulce y feliz, quizás es en parte mi culpa por intentar negarlo por tanto tiempo. De todos modos, ahora Naruto y Sakura eran la reciente pareja de la escuela y aún los cuchicheos no se terminaban.

Estaba bien, bueno al menos lo intentaba. Jamás había experimentado esto y la verdad no sé cómo tomarlo. Supongo que debo hacerme la fuerte e intentar olvidarlo...nada que no sepa hacer ya.

¡Hello! —la cantarina voz de Ino resuena en mi oído izquierdo cuando la siento abalanzarse sobre el lugar vacío a mi lado—. Good morning Hinata, ¿cómo te trata este wonderful day?

No sé si reír o llorar. Ino comenzó a tomar clases particulares de inglés, según ella porque le ayudará en su carrera y la hará ver más profesional cuando tenga que ir a una entrevista de trabajo en cualquier revista –de moda, obvio-. Pero apenas lleva un mes estudiando y ya es algo...irritante.

—¡Demonios, Ino! ¡Ya te dije que se te da fatal, deja de hacer eso!

—¡No hablo contigo, perro roñoso!

No puedo evitar reír bajo, y agradezco internamente que me hayan hecho olvidar de mi –últimamente- constante dolor. Son en estos instantes en los que en verdad disfruto el tener amigos. Aunque hablen un inglés espantoso.

—¿Cuál es la riña de hoy? —Tenten se sienta junto a Kiba con una sonrisa en los labios de: «lo de todos los días».

—Tenten, por favor dile a Ino que deje de hablar inglés. O, en realidad, que deje de intentar hacerlo —Kiba miró a la castaña con súplica, la verdad ella era la única que podía "bajar" a Ino cada que una idea loca se le subía a la cabeza.

—Por favor, ni que realmente fuera a...

—Ino, por favor, te lo ruego, ya deja de hacerlo.

—¡¿Tú también, Tenten?! —la contempló patidifusa. Era como si tu propia madre se pusiera del lado de los niños que te están molestando—. Tú si me apoyas, ¿no es cierto, Hinata?

La apenas sonrisa que intentaba evitar que se me dibujara desapareció cuando clavó sus esperanzados ojos en mí. ¡Rayos! Odiaba cuando hacía eso. Me hacía sentir como si de mí dependiera que le trasplanten el corazón.

Ya lo he dicho, a veces odiaba ser tan amable.

—E-eh...bueno, yo... —Tengo tanto las expectantes miradas de Kiba y Tenten como la de Ino sobre mí.

Me siento en una encrucijada. Me cuesta pronunciar palabra, pero cuando por fin me decido a hablar la imagen de Naruto entrando a la cafetería junto con Sakura provocan que el revoltijo en el estómago se trague todo lo que sea que estuve a punto de decir.

Simplemente entraron, se sonrieron, él besó su mejilla y después se encaminaron a mesas diferentes.

Así eran ellos; sabía que Sakura aprovechaba el almuerzo para organizar pequeñas cuestiones con los miembros del consejo, y Naruto se iba con sus amigos.

No solían tener muchas muestras de cariño en público, al parecer en eso eran bastante cautelosos. E internamente se los agradecía, no podría soportar verlos tan juntos cada que me giro a ver...Y es que sí, a veces lo hago sólo para torturarme y hacerme la idea de que efectivamente son pareja.

Ino se percató de mi enmudecimiento y giró su rostro hacia donde se dirige el mío para ver el momento exacto en el que los labios de Naruto abandonan la mejilla de Sakura para, finalmente, alejarse.

Se giró de nuevo hacia mí y posó suavemente su mano sobre la mía.

—Cariño...si quieres voy y accidentalmente dejo caer mi ensalada sobre ella —Reí suave por su sugerencia.

Sabía que era capaz de eso, tanto Tenten como Ino se habían dado cuenta de mi estado y el por qué... No necesité comentárselos, fue demasiado obvio desde el principio.

—Si quieres, para que sea más creíble, yo le pongo el pie a Ino y así ella se tropieza —La rubia la miró con gesto de indignada desaprobación, y ya ahí no pude contener mi risa.

—En serio no creo que sea necesario —apenas pude pronnunciar mientras recuperaba el habla—. De verdad estoy bien.

Ambas compartieron ese mismo gesto de siempre: Se miraron por un segundo completo para voltear la mirada hacia mí con una ceja enarcada.

—Las últimas semanas no dicen lo mismo...

—En serio, no tienes que negarlo, Hina. Al menos no a nosotras.

A veces me preguntaba si yo era demasiado transparente o es que ellas en serio me conocían muy bien. No pude evitar hacer una mueca y desviar mi mirada de las de ellas.

—Nunca...había experimentado esto...—Miraba mis manos empuñadas en mi regazo mientras apenas podía confesar aquello. Y a pesar del frio y la desolación que inundaban mi corazón, sentí sus cálidas miradas brindándome todo el apoyo que me pudiera dar.

—No te desanimes Hina, es normal —Ino puso su mano en mi hombro.

—Sí, anímate. Esta no es la Hinata que conocemos —Tenten tomó mi mano desde el otro lado de la mesa y me la estrujó. Sonreí ante su apoyo, el de ambas—. Vamos, Hina ¿Qué eres? ¿Una mujer o una morsa?

Su tono desafiante hizo que levantara mi vista a ella con una mueca entre confundida y divertida. Ino la miró igual.

—¿Qué es esa pregunta? —cuestionó arrugando la nariz.

—La leí en un libro* —se encogió de hombros—. Anda Hina, responde.

—Una mujer. Definitivamente —La tres explotamos en una carcajada que tardó mucho en apaciguarse.

—Oigan...les recuerdo que sigo aquí —La voz resentida del único chico en la mesa nos hizo espabilar un poco más rápido.

—Oh, lo siento sarnoso —Ino le habló con falsa lástima—. Si quieres puedes ser la morsa.

—¡Pues obviamente no soy una mujer!

Volvimos a estallar en carcajadas, Kiba cabreado a veces era muy divertido.

Comienzo a creer que es cierto eso que dicen de que la risa limpia el alma.

.

.

.

—¿Allí arriba?

Mientras con mi dedo índice señalaba el frondoso árbol junto al cobertizo me volví a mirar los asentivos rostros de algunas de mis compañeras del equipo de porristas.

—Sí, Hinata. ¡Por favor!

—¡¿Y por qué yo?!

—Porque eres la mejor del equipo... —Shion desvió ligeramente la mirada murmurándolo lo suficientemente alto como para que lo oyera.

—Ahora sí, ¿no? ...—sisee molesta al saberme que si todas me lo rogaban no sería capaz de negarme.

Y ahí estaba yo, trepando ese inmenso arbusto para subir al techo del cobertizo y recoger el bastón que una de mis compañeras perdió...Dios ¿qué tan mala puntería tenía que tener para que acabara allí?

Pero el problema no era su desafinada coordinación, el lugar donde cayó o el hecho de que estaban entrenando lejos de área de práctica. No. El problema es que ese era «El bastón» Insignia trofeo de la escuela por haber ganado el torneo nacional de porristas cinco años consecutivos.

Y lo peor de todo es que la capitana, y miembro valioso de ese legendario equipo de antaño que recibió tal galardón, era nuestra querida y latosa entrenadora Anko.

Y yo aquí arriba, buscando suicidarme.

—¡¿P-por qué lo sacaron si saben que está prohibido?! —mi voz sonó ahogada cuando mi pie resbaló un poco al apoyarse sobre el dudoso y enchapado techo del cobertizo.

—¡Fue culpa de Shion!

—¡¿Qué?! —La mencionada protestó indignada—. ¡Tú fuiste la de la idea!

—¡Sí, pero tú lo tomaste!

—Eso es cierto...

—¡Tú ni hables que me insististe para que lo hiciera!

Puse los ojos en blanco mientras me limitaba a, solamente, concentrarme en donde pisar para llegar al objeto que buscaba; el muy desgraciado estaba al otro extremo de mí. Avanzar por el medio no era opción, así que tuve que ir despacio bordeando la superficie. Y yo que le tengo pánico a las alturas...

Me deslicé con cuidado y casi lloro de felicidad cuando me agaché y tuve por fin el bastón en mis manos.

Ahora sólo tenía que volver tras mis pasos y bajar el árbol hasta la segura tierra...Ya pensaría como hacer eso.

—¿Qué se supone que hacen aquí?

Me tensé de inmediato, y agradecí el todavía estar agachada. La voz entrecortada de una de mis compañeras me confirmó mi temor.

—Entrenadora Anko...

—Deberían estar allá en el campo con sus demás compañeras, ¿en qué pierden el tiempo?

«¡Maldición, maldición, maldición, maldición!»

Mi labio estaba a punto de romperse con la fuerza de mis dientes destrozándolo. ¡Si la entrenadora me encontraba a MI en este lugar con SU bastón era mi fin!

—Estábamos...emm...—Una de ellas comenzó a balbucear. Rayos, sé que todas les tenemos pavor a la entrenadora, pero no por eso van a delatarme... ¿verdad?

Podría ser la oportunidad perfecta: Me echarían, Shion se quedaría como líder de cuadro, ¡Esto no puede estar pasando!

—¡En realidad! —¡Ahí estaba! —. No teníamos ganas de entrenar así que nos escabullimos aquí. Lo sentimos entrenadora.

—¡L-lo sentimos! —corearon las otras, supuse que entendieron el plan.

Suspiré en mi mente aliviada, Shion no me traicionó, menos mal...Aunque debí suponerlo, a ella le gusta competir, pero no jugar sucio, en eso es muy noble. Y hoy me salvo la vida, supongo que estamos a mano.

—Me avergüenza esa actitud, nunca lograrán ser grandes porristas y ganar el torneo nacional si piensan de ese modo tan poco comprometido. Ahora, como castigo por querer burlarse de mí, harán cincuenta flexiones de brazos, ¿entendido señoritas? Andando.

Escuché sus pisadas alejándose y al sentirlas algo lejos levanté a penas mi cabeza para ver cómo se retiraban. En ese momento Shion se volteó rápidamente y me guiñó un ojo.

Ok, entendí; Debo seguir con mi cometido.

Sabía que los latidos de mi corazón no se iban a normalizar mientras estuviera allí arriba, así que tomé todo el aire que pude y me dispuse a deslizarme, de nuevo de manera lenta, por el borde de la cubierta hasta el árbol.

El regreso fue más sencillo, aunque de nuevo casi resbalo cuando puse un pie en la rama del árbol.

A esta parte no quería llegar... ¿Cómo demonios me bajo de aquí?

Pensé en saltar, pero lo descarté de inmediato; estaba muy alto. Podría deslizarme y apoyar mis pies en el tronco como hice para subir, pero la sola idea de voltearme y bajar un pie sin poderme agarrar de nada me hacia hiperventilar.

Joder.

¿Qué iba a hacer, qué iba a hacer?

Si las chicas no se hubiesen ido sería más sencillo, pero ahora estaba sola.

Cerré los ojos. Piensa Hinata, piensa.

O sólo...no pienses y salta.

No. Rayos, no podía.

—¿Hinata? —Mi corazón saltó de alegría y alivio cuando escuché su voz. ¡Ahí estaba él, Naruto! —. ¿Qué haces ahí arriba? Shion me dijo algo como que necesitabas que te ayude, pero no le entendí muy bien porque hablo bajo y rápido.

Sus cejas se fruncieron confundidas al mirarme. Y yo no podía estar más agradecida con Shion por tan grandiosa idea.

—Luego te explico, pero por ahora necesito bajar de aquí. ¿Me ayudas?

Inclinó la cabeza, aún confundido, pero se encogió de hombros y se acercó más al árbol para quedar justo debajo de mí.

—De acuerdo. Salta —Lo vi estirar sus brazos y mis cejas se alzaron casi hasta la raíz de mi cabello.

—¿Qué? ¡No, ni loca!

—Anda Hinata, salta. No te pasará nada, yo te atraparé.

—¡Me voy a matar! ¡Te voy a matar! ¡Nos vamos matar!

—No enloquezcas, ¿nunca saltaste de un trampolín?

—Sí, cuando había agua debajo.

—Bueno ahora yo estoy debajo y te atraparé.

—¡No es lo mismo!

—¡Vamos, Hinata!

—¡No!

—Confía en mí, ¿sí?

Me miró de una manera tan profunda que mi garganta se cerró. Recordé que era Naruto, a quien de niña estaba segura de que le confiaría mi vida. Traté de que el miedo no me dominara como solía hacerlo antes de que él llegara, con su confianza, a derribarlo.

—De...de acuerdo —trague grueso y él asintió complacido.

Cerré los ojos y me deslicé. Por un ínfimo segundo me sentí caer a la nada y luego los brazos de Naruto atraparme...y luego ambos cayendo al suelo.

—¡Na-naruto! —estaba sobre él, así que mi caída había sido prácticamente segura. Pero Naruto estaba sobre el mismísimo suelo, por lo que me aterraba como se encontraba—. ¿Estás bien? —Vi como sus ojos querían abrirse y balbuceo algo que no le entendí—. ¿Qué dices? No te entiendo.

—¿Te...quitas de encima? Me...estás aplastando el pecho...—Apenas pronunció casis sin aire.

—¡Ah, sí! ¡Lo siento! —bajé de él y me incliné a su lado—. ¿Estás bien?

Tosió un poco y se sentó para sacudirse la ropa. Luego me miró y me dedicó una gran sonrisa.

—¡De maravilla! ¿Ves? Te dije que no había nada que temer —Sonreí por sus palabras.

—Los dos caímos al piso.

—Detalles, detalles —le restó importancia en un gesto con la mano mientras se incorporaba y luego me la tendió para ayudarme a hacer lo mismo.

Me aseguré de devolver rápidamente el bastón a su lugar y suspiré porque todo al menos salió bien.

Cuando salí del cobertizo Naruto aún seguía allí afuera.

—¿Me explicarás que rayos pasó? Digo, me lo merezco; mi pobre trasero estará adolorido una semana por tu culpa.

Reí bajo por sus ocurrencias y volví a exhalar con fuerza.

—Ah... es una larga historia —intenté zafar.

—Bueno, tenemos todo el camino de regreso a casa para que me lo cuentes —sonrió zorruno y se volteó para comenzar a caminar. Yo lo miré confundida.

—¿Iremos los dos? —No pude evitar preguntar. Él volvió la cabeza y enarcó una de sus rubias cejas.

—Sí, los dos. ¿Quién más?

—No irás con...—Me mordí la lengua antes de seguir hablando. No quería sacar el tema de Sakura, no con él.

—¿Con quién? —Se volvió hacía mí y cuando alcé el rostro vi que tenía esa mirada profunda que de vez en cuando me dedicaba.

Parpadee. Estaba segura de que no quería sacar ese tema con él. Al menos no ahora, y si era posible; nunca.

—No...nada —Pasé por su lado sin mirarlo y avancé en la dirección que el antes tomó.

Lo escuché bufar y de pronto sus pasos de acoplaron a los míos para caminar junto a mí.

Lo miré con cautela y me miraba serio, pero, de pronto, me regaló otra de sus hermosas sonrisas.

—¿Entonces me acompañarás? —Me reí entre dientes y volvía verlo divertida.

—Nop.

Hizo un gesto de indignación con sus labios.

—Ah bien, entonces me iré sólo hasta mi casa y con mi trasero adolorido.

—Okey.

—¡Oye, Hinata! —reclamó divertido y yo no pude evitar reír de nuevo aún más fuerte.

Ese día volví a irme a casa con Naruto, y no fue el último. En lo que restó del año fueron muchos los días en que me acompañó, alegando aún que se iría sólo y yo, entre risas, no podía negarme.

Los meses pasaron y así el año escolar terminó. Segundo de preparatoria estaba a la vuelta de la esquina...

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.

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*: Es una referencia al una adaptación NaruHina de un libro que leí en FF, la saqué de ahí porque la amé xD Muy buen libro/adaptación, se las recomiendo.    

¡Hello!

Aquí llegando con un nuevo capítulo de esta curiosa historia xD

Pude haberlo terminado antes pero la universidad me secuestró, ya saben...

Pero hoy me senté decidida a publicarlo y aquí estamos xD

Como verán no hay mucho NaruSaku a la vista ...

Y ese Naruto siempre es tan oportuno xD

Vayan formulando teorías locas x3

Ok, ya pasó primero de prepa y ahora se nos viene en segundo año...estoy debatiéndome conmigo misma si hacer un capítulo de vacaciones de verano o directamente pasar al próximo año escolar, pero ya veré en que quedo xD

Ok espero que les haya gustado el cap, o que me digan que no lo hizo, ¡Se reciben comentarios! (?)

Y También voten, no sean tímidos :3

Ok hasta acá hoy!

¡Bye, bye!




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