| V |
Miraba el mordisqueado esmalte de mis uñas sin pensar en nada en particular mientras escuchaba la voz de Ino de fondo hablándome y hablándome. Sinceramente, hacía rato que había perdido el hilo de lo que me estaba diciendo.
—¿Crees que el tul es demasiado?
Me obligué a levantar la vista hacía ella y hacer trabajar mi cerebro para responder su pregunta.
Estábamos en su casa -más específicamente en su cuarto- probándonos los disfraces que usaríamos mañana en el festival de la escuela. Sí, ha pasado algo de tiempo.
Fruncí los labios analizando el tul con corsé y medias largas con sombrero que, según Ino, era un disfraz de bruja. «Una bruja arrebatada» diría mi abuela.
—Yo diría que es lo que más tela tiene de todo ese conjunto.
—Para mí pareces una quinceañera.
Me contagié de la discreta, y algo burlesca, risa de Tenten mientras Ino se dedicaba a lanzarnos una mirada furtiva.
—Hablo en serio.
—Yo también —Tenten se defendió al tiempo que se paraba del pequeño sillón en donde estaba y se acercaba a un bolso lleno de ropa y telas que había traído—. Mira, prueba esta falda larga, tiene el mismo tono y estoy segura de que acentuará más tu figura además de que quedará mejor con el traje.
Ino estiró su mano y la tomó algo dubitativa, luego sonrió y asintió.
—Ok.
—Hina, dime que conseguiste el perro.
La castaña se había volteado a mi como si en ese momento hubiese recordado ese detalle. Esbocé una sonrisa autosuficiente antes de meter mi mano en mi bolso y sacar de él un peluche en forma de un pequeño perro negro.
—No fue sencillo, pero aproveché que Hanabi aún no terminaba su cena para cometer el secuestro —hablé con falsa seriedad mientras ella tomaba el muñeco en sus manos.
—Oh, es un perfecto Toto.
—De hecho, se llama Harry.
—¿Harry?
—Sí...mi hermana está algo obsesionada con One Direction —hice una mueca y Tenten me imitó.
—Oh...pobrecilla —negó con la cabeza—. Pero bueno, al menos por lo que duré el día de mañana serás Toto amiguito —le habló al perro inanimado y en seguida volvió su vista a mí de nuevo—. ¿Ya tienes tu vestido?
—Oh, sí —exclamé sacando del mismo bolso un vestido de muselina de época color azul pastel ceñido a la cintura y pechos, pero suelto en la falda larga hasta los tobillos. Las mangas eran largas hasta los codos y tenía una puntilla en la parte del pecho.
—¿Es el que te hizo tu madre? —cuestionó Ino parándose junto a la castaña. Asentí a su pregunta —¡Póntelo!
Suspiré un poco e hice lo que me pidieron. No tenía ganas, pero sabía que no podría contradecirlas. Cuando terminé de deslizar la prenda sobre mí y acomodar la falda, me miré en el espejo. En verdad, mi madre había hecho un gran trabajo.
—¡Kya! ¡Te queda precioso, Hina! Olvídate de Dorothy, eres toda una damisela con ese vestido.
—Estoy de acuerdo, pareces una princesa Disney...antes de conocer al príncipe claro —Tenten se rio ante su ocurrente aclaración y yo la miré con fingida molestia.
—Pero entonces ¿qué hago con Toto?
—Si serás una princesa necesitas a tu mascota acompañante claro. Espera, creo que tengo una tiara por aquí.
Ino se alejó para rebuscar en los cajones de su cómoda mientras yo caminé hasta la cama y me recosté como si no hubiese descansado en semanas. Y la verdad estaba algo agotada. El festival nos había tenido ocupadas como por dos semanas; entre repartir las tareas a cada miembro del grupo hasta encargarme de la mía puntualmente y mantener organizados a todos.
Estaba agotada física y mentalmente.
Sin mencionar que acabábamos de salir de una temporada de exámenes, las prácticas con el equipo, los partidos y las constantes reuniones con el consejo a las que cada delegado debía asistir para la constante planeación del dichoso festival.
Juro que estoy empezando a odiarlo, sólo quiero que termine. Sakura ha estado algo densa con todo este tema, y aunque la entiendo -porque yo también quiero que salga bien- no puedo seguirle mucho el ritmo sinceramente.
Pero me esfuerzo, porque sé que ella también lo hace y no puedo dejarla sola, al menos los demás también han puesto de su parte. Por lo visto, todo saldrá espectacular.
—¡Aquí está! —Ino lanzó la pequeña tiara a mi vientre; era plateada y brillante—. Y tenías razón Tenten, esta falda es mucho mejor —la castaña sólo guiñó un ojo.
Las dos se me lanzaron igual de agotadas a ambos lados de la cama, apretándome en el proceso y dejando que suelte un quejido mezclado con carcajadas.
—¡Rayos! ya no entramos en esta cama. ¿Cuánto crecimos desde secundaria?
—¿No será que estás más gorda? —Ino le lanzó una almohada y yo tuve que cubrirme para evitar salir herida mientras me reía entre dientes.
Nos sumimos en un silencio relajante, y estoy segura de que nos hubiéramos quedado dormidas si no fuera porque el teléfono de Ino comenzó a sonar de manera histérica.
—mm... ¡Ino! ¿Quién demonios te escribe tan desesperadamente? —Tenten gruñó con la voz amortiguada por la almohada con la que se cubrió la cara.
Ino se incorporó en la cama para estirar el brazo y tomar su teléfono que estaba sobre la mesita de noche, lo desbloqueo y, luego de unos segundos mirando la pantalla, una maliciosa sonrisa surcó sus labios.
—Uh...creo que a Hina le interesará mucho saber quién me escribe —canturreó haciéndome mirarla con medida indiferencia mientras la castaña también se incorporaba a mi lado, ahora, totalmente interesada.
—¿Quién? ¿Quién es?
Ino agudizó más su sonrisa y colocó el teléfono frente a su rostro para comenzar a leer el mensaje en voz alta. Yo sólo me limite a cubrirme el rostro con la almohada que había usado mi amiga hace un momento.
La rubia se aclaró la garganta para darle más dramatismo a su acto y prosiguió:
—Mensaje de...Naruto —pude sentir ese calor en mis mejillas que tan común se me había hecho ese año ante la sola mención de aquel rubio. Agradecía en ese momento tener mi rostro cubierto para que mis amigas no aprovecharan mi estado y se burlaran—: ¡Hola, Ino! ¿Estás con Hinata? ¿Le puedes preguntar si me consiguió lo que le pedí? Sino pudo dile que no se preocupe y que gracias de todas formas.
Para cuando terminó de leer el mensaje le siguieron unos segundos de silencio hasta que me saqué la almohada del rostro y hablé:
—Dile que lo conseguí, mañana se lo llevaré a la escuela —me erguí finalmente igual que ellas y sonreí para hablarle.
—Oki, oki.
—¿Qué te pidió?
—Como tanto el curso de Ino y suyo como el nuestro decidieron hacer una competencia y alquiler de disfraces me pidió si le podía dar un estetoscopio de papá, asumo que quiere disfrazarse de médico.
—¿Y por qué no te escribió a ti? ¿No tiene tu número?
Desvié la mirada con mis, ya tradicionales, mejilla arreboladas.
—¿Po-por qué debería tenerlo?
—Lo conoces desde que ingresó. No digo que son grandes amigos, pero se llevan bien.
—N-no por eso debería...
—Justamente, Tenten —la voz fingidamente seria de mi amiga de ojos azules me interrumpió—. Pero aquí hay otro factor que hace que nuestra querida amiga, aquí presente, actué como lo hace con él.
Levantó sus cejas de manera juguetona dedicándome una mirada sugerente. Fruncí el ceño e intenté asesinarla con mi mirada sólo para disminuir el bochorno que sentía en todo mi cuerpo ahora más sonrojada.
Tenten pareció no comprender al principio, nos miró a Ino y a mi consecutivamente y de repente abrió grande los ojos.
—No puede ser... ¡Te gusta Naruto!
—¡Sí!
—¡No!
—¡¿Por qué no me dijiste, Hinata?!
—¡Pero yo no...!
—Se lo tuvo bien guardado todo este tiempo.
—¡No confías en nosotras?!
—Digo lo mismo.
—¡Me siento traicionada!
—Totalmente traicionada.
—¡Ya paren! —sin aguantarme más golpee sus caras con las almohadas para que así se calmaran—. No...no me gusta Naruto-kun.
Ambas se miraron significativamente por unos segundos y volvieron a poner su atención en mí, encarnando una ceja en el proceso.
—¿Por qué lo niegas?
—¿Eh?
—Sí, Hinata —Tenten se paró de la cama y volvió al cómodo sillón que había junto a la cómoda—. Es claro que te atrae, es la primera vez que vemos que te comportas así con un chico —Hizo un gesto con sus manos como enfatizando lo que dijo. Bajé el rostro sin saber realmente que contestarle.
Ante mi silencio Ino me miró con ternura y también decidió hablar.
—No es nada malo y lo sabes —acarició mi mano con la suya—. No tengas miedo de sentir lo que sea que sientes, Hinata.
Incliné mi cabeza a sus brillantes ojos azules, como buscando la respuesta que quería oír en ellos.
¿Por qué me constaba admitir algo tan sencillo? Admitirme a mí misma que me gustaba un chico...que me gustaba Naruto.
Pero es que...Era la primera vez que me pasaba y, sinceramente, estaba algo asustada. ¿Realmente esto que siento significa que me gusta?
Aún esa noche, acostada en mi cama en las penumbras de mi habitación, ese pensamiento seguía atormentándome.
No era tarde, apenas eran las once de la noche. Pero me había acostado temprano por el agitado día que teníamos mañana y aun así no dejaba de dar vueltas en la cama con la mente hecha toda una maraña.
El sonido del vibrador de mi celular me distrajo, haciendo que dirigiera mi mirada al aparato sobre la mesa de noche que alumbraba toda la habitación anunciando un mensaje entrante.
Era un número que no tenía registrado. Extrañada lo abrí.
Desconocido – 23: 26
¡Hola Hinata! Soy Naruto, Ino me dio tu número. Quería preguntarte si conseguiste que tu padre te prestara el estetoscopio, porque si no ¡no te preocupes! Y lamento molestarte tan tarde jeje.
Mi corazón se detuvo un mísero segundo para luego dispararse a un alocado galope de latidos. Sentí enrojecer mis mejillas de nuevo, y sólo pude maldecir a Ino en silencio.
Cerré los ojos e inhalé y exhalé para relajarme y contestar con dedos casi tontamente temblorosos.
Hinata – 23: 28
¡Sí, Naruto-kun! Lo conseguí. Pensé que Ino te lo había dicho jeje Y no te preocupes, no me molestas.
Suspiré cuando lo envié, sopesando porque casi puse al final de la última frase un "nunca". Intenté tranquilizarme diciéndome que no le hubiera mentido, porque jamás él me pareció molesto o inoportuno.
Me asusté ante lo rápido que reaccioné al escuchar cómo me llegaba otro mensaje.
Desconocido – 23: 31
¡Gracias Hinata! ¡Eres la mejor! Te veo mañana, que tengas dulces sueños.
Sonreí como tonta ante lo dulce que sonó lo último, y casi reí pesando que se vio cursi para ser él.
Me debatí un minuto entero si debía contestarle de nuevo...él ya se había despedido ¿no?
Pero yo no...
¡Al diablo!
¡Tenía que ser educada!
Hinata – 23: 33
No fue nada. Buenas noches Naruto-kun.
Lo había hecho. Y no podía creerlo.
Me sentía una tonta por estarme preocupando por nimiedades como esas ¡Dios!
Cuando el celular volvió a sonar sentí como mi corazón se detuvo. Temblorosa me fijé, y ciertamente era otro mensaje del rubio.
Sentí un alivio inmenso y sonreí gigante cuando vi el sonriente emoji que me había enviado junto a uno adormilado.
Suspiré con fuerza y volví a tenderme entre las sabanas y almohadas de mi enorme cama. Mirando el techo. Pensando.
¿Quién era Naruto?
Ciertamente un chico dulce y amable; Simpático, gracioso y... ¿Por qué no admitirlo? Bastante atractivo.
Pero estaba segura de que lo que sea que siento por él va aún más allá de todas esas características. Mucho más allá...a una época lejana donde él era un brillante sol que alumbró las tinieblas de mi mente y me dio un nuevo camino.
Sí, mucho más allá...
Lo admiraba, le estaba eternamente agradecida por hacerme ser quien soy ahora, se lo debía y aún no había tenido la oportunidad de agradecérselo.
Pero, ¿Era...sólo eso?
.
.
.
—En serio, no sé cómo haces para siempre verte bien aún cuando estás vestida de babosa.
Reí antes su comentario y su expresión de resignada desaprobación.
—No soy una babosa, Ino. Soy una oruga —enfaticé luciéndome como una orgullosa larva, mi voz sonó amortiguada por el enorme traje que portaba.
—Ya quítate eso, prefiero verte con el vestido lindo de princesa.
Le obedecí sonriente y devolví el disfraz a uno de los muchos percheros que había en mi salón exhibiendo variados e increíbles disfraces. ¡Había de todo! Mis compañeros sí que se habían esforzado, y se notaba por la cantidad de alumnos que teníamos llevándose trajes para usar durante el festival.
—Hinata, ¿podrías llevar estos trajes a la bodega donde están las demás cajas? Es que están fallados.
—Claro, déjamelo a mí —Asentí ante el pedido de mi compañera vestida de abeja.
—Yo te acompaño, debo volver a mi salón.
Los pasillos estaban abaratados de gente y cartelería, el ambiente en si era totalmente divertido y radiante. Sin duda el festival era todo un éxito.
—¿Ya viste lo atractivo que se ve Naruto en su traje de doctor?
Me sonroje de sorpresa ante el repentino comentario de Ino.
—Emm...bueno s-si lo vi...—Y sí que lo había hecho. No pude evitarlo, tenía que entregarle el estetoscopio. Y podía decir con total certeza que Ino tenía razón al decir que se veía atractivo, aún más con esa radiante sonrisa que siempre tenía.
—¿Ah sí?... ¿Entonces admites que te gusta, aunque sea un poquito?
Sentí sus sugerentes codazos en mis costillas, esperando una respuesta que ni yo sabía aún.
Agradecí que justo llegamos a su salón y aproveché para excusarme con que tenía que seguir hasta la bodega para guardar los trajes.
Me salvé...
Los pasillos que seguían a la bodega del conserje -que en ese momento estaba repleta de la utilería de cada curso- se encontraban menos concurridos que los anteriores, sólo veía pasar algunos alumnos con cajas y más utilería.
Divagué en mis pensamientos mientras los recorría.
No era que me costaría admitir que me gustaba si ese fuera el caso –creo-, pero... la verdad no sé realmente si lo que siento por él es ese tipo de sentimiento.
Porque si me gusta significa que debo verlo como una especie de "objetivo" ... ¿no?
¿Estoy mal?
Si te gusta un chico ¿no es porque quieres que sea tu pareja? Eso involucra un montón de otros sentimientos hasta donde yo sé.
¿Eso no sería egoísta?
No, creo que así funciona.
Pero creo que no es exactamente eso lo que yo siento.
Entonces, ¿no me gusta Naruto en realidad?
—¡Hinata!
Me voltee antes la conocida voz de Shion que había aparecido por otro pasillo.
—¿Qué sucede? —detuve mis pasos y esperé a que ella se me acercara.
—¿Has visto a Sakura? Surgió un inconveniente con la obra del club de teatro y necesito su autorización para hacer un cambio en el horario de las presentaciones.
—No, lo siento no la he visto —la miré con pena y ella bufó exasperada.
—Está bien. Si la vez avísale, por favor.
Y así como apareció se fue.
Retomé el camino pensando que Sakura debía estar muy atareada ese día. Seguro estaba resolviendo problemas en otro lado. Sólo espero que todo le salga bien.
Cuando estaba por doblar al final del pasillo hacia donde estaba la bodega detuve mis pasos al escuchar extraños susurros provenientes de debajo de las escaleras que se encontraban junto a aquella puerta.
De chismosa –porque sí, todos lo tenemos en diferentes medidas, lamentablemente- me asomé y casi en ese instante supe que nunca debí hacerlo.
Vi perfectamente las siluetas de Naruto y –por el color de cabello- la que parecía ser Sakura, preguntándome que estaría haciendo allí. Fruncí en ceño cuando me pregunté que, si ellos se conocían, jamás los había visto platicar.
Su cercanía me incomodaba y me ponía los pelos de punta. Mi cerebro me gritaba que saliera de ahí, que no era propio de mi estar husmeando, pero la curiosidad y un sentimiento aún más feo me obligaban a quedarme ahí, como una completa entrometida.
Inconscientemente clave mis uñas en mis palmas cuando vi la intensa, y a la vez tierna, mirada que Naruto le estaba dedicando. Le susurró algo, ella hizo lo mismo, él se acercó y en el momento en que unieron sus labios una neblina cubrió mi visión, haciendo que cerrara los ojos con fuerza y obligándome a salir de allí y encerrarme en la bodega.
Respiré agitada, tratando de calmar a mi frenético corazón y la neblina acuosa de mis ojos. No caían lágrimas, pero me ardían los párpados.
Un sentimiento pesado y punzante se instaló en mi pecho, era doloroso e inexplicable. Era como sentir que algo había sido arrancado de mi corazón.
Y sólo entonces lo entendí...
Me gustaba Naruto...
.
.
.
¡Hello!
Como siempre mis disculpas por tardar, la facultad, la facultad...
¡Pero eso no me detiene!
Últimamente mi mente me ha asaltado con muchas ideas de proyectos NaruHina que me son súper tentadores, pero para eso primero debo terminar esta hermosura(? Al menos para mi lo es :'v
Ok, hablando del capítulo en sí...¿Qué les pareció? ¿Se las dejé picando? jeje Sorry
Aplausos para @luzangiel que acertó bastante a lo que pasaría hoy xD
No sé si reír o llorar por eso la verdad...
En fin, ¡al fin algo de drama!
Ya pensaba que los estaba aburriendo xD
¿Qué piensan que hará Hinata a partir de ahora? ¿Cómo actuará?
Buenop, hasta acá llego por hoy.
¡No olviden dejar sus hermosos votos y comentarios!
Esperaré no tardarme con el próximo cap así no los dejo con el corazón en la boca por mucho tiempo jeje.
Bueno, sin más que agregar me despido.
¡Bye, bye!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top