14
Era 24 de Diciembre, Néstor se encontraba terminando de alistar a su hija para la cena navideña y de su cumpleaños, trenzaba un mechón de la menor con cuidado de no jalarle el cabello.
—Papi —dejo de prestar atención a la televisión y lo miró
—No te muevas hija, ¿qué pasó?
—¿Habamos con mi papá Quis?
—No sé si esté ocupado, pero podemos hablarle a Romy o tu tío Jhony —revisó que el peinado fuera por buen camino
—Yo quio haba con Quis
—Ya veremos ¿si?
La menor asintió con un leve puchero. Sí, Christopher seguía sin hablarle al mexicano, quien no estaba dispuesto a ceder. Miro a su hija viendo que el peinado le había quedado bien y sonrió orgulloso.
—¡Quedaste hermosa! —la tomó de las mejillas
—Como tú —sonrió y lo abrazó
Néstor correspondió a dicho abrazo, decidió que era una buena idea tomarse una foto, sacó su celular, abrió la cámara y con una gran sonrisa posaron para esta, después de algunas capturas salieron de la habitación.
—Pero que sobrinos tan guapos tengo —dijo Dulce, una señora de no más de 35 años
Dulce Aguirre, la tía de Néstor, estaba de visita, tenían casi 2 años de no verla y había optado por pasar las fechas navideñas con ellos. A pesar de no verse tan seguidos el cariño que ambos se tenían era muy sincero, Dulce lo había cuidado algunos años mientras Elizabeth trabajaba, por lo que en algún momento la llegó a considerar una segunda madre y ella, un hijo (el único que quería tener)
—No puedo creer que ya vayas a cumplir 21 años, me es increíble —sonrió conmovida
—Ya hasta tengo una hija, tía—la abrazó
—Para mi sigues siendo el niño de 5 años que me hacía dibujitos en mis tareas
—Y que provocaba que las hicieras doble vez —rió y se alejó de ella
—Las vas a pagar con esta nena —cargó a Diana— Tú me harás justicia
Ambos rieron y caminaron hacia el comedor para terminar de acomodar lo necesario para la cena, más tarde llegó Elizabeth. Minutos después, que Eli había aprovechado para cambiarse, comenzaron con la celebración, como una familia mexicana haría, arrullando al niño Dios y rezando, después pasaron a darse el abrazo, el reloj ya marcaba las 00:00, lo que significaba el cumpleaños de Néstor, así que el abrazo a Néstor era con doble intención.
—¡Feliz Navidad y cumpleaños, hijo! —dijo Eli al separarse de él
—¡Feliz cumpleaños mi niño! —habló Dulce envolviéndolo entre sus brazos— Que este día lo disfrutes demasiado
—Gracias tía, ya que tú estés aquí me basta, porque te vas con Jorge y ya no sé nada de ti —fingió enojo
—¡Feiz pumpeañossss papá! —expresó Diana abrazando a su papá de una pierna
—Gracias, mi amor
—Mila, ten yo lo hice —le entregó un dibujo donde se suponía que eran ellos dos
—El mejor regalo que podré tener —sonrió observando la hoja de papel— Bueno tú ya eres mi mejor regalo —la cargó y dio varios besos en la cara de la niña quien reía
Pasaron a cenar, por el cansancio de Elizabeth no pasaron mucho tiempo en la cena, así que al terminar de cenar se fueron a sus habitaciones
Néstor quería terminar de pintar la habitación que también tendría Diana en esa casa, además no tenía sueño, así que se cambió de ropa, puso música a un volumen un poco bajo y comenzó con su trabajo. Un par de minutos después su celular comenzó a sonar, corrió hacia este y vio que se trataba de Romy para una videollamada
—¿Cómo se la está pasando el cumpleañero? —cuestionó mientras acomodaba el celular
—Andaba pintando el cuarto de Diana —se hizo a un lado para que su amiga observara
—Yo ya te imaginaba todo alcoholizado, cantando unas rancheras
—Lo mismo digo de ti, pero en tu caso unas de la MS
—Yo ya no le hago a eso —arrugó su nariz
—Con Zabdiel lo conociste y con Richard lo dejaste... Yo también quiero conocer a alguien que me haga dejarlo —bebió un poco de vodka que tenía servido en un vaso y a lado se encontraba la botella
—Ah entonces sobrio no estás
—Es la primera, sólo para inspirarme a pintar —rió
—Uy, como harás una obra de arte —también rió— ¿Así que... no te ha hablado?
—No, ya hasta me mando mensaje Joel felicitándome y él ni sus luces, aunque creo que es lo mejor y está bien
—¿Por? ¿No piensas hablarle tú?
—No. Como dije, es mejor que haya puesto el límite antes de que uno de los dos terminara perdiendo, no es de la forma más agradable, pero está bien, tal vez ya es algo que quería hacer y no sabía como pararme, no sé, me gustaría una explicación, pero si no llega lo aceptaré
—¿Y qué sientes?
—Me siento raro, estaba muy acostumbrado a hablar muy seguido con él, ya sea por mensaje o llamada, siento que me hace falta hacer una actividad en mi día, pero tampoco es el fin del mundo y no es la primera, ni la última desilusión que pasará —alzó los hombros y caminó lejos de la cámara para iniciar a pintar
—Y si... —no pudo seguir pues escucho los pasos de su prima— Después hablamos de esto
Néstor asintió y tomó todo el licor de un sorbo, dejó el vaso en un mueble
—¡Nés, feliz cumpleaños! —expresó muy emocionada Rocío acomodándose a lado de su prima
—Hola Ro, muchas gracias —saludó moviendo su mano de un lado a otro
—El color que pusiste en la casa de aquí está mejor que ese
—¡Grosera! —reprendió Romy
—¡Perdón! —rodó los ojos
—Pero tiene razón —sonrió
—Ya sé, mi mamá fue la que escogió este, espero que se vea mejor cuando lo ordene y principalmente que le guste a mi hija
—Diana ama todo lo que le haces —habló Romy
—Aarón está aburrido —dijo Ro mientras miraba su celular— ¿Y si lo invitamos a la llamada?
—Si quieren —contestó la otra chica
—A mi no me molesta, me cayó bien aquella vez
A los segundos un Aaron acostado en su cama apareció en la pantalla
—Hola —saludaron los 3 chicos
—Hola, gracias me han salvado del aburrimiento, les debo una
—¿Con quién estás?
—Familia paterna —fingió vomitar
—Diría que "i really fel that", pero la verdad es que a mi me caen bien y creo que yo a ellos —respondió Enríquez
—Todos te quieren caer bien porque algunos ya saben que eres la famosa de la familia
—Ay, habló la que es amiga de los dos adolescentes que están haciendo el fenómeno más importante en México
—Confirmo —rió— Pero la abuela estaría más orgullosa de ti
—No vamos a tocar ese tema otra vez, Rocío
—¡Chisme familiar! —expresó Néstor mirando a la pantalla haciendo reír a Aarón
—Pensé que estaría aquí Jonathan —habló Aarón
—Si quieren lo invitamos —dijo con sarcasmos Romy
—Síííííí —contestó emocionado Néstor— Aunque no sé si esté con su novia
—No lo decía en... Está bien, ya me callo y mejor lo intentó agregar
—Gracias —sonrió el mayor.
Romina le mando mensaje para saber si estaba ocupado y él al decir que no, la chica lo agregó a la llamada.
—¿Qué onda? ¿Qué es est... ¡Néstor! —expresó muy emocionado— Hermano, feliz cumpleaños, te amo, ya quiero que nos veamos para salir a ponernos una peda bien perra, te amo —se tranquilizó— Y feliz navidad... a todos los presentes —provocó la risa de ellos
—Gracias Jhony, espero que vaya pronto, feliz navidad para ti también
—Hola a todos, por cierto —volvió a hablar el mejor amigo de Néstor
Volvieron a reír, la plática era muy tranquila pues comenzó con el tema de cómo se la estaban pasando y además qué habían cenado, después cambiaron a temas triviales, en algún momento le comenzaron a dar consejos a Jonathan sobre la chica con la que estaba saliendo. Ya habían pasado algunas horas, Néstor había terminado de pintar, ya se encontraba acostado, al igual que las primas Mondragón y Jonathan, siguieron hablando hasta al punto de no saber en que momento se quedaron dormidos.
La mañana llegó y en algún lugar del mundo, siendo específicos, Ecuador, Christopher despertó con una gran sonrisa, tomó su celular esperando encontrar un mensaje de cierto mexicano que cumplía años, pero no fue así. Entró a WhatsApp y se llevó una gran sorpresa (sin saberlo, la tecnología le estaba jugando una broma, pues en el chat de Néstor no le aparecía la foto de perfil), parecía que lo había bloqueado, se asustó un poco, le mando un mensaje pero lo alertó más pues sólo marcaba una palomita.
Se levantó de su cama, para tomar un poco de agua, intento mandarle mensaje a Romina, pero pasaba lo mismo, con la diferencia que si le aparecía la foto de perfil y última hora de conexión. Optó por llamar al chico, pero la llamada se iba directo al buzón. Estaba muy confundido.
—Buenos días hijo —saludó Yenny
—Mami... Buenos días
—¿Y esa carita de preocupación? —dijo mirándolo
—¿Qué? No nada, estoy bien
—Hoy es el cumpleaños de Néstor, ¿no?
—Sí —sonrió un poco
—Felicítamelo y dile que le mando un gran abrazo
—Yo le digo
Siguió intentando comunicarse, pero no tuvo éxito, comenzó a lamentarse y a la única persona que podía contarle al parecer no tenía internet.
La realidad era que la batería del celular de Romina y Néstor se había terminado en la videollamada y al terminar muy tarde ellos no estaban enterados por estar durmiendo, pero para Aguirre eso terminaría, pues su hija ya lo despertaba para que viera los regalos que Santa Claus le dejó.
—¡Vamos papá, adibaa! —daba saltos en la cama
—5 minutos más
—No, ven —jalaba su mano
—Pero si ya sé que te traje
—¿Quí?
—Que vamos —abrió los ojos y se levantó de la cama
Néstor caminó con pesadez siendo jalado por su hija, al llegar a la sala, donde en una de las esquinas estaba un árbol de navidad y debajo de este un par de regalos, aunque había unos extras, dados por Dulce.
Diana abrió sus regalos muy emocionada, consistía en una muñeca, ropa, un par de pijamas que tenían a Winnie Pooh y la princesita Sofia, y unos libros para colorear.
—¿Te gustaron? —preguntó Dulce
—Síííí
—Pero falta ese, ¿no? —señaló una caja forrada con dibujos reno y arboles de navidad
—Es que ese no es para Diana —respondió Eli
—¿Entonces?
—Es para ti... No puedo decir que te lo trajeron, pero sí que te lo mandaron
—¿Qué?
—Ve a verlo, ahí dice de quién es —sonrió
Néstor caminó hacia el obsequio, lo alzo y se llevó una gran sorpresa al ver de quien se trataba, su mamá sonrió al ver su reacción
—Llego hace unos días, pero me pidió específicamente que te lo diese hoy
—Gra... —se quedó viendo la nota— Gracias
—Agradécele a Christopher
—¿Te lo dio Quis?
—Sí, eso parece —le contestó a la menor
—Los libros para colorear los mando él, también me pidió que se los diese hoy
—Ah, no sabía... Si que le tengo que agradecer, voy a mi cuarto
—¿Cómo? ¿No lo vas a abrir? —cuestionó su tía
—Mmmm... Sí, obvio
Néstor estaba desconcertado, no se esperaba eso, rompió la envoltura, abrió la caja encontrándose una sudadera color negra, una playera color salmón y unas gafas de Sol, además de un par de dulces.
—Ay que bueno que te regalo una playera de color, no sales de las negras y blancas
—Son la vieja confiable —respondió Néstor guardando todo en la caja— Siempre sacan de un apuro. ahora si, voy a mi cuarto
—No te tardes, ya vamos a desayunar
El chico asintió, tomó la caja y se dirigió a su habitación, comenzó con la búsqueda de su celular, lo encontró hasta que jaló las cobijas de su cama, pues cayó al piso, lo tomó y se dio cuenta que no tenia batería, lo puso a cargar y volvió para reunirse con su madre.
Evito hablar de Christopher, terminó sus alimentos y volvió a su cama, su celular ya tenía batería, lo primero que hizo fue llamarle a Romy
—Hola Romy
—Néstle, hola —bostezó
—Adivina qué
—¿A Diana no le gustó el color de las paredes? —cuestionó
—Aún no se las muestro... ¿Adivina, quién me mandó un regalo?
—¡No es cierto! —su voz cambio a asombrada
—Así es
—¿Ya le hablaste?
—No, aún no es tiempo, no voy a ceder, no tan rápido
—Quiero tu paciencia —rió— ¿Y qué te mandó?
Néstor le contó sobre el regalo, la llamada no duró mucho pues Romy.
Christopher seguía sin saber nada de Néstor, pero decidió mejor concentrarse a pasar tiempo con su familia, aunque en ocasiones checaba su celular, se tranquilizó al ver que los mensajes si le llegaron a Néstor, por lo que no quiso insistir más, además que sabía que él tenía la culpa y conocía al mexicano, el que le contestara no iba a ser más fácil.
La noche llegó, Vélez ya se encontraba en su cama, veía un vídeo en YouTube, estaba aburrido, entró a WhatsApp y vio las historias que había subido Néstor, se trataba de unas fotos de Diana con sus regalos, no lo pensó demasiado, se dirigió a sus contactos y comenzó a llamarlo. Una vez más, fue sorprendido, pero esta vez por la persona que contestó la llamada
—Beno —dijo en su susurro
—¿Dianita?
—¡Papá Quis! —expresó con emoción, pero aún sin hablar fuerte
—Hola preciosa, ¿cómo estás?
—Etañandote muuuucho
—Yo a ti, ¿y tu papá?
—Eta domido, shhh —a pesar de que no la veía ella puso su dedo índice sobre su boca
—No hago ruido, no te preocupes —rió un poco— ¿Estás durmiendo con él?
—Shí, poque mi tía Luce donca mucho
—¿Que tía? —de inmediato se dio cuenta que tal vez Diana no le iba a poder contestar bien— Mejor cuéntame de tus juguetes que te llevó Santa Claus, ¿te gustaron?
—Shíííí...
Siguieron una plática que en ocasiones a Christopher se le complicaba entenderle, pero hacía todo lo posible, después de varios minutos seguían hablando o mejor dicho, Diana prestaba atención al cuento que el mayor le contaba, pero fue interrumpido por Néstor
—¿Qué haces Dian? —habló somnoliento— Ya duérmete
—E que itoy habland —no la dejó terminar
Néstor tomó el celular y terminó la llamada "sin darse cuenta" de quién era, le dio el biberón a su hija, la abrazó y volvió a quedarse dormido. Christopher pensó que por fin hablaría con Néstor, pero al escuchar como la llamada fue terminada pensó que este estaba molesto, pero se encontraba un poco feliz de hablar con la hija de su amigo, no quiso fastidiar al chico, así que se acomodó para dormir.
Al día siguiente Chris estaba viendo televisión, su madre se sentó a su lado, quien lo observaba esperando que le contara que le pasaba o por qué estaba algo distraído, pero no corrió con suerte.
—¿Y cómo se la pasó ayer Néstor? —habló Yenny
—No sé, no hemos hablado
—¿Aún no hablas con Néstor?
—No —dijo sin quitarle la mirada a la televisión
—¿Por?
—No ha tenido tiempo libre, su tía está de visita y ha estado con ella, ambos conviviendo con nuestras familias, nos damos un break y así tengo más tiempo contigo —la abrazó— Pero está todo bien entre nosotros
—Ya te hablará —le dio un beso en la frente
Christopher no supo que responder a ese "ya te hablará", así que sólo decidió ignorar
...
Néstor terminó de acomodar las últimas prendas de ropa en uno de los cajones, por fin el cuarto de Diana estaba terminado, sonrió orgulloso, llamó a su hija, quien corrió emocionada y detrás de ella iba Dulce y Elizabeth
—Ya quio ver
—Cierra los ojos —tomó una de sus manos y la niña le hizo caso.
Entraron a la habitación de color rosa, en una pared había unas repisas donde estaban algunos juguetes, había un armario pequeño, una altura necesaria para que Diana pudiese tomar o guardar su ropa, a lado de la cama había una mesita de noche, en la cual había una lampara y una foto con Néstor
—Oh
—¿Te gusta? —se agachó para estar a su altura
—Es muy dosa —lo miró con una cara de desagrado
—Pero a ti te gusta el rosa, mi niña —dijo Eli
—Pelo no ese
—Te dije —susurró Néstor y se levantó— Por eso no le gusta Sky
—No impota, gacias papi, te quelo bonito como too que haces
—Que buena que te agrade—respondió muy orgulloso
—Mia tía Luce, e mi papá y yo —tomó la foto que estaba a lado de la cama para enseñársela.
—Que guapos se ven —sonrió— El cuarto se ve muy bien, Nés
—El de Ciudad de México está mejor
—Papá —estiró sus brazos hacia él. La cargó y se acercó a su oreja—¿Pelo si puelo selir dumiendo contio?
—Claro que sí, mi amor
La niña bajó y comenzó a recorrer toda su habitación, observando cada detalle, se veía muy feliz, aunque el orden duró muy poco, pues la menor sacó todos sus juguetes. Néstor se metió a dar un baño, mientras su madre hacia lo mismo con su hija. Antes que el día finalizara cenaron algo ligero, para después ir a dormir.
Néstor acostó a su hija, espero a que se durmiera y al ver que logró su cometido, le dio un beso en la frente, dejo su biberón a un lado de ella por si despertaba en la madrugada, dejó prendida la lámpara con una luz muy tenue y salió de ahí para dirigirse a su habitación. Se puso sus audifonos y quiso escuchar una de sus playlists. Estaba cansado así que el sueño lo venció...
...
Néstor estaba en una habitación que no conocía, pero la sentía familiar, estaba acostado, llorando, sentía una gran culpa, no sabía el por qué, pero algo le decía que tenía que ver con Diana. La culpa aumentaba al sólo llorar y no estar buscando una solución, pero se sentía acorralado, sin tener una salida. De pronto sintió como alguien se acostaba a su lado y lo abrazaba. Al voltear se percató que era Christopher, pero todo se volvió negro...
Ahora estaba en otra habitación, a su lado izquierdo estaba su hija, pero al ver al lado derecho estaba Christopher. Escuchaban música, al parecer habían visto una película, pues tenían un bowl con palomitas y Diana tenía unas galletas.
—No quiero que se vayan nunca —dijo el mayor abrazándolos— Me hace bien tenerlos cerca
—A nosotros también nos hace bien estar contigo
—Tranquilo, aquí están a salvo, no los van a separar —tomó la mano de Diana
—Gracias
—Sé que tal vez no sonará muy agradable, pero... Te ves muy guapo preocupado —rió
—Ya no estoy tan preocupado. Estar alejados de allá, el haber platicado con ustedes, más contigo, me hizo entender las cosas, no sé como agradecerte
—Yo si sé cómo —se levantó un poco y comenzó a acercarse al mexicano
—Está la niña, compórtate —giró su cara haciendo que Chris le diera un beso en la mejilla
Diana no prestaba atención, ella intentaba cantar la canción que sonaba de fondo.
Christopher tenía razón, Néstor seguía con cierta preocupación, pero sentía que de verdad los estaba protegiendo.
...
Aguirre comenzó a sentir una cierta molestia en el cuello, abrió los ojos, despertó confundido, alrededor de su cuello tenía el cable de los auriculares, pausó la canción que en ese momento se reproducía "Cherry On Top", entendió porque en su sueño su hija la "cantaba".
Volteó a los lados, estaba sólo en su habitación, apenas había dormido una hora y media, su celular marcaban la 12:34 am. Se levantó de su cama y se dirigió a la habitación de Diana, al abrir la puerta vio como su hija dormía abrazada del peluche que Chris le regaló. Entró a la habitación y se acostó a su lado, pues ese sentimiento de tristeza seguía. Ya se encontraba más tranquilo, aunque no podía dormir, tampoco quería dejar a Diana, después de pensarlo mucho tomó su celular y llamó a alguien.
—¿Diga?
—Hola Chris —dijo algo bajo
—¿Néstor? —alejó el celular de su oreja y vio el nombre en la pantalla que decía "Hubby"
—Sí ¿Te desperté? Si es así perdón, podemos hablar mañana
—No, no te preocupes, está bien. ¿Cómo estás? —Vélez no quería perder la oportunidad de hablar con el chico.
—Bien ¿Y tú? ¿Cómo van tus vacaciones? ¿Cómo está tu familia?
—También, bien, todos bien. ¿Cómo está tu mamá? —Christopher comenzó a mover a Jonathan que estaba dormido en el sofá. Iban a ver una película pero a ambos terminaron dormidos. Se despidió del mayor y se fue a su habitación—¿Está todo bien? —preguntó al estar varios segundos en silencio
—Sí... Bueno la verdad es que tuve un sueño extraño y no sé, creí que lo mejor era llamarte y de paso así me tranquilizo
—¿Soñaste conmigo? —mentiría si él dijera que no se emocionó
—Algo así
—¿Qué soñaste?
—Fue muy raro... —comenzó a explicarle su sueño, excepto lo que pasaba después de el abrazo— Hasta mejor me vine a dormir con Diana
—¿Diana ya tiene su habitación?
—Sí, hoy iba a ser su primera noche —dijo mirando a su alrededor
—Tal vez sólo es eso, poco a poco Dianita empieza a crecer y vas a empezar a darle su espacio, está muy chiquita, pero va a pasar, capaz y es como miedo
—Si tal vez sea eso, pero me sentía muy impotente en el sueño, no sé un sentimiento extraño
—Tranquilo, sólo fue eso, un sueño, afortunadamente —suspiró
—De seguro piensas que soy un pendejo por despertarte por un simple un sueño, perdón, no fue mi intención
—No, está bien. Ayer sí pensé que eras un pendejo, cuando terminaste mi llamada con Diana
—¿Ayer?
—Si en la noche, cuando despertaste y le quitaste tu celular
—¿Estaba hablando contigo? —preguntó confundido
—Sí, pendejo
—Perdón, pensé que sólo estaba jugando —rió un poco
La verdad era que Néstor si sabía que su hija hablaba con él, pero se le hizo gracioso hacer esa pequeña travesura, que iba dirigida más para el ecuatoriano.
Siguieron hablando casi toda la madrugada, hasta que Chris se quedó dormido, Néstor terminó la llamada, abrazó a Diana y después de unos minutos también durmió.
La mañana llegó Néstor y Christopher habían despertado con una gran sonrisa, ambos pensaban que eso pasaba desapercibido pero tanto Yenny y Dulce habían notado el cambio.
n/a
¡Hola, hola! Oigan ¿captaron las pistas de este capítulo?
Ya extrañaba actualizar, pero quería darme un break de mis clases jajajaja para que en estas vacaciones esté con Tokio para actualizarles un poquito más seguido.
Les amo mucho. El próximo capítulo será más cortito y como chat.
¡Nos leemos en el próximo capítulo, bye!
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