Capítulo XII: Ojalá


Ojalá no recordará nada.

Ojalá y todo sea como una pesadilla.

Ojalá.

Ojalá.

—No te veo bien, London —escucho lejana la voz de Brenda, aunque la tenga sentada frente a mí en un improvisado banco—. Tú a altas horas de la noche en mi casa, algo no está bien. ¡Dime!

Quiero olvidar su tacto.

—¿Me estás escuchando?

Quiero que mi corazón no se desespere por sentir de nuevo su calor.

—¡London! —Un grito.

Todo se borra.

No siento nada.



________________________________________________________

Cuarto capítulo de la maratón de hoy.

Súper corto, lo sé. Es necesario por lo que viene después. Hagan de cuenta que de aquí nada será igual y no bromeo. 

Les envío un montón de besos. Gracias por estar aquí. Prometo subir más maratones. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top