Había pasado semana y media desde que había atravesado la puerta de aquella área de cuidados, y es que el juicio en contra de su maestro había causado un gran revuelo al tratarse del nietos del tercer hokage, aquel dilema le había mantenido ocupada reuniendo pruebas, testigos y testimonios.

Siendo después de todo ese trabajo el único día en que podría asistir al último chequeo de Mitsuki para luego ser dado de alta, lo encuentra dormido producto de la anestesia.

Sarada: Por favor, Shizune-san, solo entraré a verlo y saldré, será rápido.

Trato de convencer a la azabache que por ya décima vez respondía lo mismo.

Shizune: Lo siento, pero el acceso se ha denegado, el tratamiento que Orochimaru le aplicó requiere de ciertas exigencias interpuestas por el mismo, y debemos acatar por Mitsuki y a nivel profesional.

Suspiró tecleando rápidamente sobre una computadora.

Sarada: ¿Que tratamiento?

Preguntó levantando una ceja de manera inquisitoria.

Shizune: Tratamiento de desarrollo sistema inmunitario y de depuración sanguínea.

La Uchiha abrió los ojos abruptamente.

Shizune: Verás, todos o muy pocos saben de la naturaleza biológica de Mitsuki, y como tal pocos tipos de venenos pueden ser considerados dañinos para su organismo debido a sus excelentes defensas, pero dicha información estaba a la mano de la persona que le hizo esto, por lo sabia exactamente que hacer para destruir de manera lenta y dolorosa el cuerpo de Mitsuki, sabiendo que sustancias usar y para que, por lo que lo que sea que hayan usado durante su interrogatorio o incluso lo que ingirió en los alimentos pudo haberle estado envenenando o incluso matando sin haberse dado cuenta, por eso todos los exámenes, cirugías y tratamientos, y por razones más que obvias no podemos permitir que Orochimaru lo lleve a su laboratorio por lo que hemos tenido que adecuar nuestro hospital para llevar a cabo cada una de las exigencias de esa serpiente.

De solo pensar en todo, una vez más venían sus dolores de cabeza, y es que había pasado demasiada agua bajo el puente.

- Buenas tardes...

Saludó el sonriente sexto hokage a ambas mujeres que se limitaron a mover sus manos.

Sarada: Buenas tardes Kakashi sensei...

Sonrió chocando puños con su maestro, como era usual entre ambos.

Kakashi: Hoy tengo dos mensajes para cada una de ustedes...

Informó apoyándose en el recibidor.

Kakashi: Sarada, Sasuke malhumorado Uchiha dice que tiene que hablar urgentemente contigo, dice que te espera a las siete en punto fuera de la oficina del séptimo.

La azabache se sostuvo el puente de la nariz con evidente impaciencia.

Kakashi: Shizune, quería decirte que vendré por ti luego de que acabe tu turno, sin más preámbulos debo irme antes de que Shikamaru envíe a alguien por mi, bye, bye.

Y dicho esto desapareció a través del umbral con ese paso lento y apacible que tanto le caracterizaba.

Sarada: ¿Shizune-san, que tu turno no acaba hasta ya pasada la media noche?

Preguntó evidentemente sorprendida a lo que la azabache apartó sus manos del teclado estirándo sus articulaciones entumecidas.

Shizune: Si, se volvió una costumbre de Kakashi-san, cenamos juntos en casa y se queda a dormir de vez en cuando, también desayunamos  temprano cuando sale de viaje con Gai-san.

Contó sin reparar en la mirada pícara de la Uchiha.

Shizune: ¿Que?

Sarada: ¿Porque no sólo se vuelven pareja y ya?

Rió a más no poder contemplando la desconcertada expresión reflejada en el rostro de su maestra.

Shizune: ¿De que hablas? ¿Kakashi-san y yo?

Soltó extrañada.

Sarada: Si, es que ambos son solteros, compatibles y se la pasan bien en compañía del otro eso simple lógica.

Shizune: ¿Y que me dices de ti y de Mitsuki?

Contraataco tomando desprevenida a la Uchiha.

Shizune: Mitsuki es buen chico, es apuesto, fuerte y se ve que tu le interesas, es simple lógica.

Sarada: Usted cree, es decir, soy consciente de cada una de las virtudes de Mitsuki, pero no me había puesto a verlo de otra manera.

Confesó pensando seriamente la situación, y es que era cierto.

Siempre fue consciente de cada una de las virtudes y defectos de quienes le rodeaban, pero para si misma jamás se había permitido el ver esas virtudes como un atractivo, si lo pensaba con detenimiento su compañero de equipo no estaba del todo mal.

Se sorprendió de si misma el llegar a tal conjetura.

Lo ocurrido con Orochimaru y Konohamaru le había permitido ver algo que estuvo siempre frente a sus ojos, y abrió en ella la posibilidad de ver a Mitsuki como algo más que sólo un compañero de equipo.

Porque sintió dolor, curiosidad, preocupación, tristeza, y por
sobre todo, sintió miedo, miedo de perderlo, miedo de que fuese herido o lastimado activando en ella un instinto protector mutuo entre ambos, una química, una conexión tan particular que ni ella misma podía explica en simples palabras.

Aunque había sido ella misma quien habia declarado en reconocer a Mitsuki como una persona especial.

Atreviéndose a declararlo su persona especial.

Debía aclarar ese asunto, a primera hora del día siguiente estaría en ese pasillo esperando a verle en cuanto despertará.

Continuará...