Todo se había vuelto color de hormiga, Orochimaru había dejado su guarida burlando la seguridad del capitán Yamato y demás, el consejo de ancianos de Konoha había enloquecido culpando a Naruto, el aún entonces Hokage, por ser lo suficientemente imprudente como para confiar en aquel antes perverso ninja científico.

Por obvias razones se encontraba interrogando personalmente al misterioso miembro del equipo 7, Mitsuki, el hijo y creación del mismo sannin desaparecido, el cual ahora demostraba tener 17 años, más alto pero igualmente le rodeaba esa aura misteriosa y desconocida, este sonreía como sólo el podía hacerlo, acto que en cierto modo molestaba al rubio que por ya décima tercera vez preguntaba.

Naruto: ¿Que sabes de la ubicación de Orochimaru, Mitsuki?

Y el peli celeste le respondió de la misma forma que había hecho desde la primera vez que le habían preguntado.

Mitsuki: Quien sabe...

Naruto: Sabes que él no es alguien a quien todos quieren ver suelto por ahí, y sabes que en su tiempo, tu padre fue enemigo de la aldea.

Frunció el ceño al ver que la sonrisa del oji ámbar no se había borrado, al contrario se había enanchado.

Naruto: Mitsuki, no lo hagas por ti, hazlo por tu equipo el cual está muy preocupado por esta situación

No obtuvo respuesta alguna

Naruto: Mitsuki, di algo al menos.

Soltó ya más que cabreado

Mitsuki: No tengo nada que decir, al menos no más de lo que usted ya sabe.

El rubio se le quedó viendo de manera sería, al parecer no había conseguido nada y no la haría, por lo menos no por el momento.

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Una joven azabache de 17 años esperaba a las afueras de la torre del Hokage con un rubio de su misma edad, el cual se encontraba a tan solo metros de ella con un serio semblante vistiendo una capa negra mientras que a su espalda portaba una katana, la chica tenía su largo cabello azabache sujeto a una coleta baja mientras que vestía unos shorts negros junto a una blusa roja sin mangas con una cola larga similar a la que usaba su madre, ajustando sus lentes de marco rojo, obsequio de su madrina, Karin Uzumaki, en cada muñeca llevaba dos muñequeras negras, de pronto se les acerca su preocupado sensei, Konohamaru Sarutobi.

Konohamaru: Boruto, Sarada, el séptimo exige su presencia, ahora mismo.

Habló seriamente el peli castaño a ambos jóvenes que asintieron con la misma seriedad.

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El rubio veía como los anbus se llevaban esposado al oji ámbar el cual se limitaba a conservar esa sonrisa, nadie sabía si de satisfacción o mera fachada, por lo menos hasta que se cruzó con sus dos compañeros de equipo que se le quedaron viendo sorprendidos.

Boruto: ¿A dónde se lo llevan?

Preguntó mientras que su compañera se limitó a guardar silencio.

Naruto: A un lugar en el que lo van a vigilar día y noche, por lo menos hasta que aparezca Orochimaru.

Habló el Hokage dándole la señal a otros para que finalmente le cubrieran los ojos con una venda metálica, éste le dedicó una última sonrisa a su compañera de equipo la cual se quedó algo desconcertada ante tal acto.

Boruto: ¿Sarada, pasó algo malo?

Preguntó al notar aquel gesto

Sarada: No pasa nada.

Respondió firmemente desviando la mirada de la del rubio que frunció el ceño.

Naruto: Por favor, pasen a mí oficina.

Dijo invitando a los tres miembros restantes del equipo, siendo seguidos por Shikamaru.

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Estando todos reunidos el rubio se dispuso a explicar la situación y el motivo de la citación.

Naruto: Los he convocado para darles un estimado de la situación, la cual es un completo desastre, Orochimaru ha desaparecido,y todas las aldeas están entrando en pánico, sin contar a sus secuaces, Karin, Suigetsu, Juugo y su hijo Mitsuki, aperentan o aseguran la no saber nada de su paradero por lo cual nos hemos visto en la obligación de capturarlos en lo que dure la investigación.

Soltó un suspiro fregando sus ojos, los cuales tenía unas visibles sombras bajo los párpados, prueba de que llevaba varios días sin dormir.

Naruto: Boruto, tu, Konohamaru y-

Fue interrumpido en el momento en que el tercer nombrado apareció entrando por el marco de la Ventana, lo que hizo que la azabache rodará los ojos.

Boruto: Maestro....

Susurró sorprendido al ver a Sasuke Uchiha situándose a su lado.

Naruto: Si, Boruto, Sasuke y Konohamaru colaborarán en la investigación, mientras que a Sarada.

Todos voltearon a verla, mientras que Sasuke se limitó a mantener la vista al frente.

Naruto: Sarada, tendrá una misión algo especial y será necesario que lo haga sola, no creo que haya alguien lo suficientemente capaz como para hacerlo.

Este sencillo halago bastó para que la joven se sonrojara levemente, cosa que molestó a su padre puesto que era muy difícil para el provocar en su primogénita este tipo de reacciones.

Sasuke: ¿Que tipo de misión le encomendarás?, no es que me importe, solo espero que no estés sobrevalorando sus habilidades.

"Idiota..."

Pensó la azabache mordiendo su labio inferior para canalizar su ira en ello y no en el tremendo golpe que le deseaba dar en realidad a su padre.

Naruto: Como no te importa, y es confidencial, no veo la necesidad de decirte, por favor su instrucciones ya fueron dadas, pueden retirarse.

"En tu cara..."

Sonrió para sus adentros la Uchiha al ver la mueca de molestia de su padre que dejó la habitación siendo seguido por Konohamaru y Boruto, este último tocó el hombro de su compañera dedicándole una sonrisa.

Boruto: No le hagas caso a Sasuke-san, sé que eres lo suficientemente fuerte como para completar cualquier misión, suerte y nos vemos luego.

Susurró a lo que la chica se limitó a sonreír levemente para luego despedirse chocando puños, así como era su costumbre desde que eran niños.

Sarada: Suerte también, cuídate y no seas imprudente.

Boruto: Si, lo que tú digas.

Sonrió de igual manera para luego irse dejando a la Uchiha y Naruto a solas.

Naruto: Perdona a tu padre, el es un poco terco, ya pronto lo va a superar.

Sarada: Eso lo tengo claro, pero ya no es un niño de cinco años como para encapricharse con algo que ya pasó hace cuatro años.

Suspiró para luego sentarse apoyando sus brazos y frente sobre el escritorio.

"Cuando había cumplido los 13 años de edad Sasuke ofreció a Sarada ir a un viaje juntos para entrenar y fortalecerse pero esta lo rechazó puesto que Sakura, Kakashi y Naruto ya habían comenzado con ella un exigente, estricto y riguroso entrenamiento del cual había obtenido interesantes resultados, había conseguido despertar las tres aspas de su Sharingan y no podía esperar a que el sexto Hokage le enseñara la técnica que su propio padre le había negado demostrar, el Chidori, al rechazarlo Sasuke se sintió herido por lo cual no hayó mejor solución que tomar una actitud distante y fría con su hija tomando a Boruto en su lugar, más el rubio, independientemente de la actitud de su maestro hacia su mejor amiga este no cambió con ella, el hiperactivo chico sabía que Sasuke era así debido a los celos que sentía por Kakashi y Naruto puesto que su pequeña sentía una profunda admiración por ellos dos a diferencia de su propio padre que no pasaba mucho tiempo con ella"

Naruto: Tenle paciencia...

Sonrió nerviosamente para luego ponerse serio.

Naruto: Bien, pasemos a lo que es la misión que te voy a encomendar.

La chica levantó la mirada espectante

Naruto: En vista de lo que es la situación envié a Boruto y Konohamaru con Sasuke por distintas razones pero tú te vas a quedar en la aldea porque necesito que seas tú quien vigile personalmente a Mitsuki, porque sé que no eres alguien a quien pueden manipular fácilmente, Boruto es algo impulsivo, lamentablemente yo también soy así, ambos no dejamos llevar fácilmente por las emociones y en cambio tú puedes mantener la mente fría al momento de tomar desiciones, algo que le es dificultoso hasta para algunos jonnin.

Dijo dejando a la azabache algo desconcertada.

Sarada: ¿Entonces tendré que vigilar a Mitsuki?, ¿eso es todo?

Naruto: Se que a simple vista no es un gran reto pero eres en quien más confío para esta misión, aparte de que puedes obtener información si te es posible, después de todo ambos son compañeros de equipo.

Sonrió leve

Sarada: Bien, no hay nada más que hacer, así que, acepto.

Respondió Sarada firmemente.

Naruto: Bien, la prisión en la que el se encuentra está ubicada de manera subterránea en el monte Hokage, en un lugar que fue usado hace mucho tiempo, pero se ha modernizado, por lo que huir de ahí es algo prácticamente imposible para cualquier ninja o criminal, el será interrogado diariamente, aunque no hemos discutido el método por el momento, recibirá alimentación diaria pero de negarse ante esto el método puede variar.
Mitsuki, es la creación de Orochimaru, y su hijo, pero a pesar de esto no podemos descartar la posibilidad de que Orochimaru lo mantenga con vida puesto que Mitsuki conoce los secretos de sus investigaciones, aún no olvidó el hecho de que el corazón de Mitsuki es una bomba de tiempo a merced de su padre, su vida pende de un hilo casi literalmente, al igual que posee un alto nivel inteligencia siendo capaz de manipular a quien sea por cualquier método posible y eso se ha visto a lo largo de su vida en las constantes misiones a las que se han enfrentado, sin contar su desempeño en los exámenes chunin.

La chica asintió dispuesta a enfrentar el reto que se había impuesto.

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Caminaba firmemente con la frente en alto, lista y dispuesta a cumplir la misión que el Hokage le había encomendado personalmente, todos los jonnin hacían una inclinación en modo de saludo puesto que la chica era una de las kunoichis de rango jonnin más reconocidas de la aldea puesto que era una de las aspirantes a Hokage que más cumplía las exigencias,a demás de ser la alumna del séptimo, sexto e hija de una de las kunoichi más fuertes de la aldea la cual le había heredado el Byakugou de la quinta Hokage.

Más ahora tendría que poner todo su talento a prueba haciendo de "niñera" de su compañero de equipo, Mitsuki el cual están atado de pies y manos portando una venda metálica en sus ojos aunque esto no le impidió sentir la presencia de alguien más en aquella "celda".

La puerta se cerró haciendo un estruendoso sonido que hizo que Mitsuki levantara la cabeza de pronto, innalo profundo y sonrió gustosamente al oler ese perfume tan característico de su compañera de equipo la cual caminó hasta quedar frente a el, que se le quedó "viendo" mientras sonreía.

Mitsuki: No pensé que te enviarían a ti, Sarada.

Sonrió aún más

Sarada: Pues así están las cosas.

Respondió situándose en una de las esquinas de la celda soltando un suspiro.

Mitsuki: Es una lástima que desperdicies tu talento haciendo de niñera cuidándome a mi.

Sarada: Una misión es una misión, no importa lo que sea, lo importante es cumplir.

La sonrisa del peli celeste se borró casi de inmediato.

Mitsuki: Con que solo soy una misión más que cumplir...

Susurró con molestia mientras se limitaba a morder su labio inferior.

Sarada: ¿Que dijiste?

Preguntó puesto que no había oído lo que su compañero había dicho.

Mitsuki: Nada importante.

Respondió volviendo a sonreír.

Sarada: Vamos, dime.

Pidió levantándose de su lugar para luego pararse nuevamente frente al peli celeste que volvió a levantar la cabeza.

Mitsuki: Solo dije que soy poco importante para ti.

La chica sonrió

Sarada: No digas tonterías, claro que sí eres importante para mí, y para Boruto y Konohamaru sensei.
Eres nuestro compañero, eres nuestro amigo, por lo tanto siempre vas a ser importante para todos nosotros.

Fue entonces que le chico comenzó a reír muy levemente, acto que desconcertó a la azabache.

Sarada: ¿De qué te ríes?

Mitsuki: Siempre fuiste tan lista y brillante pero torpe al notar otras cosas, yo dije que era poco importante para ti, sé que soy su compañero y amigo pero la que me importa eres tú.

Sarada: ¿Intentas manipularme?

Preguntó incrédula, cosa que hizo que Mitsuki sintiera una pequeña punzada en su pecho.

Mitsuki: La verdad es que no, pero ya te darás cuenta con el tiempo que ambos pasemos juntos, no me rendiré hasta que te des cuenta y me aceptes.

La chica volvió a sonreír y volvió al mismo lugar en el.que se habia sentado.

Sarada: Lo que tú digas...

Rió apoyando sus brazos en sus piernas flectadas, esto solo era el comienzo, Mitsuki no tenía conciencia de lo que ocurría con su padre, no sabía lo que ocurría la mayor parte del tiempo si de la azabache no se trataba, y aprovecharía cada segundo para hacerle entender y saber a esa distraída joven todo lo que sentía, más ahora que la azabache tenía su total atención.

"Haré todo a mí alcance para que al fin estés conmigo, Sarada, me tienes en tus manos, y más ahora que soy..."

Tu Prisionero...