—¡Por Jesús! Estas costillas están mucho mejor que las de don segundo —murmura Kyle, mientras otra costilla cae víctima de sus manos.

—Me alegra que te gusten, es una de mis especialidades —dice Dalila brindándole una cálida sonrisa a mi hermano. Deja los vasos de limonada en la mesa del jardín y le sirve otro plato de costillas a Kyle, ganándose un gemido lastimero de Jeremy y Darren—. Ya va chicos, para ustedes también hay más —dice, divertida por las expresiones de mis hermanos y mi novio.

Me río y niego con la cabeza. Hombres.

Durante toda la tarde, una vez que en casa de mi madre se perdonó el pasado y decidimos disfrutar del presente, nos dirigimos a casa de los papás de Darren para compartir en familia.

Thomas y Vicky nos invitaron a cenar, la barbacoa fue idea de Dalila. Hemos disfrutado de costillas a la BBQ, carne asada y algunas carnes frías. Tenemos tanta comida en la mesa que estábamos a punto de reventar.

Bueno, las mujeres estamos más que satisfechas, pero Kyle, Jeremy, Darren y Thomas... ellos podrían competir por el estómago más grande y empatar.

Después de la barbacoa, reímos, hablamos por un rato para conocernos mucho más. Pasamos un grato muy agradable, nuestros lazos y conexiones se afianzaron y pudimos disfrutar del otro. En la noche, cada uno regresó a su casa, Darren me llevó a mi apartamento y nos acurrucamos con Otto, Sazzy e Igor.

Durante la siguiente semana me enteré que mis hermanos y mi padre mudarían su firma de abogados a la ciudad, total, ya estaban prácticamente viviendo aquí desde hace un año.

El lunes, Rubí fue al médico y le confirmaron que estaba esperando un bebé, nos pidió oración para que sólo fuera un bebé, sano y salvo.

El martes recibí una invitación para la boda de Julián y Malena, me sorprendí por lo apresurado, pero entendí que el amor es así, cuando lo encuentras no hay dudas.

La siguiente semana fue movida, eran los últimos días del semestre, terminé mis clases y mis trabajos, presenté mis parciales y para el viernes todo estaba terminado. Y así un semestre acabó, en el cual sucedieron muchas, muchas cosas.

Llevé a mis padres y mis hermanos a conocer a las chicas, todos quedaron encantados y apadrinaron a los niños.

Conocí la verdadera historia detrás de la fundación. Garrick, el tío de Darren, estuvo de voluntario en varias comunas de la ciudad, se encontró con varios niños enfermos con cáncer y sin poder acceder a servicios de salud. Decidió ayudar y creó la fundación con ayuda de su hermana. April y él eran novios desde hace siete años, eso me causó mucha sorpresa, no me los imaginé juntos.

Gracias a la gestión de mi padre y con ayuda de mis amigos, logramos encontrar más voluntarios para la fundación. Clases de música, ballet, una psicóloga de tiempo completo, piscina y muchos otros cambios vinieron a la para mis chicos, todo esto permitió que la fundación pudiera albergar a muchos más. Los padres de Darren eran ricos —Son inversionistas— pero los gastos médicos eran muy costosos y no podían permitirse ayudar a más personas.

Connor está saliendo con algunas chicas, dice que aún no se va a comprometer con nadie. Reconoció que yo era sólo un capricho, pero ya pasó. Ian y Bruno pelean y vuelven a estar juntos, a veces nos dan dolores de cabeza, pero los queremos y aceptamos como son. Dani y Brenda se casan en la primavera, se mudarán al sur del país junto a la familia de Brenda cuando terminen la universidad.

Donna y Mark han estado bien y mal. Los padres de Mark no están muy a gusto con los sueños de Donna, ellos quieren nietos, Donna no quiere hijos. Taylor y Cipriano están en la capital, en el evento de mi Patch, es su regreso a los X Games. No los veré hasta año nuevo.

Aunque tengo dinero y mi padre me ha ayudado con más —dice que lo merezco por todos esos años atrás—, seguiré trabajando en el restaurante de Fabio y Cecci, son como mis otros padres y los quiero montón. Ahora haré menos horas y así podré disfrutar de mi familia, mi novio y mis amigos.

Kyle y Amanda por fin han fijado una fecha de boda, será el treinta de abril del próximo año y, mis amigas y yo seremos las damas de honor junto a Rubí. Los padres de Mandy —como insiste en que la llame—, que viven en la costa oeste, viajaran a principios de marzo para tener más tiempo de compartir con nosotros.

Papá se mudó hace dos semanas con mamá, Ivonne no se marchó, ella sigue con nosotros —debo buscarle un novio pronto— dice que nosotros nos convertimos en su familia, y que alejarse para ella no era una opción. Está viviendo en el apartamento independiente en el sótano de la casa.

Sobre Daisy, sé que se mudó a la costa. Después de la pérdida de su bebé, enfrentó a sus padres, les dijo cuánto es tres por dos, pidió el traslado de universidad y se marchó a vivir su vida, lejos de todo lo que le causará dolor. Prometió comunicarse con Darren y conmigo, sólo como amiga y para demostrarnos que podría ser una mejor persona.

Durante todas estas locas semanas, donde han sucedido grandes cambios para todos, Darren y yo nos hemos amado como nunca, como nadie. Unos días estamos en mi casa, pero la mayor parte del tiempo lo hacemos en su apartamento, donde tenemos más intimidad. Mis cosas para hornear han sido multiplicadas, tengo unas en mi casa y otras en casa de Darren, ninguno de mis amigos y hermanos está dispuestos a perder la oportunidad de que les hornee algo.

La vida en estos momentos no puede ser más que buena conmigo. Todo lo que ha pasado me permite comprender que lo malo ya pasó y es mi tiempo para ser verdaderamente feliz, con mis sueños y anhelos cumplidos.

No puedo estar más agradecida.

Hoy es víspera de navidad, las niñas y los niños están súper ansiosos por la presentación, cantarán noche de paz y luego harán un baile. Ronda, gracias a los milagros de la vida, se ha recuperado mucho y puede estar en ambas presentaciones.

—¿Listos? —pregunto muy entusiasmada.

—Sí —responden todos a una sola voz, Donna ríe y Taylor, desde la pantalla del mi teléfono los felicita.

La alcaldía ha dispuesto de una tarima y sonido en el parque principal, es una tradición para los lugareños hacer estos "pequeños" eventos para estas fechas tan esperadas. Hay presentaciones, comida, regalos, bazar, entre otros. Los adornos de navidad, los arboles y las personas llenan el lugar, emocionándonos a todos. La navidad es así, llena de esperanza, fe, pasión y amor.

—Chicos, estoy muy orgullosa de ustedes se ven increíbles. Mira cariño —dice Tay con una sonrisa enorme, a su lado, Cipriano aparece.

—Se ven muy bien —dice, abrazando a mi mejor amiga.

—Gracias encanto —ronronea Karla. Todos rodamos los ojos por su coquetería, esta chica es una bomba.

—Bien —Aplaudo y llamo la atención de todos—. Quiero decirles que los adoro y los felicito por ser unos niños maravillosos. Ahora, manos a la obra —Beso a cada uno y Donna, sorprendiéndonos a todos, los abraza.

Darren me rodea con sus brazos cuando los niños salen al escenario, escucho los aplausos.

—Te extrañé —susurra Darren, besa mi cuello y aspira mi olor.

—También te extrañe. —Volteo en sus brazos y beso su deliciosa boca.

—Estoy muy orgulloso de ti cariño. Mi madre no cabe de la dicha por todo lo que tú y tus amigas han logrado. Y los niños... ustedes han sido una bendición para todos.

Mi pecho se llena de amor por este hombre. —Y tú eres una bendición para mí.

—¿Estás lista? —pregunta. Sonrío y asiento, entusiasmada.

—Sí

—Bien, adelante cariño. —Me besa y lo dejo para acompañar a los chicos en el escenario.

Por todos los santos y santas...

Hay mucha gente, demasiada gente, esto esté absurdamente concurrido hoy. Mis ojos no alcanzan a divisar el final.

No te pongas nerviosa Celeste, eso no ayuda a los chicos.

Donna toma mi mano y nos ubicamos en una de las esquinas, asiento con mi cabeza para que los músicos inicien con la melodía. A una sola voz, los niños y nosotras cantamos letra por letra de la canción, la multitud enciende sus velas y se mueven al compás, como suaves olas del mar.

La canción termina y las chicas quitan sus abrigos de santa para quedar en blusa y tutus rojos. Jingle Bell Rock suena y la coreografía empieza, las personas aplauden, ríen y gritan, las chicas y los chicos bailan, sonríen y disfrutan.

La multitud aplaude cuando la canción termina, pero el show apenas empieza. Los chicos se retiran y las chicas terminan de arrancar sus tutus, para queda en short de lentejuelas y bailar Single Ladies.

Cuando termina el baile las luces se apagan y el público aplaude, los chicos ingresan con Bruno y las chicas salen, rápidamente ayudamos a Vicky, April, Mandy y Rubí a cambiar a las niñas.

Las notas de Smooth Criminal inician y las luces enfocan a Bruno con su disfraz de gánster y los niños en trajes similares. No es exactamente la coreografía perfecta de Michel Jackson, pero los niños están coordinados y ponen todo su esfuerzo en ello, el público ruge y varias personas se levantan para bailar también. Bruno es increíble en su papel de Michael y los niños son asombrosos, lágrimas de orgullo y alegría se derraman por mi rostro, una a una las chicas se van uniendo a la coreografía y pronto muchos cuerpos se sacuden al ritmo del rey del pop.

Cuando terminan, el público está eufórico, todos salimos al escenario para abrazar a los chicos y agradecer. Vicky, Rubí, Mandy y yo lloramos como las sentimentales que somos. Darren corre hasta mí y me abraza. Saludo a mis padres, hermanos y a Thomas en el público. Todo sale a la perfección. Mi corazón se hincha de orgullo por ellos. Todo lo han logrado ellos, mis niños, ninguna enfermedad les ha puesto limites hoy. Alcanzaron un sueño y fue todo gracias a su propio esfuerzo.

Después del show Thomas y Vicky preparan una fiesta de navidad en su enorme casa. Los chicos, mi familia y amigos nos dirigimos hacia allá.

Darren y su padre, junto a su hermano Luke que vino de visita, y que es condenadamente sexy para tener dieciocho años, montaron un árbol de navidad en el patio trasero, una cantidad absurda de regalos lo rodea.

Cuando llegan todos, tenemos una cena tardía, cantamos algunos villancicos, hacemos una oración e iniciamos la entrega de regalos con los más pequeños. Vamos a necesitar un camión para transportar a todos y sus regalos. Luego es nuestro turno para tomar los nuestros. Recibo libros, joyas, suéteres, pases, dinero.

Cuando por fin tomo el regalo de Darren, me encuentro expectante y nerviosa.

—¿Qué me compraste cariño? —pregunto, más que curiosa. Es una caja enorme, su altura llega hasta mi cadera. La miro y trato de adivinar por qué tiene agujeros.

De pronto, la caja se mueve y observo con recelo a Darren.

—Ábrelo y lo sabrás —dice. Una sonrisa traviesa se extiende en su rostro. Pero, lo veo cambiar el peso de sus pies en un gesto nervioso.

Mi sospecha crece.

—Está bien. —Decido ponerme mis bragas y destapo la caja.

Cuando meto una mano para tocar el fondo, algo peludo me recibe, frunzo el ceño y siento unos pequeños dientes y una lengua. Asustada, me alejo un poco y el llanto de un perrito empieza a salir de la caja.

Miro, conmocionada a Darren —¿Qué...? —No termino de decirlo, la caja empieza a sacudirse ferozmente y ladridos llenan el lugar. Me emociono. Vuelto a meter las manos en la caja y tomo a un hermoso Golden Retriever bebé—. Oh por Dios es... —Veo la cinta rosa en su cuello—, hermosa

—Te dije que iba a comprarte un cachorro, esta vez es niña, así ahora yo también tendré con quien acurrucarme en la cama —dice Darren haciéndonos reír a todos.

El bebé peludo me lame el rostro y mueve su cola frenéticamente, esto llama la atención de mi bebé Otto y a ladrar celoso de esta nueva chica.

—Tú también eres hermoso. —Me agacho para recoger a Otto y besar a ambos peludos

—Por dios Celeste, no sabes donde han tenido sus hocicos —murmura Darren.

—Cállate —bromeo y sigo acariciando a mis bebés.

—Es tan bonita —murmura Mandy—. ¿Por qué no me compraste un perro Kyle?

Mi hermano mira a Darren con recelo, mi novio le sonríe y se encoje de hombros.

—Después cariño —dice Kyle y besa a su prometida.

—¿Cómo se llama? —pregunta Karla.

—No lo sé —respondo y observo a Darren.

—Mira su placa —dice, no se me escapa como los demás sostienen la respiración.

Extrañada, busco la placa de la peluda, tiene tanto pelo que no se ve a simple vista, mis dedos se topan con algo calientito, esto no es una placa es...

Oh mi jodido Cristo

Doy vueltas a la cinta y me encuentro con un hermoso anillo de un solo diamante. Levanto mi vista y veo a Darren arrodillado frente a mí.

¡Terremoto emocional!

—Mi Celeste, conejita —susurra. Mi madre se acerca y toma Otto, Darren me pide a la nena y se la entrego, desprende el anillo y vuelve a mirarme mientras toma mi mano—. Te amo, y quiero que sepas que todo, todo lo que ha pasado en mi vida ha sido bueno, pero tú, tu cariño eres lo mejor. Dios ha bendecido mi vida con una familia como la mía, una belleza como la mía —Alguien resopla y otros reímos—, un cuerpo sexy como el mío —Ahora soy yo quien resopla y los otros ríen—, que puedo decir... soy muy sexy.

—Que encantador —musito con una tonta sonrisa y lágrimas en mis ojos.

—Le agradezco a Dios por todas esas bendiciones, así algunos se carcoman de la envidia —Todo rompemos a reír incluido Darren—, pero por lo que más agradecido estoy, es por ti. La persona más increíble, bondadosa, hermosa y única. Te amo, maldita sea. Me he vuelto un completo idiota —Alguien, que sospecho es uno de mis hermanos, murmura "ya lo eras" y vuelvo a reír—. Lo que sea —dice Darren en respuesta—. ¿En qué iba?

—Que eres un idiota —respondo.

—Oh sí, no se lo digas a nadie —sonríe—. Me he vuelto un idiota romántico, perrito faldero, con intención de ofenderte Otto —mira a mi perro que le responde con un gruñido— y ¿sabes qué? No me importa, porque tenerte a mi lado vale la pena cualquier mierda cursi que deba decir, si tengo que entregar mi tarjeta de hombre la entregaré con gusto, si eso garantiza que cada mañana y cada noche pueda abrazarte, besarte y decirte que te amo.

—¡Dilo de una vez hombre! Tengo que ir al baño y no quiero perdérmelo —grita Donna, haciéndonos reír una vez más.

—Oye, tengo un buen discurso de amor aquí —responde Darren, fingiendo estar ofendido.

—¿Quieres que orine en las rosas de tu madre? —dice Donna, Vicky jadea y yo me doblo de la risa.

—Está bien, madre me debes una —Darren sonríe, regresa su mirada a mí y con el más grande amor en sus ojos hace la esperada pregunta— Celeste Ventura ¿Puedo ser tu esposo?

Sonrío como una idiota mientras dejo que mis lágrimas caigan, el rostro de Darren es lo más hermoso que he visto. Amor, ternura, pasión, deseo. Todos sus sentimientos reflejados.

—¡Oh por favor di que sí, no aguanto más!

—¡Cállate Donna! —Fulmino con la mirada a mi amiga. Regreso a Darren y le sonrío— Sí —Asiento dar énfasis—. Sí, puedes ser mi esposo, me casaré contigo.

—Gracias a Dios —murmura Darren. Donna que también grita lo mismo sale corriendo hacia el baño con un Mark, muy emocionado, siguiéndola.

Darren se levanta, coloca en anillo en mi dedo y me toma en sus brazos, me besa apasionadamente.

El anillo se siente pesado en mi mano. Lo contemplo cuando nos separamos, sin poder creer lo que acaba de pasar.

La joya es hermosa, un anillo de corte princesa con dos bandas y pequeños diamantes en ellas.

—Te amo —Beso su boca.

—También te amo cariño.

Nuestros amigos y familia se apresuran a felicitarnos, lloramos, nos abrazamos y volvemos a llorar.

—Ustedes lo sabían. Traidores —grito a todos.

—No podíamos decirlo, era una sorpresa. Además, tu novio nos persuadió de no contarte nada, su puño puede ser muy convincente —ríe Jeremy.

Después de celebrar la navidad, cada persona se retira a descansar. Darren y yo tomamos su vieja habitación.

—Te ves sexy con esos lentes de nerd —rio observando una foto de Darren a sus trece años.

—Todo lo que uso me luce y me hace ver condenadamente sexy —murmura. Sus manos rodean mi cintura y me atrae para un beso—. Me haces el hombre más feliz del mundo.

—Y tú a mí la mujer más feliz del universo —ronroneo y muerdo sus labios.

—Oh, pretendo hacerte una mujer muy feliz esta noche. —Besa un camino hasta mi clavícula, haciéndome estremecer—. ¿Estás preparada para mí, futura señora Barker? —Sonríe con esa sonrisa que siempre hace que mis bragas caigan. Con esa sonrisa que me dio aquel primer día, en aquella cafetería mientras yo estaba en mis pantalones de fresitas.

—Siempre —respondo, por que es cierto.

Estoy preparada para él, estoy más que lista para disfrutar de nuestro futuro.