Todo estaba listo, mi mochila preparada, mi uniforme puesto y mi peinado clásico, suelto y sin ningún accesorio en el.

—Nee-sama el desayuno esta listo! —gritaba mi hermana desde la cocina lo suficientemente fuerte para que yo escuchará.

—¡Ya voy Hanabi! —le conteste como era costumbre.

Al bajar, me senté a la mesa, me apresure en comer y me despedí de ella, mi padre y mi primo Neji que desayunaban conmigo.

De ir caminando empecé a correr ya que iba tarde. Entre al instituto, solo era cosa de minutos para que el profesor llegara.

Me senté en el primer asiento que encontré libre. Y de repente sentí un fuerte abrazo.

—¡Hinata! ¿Cómo te fue en tus vacaciones? —me preguntaba Sakura que al parecer ella era la que me estaba abrazando.

—Bien —le conteste.

—Vamos Hinata, se que puedes contestar nos algo mas —me decía Ino que se encontraba a lado de Sakura.

—Etto... Mi padre me llevo a mi, a Hanabi y a Neji-niisan a Nueva York por un viaje de negocios —ellas parecían tan asombradas por ese viaje que era muy común en mi familia.

—¡A Nueva York! —dijeron ambas.

—Hinata, ¡la próximas ves como que vallas lleva me a mi! —dijo Ino con una mirada perdida.

—¡Y a mi también! —dijo Sakura.

Yo solo asentí, llego el profesor Kakashi empezó a darnos la bienvenida a nuestro segundo año y alguien abrió la puerta.

—¡Kakashi-sensei lo siento! Pero ya que estoy aquí me dirigiré a mi asientó —dijo mi amor platónico que era el que siempre llegaba tarde.

—Naruto, como siempre, sienta te y guarda silencio —dijo Kakashi con su mismo tono, el cual parecía morirse de flojera.

—Bien, no volverá a ocurrir —Naruto dijo con un tono alegre.

—Si tu lo dices —dijo Kakashi y prosiguió a la clase.

Después de su clase siguió la de Kurenai-sensei y después de eso inicio nuestro descanso.

Sakura e Ino juntaron dos bancas junto a la mía para poder comer nuestros obentos.

Derrepente un par de bancas mas se juntaron, eran las de Naruto y la de su mejor amigo, Sasuke Uchiha, un pelinegro aun más popular que Naruto.

—¡Sakura-chan! ¿Cómo te fue en tus vacaciones? ¿Me extrañaste?—dijo Naruto, lo cual me dolió un poco.

—Me fue bien, y ¡claro que no te extrañe! —dijo Sakura subiendo la intensidad.

Un pequeño silencio hubo, solo se escuchaban las voces de al rededor, cuando de pronto un gruñido, que salia del estomago de Naruto, se escucho.

—Lo siento, es que se no he desayunado y se me olvido mi dinero para comprar algo —dijo el mientras se sobaba el estomago.

Hice mi timidez a un lado y le dije —N-naruto-kun, ¿q-quieres un poco de mi obento? —lo dije, y sentía como mi cara se tornaba roja.

—¡¿Encerio Hinata?! —Me dijo con una gran sonrisa en los labios, yo solo asentí.

—¡Gracias eres la mejor dattebayo! —Me dijo

—Deberías de ser mas considerado Naruto, ¿Qué tal si ella también tiene hambre? —dijo Sasuke mientras metía un poco de alimento a su boca.

—N-no importa, y-yo ya había almorzado —le conteste a Sasuke para que Naruto no se sintiera mal.

El silencio volvió, todos estaban terminando su obento y un rubio rompió ese silencio.

—¡Hinata, que buena esta tu comida!

—G-gracias N-naruto-kun —le conteste e intente no desmayarme por su comentario.

Sonó el timbre, así que acomodamos las bancas en su lugar y empezaron a entrar todos al salón y en poco rato el profesor entro y empezó con la clase.

Así seguimos hasta que ya era hora de irnos. Sakura e Ino se despidieron.

Sasuke, se dirigió hacia mi.

—¿Hinata, quieres que te acompañe a tu casa?

_C-claro Sasuke —le conteste como siempre, era muy común irme con el ya que era una costumbre que poco a poco comenzó, solo que esta vez...

—¡Sasuke! ¡Hinata! ¡Oigan! —gritaba un rubio detrás de nosotros tratando de alcanzarnos.

—¿Qué te ocurre Naruto? —dijo un Sasuke un tanto ofendido.

—Este... Yo solo... Quería que...- decía Naruto dudoso y tratando de recuperar el aire, yo solo veía esa escena.

-Bueno...- se detuvo y dijo —¡Quiero invitar a Sakura-chan a salir!

—¿Y eso a mi que me incumbe?

—No es contigo... Bueno si... Pero es mas bien con Hinata, ya que ella es su amiga —le contesto Naruto un poco nervioso a Sasuke.

Pero, ¿que le iba a decir a el chico que me gusta, como conquistar a mi amiga? Seria mas fácil que me mataran ese mismo instante.

—¿Hinata? —Naruto me miro con una cara que parecía suplicarme. ¡Literal me suplicaba! Estaba arrodillado frente a mi.

-N-naruto... No es necesario que te arrodilles- lo dije y nuevamente mi cara cambiaba de color.

Se levanta —¿Me ayudaras?

Es el chico que me gusta, no le puedo decir que no, y aunque me duela, le ayudare.

Solo asentí algo triste. Me tomo de las manos y con un tono súper alegre dijo —¡Gracias Hina-chan!

¿Que iba a hacer? Es su amor desde la primaria al igual que el mio... Pero aunque ocurriese lo que ocurriese... Lo ayudaría ya que sigo siendo... Su pequeña acosadora y esto me ayudaría, ya que si yo lo ayudo estaría mas tiempo con el.
Pensé esto antes de desmayarme y caer en los brazos de Sasuke-kun.

Continuará...