El teléfono sonaba, un sirviente contestó rápidamente pasando el recado a su amo.

Sirviente: Señor Zeldris, una joven lo busca. Creo que de nombre Gerhead.

Zeldris: Pásamelo, ¿hola?

Gerhead: ¿hola, Zeldris? Soy la hermana de Gloxinia, sólo te quería avisar que mi hermano está mejor. Dice el doctor que no es nada grave, el lunes podrá asistir a clase pero el fin de semana tendrá que reposar. Gracias.

Zeldrid: Ya te dije que no importa. Pero será mejor que cuides del tonto de tu hermano.

Gerhead: Es cierto, adiós.

Zeldris: Hasta luego.

Cuando colgó le dio el teléfono al sirviente y antes de que se fuera preguntó por la ubicación de su hermano mayor al lo cual le respondieron señalando le una habitación cercana pasando otras tres del pasillo, simplemente le dijo que ya se retirará y entró en lo que era algo parecido a un sauna. El peligris se encontraba en un jacuzzi con una expresión bastante relajada.

Estarossa: ¿Qué sucede Zel? Es raro verte en éste lugar.

Zeldris: La hermana de Gloxinia ya me aviso de su estado.

Estarossa: ¿Y qué tal está?

Zeldris: Vaya, estás preocupado por alguien que no eres tu, me sorprendes- le dijo con tono sarcástico-  ¿Estás seguro que eres mi hermano?

Estarossa: Mejor sólo responde mi pregunta Zel.

Zeldris: Está bien, parece ser que el lunes podrá ir a clases.

Estarossa: Vaya que mal.

Zeldris: ¿Cómo qué que mal? Según yo es todo lo contrario.

Estarossa: No me refiero a eso, sino que lo mal que lo paso ayer ¿viste la cara que tenía cuando escucho que Drole se había ido?

Zeldris: Sinceramente, no la logre ver porque yo era quien lo estaba sosteniendo.

Estarossa: Estaba enojado y destrozado- en ese momento se levantó, tomó una toalla cercana y la envolvió en su cintura para salir- parecía que iba a llorar o gritar de furia.

Zeldris: ¿Desde cuándo tu sabes sobre eso?- se cruza de brazos-  Que yo sepa no has tenido novia.

Estarossa: Desde Elizabeth Liones y Meliodas.

Zeldris: Oh, lo siento lo olvidé.

Estarossa: No importa, dices que el lunes estará bien ¿verdad?

Zeldris: Sí.

Estarossa: Oye antes de que me vaya ¿te puedo preguntar algo y no te molestas?- le dijo ya en el marco de la puerta.

Zeldris: Dime.

Estarossa: Tu que nunca dejas que alguien se acerque mucho a ti y que eres frío, ¿por qué?

Zeldris: ¿ Por qué Qué?

Estarossa: ¿Por qué con él fue diferente?

Zeldris: No se a que te refieres.

Estarossa: No me mientas, cuando trajiste a Gloxinia a la mesa estabas muy atento con él, además que en el camino a su casa dejaste que se durmiera en tu hombro en vez de ponerme en el mío y con eso de que te ofreciste no sólo a darle atención médica PRIVADA sino que pusiste en tu cuenta.

Zeldris: ¿Y qué hay de ti? A ti nunca parece preocuparte nadie más que tu mismo pero cuando Gloxinia pidió ayuda para marcarle a alguien fuiste él primero en hacer caso y más aparte decidiste no sólo acompañarme a dejarlo sino que te recuerdo que TÚ dijiste que sería quien lo llevaría a su habitación; para después estarme preguntando esas cosas, así que esa pregunta aplica también para ti.

Estarossa: Tal vez te responda luego.

Zeldris: Bien.

Al terminar aquella discusión tan repentina los dos se marchaban a sus respectivas habitaciones y aun que estaban enojados con el otro no por la preguntas sino porque sabían que tenían razón.
Pero en otra casa era todo lo contrario, Gerhead cuidaba de su hermano y éste se dejaba, agradeciendo que la tenía a ella aún como familia, aun que claro que seguía deprimido por lo que sucedió en el restaurante lo cual no paso desapercibido por la castaña.

Gerhead: ¿Ya me dirás qué paso?

Gloxinia: No se de que me hablas.

Gerhead: Sabes que no me puedes ocultar nada, no sólo porque soy tu hermana sino porque tu conoces lo que podemos hacer.

Gloxinia: -suspira- Ya... Ya no estoy... Ya no estoy seguro de lo que sienta por Drole.

Gerhead: Ya veo, lo lamento mucho.

Gloxinia: De hecho, estaba pensando en ¿Qué tal si intento con... Alguien más?

Gerhead: Yo... ¿Qué pasó con Drole?

Gloxinia: Él... De seguro... T-tiene a... A ALGUIEN MÁS.

Gerhead: Lo lamento mucho. Pero, ¿quién?

Gloxinia: No lo se. Pero mejor voy a descansar ¿Sí

Gerhead: Bien, descansa.

Narra Drole
Despertaba muy cansado pero con un pequeño dolor de cabeza, mire a los lados cuando me fijé en el reloj me di cuenta de que llegaría tarde a la escuela; me apresure para tomar luego mi moto e irme a la escuela, llegué aun con tiempo de sobra por lo que decidí buscar a mis amigos. Después de un rato los encontré en una de las bancas del patio de atrás. Los salude mientras me sentaba pero hubo alguien que ni siquiera me miraba, mi mejor amigo Gloxinia.

Drole: Hey, hola; Gloxi ¿qué tienes?

En menor no le respondía para nada lo que preocupaba un poco.

Drole: Vamos, ¿Qué te sucede? Tu no eres así.

Nada, ni un gesto de respuesta, todo lo que había era una expresión de frialdad muy rara en él.

Drole: Vamos, Gloxi... Hey, Mosca ¿qué tienes?

Gloxinia: ¡¡NO ME DIGAS ASÍ!!, ¡¡MÁS DESPUÉS DE LO QUE HICISTE!!

Drole: Wow, ¿qué te sucede?

Gloxinia: ¡¡AHORA HACIENDO CÓMO QUE NADA PASA!!, ¿¡Cuándo te darás cuánta!?

Drole: Hey Mosca, ¿Por qué no te calmas y hablamos en privado?

Gloxinia: NO, no me voy a a calmar ni mucho menos a hablarlo en privado' fue entonces que lo miró directamente a los ojos aun y con lágrimas a punto de salir de toda la furia que estaba en él- por primera vez en toda tu vida deja de ser tan orgulloso y enfrenta el problema cara a cara como el hombre que dices ser

En ese instante se escucho un golpe, por primera vez en la vida Gloxinia había sido callado con un violencia, su cachete rojo era la marca de la acción de su amigo.

Melascula: Drole, creo que te excediste con eso... No debiste...

Gloxinia: No, no te preocupes Melascula, es normal que Drole sólo sepa resolver los problemas con golpes.

Drole: Gloxinia... No fue mi intención... Lo juro.

Gloxinia se marchaba molesto por las acciones de quien alguna vez consideró su mejor amigo, pero entre esa ira del exterior había una profunda trstesa en el interior de su ser, las lágrimas se deslizaban en sus mejilla, más y más, no paraban de hecho todo lo contrario. Estarossa quien iba pasando por él pasillo notó aquello, el pelirojo lo observó y rápidamente corrió hacía sus brazos, no sabía la razón exacta, tal vez por la necesidad en esos momentos de seguridad, apoyo o quiza sólo ocupaba un abrazo.

Estarossa: Hey, Gloxinia ¿Qué te pasó?

Gloxinia: Yo... Yo... Yo...

Estarossa: Shhh, calmate -el pelinegris se agachó para quedar a su altura- ven ¿por qué no mejor vamos a relajarnos?

Gloxinia: Okey.

Los dos se fueron a una sala especial para los miembros del club al que pertenecían, el mayor le había dado un té para calmarse. Ya cuando le contó todo lo sucedido Estarossa estaba enojado, no sabía exactamente porque pero lo estaba; salió de la sala dejando al joven sólo ya en el camino se encontro con Zeldris pero no le dijo nada tal solo le ordeno que evitará que Gloxinia saliera del club; no entendió porque pero fue con el pelirojo a pasos apresurados.

Zeldris: GLOXINIA, ¿¡QUÉ TE PASÓ!?

Gloxinia: Zeldris, nada.

Zeldris: Tienes los ojos rojos, esa es la prueba suficiente.

Gloxinia: En resumen Zeldris, quiero y voy a olvidar algo que me lástima.

Zeldris: Ya veo -lo abraza- Todo lo que necesites aquí estaré.

Gloxinia: Gracias Zeldris.

Narra Gloxinia
No lo pude evitar símplemente las lágrimas volvieron a aparecer, me oculte en el hombro de Zeldris, me hacía sentir como antes causaba Drole, me sentía protegido tanto por Estarossa como por el peli negro.

Tal vez olvidarlo no sea tan difícil después de todo.