Ser feliz

—¿Qué te pasa, Lucía? Estás demasiado callada.

Septiembre llegaba a su fin con una temperatura envidiable y, aunque el plan de ir a la playa para celebrar la despedida de soltera de Nata se había ido al garete, nos encontrábamos las cuatro tomando el sol en el solárium de uno de los balnearios más famosos de nuestra zona. Teníamos por delante un fin de semana de mimo y descanso, sesiones de masaje y baños en aguas termales. ¿Qué más podía pedir?

Apenas habían pasado veinticuatro horas y ya echaba de menos a Jaime. Estar lejos de él me ponía ansiosa, y sabía que no tenía motivos para dudar otra vez.

Tras el numerito de celos de la semana anterior, habíamos ido a su casa y nos habíamos arrancado la ropa. Sin duda había sido el mejor sexo de mi vida, y cada vez era mejor, pero no solo eso... Jaime me había contado todo lo relacionado con esa chica, Andrea.

Al parecer habían comenzado a salir un año atrás y aunque él siempre había dejado claro que buscaba algo serio, ella había decidido que no estaba preparada para eso. Lo había estado engañando con otro durante cuatro meses, hasta que él se dio cuenta y rompió. Por desgracia, la relación laboral tenía que continuar y había sido difícil, al menos hasta ese momento.

Me sentí mucho más segura después de escucharle.

"¿Ves? No era necesario hacer de Reina del Drama" me recriminó la Nueva Lucía, mucho más sensata que yo.

Y aunque en ese momento le había dado la razón, ahora no podía evitar que mis inseguridades regresaran. Quería disfrutar de ese fin de semana con mis amigas, quería que Nata fuese feliz, también Alba y Julia, pero por alguna razón no dejaba de pensar en Jaime.

—Lo siento, estoy un poco... —respondí a la pregunta de mi mejor amiga—. No sé muy bien qué me pasa.

Me incorporé en la tumbona y Nata hizo lo mismo, quedando cara a cara. Alba, con los cascos puestos, no se dio cuenta de nada y Julia se había quedado dormida.

—¿Es por tu doctor?

Asentí.

—Es como si necesitara estar a su lado todo el tiempo, como si de pronto solo eso pudiera hacerme feliz —confesé a mi mejor amiga. Al instante me sentí un poco mejor.

—Luci, así se siente la gente cuando se enamora —replicó Nata con una sonrisa—. Tranquila, no es grave.

—Pero yo soy distinta. Es raro, yo no debería sentirme así.

—¿Por qué no? —Preguntó ella, confusa.

—Porque...

No quería decir que era extraño ser tan feliz cuando hacía apenas dos meses me habían dicho que una condición médica extraña me podía causar la muerte en cualquier momento. Era difícil asimilar que, a pesar de eso, había momentos en que lo olvidaba todo y me sentía completa, dichosa, incluso... afortunada.

En ese momento, Nata cogió mis manos, les dio un cariñoso apretón y me mostró el tatuaje ya curado que decoraba la cara interna de mi muñeca derecha.

Carpe Diem

—¿Qué dijiste que significaba esto?

—Vivir el momento —contesté, luego añadí—. No arrepentirse de nada.

Nata me sonrió.

—Lucía, no conozco a nadie en el mundo que se merezca sentirse así más que tú. Si de verdad ese chico hace que olvides todo lo malo, que seas tan locamente feliz que no pienses en nada más que en él, ¡bienvenido sea! —dijo.

Tenía razón, claro.

—Gracias Nata.

—Para eso estamos —respondió con desparpajo, disipando de un plumazo el ambiente cargado de mi confesión al tiempo que se deshacía de la parte superior de su bikini para tomar el sol en topless—. ¡Ah, por cierto! Esta noche tenemos cena y copa en un karaoke, y he comprobado que tienen esa canción que tanto te gusta, Shape of you, de Ed Sheeran.

'* • .¸ ♡ ♡ ¸. • * '' * • .¸ ♡ ♡ ¸. • * '' * • .¸ ♡ ♡. • * '

¿Te has sentido alguna vez como Lucía? Esa fase del enamoramiento en que no puedes dejar de pensar en la otra persona, que solo quieres estar con él/ella/elle?

Si te gusta esta historia, ¡regálame una estrellita! Y sigue leyendo >o<



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top