PARABOLA DEL ALMA QUE DEJA SU HOGAR

¿Por qué venimos a este mundo?

Escucha con atención esta parábola, y así podre responder tu pregunta..., Había una vez un alma que sabía que ella era la luz.

Era un alma nueva, y, por lo tanto, ansiosa por experimentar. «Soy la luz -decía-. Soy la energía.

» Pero todo lo que sabía al respecto y todo lo que dijera al respecto no podían sustituir a la experiencia.

En la esfera de la que surgió esta alma, solo había luz y energía.

Todas las almas eran grandiosas, todas las almas eran magníficas, y todas las almas brillaban con el brillo imponente de la propia luz divina. Es una fuente infinita de divinidad.

Así, la pequeña alma en cuestión era como una vela en el sol. En medio de la más grandiosa luz -de la que formaba parte-, no podía verse a sí misma, ni experimentarse a sí misma de saber Quién era y Lo Que Realmente Era.

Sucedía que esta alma anhelaba una y otra vez conocerse a sí misma. Entonces, tan grande era su anhelo, que un día la totalidad divina le dijo:

-¿Sabes Pequeña, qué deberías hacer para satisfacer este anhelo tuyo?

-¿Qué, mi amada totalidad divina? respondió la pequeña alma

-Debes separarte del resto de nosotros –respondió la divinidad- y luego debes surgir por ti misma en la oscuridad.

-¿Qué es la oscuridad, oh, Divinidad? – preguntó la pequeña alma.

-Lo que tú no eres – le respondió, y el alma así lo entendió.

Al cabo de un instante, eso hizo la pequeña alma..., apartándose del Todo, se fue apagando para volver a brillar en un nuevo comienzo.

En esta esfera el alma tenía la facultad de incorporar a su experiencia todo género de oscuridad. Y así lo hizo.

Pero en medio de toda aquella oscuridad, gritó:

-¡Amada divinidad! ¿Por qué me has abandonado?

Igual que nosotros en nuestros momentos más difíciles decimos lo mismo.

Mas yo te aseguro que la divinidad nunca los ha abandonado, sino que está siempre a tu disposición, dispuesta a recordarte Quién Eres Realmente; dispuesto, siempre, a recibirnos en el hogar de dónde nacimos y venimos.

Así pues, es que yo te digo, Sé la LUZ en la oscuridad, y no la maldigas.

De donde todos venimos solo existe la energía y la luz eterna, es por eso que volvemos al alfa y omega, a nuestro hogar divino. Ahí Solo vive el amor en su máxima plenitud

En ella no existe la dualidad, no existe el futuro, ni el pasado, solo existe el aquí y el ahora.

Vienes a este mundo, a experimentar ser un humano, Es por eso que la oscuridad jamás debes maldecirla, ya que solo es el dualismo de la cual está formada la especie humana.

Somos la única especie que somos capaces de identificarnos con nuestros recuerdos del pasado, sean estos tristes o alegres y también de identificarnos con nuestros deseos futuros.

Mas yo te digo, que cuando dejas de lado tu parte humana y logras estar en comunicación con tu ser, en ese instante estas unido al origen de tu existencia.

El camino en el cual vas caminando en este momento ya lo elegiste. Nadie lo ha hecho por ti. Tú fuiste quien lo quiso así..., estas ahora y harás tu propia experiencia, Eres tu quien construye tu propia verdad.

No olvides Quién Eres y de dónde vienes..., mientras dura tu rodeo por el camino de lo que no eres. Ya que mientras avanzas en tu caminar, todo tu entorno, te mostraran los mil caminos que puedes andar.

Pero recuerda que esos caminos no los construyes tu, solo están ahí por otras personas. Si has de tomar esos caminos siempre estarás insatisfecho, ya que no es tu propia realidad. No es tu propia experiencia.

Ya que no puedes verte a ti misma, ni experimentarte a sí misma, de saber Quién eras... y Lo Que Realmente Eras..., antes de llegar a esta etapa humana.

Siempre debes alabar toda la creación, aunque trates de cambiarla. Ya que todo cambio esta forjado por tu libre albedrio.

La totalidad divina, Sabe que lo que hagas en los momentos de más dificultades. Es la prueba de ser tu mayor triunfo, ya que la experiencia que creas es una afirmación de Quién Eres, y de Quién Quieres Ser.

Te he explicado esta historia -la parábola de la pequeña alma y la energía- a fin de que puedas entender mejor por qué el mundo es como es,

De cómo puede cambiar en un instante en el momento en que cada uno recuerde la divina verdad de su más alta realidad. De su verdadero origen, De su verdadero hogar.

Entonces mis queridos, venimos a este mundo a convencernos de lo que somos realmente, de darnos cuenta que nos falta despertar en nuestro propio hogar, venimos porque anhelamos saber cuál es nuestro origen.

Para lograr saber todo lo que nuestra mente nos pregunta debemos dejar de lado a la propia mente, para así poder emprender el camino de la acción sin esfuerzo, ese que hace que tu vida se centre en experimentar, esa es la única forma de poder responder a la pregunta de cómo llegamos a estar aquí donde estas ahora.

Un abrazo fraternal

kF

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