9 Más linda cuando sonríes
La lluvia caía sin cesar sobre ella, el frío aire envolvía su delgado cuerpo, y el pequeño golpe en su mejilla le ardía con cada movimiento.
Era viernes y acaba de salir de su última clase, debía adelantar sus proyectos, lo más pronto posible.
Las risas de las personas que miraban la escena sin hacer nada para impedirlo, la volvió en si. No entendía por qué carajo, aquella chica pelirroja, la había golpeado.
Tess nunca se metía en problemas y evitaba el contacto alguno con las personas, a excepción de Neydi.
—Puta. —La voz de la otra chica hizo que, por inercia Tess se aventara sobre ella, cayendo las dos en el suelo, con Tess arriba de la pelirroja, soltándole un fuerte golpe justo en la nariz.
Por la mente de la pelirroja solo rondaba el momento en el que tenía al chico que quería entre sus piernas, y él soltaba el nombre de Teresa. El enojo se apodero de su cuerpo, y sin pensarlo dos veces volvió a golpear a la pelinegra en la cara; desde su llegada Derek la había evitado, y a muchas más, estúpida chica, ¿qué tenía de especial?
Las gotas color carmesí salieron pronto de la nariz de la pelirroja, manchando toda su ropa, se detuvo, llevándose las manos al rostro intentando que parase, y junto con su amiga, salió corriendo, sin decirle nada más a Tess.
Cuando Tess miro su mano, noto como esta palpitaba, dejándole una marca roja con pequeñas gotitas de sangre.
—Vamos. —Tess dio media vuelta, y miro atentamente a Tyler.
—¿Qué? —preguntó, sorprendida por verlo allí.
Ambos estaban empapados. Tyler, muy seguramente, por haber visto a Tess, aunque sin hacer nada para detener la pelea.
—Teresa, vámonos ahora, esta lloviendo y ya has tenido suficiente —dijo con voz autoritaria.
Lo pensó un momento, ya era tarde, y no podía llegar con un golpe en la cara a casa, así que lo siguió sin protestar, no tenía ánimos de llorar o alterarse. Los dos chicos subieron al auto del chico.
Un modelo que bien quedaba con su personalidad; de color negro, con los vidrios polarizados, y dentro un olor a menta.
—Que gran maquillaje —dijo sarcástico Tyler, para terminar con el incómodo silencio que se acumulaba con el ruido de las gotas cayendo sobre el techo del auto.
—Fue una gran obra de arte. —Ella sonrió, lamentándose al instante, pues aún le dolía el golpe.
Tyler encendió el auto, manejando suavemente hacia la salida del Spirit High School. Los demás que habían visto la escena se dispersaron, mirando los videos que habían gravado, aunque no se veían bien por causa de la lluvia.
—Eres Tyler, ¿no? —preguntó, pues no debía dejar que él se enterará de cuanto lo observaba.
—Y tú Tess... —El chico se aclaró la garganta —. Te he visto, en clase de lengua y con la odiosa de Neydi. —La chica pensó en su amiga, no la había visto hoy en todo el día.
—Tu asiento es cómodo, y me temo que se tenga que mojar por mí. —El chico se encogió de hombros.
—Quizá debería bajarte ¿no crees? —Ella cruzo los brazos, cosa que hizo salir una tranquila risa del chico.
Para ambos chicos, resultaba demasiado sencillo hablar con el otro, era como si fuesen amigos, cuando apenas si se habían visto unas cuantas veces.
—¿La conoces al menos?
Tyler se refería a la pelirroja que hace unos minutos la había golpeado, sin embargo, siendo sinceros, le fue peor a la pelirroja.
Antes de responder a la pregunta, Tess le indico por donde ir, para que la dejase en su casa.
—Y no. Me llamo "puta", más de una vez. —Ella sonrió, al recordar el gran golpe en la cara de la otra chica.
—Quizá solo esta celosa —soltó él, y con razón.
Doblaron una calle, las casas empezaron a ser conocidas por la chica.
—No entiendo. —La lluvia seguía cayendo fuera del auto, como si se acabase el mundo en ella.
El chico no le dijo, pero las chicas del Spirit High School, estaban de tras de Derek, y desde la llegada de Tess, se sintieron amenazadas, además de que la actitud del imbécil no ayudaba en absoluto a Tess, y los problemas que tenía por si misma.
Tyler igual estaba celoso, es decir, ¿y si ella caía en las redes de ese idiota? No podía dejar que sucediese, ya lo imagino una vez y termino drogándose para olvidar.
Por ello se había propuesto actuar, dejando de pensar que sería como su padre; y así que aquí estaba intentando entrar en la vida de ella.
—Bien. —El chico se estaciono frente a la casa de Tess. Se inclino un poco hacia ella, de nuevo el perfume y el olor a cigarrillo del chico llenaron sus fosas nasales, solo que de una manera más intensa. Introdujo la llave en la guantera, sacando algo —. Toma. —El chico le extendió un paraguas.
—Por si no lo has notado, estoy empapada —dijo ella con obviedad.
—Eso no importa, en realidad es tuyo, lo olvidaste hoy en clase de lengua. —Tess se golpeó mentalmente, riéndose de si misma.
Si, así había sido, y ni siquiera lo recordaba, hasta ese momento. Lo tomo, y bajo del auto, agradeciéndole a Tyler que la trajera, no tenía que haberlo hecho.
—Eres más linda cuando sonríes —le gritó el chico, bajando la ventanilla, Tess iba por la mitad del sendero a su puerta; parando en seco al oír aquellas palabras lo miro, este puso en marcha el auto, dejándola con un sentimiento de impotencia. Sonrió, y reanudo el paso, preguntándose qué estaba sucediendo con ella.
Al menos el golpe no era tan grande y notorio, que bien pudo cubrirlo con un poco de maquillaje, para que su madre no se diera cuenta.
Bajo a comer, sentándose al lado de Carol. Las dos, madre e hija, guardaron silencio, hasta que llegó la hora del postre, que Carol habló con total tranquilidad.
—Me han ascendido de puesto. —Tess mantuvo la cabeza agachada —. Y tendré que salir por unos días. —La chica tomo una cucharada de su postre.
—¿Cuánto tiempo? —Se atrevió a preguntar, sabia, al menos durante este tiempo que el tiempo máximo para que su madre saliese era de uno o dos días, y el silencio de Carol, se interpretaba como un viaje mucho más largo.
—Dos semanas. —Carol se sentía culpable por dejar a su hija sola, pero no podía perder esta oportunidad, Tess bien lo sabía.
—¿Cuándo te vas?
— El lunes, dentro de una semana, por la mañana —le aclaró Carol.
Siguieron comiendo en silencio, hasta que las dos terminaron y Tess tuvo que lavar los trastes.
Al abrir los ojos, con el corazón acelerado y los labios secos, Tess sintió un líquido recorrer sus muñecas acompañado de un leve ardor. La chica no pudo gritar, cuando se vio a si misma tendida en la cama con la piel pálida y helada...
De pronto sintió un calor extremadamente raro alrededor de sí, sentía que intentaba protegerla, solo que ella no lo quería, se retiró, volviendo al frio.
Chicxs ❤️
¡El último capítulo del año! ¿Qué les ha parecido?
¡Espero que se la estén pasando muy bien en compañía de su familia y amigos! ¡Feliz año nuevo a todxs!
Editado.
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