7 No
Después de la discusión de ayer con su madre, Tess se sentía miserable, por lo que le había dicho, pues a pesar de que, desde el divorcio quería decírselo no se había liberado, como ella pensaba que ocurriría.
Ya solo le faltaba una clase para largarse a casa y estaba realmente ansiosa, no quería ver a su madre, y mucho menos afrontarla.
Los insultos de todos los del Spirit High School, hacía ella no habían disminuido, y le cargaban más peso a toda la situación de su mente.
—¿Qué dices? —Derek estaba detrás de Tess, mientras ella dejaba sus cuadernillos en su taquilla, el chico le había pedido que salieran hoy, él esperaba que le dijese que sí.
—¿A dónde? —preguntó ella, sin voltear a verlo.
—¿Por qué no por una pizza? ¿Te parece? —Tess acepto, al menos así evitaría pensar en llegar a casa, y ver a su madre, por un rato, y cerro su taquilla—. Bueno entonces vamos. —Él le sonrió.
—¿Ahorita? —Ella llevo sus ojos a los de él, el chico se sintió vulnerable.
—Si, ¿pasa algo? —le preguntó, volteando la mirada.
—Seguimos en horario de clase —dijo ella con obviedad, Derek solo sonrió y la llevo consigo.
El pasillo ya estaba casi desierto, pues dos chicos seguían intentando secarse los pantalones que parecía como si se hubiesen meado encima.
No fue difícil marcharse de la preparatoria, pues en la puerta de entrada no había nadie de seguridad, y ahora ambos se encontraban, en aquel lugar, comiendo pizza.
—¿Y a cuántas has traído aquí? —preguntó Tess de golpe, cuando termino su primera rebanada de pizza, no quería ser una más en la lista de Derek, cómo le había dicho Ney.
Derek mantuvo su mirada en la pizza, mientras la masticaba lentamente, pensando en la pregunta de Tess.
—Ahora que lo pienso a nadie, ya sabes a la mayoría de las chicas no les gusta la pizza... —Ella asintió, recordando como Kelly la odiaba porque decía que "contenía demasiada grasa" y no quería engordar.
Siguieron comiendo, y platicando, bueno en realidad Derek era el único que platicaba.
Cosa que, aunque le molestaba un poco, era mejor a que ella hablará, pues casi nunca tenía tema de conversación con las personas. Él le contó de futbol, cómo siempre, invitándola algún día ir a ver uno de sus partidos.
Al terminar de comer, Tess tomo sus cosas para marcharse, pero Derek la detuvo pues él la llevaría a casa.
Su auto Aston Martin Vanquish de color rojo, demasiado lujoso, tipo deportivo para dos personas, que su padre la había regalado hace dos meses, en su cumpleaños número 18, no hacía más de dos meses.
—¿Te importa si pongo música? —le preguntó, ella negó y pronto escucho a Eminem por las bocinas —. ¿Te gusta?
— No —respondió simple, mintiéndole, él sonrió y dejo la canción, Tess se colocó el cinturón.
Las demás canciones que le seguían igualmente de rap/hip hop inundaban su mente, apagando sus pensamientos, hasta que llegaron a la casa de ella.
—Gracias por la pizza, y por traerme. —No era la gran cosa, y quizá solo lo hacía por querer acostarse con ella, pero al menos debía agradecerle y no ser grosera.
—A ti por aceptar. —Ella "sonrío" e intento bajarse del auto.
Al sentir la mano de Derek en su muñeca, lo volteó a ver de mala gana.
—¿Puedo besarte? —preguntó, y Tess se fastidió por ello —. He querido hacerlo, pero no me atrevo... —Joder, ¿quién hace eso en la actualidad?
Derek se sentía nervioso, nunca le había pasado eso con una chica, más que con Sarah, pero la diferencia eran los ojos tan intimidantes y hermosos de Tess. No, mierda, no debía pensar de esa manera en ella, solo era una chica más.
<< ¿Pero y si no? >>, él chico negó mentalmente.
—No —respondió ella firme —. ¿Es eso lo qué quieres de mí? ¿Cómo de todas? —Ella río sarcásticamente —. Joder, déjame decirte que no soy todo eso que dicen de mí, y si realmente lo crees es mejor que te alejes y consigas a otra que esté colada por ti, que de esas hay de a montones. —Salió del auto realmente enojada, sin dejarle decir una palabra.
Derek se quedo petrificado, admirando la figura de la chica.
Estaba seguro de que no era lo que los demás decían de ella, ¿pero, entonces? Tessa le empezaba gustar más que solo como una chica a la que se tiraría, aunque se negará a aceptarlo. Sonrió y arranco el auto.
Tess entro a su casa, fastidiada por lo ocurrido, su madre la miro, pero no dijo nada y la dejo marcharse a su recámara.
Esto estaba realmente mal.
Tess se sentía frustrada, y ansiosa pero no podía hacer nada, en realidad no debía. Así que no dudo en llamar a Neydi, cuando miro la foto de la chica en su cuenta de Skype.
—¿Le dijiste que no? —preguntó Ney, del otro lado de la pantalla.
—Si. —Tess le había platicado lo que había ocurrido en la tarde con Derek, tenía que liberarse.
—Mierda. No sé, nunca nadie le ha dicho que no... Quiero decir, al menos no una chica. —Ney estaba realmente emocionada por aquello.
Y con mucha razón.
Tess se cruzó de piernas en la cama, y comenzó a jugar con los pequeños hilos que sobresalían de su almohada.
—Pues no, no sé, no quiero caer en su juego...
—Vaya, creo que al rechazarlo lo hiciste que te deseara más. —Tess frunció las cejas a oír aquello.
—¿Por? —Ney soltó una risita.
—Ha twitteado <Un gran desafío>, y dudo que se refiera al fútbol...
<< Oh no >>
—Cambiará de opinión al ver que no soy una maldita idiota que cae antes sus "encantos". —Tess se odio por decir eso. E inmediatamente intento remediarlo —. No lo decía por...
—Tranquila, en realidad creo que, si lo fui, no me encontraba bien —la interrumpió la chica de cabello verde, comprendía que Tess no había pensado en lo que dijo —. En fin, conocí a alguien...
—Espera. —Tess le detuvo, puesto que el timbre de la casa había resonado por toda la casa.
Un tanto extraño, nunca tenían visitas, o al menos no que ella supiese.
Al asomarse, Tess vio a un hombre, parado frente a la puerta, logro ver su rostro, era su padre.
—Me tengo que ir. —Volvió a la video llamada y se despidió de Ney, ésta igual lo hizo y solo le guiño un ojo, diciendo el nombre de Derek como un susurro, en modo de burla.
Tess rodó los ojos y se puso los tenis, para bajar a recibir a su padre. Que gran sorpresa.
El hombre, que antes contaba algunos rayos blancos esparcidos por su cabello, había cambiado por otro hombre de cabellos blancos totalmente escasos, woa se había pintado el cabello, y lucia mucho mejor.
Quizá el cambio fue más para ellos, que para ella.
La mirada del hombre choco con la de Tess, viendo a su hija fijamente.
—Te he extrañado mi pequeña —le dijo Mark en un susurro, levantándose del sillón para poder abrazarla.
Mark tuvo que haber sido fuerte cuando su hija más lo necesitaba, pero simplemente no pudo, la mujer a quien amaba con todo su ser, le había traicionada de la peor manera, y no supo como sobrellevar aquello.
Al hombre se le hizo un nudo en la garganta. Tess, en cambio, se mantuvo quieta e intento sonreírle cuando ambos se separaron.
La señora Carol, dejo una bandeja con una taza de té en la mesa del centro. Sentándose en un sillón individual.
¿A qué se debía aquella visita?
La ansiedad corría por todo su cuerpo, estaba cansado y enojado al mismo tiempo. Y solo de esta manera podía calmarse, tenía que hacerlo.
—Ya bájale, no es para tanto. —Condujo hasta afueras de la ciudad, a alta velocidad, solo así llegarían a tiempo.
Las palabras de Brenton no tenían ningún efecto en él. Nada lo tenía.
Recordó su cabello oscuro, siendo ocultado para cuando esta se subió al auto, mierda. Volvió a acelerar.
—Sino llegamos a tiempo, podemos conseguir otro proveedor.
—Lo necesito.
Condujo durante otros 15 minutos, y cuando finalmente llegó, con el corazón a mil por hora, se bajó, seguido por su amigo, fue por su pedido.
Las drogas no estaban de más en esta situación. Necesitaba olvidarse el hecho de que Derek, se la había llevado en su auto a quien-sabe-donde, ¿cómo carajo la convenció? Se odio a sí mismo, él estaba perdiendo el tiempo pensando en su padre, mientras otro le llevaba ventaja...
Por suerte habían llegado justo a tiempo. Menos mal.
Ayer, ambos se pasaron la noche en casa de Bill, jugando billar junto con otros tipos, que no conocían de nada. Ambos habían ganado lo suficiente como para haber hecho un pedido de Quaalude de un día para otro, pero Brenton realmente estaba arrepentido.
—¿Qué te puso tan molesto? —preguntó el castaño cuando volvieron a auto, Tyler no le había contado nada.
—Los odio —dijo Tyler, conduciendo de regreso.
—¿A quién? —Brenton no lograba comprender.
—A los tipos que solo las utilizan. —Estaba enojado, y no quería desquitarse con su amigo, así que cuando este de nuevo hizo una pregunta lo ignoro.
Dedicado a @kariyepez
Son las 11:56pm del domingo, así que aun cuenta como fin de semana. Lamento el retraso :c
Les gusta como va, no sé díganme sus opiniones(?) ¿Derek o Tyler?
Los amo.
Editado.
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