11 Ojos lindos

No podía negarlo, Derek era lindo con ella, pero bien creía que era así con todas a las que se quería follar. ¿Aunque, sino fuese así? El chico se estaba esforzando. ¿Y si era una apuesta? No, no, definitivamente tendría que alejarse de él, pero algo en su interior no la dejaba.

Por otra parte, estaba Tyler, y sí quizá solo había hablado pocas veces con él, no obstante, no podía parar de pensarle, y de querer conocerlo, sus ojos reflejaban algo, que, aunque quisiera mantener oculto en algún momento saldría a la luz, y ella tenía que averiguarlo.

Ambos chicos, metidos en su mente. Le daba miedo, mucho miedo.

Hace cuatro días, cuando volvió a casa, en la puerta encontró una pequeña nota, al principio no pudo comprender que decía, hasta que se dio cuenta que estaba escrita en latín. Al momento supo de quién pertenecía, y después de media hora de intentar encontrarle un significado descubrió que era una invitación, junto con una dirección. Sonrió, y dudo antes de animarse a ir.

Ahora mismo se sentía nerviosa, cruzó la puerta del último piso, y salió a la terraza, mirando atentamente a su alrededor, aunque no había mucha luz. Miro sus manos, estaban sudando, y ella estaba ansiosa, ¿cómo fue qué acepto venir?

Sintió el aire frío rosar su piel, erizándola al instante.

Ni siquiera puso atención si había alguien en la recepción, solo entro por la puerta principal, se dirigió a uno de los lados, presiono el ascensor y ahora estaba allí.

Distinguió la figura del chico, sentado en una banca cerca de donde terminaba el perímetro, se acercó más.

Si bien no era una de esas invitaciones en las que hay una mesa alumbrada con velas, y comida para dos, con música romántica, y rosas rojas; a Tess no le importo, nada de eso le importaba, no le gustaba ese tipo de cursis detalles.

—¿Necesitas ayuda? —pregunto ella, detrás de él, Tyler sonrió.

—Si, ¿podrías darme un golpe?

—¿Un golpe? —Ella frunció las cejas.

—No, mejor no, temo que tengas más fuerza de la que pueda soportar. —Ella sonrió, de todas las posibles respuestas dijo algo que realmente no se le hubiese pasado por la cabeza.

—¿Esta es tu manera de conquistarme? —pregunto, sentándose a su lado.

Desde allí se podía apreciar toda la ciudad, que empezaba a iluminarse por las luces artificiales. Pudo sentir como aquel lugar era igual o quizá mucho mejor, que <su lugar>.

—No, aún no empiezo. —Esta vez Tyler fue el que sonrió.

<< ¿De verdad había dicho eso? ¡Qué idiota! >>, pensó el chico, lamentándose.

—Fue original. —Ella se refería a la nota en latín.

Y en efecto lo era, bueno no es cómo si ella recibiese invitaciones a diario, en realidad los chicos se reían de ella con cada oportunidad, incluso en los baños de mujeres se encontraban infinitos insultos con su nombre.

Y todo gracias a las estúpidas niñas ricas que, desde el primer instante en que la vieron, la mandaron a la zona de los marginados junto con un montón de rumores de cuan "zorra" era.

—¿Tienes hambre? —Él le extendió una bolsa de comida rápida, al notar que la pequeña sonrisa se había extinguido.

—¿Una hamburguesa? —dijo ella elevando las cejas, y desenvolviéndola del papel de McDonald's.

—Apuesto a que es tu comida rápida favorita —Ella le dio una mordida.

¡Le encantaban las hamburguesas!

Ambos chicos comenzaron a comer, platicando acerca de su día, en definitiva, era demasiado sencillo hablar con el otro, se entendían bastante.

Pronto, la risa de ambos inundó el ambiente tan silencioso, era la primera vez desde hace mucho tiempo en que ambos reían a carcajadas, pero ¿cómo eso había sido posible?

Ninguno de los dos tenía idea, sin embargo, no importaba nada más ellos dos, envueltos en una burbuja que nada ni nadie podía romper.

—¿Por qué me invitaste a mí? —preguntó de pronto Tess, pues Tyler tenía a muchas chicas detrás de él, o eso le había comentado Ney, e incluso ella misma lo había visto en ocasiones, aunque a todas ellas las rechazaba.

¿Por qué la había invitado? ¿Cómo decirlo? Había pasado tanto desde la última vez que salió con una chica; ni si quiera supo bien cómo se atrevió a dejarle la nota. Suspiro profundamente.

—Quiero conocerte —dijo finalmente, y era cierto, desde la primera vez que vio aquellos ojos lo supo.

—Todo el mundo cree conocerme. —Se levanto acercándose a la orilla.

—No saben nada, no realmente. —Saco un cigarrillo, y le ofreció uno a Tess —. Así que... —Encendió en cigarrillo —. ¿Cuál es tu historia?

Ella encendió en suyo, le dio una calada a su cigarrillo, sonrió un poco, y recordó que ella igual podía hacer preguntas.

—¿Y sí me cuentas la tuya? No hay nada importante de la mía.

—Ojos lindos, será mejor que sea secreto por secreto, ¿no crees? —dijo él, con más seguridad.

—Ya quisieras. —Tess soltó un suspiro —. Creo que es mejor que me vaya. —Él la miro atentamente, sus ojos estaban un poco enrojecidos, como si hubiese llorado.

No podía dejarla ir. No tan fácil. De nuevo se hizo presente el silencio entre ambos. El móvil de Tyler comenzó a sonar.

—No te vayas aún —le dijo atendiendo la llamada de su amigo, Brenton.

Tess aguardo mientras el chico tomaba la llamada. No podía hablarle aún de sus demonios, no estaba lista.

La brisa de la noche la golpeó de pronto en la cara, se acercó de nuevo al perímetro, observando atentamente la distancia hasta el suelo, y las personas que caminaban sobre el.

—Te llevo a casa. —La voz de él, la trajo de nuevo, solo que esta vez tenía un tono preocupado.

Tess solo asintió y lo siguió abajo. Podía sentir que algo malo había ocurrido.

Cuando llegó a la oficina de policía sintió una terrible irritación. Pues allí era donde su amigo estaba, arrestado. Preguntando a la oficial por él, y la fianza a pagar, espero 15 minutos.

—Gracias Ty —dijo el castaño, colocando su brazo alrededor de Tyler, mientras ambos salían del lugar.

La mandíbula del chico se tensó, no comprendía cómo Brenton se había vuelto involucrado en esto, sonaba tan idiota.

—¿De verdad te sacaste la polla en un lugar público? —soltó una vez que estaban dentro del auto.

—Ese tipo me reto, dijo que su polla era más grande que la mía, y debía mostrarle que no era así. —Sonrió triunfante.

—Pues la mía es más grande que la tuya y no me la ando sacando para que la vean.

—Porque no quieres. Con ella conseguirías los números de las chicas a las que te quieras follar. —Tyler encendió el auto —. Yo conseguí el de tres, antes de que llegaran a arrestarme. —Saco los papelitos con los números y nombre de las chicas.

—Eh chicos. —La voz de Tess, hizo que Brenton se sobre saltará —. Sé que es super importante el tema de las pollas para ustedes, pero créanme no quiero detalles.

Brenton miro a la chica, su cabello era oscuro como la noche, su piel tan blanca, su sonrisa malévola, oh y sus hermosos ojos. ¿Quién era aquella chica?

—Brenton, ella es Tess. —Los presento Tyler —. Tess él es el idiota...

—De la polla grande. —Le sonrió. La chica sonrió falsamente, rodó los ojos, y guardo silencio.

—Espero no te moleste la música.

Brenton colocó el estero, y la música a volumen alto, aún quedaba mucha noche por disfrutar, o eso creía.

—Da vuelta a la derecha. —Tyler frunció el ceño —. Solo una llamada y tenemos para toda la noche. La traes, ¿no?

—Debo ir a dejar a Tess a casa. —El chico se encogió de hombros.

—Por mí no hay problema —dijo ella —. Puedes dejarme aquí, solo tomo un taxi y listo.

—No, no, no. Tú vienes con nosotros. —Brenton estaba emocionado.

—No quiero interrumpir su noche con chicas a las que vayan a tirarse. —La amargura y el reproche en su voz fue notorio, al menos para Tyler.

¿Eso es lo que quería de ella? ¿Igual que Derek? Todo lo había sentido diferente con él, y ahora no estaba segura.

— Vamos. Te dejare para ti solita a Tyler. Prometo que ninguna chica se le acercara a más de 50 centímetros. —Oh no, Brenton igual lo había notado.


Hola hermosuras <3 Si, chicos ustedes tambien son hermosos <3  (Si es que hay chicos leyendo esto) <3 

¿Tess celosa? ¿O enfada por pensar que Tyler igual la utilizaría? ¿Qué opinan?

Díganme lo que piensan, nunca comentan nada :c 

Los amo <3 


Editado.


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