Capitulo Diez.
Pasando sus dedos a través del espeso cabello castaño, Liam observó con adoración las tranquilas facciones del dormido joven recostado en su pecho. Tenía los ojos hinchados y rojizos gracias al llanto, el cual no se había detenido en todo el camino desde la calle a la oficina de Liam solo desapareciendo gradualmente cuando comenzó a dormirse.
A Liam se le había oprimido el corazón al verlo tan malditamente aterrorizado. El joven desafiante que había conocido en la tienda había desaparecido completamente, convirtiéndose en un tembloroso y pálido pequeño aterrado. No le gustaba eso, para nada. Su hijo tenía una gran veta desafiante, lo había sabido con solo con un vistazo a esos increíbles ojos ámbar, y Liam quería que él se mantuviese de esa manera.
Nee crecería para convertirse en un hombre fuerte y determinado, lo sabia.
Pero ahora, sosteniéndolo cerca, se permitió tratarlo como el niño que aun era, el pequeño que aun necesitaba la comodidad de la protección de su padre para estar bien. La mano aferrada a su chaqueta, aun cuando el joven estaba profundamente dormido, solo confirmaba su decisión.Liam agradecía que Nee no lo estuviese apartando, porque luego de lo que había sucedido, él necesitaba esta cercanía. Había tenido suerte, jodidamente mucha suerte de haber estado en la calle en ese momento y haber visto a Nee. De no haber salido un poco antes para almorzar con su primo, no habría podido estar allí cuando su hijo lo necesitaba.
Había estado tan malditamente asustado cuando lo vio caer al pavimento, justo en la trayectoria de ese auto. Las oficinas Payne estaba localizadas en el centro de la ciudad, era una zona que se movía tan rápido que muy pocas personas se fijaban por donde iban en su apuro por llegar a algún lugar. Liam era un hombre bastante grande, era difícil que alguien pudiese tirarlo de darle un empujón, pero Nee... siendo pequeño para su edad, fue fácil de tumbar.
¡No se suponía que los niños se pasearan por allí solos!
¿Dónde diablos estaba Zayn? ¿Por qué su hijo había estado caminando solo por allí? ¿Por qué Nee estaba en esa zona en primer lugar?
Alcanzando su teléfono, preparado para soltarle una diatriba a Zayn por haber permitido que su hijo vagara solo, se detuvo al percatarse de que no tenía el número del moreno. Maldición, tendría que guardarse sus palabras hasta que llevara a Nee devuelta a su casa.
Arrojando el aparato al sofá a su lado, dejó escapar un pequeño suspiro antes de volver a mirar a Nee. Podían tratarlo de baboso, pero simplemente no podía dejar de mirarlo. Le parecía algo fascinante el saber que Zayn y él habían creado una vida, un ser que se acomodaba en sus brazos con confianza, que respiraba y pensaba, que vivía y existía gracias a ellos. Una parte de él mismo.
Era increib-
—¡Liam Bastardo Payne! —una irritante voz traspasó la madera de la puerta desde el exterior antes de que esta explotara abierta y su primo entrara—. ¿Por qué jodidos me dejaste plant-
—Shhhh —el siseo junto con la mirada asesina silenció al escandaloso castaño al instante. Las pestañas de Nee comenzaron a aletear, las ambarinas orbes amenazando con aparecer. Liam bajó la voz a una suave y dulce cuando habló—. Vuelve a dormir, fierecilla, todo esta bien. Descansa.
—¿Cuándo comenzaste con la pedofilia?
Liam rodó los ojos ante el susurro de su primo, manteniendo la voz baja también—. No digas estupideces, ¿quieres?
—Me gustaría estar diciéndolas, pero debes admitir que eso es lo que parece.
—Louis. —advirtió.
—¿Qué quieres que piense? —subió las manos en señal de paz—. Tienes a un adolescente sentado prácticamente en tu regazo, ¿Qué otra cosa debo pensar a parte de que te conseguiste un nuevo novio?
—No es mi novio, imbécil, es mi hijo.
Eso logró la reacción que esperaba, cuando su primo se quedó congelado en su lugar, mirándolo en shock—. Perdón, creo haberte escuchado mal, ¿Qué dijiste?
—Dije, que este hermoso joven sobre mi regazo, es mi hijo.
Las cejas del ojiazul subieron, arqueándose—. ¿Has perdido la cabeza? ¿Desde cuando tienes un hijo?
—En realidad, tengo dos. Mellizos. —sonrió con tristeza, volviendo a mirar a un dormido Nee—. Y al parecer, me convertí en padre hace doce años.
—Liam, tu... —frunció el ceño—. ¿Hablas enserio?
—Totalmente.
—Pero, ¿cómo? ¿quién?
Liam sonrió cuando Nee frunció la nariz en sus sueños, aún cuando su respiración se mantuvo superficial, delatando que seguía durmiendo. Con toda la delicadeza que logró, se puso de pie y dejó al joven sobre el sofá, acomodando su cabeza sobre uno de los cojines. Él ni se quejó cuando Liam puso un beso en su cabello, asegurándose de que estaba cómodo.
Volteándose, ignoró completamente la mirada curiosa de Louis y en su lugar le hizo un gesto hacia la puerta—. Vamos, hablemos fuera —pidió en un susurro.
Saliendo de la oficina de Liam, este se recostó en la pared a un lado de la puerta, indicándole que iban a quedarse allí, lejos de donde su secretaria podría escucharlos y cerca de donde su hijo descansaba.
—Así que... —Louis titubeó—. ¿Tienes hijos?
—Dos —sonrió—. Yannick y Nilo.
Louis lo miró desorientado—. ¿Qué demonios, Liam? ¿Cómo sucedió esto?
—Zayn.
Esa simple palabra drenó la sangre del rostro de Louis, dejándolo pálido como un fantasma. —¿Zayn? —repitió—. ¿Hablas de el "pequeño Zayn"?
Liam asintió—. Lo supe hace solo unos días.
—Pero... pero, ¿cómo? —cuando le dedicó una mirada de obviedad, Louis bufó—. Sé cómo, lo que no entiendo es como pudiste ser tan malditamente descuidado.
—Tenía diecisiete, Louis, no pensaba en las consecuencias de mis acciones. En realidad, no pensaba ni siquiera en mis acciones, solamente actuaba y esperaba a que todo estallara.
—Si, y Zayn tenía dieciséis jodidos años, Liam, deberías haberlo protegido.
—¿Acaso no escuchaste la parte donde admito que era un imbécil egocéntrico en ese entonces?
—No pongas esa frase en pasado, porque no estoy seguro de que hayas cambiado en algo.
—Cambié.
—Si, de cuenta bancaria.
Liam frunció el ceño—. ¿Qué sucede contigo? ¿por qué me atacas?
—Dejaste a un joven de dieciséis años criando mellizos, ¿Qué quieres? ¿Qué te dé un premio?
—Yo no lo sabía, jamás lo hubiese dejado de haber conocido la situación.
—¿Realmente?
Estrechó los ojos—. ¿Qué insinúas, Louis?
—Estuve allí, primo, no intentes mentirme a mi —pidió—. ¿Habrías regresado de Estados Unidos de saberlo?
—¡Por supuesto!, ¿por qué no habría de hacerlo?
Los ojos celestes lo examinaron con cuidado—. Bueno, después de todo solo salías con Zayn para fastidiar a tus padres.
—Eso no es...
—No intentes negarlo, porque fuiste tu mismo quién me lo dijo. Solo salías con él porque sabías que tus padres no aprobaban su relación y amabas hacer sus vidas difíciles, ¡fue por eso mismo que te enviaron a estudiar a América!
—Si no hubiese querido a Zayn, no le habría pedido que saliera conmigo —se defendió.
—¿Lo querías? —bufó—. Si lo hubieses querido, no te habrías desligado de él con tal facilidad cuando te marchaste. Acéptalo, Liam, tu no querías a nadie en ese momento.
—Estas siendo un imbécil en este momento.
—Estoy siendo realista, porque realmente me fastidia esta situación y que estés haciéndote el ignorante de tus actos.
—Acepto lo que fui.
—No lo haces —negó—. Fuiste un hijo de perra con Zayn hace doce años, y ni siquiera quiero saber lo que sucedió cuando se reencontraron, porque estoy seguro de que le reclamaste por no habértelo dicho.
—¡Son mis hijos, merecía saber de su existencia!
—No, Liam, no lo merecías.
—¿Que?
—En este momento, felicito a Zayn por no habértelo dicho. De haber sido él, jamás habría dejado que lo supieras.
—¡Son mis hijos, Louis! —repitió, porque no estaba seguro de que el otro lo hubiese escuchado—. Merecía estar allí en cada paso de su vida y Zayn me quitó esa oportunidad al no habérmelo dicho.
—De habértelo dicho, les habría quitado la oportunidad de disfrutar a esos niños a ambos.
—¿Qué quieres decir?
Louis cruzó los brazos sobre su pecho, a la defensiva—. De haberlo sabido tú, te habrías asustado tan malditamente tanto, que seguro hubieses salido corriendo a decírselo a tus padres. Y ellos siempre solucionan todo por ti, ¿no es así?
—Louis...
—¿Vas a negarme que tus padres no habrían obligado a Zayn a hacerse un aborto? —exigió—. ¿Vas a decir que te habrías enfrentado a ellos y lo habrías impedido?
—¡Por supuesto!
—¡Liam, deja de mentirte a ti mismo, por el amor de dios! —gruñó—. Habrías dejado que ellos tomaran la decisión por ti.
—Yo...
—Deja de engañarte, porque no puedes simplemente presentarte en la vida de esos niños y actuar como su amoroso padre sin aceptar que hace doce años hubieses dejado que tus padres se deshicieran de ellos. —le dedicó una mirada decepcionada—. No fuiste su padre durante doce años, no porque Zayn no te lo hubiese dicho, sino porque no habrías sido capaz de defenderlos de todas maneras.
—¿Qué quieres que te diga? —preguntó, totalmente tocado por la verdad detrás de las palabras de su primo—. ¿Acaso quieres que acepte que de saber que ellos existían hace doce años habría dejado que mis padres los asesinen? Si, Louis, seguramente lo habría hecho, ¿contento? Pero ahora-
Se cortó con el sonido lastimoso de un sollozo a su izquierda, el pequeño rostro destrozado de Nee se veía a través de la rendija abierta de la puerta. Grandes lágrimas humedecían sus mejillas, el dolor y la tristeza grabados en cada parte de sus hermosos ojos.
—Nee, fierecilla... —empezó.
—No nos querías —susurró, su voz rota antes de que la misma subiera a un grito—. ¡No nos quieres!
La puerta se abrió de par en par y el joven salió corriendo, haciendo un camino directo hacia los ascensores. Liam corrió detrás de él, deteniéndose cuando las puertas metálicas se abrieron y un obviamente alterado Zayn emergió del mismo. Nee se arrojó a sus brazos en cuanto lo vio, hundiéndose en el cuerpo del moreno con una familiaridad que el mismo Liam quería compartir con sus hijos.
Acercándose con pasos lentos, se le rompió un poco el corazón al escuchar los sollozos del pequeño mezclados con los susurros de Zayn—. No vuelvas a irte así, amor, me asustaste muchísimo.
—L-lo siento.
Zayn se puso a la altura de Nee, limpiando las lágrimas con sus pulgares—. ¿Qué sucede, Nee? ¿por qué te fuiste así?
Una sacudida fuerte de cabeza—. Quiero ir a casa, vámonos, papi.
—Nee —Liam intentó tocar el brazo del joven, solo para que este se apartara con brusquedad, hundiéndose más en la comodidad del abrazo del moreno.
Zayn le envió una mirada furiosa—. ¿Qué le hiciste?
—Nada, yo... yo...
—¡Papi, vámonos a casa! —Nee sollozó con un poco más de fuerza.
Con una gran dulzura, Zayn acarició el cabello del más pequeño, susurrándole algo muy bajo en su oído, algo que sonó como "te amo", logrando que el llanto calmara un poco.
Volviendo a ver a Liam, susurró—. Esta no es la manera de entrar en sus vidas, Payne.
Con las pequeñas manos aferradas a la ropa del moreno, Liam los vio a los dos marcharse sin poder hacer nada. Estando Nee tan alterado, ninguno de los dos lo escucharía de intentar detenerlos, lo mejor era esperar e intentarlo más tarde.
—¿Estas contento? —susurró hacia Louis cuando este se detuvo a su lado.
El ojiazul lo miró—. No quería que esto sucediera, Liam, se supone que tu oficina es insonorizada.
—Lo es cuando la puerta esta cerrada.
—No me di cuenta de que estuviese abierta. —suspiró—. Estaba enojado, no debí haberte obligado a tener esta conversación tan cerca del pequeño, lo siento.
—Lograste que jodiera la pequeña conexión que había logrado crear con mi hijo, realmente espero que lo sientas, Louis.
—Empieza a poner las culpas donde van, Liam, porque que yo recuerde, fuiste tú quien metió la pata hace doce años, no yo.
—Mis hijos no son un error.
—Entonces explícale eso a ellos cuando vayas a buscarlos, pero no te permitas ni por un momento creer que Zayn tiene la culpa por no decirte, no la tiene. Y por lo que vi, al menos este pequeño, es muy cercano a él, así que vas a necesitarlo si quieres tener una verdadera relación paternal con ellos.
Liam vio la coherencia en sus palabras, pero eso no le impidió gruñirle antes de voltearse y comenzar a caminar hacia su oficina. Debía pedir el perdón de su hijo, el jodidamente no perdería a sus mellizos por algo que hubiese hecho hace más de una docena de años atrás.
Y aunque podría haberlo aceptado, no estaba seguro de que lo que hubiese hecho si se hubiese visto obligado a tomar la decisión, pero de lo que si estaba seguro era de que Louis se equivocaba en una cosa.
Él había amado a Zayn, pero había sido un cobarde y había huido de sus sentimientos. El paso de los años le permitía ver la verdad de lo que sentía y no tomaría ese camino nuevamente. Lucharía por lo que quería... y quería a sus hijos y a su pequeño Zayn.
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