U N I C O

Todo inicio una tarde de invierno, la temperatura no pasaba de los -10 grados y la nieve caía sin reparo por la ciudad de Seúl, Corea del sur. Las calles se encontraban solitarias bañadas en blanco, las personas se recluyen en sus casas donde el aire acondicionado les arropaba, pero un niño de ocho años sin tener aún conocimiento sobre esto, temblaba balanceando su propio cuerpo sentado tras un arbusto emblanquecido, tenía en sus manos un colgante dorado del que acariciaba la cadena entre sus dedos con la intención de calmarse. El frío como a cualquier ser humano comenzaba a calar en su cuerpo, tenía los labios morados y su piel blanca estaba aún más pálida de lo habitual, claras señales de una próxima hipotermia.
No tuvo cuidado de agarrar más que un abrigo para salir de casa y correr lo más lejos que podía, y dentro de su inteligencia decidió que pararía a descansar en el parque, no se encontraban niños que pudieran alterar su descanso y estaría lejos de los gritos de sus padres.

— ¡Hey! ¿Tu estas bien? — Un niño se acercaba, observó algo moviéndose cerca de un arbusto y creía que podía ser algún animal enfermo, pero pudo encontrar a alguien que suponía era de su misma edad escondido ahí. — Deberías estar con tu madre, puedes perderte con algún extraño, el frío anunció que era peligroso salir de casa hoy, yo me encuentro aquí porque mi madre me está cuidando ahí. — Apuntó hacía una banca vacía a unos metros de ellos, solo que no no había nadie ahí, ya que el pequeño Chanyeol se refería el espíritu de su madre recién fallecida

El observar a alguien de su edad cerca le puso aún más intranquilo, causando que el llanto aumentara temblando en busca de que este se alejara y no le hiciera daño con su presencia.

— Tranquilo, debes tener mucho frío pero no debes llorar, por eso siempre debes salir con un adulto cerca, ten. — Retiró la bufanda que cubría su cuello para con cuidado confortar al otro con ella, sabía que la necesitaba más que él en esos minutos. – ¡Soy Chanyeol! Y te acompañare con tu familia, mamá siempre me enseñó que las personas se deben cuidarse entre sí, ella me dijo que lo haría conmigo desde el cielo.

Extendió su mano hacia el otro esperando que le indicara donde se encontraba su hogar, le acompañaría para que no tuviera la oportunidad de perderse. Su madre desde muy pequeño se aseguró de que siempre aprendiera que debía ayudar a todo quien que se encontrará indefenso, era una cualidad que su familia paterna no tenía, ya que al venir de una familia recta y acomodada solo importaba el bienestar de cada uno, el resto, solo servía para estorbar en el mundo, eso decía su padre.
El que yacía con una bufanda roja en su cuello no entendía nada, ¿Por qué un desconocido se le acercó para charlar? "¿Por qué está cuidándome si no sabe quién soy?", preguntas así surgían en su mente pero la calma comenzaba a volver, ese niño había logrado captar su atención a tal punto que sus movimientos cesaron y tomo su mano de inmediato, asegurándose que las mangas de su ropa cubrieran estas, no confiaba en tocar a un desconocido. Jamás había tenido alguien de su edad a su lado, por lo que la curiosidad solo le llevó a irse con él a su hogar.
Le guio hasta el camino a casa en silencio, mientras que el otro hablaba de todas las cosas divertidas que hacía con su madre, él esperaba corresponder eso pero la suya solo se encargaba de discutir con su padre. Había huido de casa por esa razón, su madre discutía con su padre porque había tenido una crisis al no querer comer del pollo frito que esta había hecho, y los gritos se escuchaban por toda la residencia, en silencio se quedó en una esquina, después de todo fue su culpa el inicio de su discusión, pero hubo una palabra de ella que logró agitar su corazón "¿Por qué no es normal?", no supo qué fue lo que sentía con eso pero tuvo que irse, el sentimiento causado no era bueno, y no deseaba seguir sintiéndolo.

— ¿Cómo te llamas? — preguntó el parlanchín niño mientras tocaba el timbre de la casa que le indicaba su nuevo amigo, ahí les abrió la familia desesperada por no encontrar a su segundo hijo. — Buenas tardes señor, señora y... — Observó un chico un poco más mayor que ellos pensando en que podría ser. — Joven...encontré un amigo en el parque y me indico el camino a su hogar, estaba muy asustado así que le regale mi bufanda.

Aquel joven que relucía en su rostro rastros de lágrimas corrió para tomar al silencioso niño en sus brazos, besando sus mejillas, actuó incluso más rápido que los padres de la familia que seguían en su lugar mirando al pequeño héroe que trajo a su hijo de vuelta a casa.

— Baekhyun, yo Baekhyun. — Habló ante la sorpresa de todos, era la primera palabra que decía, solía estar en silencio desde los dos años donde dejó de balbucear.

Baekhyun padecía de autismo, gracias a la inteligencia que tenía logró posicionarse en una rama de este denominada ASPERGER, solo faltaba que soltara las palabras para estar lo más cerca de un niño de su edad, pero en sus ocho años no había dicho nada, solo balbuceos de pequeño, y la manera de comunicarse era mediante pictogramas, imágenes sobre diferentes cosas que deseaba hacer o de necesidades que tenía en el minuto, solo los apuntaba y la familia entendía que algo quería.

— ¡Baekhyun! Seamos amigos de ahora en adelante, vivo... - Apuntó hacia la calle de enfrente. – Cuatro casitas hacia allá.
El nombrado seguía mirándolo con curiosidad, el único amigo que tenía era su hermano mayor Junmyeon y el amigo de este que solía pasar los fines de semana en su casa, Oh Sehun, o creía que eran amigos, en su mente aún estaba confuso lo que significaban los besos en la boca entre dos personas, esperaba que si ese niño se convertía su amigo no tuviera que tener esa cercanía, odia el contacto personal.

— Pequeño, tus padres deben estar preocupados, está solo por aquí. —Dijo la madre esperando su respuesta, en el fondo de su alma esperaba que su hijo pudiera ser como él.

— Están en el funeral de mamá, pero ella me llevó al parque para que no estuviera observando eso, dijo que era algo malo, y que realmente ella me cuidaría para toda la vida.

Llevaron al pequeño a su hogar descubriendo la veracidad de sus palabras, el padre de este recluido en el llanto no pudo notar que su hijo llevaba horas fuera de casa y agradece que lo hayan traído de vuelta, este no soportaría perder a dos seres que amaba la misma noche.

Chanyeol había conocido un nuevo amigo en su pequeña escapada y su madre al oído le dijo "Jamás abandones a ese pequeño, él te hará reír las veces que yo faltare.", si, la mujer deseaba dejar a su hijo en buenas manos y tenía el buen presentimiento de que ese niño sería el pilar de este para toda la vida.
Desde ese minuto ambos se volvieron inseparables, Chanyeol solía ir a la casa de Baekhyun, este no salía mucho ya que los nuevos entornos y el ruido de niños provocaba que su cuerpo se pusiera nervioso, sintiendo la necesidad de salir corriendo sin rumbo a donde la contaminación sonora no afectará sus oídos. Así que en una de esas tantas visitas ambos estaban en la habitación dibujando en sus cuadernos.

— Sabes dibujar muy bonito Baekhyun, quiero que me dibujes a mí, podré pegarlo en mi pared como decoración.

— Pegarlo...arruina pared.

— No digas eso, tu hermano Junmyeon tiene muchos dibujos en su pared ¡yo quiero tener uno tuyo también!

— ¿Eso? — Apuntó el cuaderno de su amigo donde estaban dos niños tomados de la mano en el parque. —Somos nosotros Baek, algún día iremos juntos y no soltaré tu mano para que puedas divertirte en tranquilidad.

— Quiero ir...con tú.

Se miraron unos segundos antes de que el pequeño dueño de la casa fuera corriendo con su madre, le quería demostrar que podía ser un niño común yendo al parque con su amigo sin preocuparse.

— Mamá...parque Chanyeol y yo.

— Baekhyun tu sabes que vas al parque y te pones nervioso, no estoy para ir a pasar vergüenzas otra vez por tus tontas ocurrencias.

Agacho su cabeza para retirarse de ahí, creyó que estaría emocionada de que tuviera la idea propia de salir de casa por unos minutos, pero no había sido así, solo le ignoró como solía hacerlo. Volvió a su habitación jugando con el colgante de siempre en sus manos, por culpa de él Chanyeol tampoco saldría a divertirse.

— Mamá no salir...

— Tranquilo Baek, debe estar preocupada de que te sientas mal...podemos ir otro día, tenemos toda la vida.

— ¿Dónde quieren ir? — Ambos pequeños miraron al padre Byun quien esperaba una respuesta de ellos. — Óiganme ¿que planean niños revoltosos?

— Baekhyun me dijo que deseaba ir al parque conmigo, pero su madre le dijo que no quería acompañarnos, entonces le estoy explicando que algún día nosotros podremos...

— Yo los llevare, si Baek se siente seguro no perdemos nada con intentarlo.
Emocionado Chanyeol se levantó para dar saltos y salir corriendo de la habitación, mientras que el otro con cuidado caminaba en dirección a la salida.

Llegaron con rapidez al parque y los gritos de los niños se escuchaban bastante fuerte.

— ¿Seguro Baek? podemos regresar a casa y seguir jugando desde allá.

— Aquí quiero...

— Sostén mi mano, vamos a correr por el parque. — Inseguro tomó la mano de este cubriéndose antes con su guante para guardar prudencia. — ¡El primer día en el parque con mi mejor amigo!

Y fue divertido, la mano de Chanyeol ayudó que los gritos se disiparan y se concentraran en los juegos, no tenía la necesidad de pensar en sentir niños cerca ni el desear sentarse con las manos en sus oídos para calmar los gritos.
Luego de unos minutos tuvieron que sentarse para tomar un respiro, pero el simple contacto de su piel blanquecina contra el césped provocó que el niño se sintiera incómodo, sus manos temblaban mientras que su amigo parecía estar más divertido observando unas hormigas pasear cerca de él.

— Chanyeol... — Los sonidos comenzaban a agudizarse en sus oídos y sentía la necesidad ahogada de correr. - Irme...

— ¿Tan pronto Baek? estaba pensando que podríamos hacer un castillo de...¡amigo!¿qué pasa? — Este tomó con rapidez su mano, al parecer no había traído aquel instrumento colgante que calmaba su estado.

Chanyeol siempre tuvo la misma pregunta, ¿Por qué Baekhyun era tan sensible?¿Por qué era diferente a los otros niños?, pero a pesar de su duda no podía separarse de él, porque deseaba esforzarse para verle una sonrisa y que se divierta con cosas que al parecer nunca había conocido o tenido de cerca.

— ¿Quieres conocer a mi hurón?

— ¿Qué? — Miró a su amigo sin entender, los nervios se habían retirado pero ahora tenía una duda en la cabeza ¿que era un hurón? - ¿Si?

— Esperemos a papá Byun, seguro que pronto llegará con los helados.

Así fue como terminaron en la casa de Chanyeol, el padre de este estuvo sorprendido de verle temprano en casa pero les recibió con alegría para que pudieran divertirse con la mascota de su hijo, la cual había encontrado para el regalo del último cumpleaños de Chanyeol.

— ¿Eso se mueve? — Asustado dio un paso atrás mientras el animalito corría por toda la habitación. — ¿Gato?

— No Baek, él es un hurón, algo parecido a un gato pero no es igual...puedes tocarlo.

Tener autismo no era algo fácil para la familia, pero es mucho más complicado para quien porta esta condición que le hace diferente en algunos aspectos al resto. Siendo un niño Baekhyun se había cerrado a todo tipo de experiencias por la vergüenza de su madre, pero ahí junto a Chanyeol su camino había sido iluminado, no importaba cuánto tardará en ser lo más similar a un niño neurotípico, sabía que su amigo estaría al lado, incitándolo a vivir una vida divertida.

•••

Nuevo año, nuevos comienzos, habían pasado cuatro años desde que Baekhyun había dado su primer pasito el cual era comenzar a hablar, gracias a esto y a sus grandes mejoras los terapeutas decidieron que era minuto de ingresar a una escuela junto a más niños, quienes al parecer le ayudarían a acostumbrarse a la civilización con más facilidad.

— Baek, yo tengo que estar en el otro gimnasio por mi aula, pero yo vendré en tu ayuda si algo malo sucede, no dudes de eso, solo aprieta el celular y llámame. —Nervioso, Junmyeon le indicaba todo a su hermano menor para su primer día de clases en un sitio escolar, anteriormente solo tuvo clases en casa pero ahora debía inmiscuirse al mundo real y vivir sus propias experiencias, eso era lo que más miedo le causaba, verlo crecer sin él a su lado donde tantas personas serían capaces de hacerle daño.

— Hyung, dijiste que no se dañan a las personas...lindas. — Habló entrecortado mientras observaba la escuela, tartamudeaba de vez en cuando en una especie de tic para poder escuchar bien su voz antes de decir algo. – Y siempre dices que soy lindo, no ocurrirá.
Se acomodó su cabello que caía lacio sobre su frente, había estado por horas arreglándose hasta que quedara perfecto como lo deseaba. Camino en dirección a su aula dejando atrás a su hermano quien miraba entre lágrimas cómo se alejaba de él a descubrir un nuevo entorno, creía que se perdería entre tantas aulas pero no sabía que Baekhyun estuvo tres meses practicando con Chanyeol todo un mapa creado por él para que entendiera las instalaciones de la escuela, así que llego pronto al sitio parándose junto al pizarrón esperando a su amigo, le había contado que los nuevos debían saludar desde al frente, por lo que pensó que debía esperar todo ese tiempo parado a la profesora.

— ¿Qué te pasa?, puedes tomar asiento donde tú quieras, raro.

Una niña le hablo, le observó con miedo por unos segundos, el colgante en su mano ya estaba apretado con todas sus fuerzas, nunca había hablado con una mujer y eso le demostraba una cosa, tenía un real miedo hacia ellas, al igual que a los ruidos que se agudizaron en sus tímpanos con bastante rapidez. Las risas, las pulseras sonando y consolas portátiles encendidas, eran mucho para una persona autista, si muchas veces a una persona neurotípica suelen afectarle sonidos juntos a la vez, para alguien que padece de este trastorno puede ser considerado una explosión.

— ¡¿Pueden callarse?! — Gritó, dejando a todos paralizados por el actuar extraño de su nuevo compañero. — Por favor apaga esa consola, no está permitido traer ese tipo de aparatos a la escuela, según el reglamento pueden hurtarla o servir de distracción para el objetivo de la enseñanza, t-tu deja de mover tu pulsera, puedes romperla en algún momento y eso causaría que todos esos detalles bonitos en ella caigan al piso y habría mucho más ruido, y las risas...pueden ser bajitas, no deben reír como si fuera la última vez que lo harán, no creo que vayan a m-morir tan pronto.

— ¿Baek? —  Escuchó a Chanyeol tras él, girándose para mirarle con una sonrisa mientras este le respondía con otra, agradecía que llegará pronto para apoyarlo con todo ese grupo de niños sin conciencia de las reglas escolares. — Amigos, él es Byun Baekhyun...se pone nervioso con ciertos ruidos así que agradecería que hagan lo que les pide, ustedes saben que en este aula debemos de ayudarnos entre todos.

Todos parecían extrañados por el niño nuevo pero decidieron no prestarle importancia y volver a lo suyo. Chanyeol tomó la mano de Baek y le ayudó a tomar asiento en uno de los pupitres que tenía a su lado, tuvo que mandar a su amigo de la escuela a otro, él no era tan importante en su corazón.
Creyó que su primer día había sido culminado con éxito, pero mientras comía de su bocadillo de chocolate y observaba a Chanyeol jugando con una pelota, un chico de prominentes mejillas se le acercó apuntándole con el dedo.

— Apuntar con el dedo...es mala e-educación. — Tartamudeó mientras desviaba su mirada, no soportaba ciertos contactos visuales, más bien sólo toleraba el de las personas en quien confiaba, dentro de ellos no estaba un desconocido como él.

— Eres raro, traje a mis amigos a que observaran al nuevo chico deforme de mi salón, pareces un niñato deforme que no puede oír ruidos, ¿tienes algún problema?, deja de apretar ese objeto viejo.

Agacho su mirada, no tenía a Chanyeol cerca para defenderlo y en ese minuto sintió como dolía algo en su corazón, jamás había entendido ciertas emociones pero podía asegurarse que era tristeza, las palabras de ese niño habían sido muy hirientes para él, podía darse cuenta que Junmyeon tenía mucha razón, habían personas malas escurridas por el mundo, comprobándolo por tres meses completos donde el no paraba de molestarlo apenas Chanyeol le dejaba solo, por alguna razón en particular, como si tuviera miedo de él.

Estaban en música, esa era la asignatura que menos soportaba a pesar de que la profesora ajustara el método para que no todos ocuparan los instrumentos a la vez y así prevenir que estuviera tenso por tanto ruido junto. Reglas que Lu Han, el chico que le molestaba, no parecía comprender ya que él y su grupo de amigos tocaban los instrumentos cerca de sus oídos para así incomodarlo.

— Basta... — Comenzó a acariciar la cadena en sus manos, estaba incómodo.

— ¡Basta!

Baekhyun molestó agarró uno de sus lápices para lanzárselo a la cara, ya estaba cansado de sus molestias, no soportaría por más tiempo el daño que le estaba causando. Explotó pronto en llanto tapando sus oídos para no escuchar más ruido, para no saber nada de la gente, se sentía culpable por hacerle daño pero también no entendía porque estaría mal...solo era defensa propia. Estaba entrando en una crisis de la cual solo le pudo rescatar Chanyeol, quién llegó para tomar su mano e intentar calmarlo.

— Baek, amigo aquí estoy, recuerda que no debes ponerte así, tú mismo me dijiste que eras un niño grande para eso. — Era a prueba de tontos el adivinar qué había pasado y quien era el culpable del llanto de su amigo, Baekhyun entre temblores no pudo guardar la sorpresa de ver al otro golpeando la mejilla del chico que le molestaba, al parecer ya entendía por qué le guardaban tanto respeto.

Luego de eso tomó sus manos con cuidado y lo sacó de ahí, mientras la profesora auxiliaba a Lu Han que estaba con su nariz sangrando por el golpe prominente, pero a Chanyeol no podía importarle menos, se quedó con él esperando a que sus tutores llegarán para retirarlo de la escuela.

•••

— Oh Sehun, no puedo creer que me hicieras lo mismo otra vez ¡Te dije que si no traías el material te echaría del grupo!

— ¡No seas tan malo conmigo!, no echarías a tu propio novio de la exposición a último minuto...¿verdad?

— Eres un... — Suspiró, no podía negarle sus palabras incluso cuando no era cierto lo que él decía.

— Profesor, necesitamos la ayuda de Junmyeon con su hermano menor, tuvo un...

El chico se levantó de inmediato corriendo en dirección al inspector que estaba en la puerta, suponía que Baekhyun había tenido una crisis, la primera desde que ingresó a la escuela, ya a esas alturas creyó que no debía preocuparse, estaba equivocado.

— No puedes ir hasta que termines tu exposición, si te retiras antes reprobaras por ausencia.

Se giró hacia el profesor, estaba tan molesto que solo se limitó a mirar a su grupo de trabajo, ellos solo levantaron los hombros, ellos ya tenían las mejores notas no habría malas consecuencias e inclusive podían quejarse luego con el director, el único que temía por su nota era Sehun, quien la necesitaba para no reprobar toda la asignatura, quien no dudó en hacer el mismo gesto, pero sabía cuán importante era su hermanito.

— Bien, repruébeme, mi hermano es más importante que sus tontos experimentos biológicos. — Cerró la puerta de un portazo y corrió con rapidez hasta el otro extremo de la escuela. — ¡Baekhyun! Dios mío qué pasó... ¿estás bien?¿Por qué te noto de lo mejor?

— Lo estoy, Chanyeol me salvó, no necesité de tu ayuda hyung.

Frunció el ceño, agradeció el gesto pero no podía negar lo celoso que le ponía eso, le había cambiado por el flacucho ese de su amigo.

— Gracias por cuidar a mi hermanito...¿qué fue lo que paso?

— Unos de nuestros compañeros estaban molestando a Baek, se sintió intranquilo por ese motivo, ya sabes cómo es de sensible con muchos ruidos juntos.

— Chanyeol golpeo a ese i-idiota en la nariz ¡quedó sangrando!

Sorprendido observó el rostro de su hermano, no era común verlo de esa manera al culminar una crisis, sus ojos estaban iluminados y tenía una sonrisa que le arrebataba un suspiró a cualquiera, todo gracias a su amigo.

— Bueno, al parecer no debí suspender una nota por ti, estabas bien cuidado.

— Te lo dije, Chanyeol me cuidara.

— Chanyeol debo hablar contigo un minuto, ven conmigo.

Junmyeon se sinceró con el pre adolescente y le contó la verdad detrás de las crisis de su hermano, su madre les tenía prohibido contárselo al resto, tanto era su problema con el tema que fue su padre quien tuvo que hablar en la escuela para que tuvieran un trato especial con Baekhyun en caso de alguna crisis. Recuerda muy bien cuando le contó a Sehun años atrás, este al ser tan parlanchín soltó algo en la cena y la mujer no podía esconder de su rostro la vergüenza, terminó castigado por dos semanas, pero no se disculpó, después de todo ella era la ilusa con avergonzarse de su hijo menor.

Le explicó al menor que su hermano padecía de asperger, una de las ramas del autismo que databan de las menos dificultosas comparadas con otras, esta era la razón de sus crisis y por lo que no había entrado a una escuela. Chanyeol pudo entender todo, no tenía conocimiento sobre lo que tenía su amigo pero se encargaría de investigarlo, no le dejaría solo.

— Te prometo que cuidare de Baek toda la vida...lo haré Junmyeon, tu puedes estar tranquilo.

•••

Al principio no notaba como comenzaba a sobre proteger a Baekhyun de todo el mundo, había leído mucho pero en ningún minuto pensó en la reacción que podía tener el chico ante eso, ya que no le dejaba solo en ningún minuto, tanto que ya siquiera jugaba con sus amigos al balón para estar con él.

— ¿Qué te pasa Chanyeol?

— No me pasa nada, ¿te pasa algo a ti?¿te sientes mal?¿quieres que vayamos a la enfermería? tal vez ahí haya menos ruido y llamamos a tus padres para...

— No estás bien, actúas extraño desde hace un mes completo y no me gusta que seas así.

— ¿Así como?

— No me dejas ni respirar tranquilo, no es como si fuera a tener un ataque asmático de repente, ¿qué te dijo Jun?
Se quedó callado por unos minutos, había leído que a muchos chicos con autismo no les gustaba que los categorizaran como tal, por lo que no sabía cómo decirle por qué le estaba protegiendo.

— Por qué me gustas mucho. — Soltó de repente mordiendo sus labios, no era algo que fuera mentira, pero sabía que no podía decirle aún, no tenía mucho conocimiento de sentimientos.

— Eh...¿gustar? A mí también me gustas mucho Chanyeol.

— ¿D-de verdad?

— Claro, así como me gusta mi hermano Jun.

Con el corazón medio partido desvió su mirada avergonzado, obtuvo un rechazó pero por lo menos no tuvo que contar la verdad de su sobre protección.

— Pero se bien que no es eso, sabes que tengo Asperger ¿no es así?

— ¿Cómo lo supiste?

— Era bastante obvio, con el simple hecho de decirme que es normal tener miedo a los ruidos me dejas en claro todo, no es normal que una persona neurotípica tenga poca tolerancia a eso.

— Tienes una buena forma de saber todo...

— Chanyeol. — Paró de caminar y se quedó mirándolo con detención. — Que tenga autismo no quiere decir que sea un minusválido o que no pueda caminar, yo he podido salir adelante...no como algunos niños que tienen un autismo más severo, me gustaría que no me trataras como una bolita de cristal, eres mi mejor amigo, pero si te pones idiota no me importa quedarme solo.

Le sorprendió la actitud de Baekhyun más aún cuando le dio un beso y salió corriendo, si, un beso en los labios, había tenido mucho más contacto del que suponía debía o le gustaba tener. Movió sus manos viéndolo irse por el pasillo, le dio un beso ¿Qué significaba eso?
Baekhyun era toda una sorpresa.

•••               

Caminaba por el pasillo en solitario, el miedo estaba instalado en su pecho cuando solo faltaban unos segundos para el inicio de la etapa más importante en su vida, la universidad. Hubo un tiempo donde era algo tan lejano, un simple sueño que se mantendría así, sin hacerlo realidad, pero se había esforzado por dar lo mejor de sí mismo y llegar a la cima que tanto deseaba alcanzar, yendo a su primer día siendo un estudiante de medicina.
Su celular vibraba en el bolsillo, estaba impaciente por llegar pero aún quedaban dos horas para el inicio de la jornada, el solo quería llegar temprano y no causar una mala impresión. Tomó el celular en sus manos para contestar con una ligera sonrisa en sus labios.

— ¿Diga?

— ¿Cómo está el novio más bonito de la historia?

— Chanyeol, no puedo ser el novio más bonito de la historia ya te lo he dicho, existimos los seres humanos hace más de mil millones de años, es improbable que no haya alguien genéticamente alguien más guapo. — Girando sus ojos se detuvo para tomar asiento en unas bancas que estaban fuera del salón. — ¿Qué quieres?

— Bueno...puede que me hayas dicho que no, pero quería darte buena suerte antes de entrar a tu primera clase.

— Le dije que no a Junmyeon, suele ser hostigante y no quería que me avergonzara en mi primer día como adulto. — Sus mejillas se ruborizan, solo hace tres años que eran novios oficiales y había experimentado muchas sensaciones nuevas a su lado.

Una de ellas fue el sentimiento de perder a alguien, esa persona era Chanyeol, databan de solo quince años y las hormonas estaban por las nubes de todos en la escuela, no era de extrañar que el alto consiguiera pareja antes que Baekhyun, y esté al ver cómo se alejaba cada vez más de él comenzó a sentirse extraño, no quería perderlo pero tampoco sabía cómo recuperarlo. Tenía en cuenta que él mismo era el culpable, luego de ese beso de pequeños lo único que hizo fue ignorar algún tema amoroso con él y se dedicó a experimentar o más bien dejarse hacer por otras personas, solía soportar un beso pero ya no más, y siempre supo que algo era extraño ahí, porque cuando pensaba en besar a Chanyeol, le entrenan las ganas con su corazón latiendo a mil por hora. No fue hasta que necesito su ayuda que pudieron conversar, perdido en la nieve en un paseo escolar, no sabe de dónde sacó sus palabras pero lo hizo, expresó todo lo que sentía.
"Chanyeol, sé muy bien que quizás me comporté como un cobarde, pero estaba sumido en el miedo de perderte, eres esa persona que me ayudó a salir adelante, que fue mi pilar en todo mi proceso y por quien estoy aquí ahora. No fue muy bueno de mi parte repetir la historia y terminar en la nieve otra vez necesitando de ti, pero...ahora que si puedo hablarte, que tengo las palabras que he practicado incansables veces frente al espejo...te puedo decir que te amo, eres ese amor que siempre sale en las películas que odiábamos de pequeños, pero que de alguna forma...siempre deseé tener, espero que de alguna manera todo lo que te estoy diciendo sirva para algo, si no, no sé qué haré ya que no había pensado en un plan B, debí de pensar en uno, tal vez si lo pienso ahora podría yo-"

Culminado con un beso bajo los copos de nieve que caían adornando sus cabellos descubrió el verdadero significado de amar, ese amor romántico, esa persona con la que planeas tu vida, con la que decides hacer un hueco en tu camino para tener un plan de viaje juntos, porque le amas y no planeas separarte de él ni un minuto.

Fue el inicio de su noviazgo de tres años, que no dudaban que se enfrentarían a muchos más problemas por delante pero se mantendrán firmes, mirando hacia el frente tomados de las manos enfrentando cada obstáculo que se les ponga delante.

— ¿No vienes a abrazar a tu novio? — La única persona que le aceptaba todo el contacto físico que quería, era Chanyeol.

Corrió a sus brazos para enredarse en estos de inmediato, miró sus ojos, lo amaba, este le había aceptado sin prejuicios a pesar de saber de su condición, y eso lo agradece, porque tratar con él no era lo más fácil del mundo.
— Deberíamos ya ir pensando en los planes de tener un bebé...

— Punto uno Chanyeol, somos muy jóvenes para criar a un niño con llantos histéricos, punto dos...no estamos casados todavía para eso y punto tres pero el más importante, soy un hombre, no puedo fecundar un bebé en mi vientre.

— Pero...¡podemos hacer el proceso sin bebé!

— ¡PARK CHANYEOL!

El ser autista no te impide encontrar la felicidad, con esfuerzo y constancia de parte de todos se puede llegar a ser grande, poder valerse por sí mismo para dejar de necesitar ayuda de otros, todo es posible en esta vida, no te rindas sin antes haberlo intentado. Chanyeol fue ese sol después de la tormenta que agarró su mano y le prometió en una mirada un hermoso "para siempre".

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