VII: Estrategia de rescate.

Todos los que estaban presentes esperaron, a que su ira bajará levemente...que sus lágrimas cesen, mientras que el noble solamente observaba y se preocupaba por la pequeña chica durazno, no tenía idea que pasaba con ella...si fuera por aquel capitán y por el albino ya hubieran partido pero no olvidaba del as que tiene bajo la manga aquel infeliz, el poder que poco a poco se expandia por toda su alma...

-Toshiro...por favor...
-No...dejame.
-Vamos hombre.

Lo levanto del suelo pasando uno de sus brazos por sus hombros para que se apoye en él, aquel pelinaranja lo miraba con preocupación, cuando llegue el momento de verle la cara a esa persona...sabía perfectamente que ninguno de los presentes sería capaz de detenerlo, aquellas lágrimas habían expresado cada una de sus emociones y ahora sólo estaba dispuesto a todo, lo entendía mucho más de lo que pensaba...de pronto miro a Rukia de reojo y una leve sonrisa se formó en sus labios, eso no pasó desapercibido por el capitán que estaba siendo ayudado por él.
Todos se reunieron alrededor de la mesa, involucrando en esto al capitán Kuchiki, necesitaban información que les pudiera ser útil y cualquier cosa podría ayudarles...se miraban, cada uno con sentimientos encontrados o simplemente sacando a la luz todo lo que necesitaban sentir. Necesitaban estar serenos y pensar con la cabeza fría, de algo estaban seguros y eso era de que iban a sacar a Hinamori de las garras de ese hombre pase lo que pase.
Urahara como siempre rompió el silencio haciendo un comentario relacionado con el asunto, su inteligencia los podría ayudar a batallar y sus métodos podría llevarlos a la victoria, sacó de un cajón un plano de la ciudad de Karakura para que el noble señalé en que parte se encontraba el paradero de la muchacha a lo que él indicó, que estaba afueras de la ciudad, buscando con la mirada pudo divisar un gran bosque en el plano en donde exactamente apuntó bajo la atenta mirada del sombrerero, que hizo una leve sonrisa y así coloco el plano en su sitio adecuado.
A continuación los guió a todos a un cuarto alejado de la tienda, uno que ni siquiera Ichigo tuvo el honor de visitar. Sólo llevo ahí al noble, al capitán del décimo escuadrón...a Ichigo y por último al capitán Ukitake.

-Lo que verán a continuación es un posible simulacro del lugar en donde nuestro capitán Kuchiki supuso que está Hinamori-chan, esto es para saber la ubicación exacta, cada uno de ustedes serán los guías...sí, ustedes atacaran por grupos pequeños, y necesitamos crear puntos de ubicación.

Al terminar de explicar esto, cada uno asintió con la cabeza, en el ambiente se podía notar la seriedad que conllevaba esta misión, así es como él sombrerero se sintió un tanto aliviado de confiar en cada uno, con más seguridad abrió la puerta haciéndose notar la pequeña brisa congelada que pasaba en la piel de los presentes. Al notar esto, cierto albino se sintió maravillado o más bien perdido ya que la nieve era su ser y eso apreciaba verdaderamente...tal vez se sentía con más ventaja que el resto de sus compañeros pero no debía permitir estar confiandose demasiado. Al entrar todos notaron como el espacio se hacía cada vez más grande, dándole referencia al tamaño del lugar real...incluso dando un tiempo exacto, estaban sorprendidos por el nuevo invento de aquel dueño de la tienda, algunos lo demostraron otros simplemente callaron para esperar el próximo movimiento. Empezaron a caminar con cierto nerviosismo ya que parecía tan real que podría ser que pronto un enemigo aparecería en cualquier momento pero Urahara se detuvo de repente señalando a un cierto punto.

-En ese lugar del bosque hay un punto ciego, ¿qué quiere decir esto?. Se los explicaré con calma, hay partes de este bosque que por supuesto fue explorado por mi...y analizado con anterioridad, tiene una cierta ventaja en nosotros. Sin importar en que parte de este bosque estés, se puede sentir cualquier tipo de reaitsu sin límite de distancia y saber que nivel tiene, si es parte del Gotei 13 o simplemente es un hollow. Pero como toda "cámara" de reaitsu, tiene puntos ciegos...somos en total 5 guías, y podemos contar con 5 puntos ciegos...en forma de pentagrama y supongo que este sin dudar alguna es un punto ciego, y el que estará a cargo de este puesto será usted-. Señalando con su abanico cerrado. -Así que se queda aquí a analizar su alrededor.
-¿Por qué yo?-. Frunció el ceño al saber que sería la persona más alejada al momento del ataque.
-Se que usted es racional pero cuando se trata de la teniente Hinamori-chan, pierde la cabeza con cierta facilidad y eso no puedo permitirlo al momento de la batalla.

Se quedó callado al saber que aquel hombre tenía razón y sólo pudo argumentar un..."como quieran", para luego permitirles el paso al siguiente punto ciego, pero en parte estaba bien necesitaba pensar mejor las cosas con la cabeza fría pero era un tanto imposible ya que se le venía a la mente aquellas palabras que habían detonado en él una bomba de tiempo que amenazaba con estallar en cualquier momento, necesitaba verla pero al mismo tiempo sabía perfectamente que eso le haría mal aún así no podía evitarlo, le podía más el corazón que su propia cabeza y eso maldecia, siempre le pasaba lo mismo, le hacía pensar que sus errores eran en base a eso pero no quería tampoco creerlo...sonrio para si mismo, esa chica lo es todo, por eso necesitaba rescatarla cuanto antes.
En el siguiente punto ciego, Urahara indicó un par de recomendaciones: una de ellas era que debían tener cuidado con el reaitsu ya que recientemente solían abrirse gargantas del hueco mundo en ese punto y la segunda recomendación fue más para el guía, que no se esforzara más de lo debido, perfectamente conocía a cada uno de esa sala y sabía bien que el albino con cabello largo y mirada paterna tenía ese hábito de actuar para la protección de quien consideraba su familia, sin mencionar el capitán del décimo escuadrón que lo trataba como un hijo, y la situación era un tanto delicada, así que tomó una decisión firme...los más involucrados emocionalmente debían estar más alejados en la batalla ya que está era una estrategia de grupo y por turno, ya que ese shinigami llamado Isai era un peligro para el mundo de los vivos y no sólo eso, también para el sereitei así que debía estar mejor preparado. Su investigación en aquel mes, le llevo a descubrimientos grandes por lo que estaba enterado de la maldición de Hinamori y aún estaba tratando de encontrar un método para retrasar el proceso o sacarlo de raíz, a pesar de su alto conocimiento debía admitir que le estaba costando mucho trabajo, en ese momento una cosa pasó por su mente: "si hacía grupo con Kurotsuchi las cosas serían mas sencillas".
Inmediatamente deshecho la idea, porque aquel científico se negaría a trabajar una vez más con él porque se consideraba aún inferior y esa rivalidad lo llevaba con orgullo desde que lo sacó del lugar en donde estaba así que mejor dejaba las cosas hasta ahí mientras analizaban el lugar.
Ichigo avanzaba mirando todo a su alrededor pero justamente algo le llamó la atención, no supo si había sido su imaginación pero escucho unos gritos provenir adelante de ellos, su cuerpo actuó solo en ese instante...dejando atrás a los últimos dos que faltaban ubicarse junto con él, uso shumpo para ganar velocidad, y así fue como llegó hasta una mansión un tanto llamativa ya que estaba rodeado de árboles y la nieve mayormente se concentraba ahí pero eso no venía al caso, quería averiguar que pasaba en aquel lugar por las posibilidades que existían de que la pequeña este ahí eran mayores pero una mano en su hombro le impidió avanzar, cuando sus ojos marrones se concentraron en los de su contrario pudo notar claramente que tan fríos se habían vueltos...sin mencionar el escalofrío que le causó ver a Byakuya detrás del mismo, observandole con un deje de dolor...la ira se notaba en esos ojos...

-Kurosaki-san...no vea.
-Kurosaki, te aseguro que perderás toda razón, lo que está ahí adentro ni siquiera es humano.

Comprendió al instante, ellos no querían ver lo que había porque ya lo sabían, era la tortura que estaba recibiendo la pequeña por haber ayudado escapar al noble, este último, sintiéndose bastante impotente e incluso se sentía furioso pero necesitaba hacer su mayor esfuerzo para calmarse...no quería echar a perder el plan que armarian.
Urahara ante la situación, se dedicó a señalar el tercer punto ciego, este le perteneceria al capitán del sexto escuadrón porque también intuyó el cariño que le había tomado a la niña, y aparte de los preparativos para la batalla que tal vez sea la última, debía prepararlos mentalmente para que vayan imaginando lo peor. Ese infeliz dejaría a Hinamori en malas condiciones, lo entendía perfectamente aunque él también debía en parte hacerlo.
Indicando el punto ciego dejo parado al Kuchiki que miraba de manera fría a su alrededor, y así fue como siguieron su camino hasta encontrar los últimos dos, cerca del otro poniéndose de acuerdo entre Urahara y Ichigo para emplear una estrategia de ataque cercano.

Terminando con todas las señales, era el momento de volver cuando todos por un segundo, retumbo en aquel bosque un grito desgarrador llevando a los cinco guías a pensar en lo peor, Toshiro quiso acercarse así que decidió dejar su puesto pero antes que pudiera dar un sólo paso, Ichigo lo tomó en brazos para llevarlo lejos de aquella habitación con simulacro en tiempo y forma real dejándolo desconcertado, pero el pelinaranja  estuvo bien en reaccionar así ya que Urahara, Byakuya y él se encontraron con esa escena que los dejo helados a los tres.
Con sólo recordarlo, sabía que Toshiro no soportaría ver tal situación así que mejor era prevenir que lamentar así que no se arrepintió de su sabía decisión.

-Lo siento mucho Toshiro...
-¿Qué haces?...Kurosaki, por favor necesito saber si esta ahí...

Lo miro suplicante, pero sólo encontró una mirada llena de dolor y furia, comprendía que no podía ver a una mujer sufrir, el pelinaranja como siempre tenía esa promesa de proteger a las mujeres pero ahora no podía hacer nada, debían esperar a que llegue el alba para poder atacar cuando las cosas estén más apaciguadas pero el albino simplemente no quería quedarse con la curiosidad así que se soltó de los brazos de Ichigo y se paró frente a él para exigirle una respuesta...no hacía falta las palabras para ver el estado del capitán, estaba temeroso, nadie entendería en realidad como lo destrozó haber reconocido esa voz que pedía ayuda, era ella pero quería verlo con sus propios ojos para ganar más odio de lo que ya tenía...ese miserable debía pagar todo lo que estaba sucediendole a su mejor amiga, a aquella que amaba hasta tal punto de desobedecer al sistema porque eso había hecho con anterioridad, la autoridad máxima pidió especialmente que Urahara Kisuke no se involucrara en este asunto pero él fue y le pidió ayuda porque sabía que no se la iba a negar. Necesitaba saber la versión de su amigo, si eso pensó, que es su amigo ahora y como tal pedía honestidad y confianza porque eso era lo menos que había recibido los últimos tiempos.

-Lo que está pasando es horrible-. Ichigo temblaba, sus ojos empezaban a acumular lágrimas,   que un chico tan duro como él se encuentre en ese estado, le dió a entender al albino que no iba a ser fácil lo que vendría...una batalla pero aún más importante, el rescate de la persona que más le importaba.

Tomó a Hyorimaru en sus manos y lo miró con una frialdad casi impropia en él.

—Te prometo que me controlare...hasta el amanecer...

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