V: La nieve y tu soledad (segunda parte)

~Actualidad~

Dí el permiso para que pudieran pasar, estaba mirando los papeles de manera disimulada para escuchar las barbaridades de Matsumoto, pero lo extraño es que no decía nada así que cuando siento que ya estaba o estaban al frente mío mejor dicho, empecé la vista sorprendiendome.

-Kurosaki...Kuchiki ¿Qué hacen aquí?.
-Tenemos noticias que tal vez le interesarían...

Miro a los dos, tienen una mirada decaida nose si diría que estan preocupados pero de pronto Kurosaki me extendió dos objetos que reconocí inmediatamente.
El primer objeto era aquellos pétalos de Cerezo congelados que Hinamori sostenía ese día que la encontré y su moño que ahora traía con ella siempre como cambio de look, trataba de no mostrar ninguna emoción así que mire a Matsumoto y su reacción fue llevarse la mano a su boca temiendo lo peor, eso no me ayudaba en nada.
Me levanté de repente agarrando el cuello del traje de Kurosaki y lo acerqué hasta mi, necesitaba respuestas ¡y las necesitaba ya!.

-Ella...desapareció.

Mire a Kuchiki, afirmaba esa respuesta pero al mismo tiempo yo lo veía, ellos me estaban ocultando algo más...no era tan tonto como para no darme cuenta de eso.

-¿Qué me están ocultando?.
-Toshiro...no...
-¡D-dime!.
-Taichou por favor...calmese...

Solté a Kurosaki, lo vi vacilar por un momento. ¿Cómo era posible? Yo siempre sentía el reaitsu de ella, estaba donde estaba siempre podría seguirle y ahora me dicen que está desaparecida...
Trate de calmarme pero lo único que pude hacer es tomar a Hyorimaru conmigo para salir de mi oficina, no quería que me vieran en un estado así...ya estaba empezando a respirar agitado, no me entraba el aire de la preocupación que sentía y más porque aquellos dos no querían contarme todo lo que había pasado pero no podía obligarlos...
Así que empecé a caminar a la salida de mi oficina.

-Kuchiki Byakuya también desapareció...

Sí alguien como él está desaparecido...

-Hinamori no...

Salí corriendo, tenía que encontrarla pase lo que pase, escuche a Kurosaki gritarme algo que no le preste atención pero en fin, aún no había procesado la información recién dada y se que es raro que yo reaccione de forma precipitada pero tenía que hacer algo, no podía darme el lujo de perderla, empecé a pasar por todos los escuadrones preguntando por ella. Abarai, Hisagi y Kira me siguieron al enterarse tal noticia. Lo que se me hizo extraño era que Unohana no estaba en su respectivo escuadrón y para alguien como ella debía ser un asunto de suma importancia, tal vez ya sabían lo de Hinamori y me daba igual mientras que el capitán general no de órdenes como "no la busquen más", porque sino ahí me tendrían que acusar de cadena perpetua, es una de las cosas que verdaderamente no obedeceria desde ningún ángulo.
Los cuatro estábamos corriendo, saliendo del Gotei 13 empezando a recorrer toda la sociedad de almas por separado.

Cuando llegue al distrito donde nosotros nos conocimos y vivimos por largo tiempo con la esperanza de encontrarla, me lleve con una gran sorpresa...justo debajo de aquel Cerezo donde la encontré por primera vez se encontraba el capitán Ukitake. Fruncí el ceño, primero porque si ya sabía la desaparición de nuestra teniente ¿cómo sabía por donde empezar?, sentía que había algo extraño en todo esto y lo iba a averiguar cueste lo que cueste.

-¿Qué hace aquí ukitake-taichou?.

Lo vi dar un pequeño salto del susto, y se giró a verme pero en vez de sorprenderse, me sonrio. No Ukitake-taichou...no es el momento para que me mires de esa forma, solamente la necesito a ella a salvo.
Pose mi mano sobre aquel Cerezo, y cerré los ojos disimulando una tranquilidad que en estos momentos no poseía, trataba de buscarla a través de su reaitsu...pero lo único que pude ver...nose como describirlo realmente pero mi cuerpo se encontraba tembloroso, si estaba sintiendo en carne propia lo que tal vez ella sentía en estos instantes. Me estaba comportando como un egoísta, pero las personas que están a mi alrededor tampoco estaban siendo del todo honestas conmigo.
Nadie era más honesto o honesta que ella, a pesar de que tan dura era la realidad, ella demostraba lo que sentía, miraba las cosas desde una perspectiva realista pero siempre positiva o incluso actuaba como le parecía correcto. Su sonrisa iluminaba cada parte de mi y ahora...parecía tan lejana que no podía evitar preguntarme ¿es uno de los momentos en los que yo estaba solo?...abrí la palmade mi mano encontrandome con el moño de cabello de Hinamori, tenía miedo, miedo por ella...quería saber donde estaba y si estaba a salvo, quería verla ahí sonriendo aunque no fuese para mi...me daría tanto gusto ver como su aire cálido roza mi cabello, la piel de mi rostro...¿por qué me siento así?.
Se supone que yo no siento tantas cosas al mismo tiempo, pero mi mente se encuentra en caos y está vez mi corazón no tiene respuesta.

-Lo siento...la teniente Hinamori, está desaparecida por mi causa.

Me giré sobre mis tobillos, para mirar al hombre que se encontraba con la cabeza cabizbaja, con su mirada llena de culpabilidad y sus manos apretadas fuertemente en forma de puño. Yo no entendía porqué me pedía disculpas pero me estaba pasando lo mismo como cuando Hinamori quería llorar por cosas del pasado, sentía que no debía preguntar.
Yo no quería que la desesperación llegará a un extremo incontrolable, lo que menos necesito ahora que esto suceda y empiece a hacer cosas descabelladas, caminando hacia aquel hombre canoso sólo di un suspiro...uno de aquellos que estaba cargado de preocupación...lo pensé una, dos, tres...hasta cuatro veces antes de hacer algo indebido pero lo encontraba como algo razonable.
Sonreí levemente, aparte de Hinamori, él era una de las pocas personas que me sacaban una sonrisa...
Lo abrace, y fue un poco gracioso, ya que le llegaba hasta un poco más arriba de la cintura, me imagino su expresión en este mismo instante, la sorpresa...pero se que me sentía refugiado al mismo tiempo, sentía como si fuera un padre para mi y lo que más me aliviaba es saber que tengo a alguien a mi lado, que me acompaña, aunque no era del todo efectivo. Urgentemente tenía que encontrarla sin importar lo que pasará...mire a Ukitake, él entendía que yo estaba yendo enserio...

-Suerte Hitsugaya-kun...-. Acarició mi cabello, como si fuera un niño pequeño, en cierta forma no me esperaba lo que seguía.-Sigue tu corazón, y no tengas miedo a equivocarte...las personas tienden a rendirse cuando ven que todo les sale al revés, pero se que la amas lo suficiente para no hacer tal cosa.
-Sí, la amo...

Deshice el abrazo, porque necesitaba un momento para poder seguir mi búsqueda...pero me detuve para mirar una vez más aquel bonito moño, recordando esa gran sonrisa.
Mi corazón estaba latiendo de una forma que parecía agonizar, lejos de ella...yo no era él mismo amargado de siempre o más bien...no sentía felicidad porque ella hace que sienta esto y mucho más, mil veces el amor me puso a prueba...pero la elegí a ella, siempre a ella...

-Gracias...otto-san (papá)

Empecé a caminar, dejando atrás a un gran hombre...que cuidó de mi cada momento y aún lo sigue haciendo, se que es extraño que yo diga cosas así pero era lo que mi corazón me dictaba...se que esas palabras no han sido en vano.
Me reuní con Kira y los otros, sin noticias de Hinamori, a lo que sólo pude agachar la cabeza y ordenar que la búsqueda se realice al otro día muy temprano, a lo que cedieron con un enorme placer para poder encontrarla.
Al ver que todos se marchaban a sus respectivos puestos, sólo pude detener a uno, llamándolo de una manera formal para poder aunque sea sacarme aquella duda que me carcomia por dentro, y se que no podía seguir avanzando con esa persona sino se aclaraba todo aquí y ahora....

-¿Amas a Hinamori?.
-Capitán...yo...
-Teniente Kira...necesito honestidad para seguir con eso.

Mis ojos se centraron en los de aquel rubio...esa mirada avellana se empezó a iluminar gracias a aquellos sentimientos que están desde quien sabe cuando, pero esa llama ardiente de vida tenía la culpa, por brillar tanto...por quemar en cada uno de los hombres del Gotei 13.

-Sí...-. Se rasco la nuca con cierto nerviosismo pero lo entendía, a mi también en cierto punto me costó admitir lo que sentía por ella pero al fin en cuestas era inútil ocultarlo o negarlo si alguien lo sabía.-Pero capitán, se muy bien lo que siente por ella y no pienso interferir, a esa batalla la perdí desde el momento que ella encontró su verdad.

Se dió la vuelta y empezó a caminar dejándome atrás y con las dudas, ¿qué habrá querido decir con esas palabras?...ya no quería pensar más aquel día y tal vez porque había sido un día bastante largo y con muchas aclaraciones. Me sentía aliviado en cierta forma porque Kira había sido honesto conmigo pero ¿a quién iba a engañar en esos momentos? Me sentía celoso, por no ser como él, recuerdo las veces que Hinamori salía con él...y se armó de valor para confensarle sus sentimientos, y aunque fue rechazado en cierta forma, fue lo suficientemente fuerte para seguir amandola en silencio pero...Kira, no pierdas las esperanzas, estoy seguro que una chica te amara como te lo mereces realmente y admiro tu valentía con Hinamori, esa dulce flor de fuego para muchos es la más dulce y querida de todo el sereitei...realmente es así y también es la persona que alivia mi soledad, ahora sin ella, tengo mucho miedo.

Me encamine hacia aquel árbol de Cerezo una vez más, y me senté en aquellas raíces mientras recordaba la primera vez que la encontré y muchas cosas más...cada vez que me sonreía, que me decía Shiro-chan...sus gestos de niña, su gran desempeño y determinación...a pesar de lo que pasó con Aizen, ella seguía siendo fuerte, sin contar aquellas noches de insomnio y lágrimas que provocó ese infeliz en ella pero fortaleció sus habilidades y me mostraba esa sonrisa siempre...para no preocuparme.
Sin darme cuenta, empecé a cerrar los ojos, tendiendome en aquellas raíces y entre mis manos tenía su hermoso accesorio para el cabello...sonreí amargamente.
Juro que te voy a encontrar...
-------------------------------------------------
No sabía exactamente donde me encontraba pero quería averiguarlo, recorría aquel bosque con cierta desconfianza, la noche estaba presente entre medio de todos estos árboles aún así sentía que no tenía el tiempo suficiente para quedarme a explorar todo. Toque alrededor de mi cintura y efectivamente estaba Hyorimaru conmigo, ya podía avanzar con total seguridad, sin temor a estar desarmado.
Caminaba, sin parar, hacía donde el instinto me llamaba hasta que en un momento mire mi mano derecha y me sorprendí al ver que un extraño hilo estaba atado a mi meñique...mis pensamientos y corazón dijeron al mismo tiempo "siguelo". Así comencé a marchar donde el hilo me indicaba, hasta que pare al frente de una casa, que por cierto era muy bonita pero me atreví a adentrarme dentro de esta para ver a donde termina este hilo tan curioso...lo vi casi terminando en una habitación, así que me arme el valor para entrar y abrí mis ojos de la sorpresa que me encontré.
Estaba demasiado bella para ser la portadora de la otra punta del hilo, pero ahí estaba ella...¿Qué significaba esto?.

-¿Shiro-chan?...
-Sí momo...soy yo...

Se dió la vuelta, su sembrante no era el mismo de siempre...sus ojos los tenía más oscuros y sus labios carmesí, ahora sólo eran oscuros...me miró con un aire de arrepentimiento y me extendió los brazos como siempre, sus lágrimas brotaban delicadamente sobre sus mejillas, era perfectamente triste verla así y ¿Por qué perfecta? Es que mis ojos siempre la miraron como si fuera la más hermosa del mundo sin importar que tan mala sea su situación...su cabello llevaba un nuevo adorno, era de color blanco, colgaba una flor delicada en su cabello...la recorrí con atención su cuerpo vestía un kimono muy bonito y de color blanco, moldeaba bien su frágil cuerpo pero no entendía...la tradición de aquí es...

-Me voy a casar...Shiro-chan...

Un nudo se formó en mi garganta, ¿cómo? Me encontraba desconcertado y sin encontrar explicación aquella frase que escapó de sus labios pintados de negro...no...simplemente no era cierto, es una broma de mal gusto, cerré fuertemente mis ojos para abrazarla como si ella se me fuera a ir, sin resignarme a dejarla ir...sus manos se aferraron a mi espalda apretando mi ropa, me sonroje levemente al sentir sus labios besar mi cuello...pero sus lágrimas también tocaban mi piel, si ella se estaba por casar, una cosa era segura...no era por voluntad propia.

-N-no puede ser...
-Debes irte...Shiro-chan...ahora.
-No, Hinamori no te dejaré sola.
-Por favor, vete.
-Entonces...¿Por qué te aferras más a mi?.

Sus manos bajaron por mi espalda, dejando una suave caricia, una que sólo aquellas cálidas manos podrían dejar...dandome una sensación agradable y al mismo tiempo me pesaba el corazón, no quería soltarla...hasta que de improvisto, sentí como mi corazón se detuvo en ese preciso momento que sentí sus labios sobre los míos, abrí mis ojos sonrojandome más, ella me estaba transmitiendo todos sus temores con aquel beso pero no debía...aún así mis manos tomaron ambas mejillas y siguieron aquel beso, todo iba bien hasta que de pronto...
Hinamori me soltó susurrando algunas palabras que no llegue a escuchar por alguna razón, y se posó frente mío recibiendo un ataque de espada...un tajo desde el hombro hasta su delicada cintura, sus ojos tornaron un color más oscuro y empezó a caer en mis brazos quedando completamente inmóvil.
Empecé a temblar, y a sacudirla con un poco de brusquedad, llamando su nombre una y otra vez...aprete mis dientes con fuerza...y alce la vista para ver al desgraciado que hizo tal cosa pero lamentablemente tal cosa no fue posible porque solamente su rostro estaba tapado por una sombra y no me permitía ver excepto aquella sonrisa maniática...su traje blanco estaba manchado de rojo, de la sangre de mi amada...

-Si no eres mía, no eres de nadie ¿entiendes momo?.
-¡Bastardo! ¿Quién te dió ese derecho?.
-¿Por qué no miras el cuerpo de tu querida Hinamori?...

Baje la cabeza y empecé a temblar, un gran charco de sangre invadió el lugar en donde estábamos nosotros dos, no era posible que algo así pase, no al contrario no debía pasar...sacudia su cuerpo pero no había caso, ella estaba dejando de existir y eso pasó...murió para protegerme...
Abrace su cuerpo sin importar que pueda mancharme, sólo la quería a mi lado y ahora...

-No Hinamori...

Algo dentro de mi se rompió, y al ver nuestras manos, aquel hilo seguía uniéndonos, no sabía exactamente que significaba pero seguía ahí...mis lágrimas empezaron a bajar mojando su suave rostro...esto no podía estar pasando.
La llame repetidas veces pero sólo me entraba la desesperación y amenazaba con estallar...todo se estaba volviendo oscuro y el cuerpo de ella se estaba esfumando entre mis brazos...
No...
---------------
Me levanté de repente, con mis brazos en forma de cuna...con lágrimas en los ojos, ¿había sido una pesadilla?...se sentía tan real, el miedo que pase en ese sueño parecía que me quería llevar la existencia. Acaso...¿significaba algo?...sacudí mi cabeza para no tener que pensar en eso, y prendi camino para encontrarme con Kira y los demás.
No me iba a dar por vencido tan fácil, tenía la mirada gacha hasta que llegue al lugar...me sorprendí al ver a Kurosaki, Kuchiki y Ukitake junto a los demás, sin embargo al llegar me sorprendí más por sus palabras.

-Perdonanos Toshiro...
-Nosotros pudimos haber evitado tal cosa.
-Capitán Hitsugaya, nosotros presenciamos el momento cuando se llevaron a la teniente...
-Y no pudimos hacer nada.

Mire los ojos de Kurosaki, aquellos ojos claros que expresaban impotencia y culpabilidad...se muy bien que clase de persona es así que simplemente callé, solamente porque respeto los deseos de mi pequeña, porque la conozco lo suficiente como para saber que se preocupa más por lo demás que por ella misma así que en parte no me sorprende que se haya dejado llevar pero quería saber quien...quien se atrevería hacer tal cosa...

-¿Quién...se la llevó?...
-Un shinigami que hace tiempo huye de la ley.

Levanté el rostro hacia Ukitake, sabía muy bien que yo no exigía eso...pero como antes sentía, ahora también, me están ocultando algo bastante importante pero nose porqué lo hacen tal vez me ven la cara pero me resigne, para empezar la búsqueda de Hinamori porque no sólo era ella, también el capitán Kuchiki había desaparecido así que tendríamos que solucionar dos casos en el sereitei.
Así fue como nos pusimos en marcha...
------------------
Dos semanas, dos semanas habían pasado y aún no damos con el paradero de Hinamori, golpee el escritorio de mi oficina con bastante impotencia, no sabía como estaba, si le habían hecho algo solamente tenía que seguir buscando con la esperanza de encontrarla porque la apreciaba.
El asunto ya había llegado a oídos del capitán general, y él mismo asignó la búsqueda al escuadrón secreto de Soi Fong y se lo agradecí personalmente pero me había dicho palabras no tan claras para mi como: "No permitas que pase de nuevo".
¿Qué había pasado? ¿Por qué nadie quiere decírmelo?.
No saben el daño que me provoca con cada día que pasa y sin saber nada de ella, no sólo me sentía impotente, estaba solo y con el miedo de perder a la única persona capaz de disipar aquella soledad con tan sólo sonreír, ahora tenía miedo de que aquella luz se apagará...era algo distinto de lo que había pasado con el infeliz de Aizen, era algo más y no sabía que hacer, incluso en momentos de desesperación estuve a punto de ir a la prisión subterránea y pedirle ayuda a ese bastardo de no ser que Kurosaki me ató con las palabras de que Hinamori iba a estar bien pero un día más sin poder verla me hacía tomar actitudes que no eran normales en mi, ya no comía, apenas dormía. Tal vez estaba preocupando mucho a los demás pero yo solamente pensaba en ella, me estaba consumiendo la angustia de querer saber de ella, casi todas las personas que tuvieron contacto con Hinamori han venido a verme contando aquellos momentos de generosidad que estuvieron guardando de ella hasta darles la inspiración de seguir adelante porque ella es eso, el impulso para mirar al frente y seguir caminando sin importar las dificultades y simplemente ahora hace mucha falta, no sólo a mi sino también a cada uno de las personas en los trece escuadrones de protección.
Cada vez, iba aumentando más las ganas de bajar los brazos...Ukitake se comporta bastante culpable pero lo que se es que el comandante general le mando a investigar un par de cosas así que por lo que tengo entendido, tienen bastante información sobre el ryoka que se llevó a Hinamori. También convocaron a todos los capitanes a una reunión, claro menos a mi por lo que se imaginarán como me siento yo al sentirme aislado en un tema de ese modo, cuando debería estar más involucrado, quería información que no obtenía pero el general Yamamoto me pidió personalmente que dejará esto por un rato a lo que me negué a cierta petición con todo respeto, no iba a dejarla sola en ningún momento, no quiero imaginarlo...yo estoy solo y ella también...es peor que ella lo sienta que yo, que ya estoy acostumbrado a tal sentimiento pero esta vez es más diferente...podría perderla, y eso es lo que no soporto de todo esto...

-Toshiro...perdón por molestarte...
-No te preocupes Kurosaki.
-Vengo a decirte que sabemos de alguien que tal vez pueda ayudarnos...
-¿De quién hablas?.
-De Urahara-san.

Un brillo apareció en mis ojos y levanté la vista, Kurosaki estaba decidido de seguir con esto y parece un plan sin base o absurdo ya que pidieron exclusivamente que él no se involucraba pero no encuentro otra solución cercana. Me levanté de mi asiento y camine hacia Hyorimaru, cuando iba a tomarlo un extraño hilo se hizo presente unos pocos segundos y desapareciendo al mismo tiempo que lo noté, para la sorpresa del pelinaranja yo pude hacer una leve sonrisa, porque recordaba que en mi sueño la otra punta del hilo está con ella...aunque aún nose nada, así que me di la vuelta para encarar de frente a Kurosaki, tal vez me veía como un niño pero no tenía de otra...

-¿Significa algo tener un hilo rojo?.-fruncí el ceño al ver la pequeña carcajada que largo Kurosaki.
-¿No sabes la leyenda del hilo rojo?.-negue con la cabeza para mirarlo con más curiosidad. -Se dice que el hilo rojo es más bien llamado el hilo del destino, se encuentra en el dedo meñique de la mano derecha, ese hilo une a las dos personas que están destinadas a estar juntas o vivir un amor eterno, ese hilo puede estirarse, tensarse pero jamás romperse...tú tienes una punta y la persona que verdaderamente amas o te ama tiene la otra punta...
-Oh Ichigo que bonita historia...
-R-rukia...

Al ver entrar a Kuchiki en la habitación, nose si fue imaginación mia o vi un pequeño hilo que la unía a Kurosaki...sonrei un poco más al recordar ese sueño, ¿estaré destinado para Hinamori?...

-¡Ichigo!.
-¿T-toshiro me dijiste Ichigo?...
-Gracias.

Pude ver sorpresa en su rostro pero fui sincero con él y conmigo mismo, él sabía del amor que le siento a Hinamori y no hace falta que lo diga. Los dos le contamos a Kuchiki nuestra idea de ir a ver a Urahara, y ella está de acuerdo con seguir esta idea así que los tres partimos hacia la puerta que lleva al mundo de los vivos, sabíamos que teníamos que dar aviso así que directamente fuimos con Ukitake que estuvo de acuerdo con ayudarnos con esta situación, tal vez hallemos la pista para encontrarla, debemos arriesgarnos con lo último de nuestros recursos, muchos no estarán de acuerdo pero soy capaz de hacer cualquier cosa por ella...
Mientras las puertas se iban abriendo pudimos notar la presencia de Hirako y Matsumoto.

-Capitán Hirako...Matsumoto...
-Se por lo que está pasando pero no podemos dejar a mi teniente en manos de la suerte.
-Ire Taichou...Hinamori-chan es mi amiga...
-¡Ella también es mi amiga!
-Teniente Isae...Capitán Kyoraku...
-Jeje si va Ukitake, yo igual.

Después de todo, no me encontraba tan solo o mejor dicho, Momo no estás sola, todas estas personas te quieren y haremos todo lo posible para rescatarte, esperanos por favor...estamos en camino o donde quieras que estés.
Las puertas se abrieron de par en par, permitiendonos el paso, tal vez no era nuestras verdaderas órdenes pero no podíamos quedarnos de brazos cruzados, ya las posibilidades de que Hinamori este en el Sereitei se hicieron nulas...claro ella puede estar en el mundo de los vivos y vamos a encontrar la forma de saber eso, tal vez Kisuke Urahara sabe como rastrearla o algo que nos de ayuda cualquier cosa puede servirnos.
Corriendo dentro del mundo del precipicio pude ver una pequeña figura iluminada por luz, que me extendía la mano y yo entendí mi mano hacía esa figura pero se esfumó dejándome el sembrante más serio, si me siento completamente solo actualmente pero no te preocupes Momo...pase lo que pase yo te encontraré y ya no habrá nadie que te separe de mi...
Velare por tu seguridad, te lo juro.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top