5
Jayne
Pensé que había sido un sueño. La manera en la que me levanté y verlo frente a mi parecía irreal. Y aunque quería traicionarme con que ya no podía ser lo de nosotros y aferrarme a la idea de que era mejor olvidarlo aunque por alguna razón sentía que debíamos encontrarnos. Y que así debería de ser quitando que los años nos hubieran separado por un largo tiempo.
Quizá verlo frente a mi otra vez había hecho que todos mis sentimientos se mezclaran y me crearan confusión. Supongo que eso es normal al reencontrarte con alguien después de mucho tiempo y más sabiendo que tuviste mucho que ver con esa persona sentimentalmente.
No entendí porque mi corazón volvió a latir con fuerza cuando lo vi al despertar. Tampoco entendía la manera en la que hablaba con tanta naturalidad sin tensión entre ambos. Porque aunque yo trataba de hablar con normalidad sentía que mis manos temblaban o por lo menos que mi voz me daría la traición de que se doblaría al hablar y me fallaría pero por suerte no fue así. Intentar olvidarlo era difícil en estos momentos porque una y otra vez venía a mi mente.
De lo que si estaba segura era que alguien tenía que ver en esto y era claro que necesitaba respuestas de que había pasado.
—¡¿Me pueden decir porque desperté en la cama de Kane Green?!
Al entrar veo cómo Jaqui está sentada con Emma y Rose mientras comen una pizza. Las malditas ni siquiera se acordaban de mi existencia y lo sabía por la forma en la que sus ojos casi se salen al verme. Cada una traía una rebanada de pizza entre sus manos mientras estaba yo esperando alguna respuesta. Jaqui se lanzó corriendo hacia mí para abrazarme soltando la pizza en la mesa antes de hacerlo.
Sus brazos pequeños se envolvieron por mi pierna como lo hacía cada vez que trataba de abrazarme de pie. Me agaché para abrazarla.
—Tía Jayne te extrañé.
—Yo también—la abracé de nuevo—pero quiero hablar con tu mami así que ¿porque no vas por tu muñeca para que me la enseñes?
Ese viejo truco para poder hablar con Emma pero ahora era para hablar con ambas. Simplemente asintió antes de irse y se fue corriendo a su habitación. La muñeca Emma siempre la escondía por las noches para que durmiera temprano ya que se entretenía jugando con ella así que, probablemente tardaría en encontrarla.
—Bien, ¿De quien fue la idea?
—Yo no sabía Jayne—Emma se escuda—No recuerdo mucho pero a mi defensa Rose era la que estaba a cargo de ti al final. Yo iba con un ojo más cerrado que de costumbre.
—¿Así que fue tu culpa?
Rose solo comenzó a beber algo que estaba en su vaso tratando de distraer la respuesta que estaba esperando. Era evidente que ella tenía mucho que ver y que probablemente ella había hecho que Kane me llevara con el. Conociendo cómo era estaba segura que ella fue la culpable de que despertara en la cama de Kane.
—Vamos ocupaban un empujón estuve algo ebria ni siquiera recordaba que estabas con él si te soy sincera—ahora la que se escudó fue ella—Probablemente confundí que eran pareja por la preparatoria e hice que se fuera contigo.
Sabía que estaba jugando por una parte haciéndose la confundida. Era imposible que revolviera los recuerdos de la preparatoria con los actuales, habían años de diferencia. También tomando en cuenta que se ha emborrachado infinidad de veces y el alcohol ya no la afecta de tal manera en que olvide las cosas.
La delataba su sonrisa burlona que trataba de ocultar a simple vista.
—¿Están locas? Como se les ocurre dejarme a cargo de él. Además no soy una niña que deban dejar a cargo de otra persona.
Me senté frente a ellas tratando de hacer notar que estaba enojada mientras agarraba un trozo de pizza e ignoraba sus miradas. Evité cualquier contacto visual con ellas ya que la costumbre de dejarme sola en fiestas había regresado solo que ahora era en un antro.
Y ahora era dejándome no con un chico extraño si no con mi ex.
—Lo siento, yo no lo recordaba.—se excusó de inmediato—Pero vamos dime qué no te gustó estar con él en el fondo su reencuentro se daría tarde o temprano.—Rose explica y trata de resolver el problema en el que me había metido—Yo sólo traté de ser más rápida que el destino.
Pues vaya que había sido más rápida que el dichoso destino porque de estar bebiendo sin control terminé en la cama de mi ex novio. Habían pasado muchos años y aún así seguían pasándome este tipo de cosas como si todavía tuviese 17.
—¿Hubo reconciliación?—pregunta de la nada—Ya sabes, ¿se reconciliaron?
Hizo énfasis en esta última palabra.
—No se a qué te refieres con que si hubo reconciliación si ni siquiera estuvimos peleados. Lo único que si estuvo presente fue su ex novia o su novia no sé qué sea en su departamento. Y créeme que es una persona algo grosera.
Giró sus ojos mientras yo tomaba un vaso con algo que parecía ser refresco, era de Jaqui.
—Vamos Jayne me refiero a que si tuvieron sexo; por el amor de Dios no se habían visto en 6 años y era para que tuvieran un encuentro más bonito.
—¿Como iba a tener sexo con mi ex novio?
Hice una mueca pero no por asco si no por confusión.
—Oh vamos era para eso el empujón que les di, apareces en su cama y ¿no hay ni siquiera un reencuentro como debería ser?
Veo que Rose y yo tenemos un significado diferente a "reencuentro".
—El significado de ambas es muy diferente por lo que veo.
—No puede ser. Después de todo me sigue desesperando que te frenes a las oportunidades que te da la vida—guiña su ojo—Yo soy la vida. E intente hacer que tuvieran un empujón grande.
—Más bien quieres decir que tuvieran un acoston en grande—ambas se ríen por lo que acababa de decir Emma.
Y claro que su sonrisa se borra cuando ve algo detrás de mi que suponía que era Jaqui por su cara de horror y la de Rose se había vuelto algo seria.
—¿Que es un acostón mami?
—Una grosería que no puedes decir a nadie, ¿escuchaste?
Ella solo asiente y corre a mi lado para enseñarme su muñeca. Era claro que la conversación ya no podía seguir pero en algún punto tenía que enfrentarme a ellas dos solas para que entendieran que no pueden forzar las cosas.
Siempre he pensado que cuando algo es para ti ya sea un momento, persona, lugar... siempre se encargará el destino de acomodar todo para que fluya a su propio ritmo. Y así debía serlo, por una parte sentía que me reencontraría con Kane en alguna manera pero no así. Aunque siendo franca esta sería nuestra segunda vez encontrándonos de nuevo. Pero aquí alguien estaba jugando a serlo y era evidente que solo estaba llevando a mal punto las cosas.
_*_
Agradecía que mi agenda estuviera vacía en su totalidad, me había esforzado toda la semana para que pudiera tener mis días libres. Por lo menos dos ya que los inversionistas vendrían en dos días y Karen por el momento se haría cargo de lo que se requiriera. Sabía que estaba poniendo mucha confianza en ella pero de verdad que era la única persona en la que confiaba ahí y en Steven. Así que habíamos decidido salir antes de que Rose tuviera que marcharse.
El parque de aquí era muy grande y solíamos venir algunas veces a pasear a Jaqui. Esta vez el sol era cálido y aunque estaba comenzando la etapa de otoño no se sentía helado el clima era cálido sabía que después estaríamos sufriendo de frío.
El ambiente en Central Park es tranquilo y relajante, con amplias áreas verdes, lagos, senderos para caminar y practicar deportes al aire libre. Los visitantes pueden disfrutar de la belleza de sus jardines, fuentes y esculturas, así como de la gran variedad de vida silvestre que habita en el parque.
Yo sabía que primero querrían ir a comer así que estábamos caminando hacia el área de picnic.
—El parque de central Park es muy grande, en Japón he visto otros parecidos pero siento que es una cosa más Tradicional. Allá suelen tener muchas culturas y significados—explica mientras caminamos todas juntas mirando el paisaje—Algo muy difícil de aprender porque en todos lados tiene que haber alguna tradición.
—Este no les pide mucho ¿sabes? Puedes ver cosas tradicionales también.
—¿como cuáles?—quise saber.
—Niños corriendo por todos lados, eso es algo tradicional.—Emma suelta una risa al ver como Jaqui comenzaba a correr—Aunque bueno, no sé si allá los niños corran.
—Desde que eres madre en todos lados quieres meter a los niños.
—Es algo normal, cuando lo seas lo vas a entender.
Caminar era tan relajante pero escuchar a estas dos diciendo cosas sin sentido me hacían reír todo el camino y parecíamos unas locas riéndonos de todo. Después de conseguir donde hacer un picnic la mayoría de nuestra tarde se basó en estar platicando mientras comíamos aunque era imposible tratarlo con seriedad.
—¿Se puede tomar como una despedida de soltera?
—¿Que se hacen en las despedidas de soltera?—pregunté. La verdad era que desconocía totalmente del tema ya que no había ido a una que yo recuerde—Nunca he escuchado mucho sobre ellas. Si solo están acostadas viendo como una niña corre por todos lados me imagino que es una despedida perfecta.
—Es un decir, es solo una Pequeña fiesta que hacen para por así decir despedir a la soltería de la que se va a casar. No le veo mucha importancia.
—Tu despidiéndote de ser soltera—Emma se burla—La vida si que da muchas vueltas.
—Tu deberías saber perfectamente de ello—se defiende—¿No te da miedo que el idiota de tu hermanastro abra la boca? Es decir, si saben que tienes una hija literalmente ALGUIEN—remarca—sabrá de la existencia de ella.
Y su hermanastro seguía siendo el idiota de Mark. Tenía años sin verlo en persona y agradecía aquello, Emma tampoco lo ha visto desde que cada quien se fue a la universidad que quería. Cuando se reunían en las cosas importantes el la mayoría de veces faltaba decía que era porque él no pertenecía en una familia feliz como la de ellos.
Si, todo un idiota que ya era mayor para tener la mentalidad de un niño.
—No sabrá nada le he dicho a mis padres que se lo tengan bien callado pero conociendo a mi madre se le saldrá decir por ahí. Tampoco quiero sobre pensar las cosas, ya lo he ocultado mucho tiempo.
Y vaya que lo había ocultado 6 años completos.
—No entiendo como no se lo has mencionado a Jayden.—se queda callada como si pensara y arquea una ceja—¿Tienes su número aún?
—¿Porque lo tendría? No es normal tener el número de tu ex.
Y aquí es cuando involuntariamente yo al escuchar esto me giro para encontrar a Jacqui corriendo entre los árboles cercanos viendo como juega con una pelota por ahí. No quiero que me vean fijamente porque se lo que va a pasar estoy segura que si volteo ahora mismo me comenzarán a hacer un sin fin de preguntas de las cuales no estoy preparada para contestar con mentiras de la forma buena.
Algunas veces soy pésima mintiendo y cuando me miran directamente lo soy aún más.
—¿Porque te has volteado? ¿Acaso tú tienes el número de alguien en tu teléfono?—me pregunta Rose con una sonrisa burlona—Oh vaya, ¿si lo tienes?
Sabía que tenía que decirles la verdad.
—No
O simplemente negarlo, lo que se me diera un poco mejor en esta situación.
—Mientes—ahora Emma está sobre mi—he vivido contigo mucho tiempo y se como mientes Alana.
—Ustedes son las mentirosas.
—¿Segura?
Cuando me doy cuenta (porque me quedo mirando a la nada tratando de saber que decir) siento que mi celular falta en mis manos y Rose lo trae en la suya.
—¿Y esto que es?
Debía de cambiar mi contraseña y dejar de usar la misma fácil de siempre.
El idiota se había agregado con un corazón que no había notado. Seguía siendo un estupido con ego muy por encima porque claro que lo había hecho por esta razón. Yo había guardado el teléfono ni siquiera había puesto atención después a como se había agregado.
—Eso yo no lo puse ahí.
—No justifiques lo que no se puede justificar que escondido te lo traías. Ves que si era bueno darles un empujón, de nada.
—Este contacto lo agregó el mismo pero solo me dijo que lo usara para cuando ocupara algo médico.—mentí pero esta vez si me salió bien hacerlo—Ni siquiera había notado el nombre.
—Seguro—dijo incrédula mientras me regresaba mi teléfono—Es una gran mentira pero por lo menos lo intentaste.
Tuve que contarles lo que había pasado con Kane a detalle. Era algo raro hablar de él y recordarlo todo otra vez porque eso implicaba recordar lo primero que vi al levantarme que fue algo insuperable para mi. Porque aunque lo quería negar él había cambiado físicamente y al momento que me levanté al verlo me había dejado helada aunque intentaba que no fuese así.
Les dejé en claro que solo le hablaría para cosas medicas y no para algo más.
La mayoría de la tarde nos la pasamos de pícnic después de esto fuimos a llevar a Jacqui al zoológico porque quería ver a los animales y todo el día nos estuvo insistiendo que la lleváramos.
El día había sido algo cansado pero más cansado era tener que subir escaleras porque el ascensor estaba en mantenimiento. Era horrible lo único que nos salvaba era que llegando a casa podríamos dormir y descansar.
—¡Mierda!
Rose se había deslizado en una parte del escalón y se Había golpeado el tobillo. Cuando trató de levantarse comenzó a quejarse de que le dolía y al llegar al piso donde estaba nuestro apartamento comenzó a maldecir aún más.
Sabía lo que eso implicaría y estaba tan claro porque solo me estaba pidiendo que le hablara a cierta persona para ayudarla.
_*_
—Cuando me llamaste esperaba que fuera para otra cosa no esperaba que en realidad si me llamarías para cosas médicas.
Hacer una cita en el hospital era claro que sería más tardado. Más si no era algo tan grave y agregando que Rose estaba quejándose de su dolor en el tobillo y que sabía que no querría ir fácilmente al hospital. Era muy difícil de convencer y más porque los odiaba.
Tiene un afán de nunca ir a consultar cuando se siente mal porque odia las filas largas.
—¿Que clase de otra cosa?
—No lo sé otra que no implicara venir a ver a tu amiga con el tobillo lastimado ¿será? Tienes suerte de que no estaba trabajando y salí temprano hoy, porque si hubiera sido un jueves y estuviera todo el día en el hospital la pobre se quedaría en cama todo el día.
—En ese caso si no hubieras contestado la hubiéramos llevado al hospital, pero como sí contestaste a mi llamado no me preocupé.
Tener a Kane en el departamento era raro más porque sabía que si llegaba a ver a Jaqui haría muchas preguntas y suposiciones muy extrañas. Aunque sé que no es bueno ocultar que Jayden tiene una hija por ahí sentía que con él tenía que cuidar mucho que no se me saliera el tema.
—Bueno pues me debes un favor. Ya sabes un favor por otro favor.
—Veo que no se te pasa nada—saco mi cartera para poder pagarle cuando hace una seña con la mano y me detiene—¿Que?
Estuve a nada de sacar el dinero y me quede con él en una mano tratando de sacar de mi billetera pero me hizo detenerme. Soltó una risa y yo lo miré confundida tratando de asimilar que era lo que le daba risa.
—Yo no he dicho nada de pagar, o ¿si?
—¿De que favor hablas entonces?
—Ocupo que me acompañes a comprar unas cosas, necesito remodelar un poco y no me vendría mal el punto de vista de una mujer.
—¿Vas a remodelar tu departamento?—asintió—pero ¿yo que tengo que ver con ayudar a decorar si no soy decoradora? Además yo no vivo ahí como para decorar todo a un gusto diferente al tuyo.
Y era verdad nuestros gustos eran muy diferentes a lo que yo recordaba. Era normal que las personas fueran opuestas pero Kane y yo éramos totalmente opuestas y ahora él me estaba pidiendo ayuda para remodelar un poco su departamento.
¿Porque no simplemente le habla a una persona que se encargue de ello?
—Solo me vas a hacer un favor, ya sabes favor por favor.
No me quedó de otra más que aceptar.
Después de verlo manejando en silencio (el cual no era incómodo) me preguntaba si no hablaría nada porque todo el camino nos la pasamos callados. Llegamos a una tienda normal como si fuera a comprar solo comida, mientras él empujaba el carrito y compraba algunas cosas yo estaba a su lado solo mirando. No era una situación incómoda pero no sabía de que podríamos hablar o no sé si sea sólo yo pero siento que hablar con naturalidad ahora no me sale.
Trato de pensar en que podría decirle o preguntarle para romper un poco el hielo entre ambos pero no se me ocurre nada y veo que a él tampoco pero siento una necesidad de hablarle.
Noté como colocaba un galón de zumo de mango en el carrito y yo no podía quedarme callada al ver esto.
—¿Te has vuelto adicto al zumo?
—Es mi reemplazo para el café además es bueno, helado sabe bien.
—Recuerdo que me decías que era mucha azúcar y ahora lo bebes. Que vueltas da la vida.
—No me gusta hablar de las vueltas de la vida—murmura mientras sigue empujando el carrito—creo que es todo lo opuesto a lo que uno se imagina. Aunque bueno antes tu eras la que empujaba el carrito y ahora soy yo.
—Porque está vez me has pedido que te acompañe yo lo otro había sido una obligación.—expliqué al recordar aquella vez que compramos las cosas para el club en el que estábamos—Pero yo no veo de qué manera la comida ayudará a remodelar tu departamento.
El se quedó callado mirando al carrito y parecía como si de alguna manera no tuviera como contestar. Pasamos por un pasillo de cuadros y me preguntó entre dos cuál escogería a lo que yo elegí el que tenía un paisaje profundo del océano y se veía más oscuro y vivido. El solo lo echó al carrito y sonrió.
—Listo con esto puedo remodelar perfectamente.
—¿Estas de broma no?
—¿Porque? Nunca dije si sería una remodelación grande o pequeña—trató de ocultar una sonrisa.
Era claro que su sentido del humor no había cambiado y que aún trataba de jugar con ciertas cosas. No me molestaba eso, lo que si lo hacía era que me decía una cosa que era totalmente diferente a lo que en realidad era. Me sentía extraña esta vez.
Al entrar de nuevo a su auto me sentía como si debía decir algo de nuevo quería romper completamente el hielo y la clase de nerviosismo que tenía. Ni siquiera sabía a donde iríamos y tampoco pregunté porque la mayoría del camino me la pasé pensando hasta que se detuvo.
—Vamos a cenar algo—anunció antes de bajar del auto.
Tardé algunos segundos en procesar hasta que miré a mi lado y ahí estaba él para abrir mi puerta. Conectamos miradas de nuevo y el contacto visual fue inevitable aunque traté que lo fuera. Así que ignorando como me sentía solo bajé y llegamos a un lugar donde vendían tipos de comida China. Me parecía interesante ya que era algo que solo miraba por las series que antes veía cuando tenía tiempo y que hacían elevar mis estándares más de lo que deberían de.
El lugar estaba lleno de gente todos se veían amigables. Estaba decorado tradicionalmente con los colores rojos y dorados pero se veía tan bien y elegante a la vez.
—Es algo tarde pero por lo menos está abierto—menciona cuando nos sentamos—Este lugar tiene la mejor comida China que puedas encontrar aquí en New York.
—¿De verdad?
Pregunté mientras miraba el Menú. La mayoría de comida se veía deliciosa y por el tipo de imágenes que ponían sabían como decorar los platillos a la perfección.
—Elige lo que quieras—levanté mi mirada—Hay muchos platillos normalmente he venido aquí por las noches y lo que más se vende son los fideos pero no sé qué podría gustarte a ti. Se que tienes unos gustos en comida muy...
—Te haré caso—dije ignorando lo que estaba diciendo—Se ven buenos los fideos además no es como que haya mucho que quiera probar.
Aunque la mayoría se veía deliciosa sabía que no podría comerme cualquier cosa. Habían unos platillos que tenían pocas cosas que no me gustaban.
Después de ordenar nos quedamos solo en silencio y estaba tratando de decir algo pero no sabía con que podía empezar una conversación. Era más difícil de lo que me imaginaba.
—Kane yo...
—Se que no sabes porque te pedí que me ayudaras a elegir decoración, la verdad eso sólo era una excusa—soltó de la nada—Quería que viniéramos a cenar pero como primero tenía que comprar despensa inventé eso.
—¿Me mentiste?
—Pero el cuadro es muy bonito lo puedo poner en algún lado de mi departamento—dijo algo burlón y yo no podía creer que tan mentiroso podía ser—¿Te sorprende? Los dos sabíamos que nos volveríamos a ver.
—Si pero no sabía que tan pronto sería.
—Si te soy sincero yo tampoco pero a mi defensa tú me hablaste era inevitable no verte de nuevo o incluso invitarte a salir.
Y no me molestaba solo que me estaba sintiendo tan confundida con mis propios sentimientos. Trataba de hacerme la idea de que solo éramos dos personas saliendo de lo más normal pero después de toda una historia por detrás era lógico que tardaríamos en recuperar la platica que la mayoría de las veces teníamos.
¿Porque aunque quiera hablar las palabras no me salen?
Al llegar los fideos comenzamos a comer y yo solo podía decir que estaban deliciosos era lo único que decía porque vaya que si los estaba disfrutando. Estaba segura de que si no hubiera ido de picnic yo comería más de dos platos por tan buenos que estaban.
—Te lo dije yo nunca fallo.
—Pero si mientes.
—Extrañabas mis mentiras—dice con el ego más alto de lo normal—Yo lo sé.
—Oh créeme no extrañaba lidiar con ellas.—traté de mentir.
—Aunque quieras mentir nunca te ha salido bien Jengi.
Y al decir esto me quedé fría por todos los recuerdos que aquel apodo me hizo proyectar en mi mente. No tengo idea de cuantos segundos o minutos me quedé mirando a la nada tratando de descifrar que era lo que había sentido al momento en que lo había dicho.
Pero traté de actuar normal como si aquello no hubiera tenido gran impacto. Kane me comenzó a platicar sobre su trabajo más a fondo y él cómo fue que estudió medicina. Me entretenía oírlo aunque habían algunas cosas que ni siquiera entendía con facilidad. Pero oírlo hablar de algo que alguna vez fue su sueño y verlo después de que lo haya cumplido me hacía añorar mi adolescencia.
—Pero mejor cuéntame sobre cómo estudiaste en lo que estás ejerciendo—bebe antes de seguir—Odiabas las matemáticas y ahora supongo qué haces cálculos diarios.
—Es una larga historia y no quiero meterme en muchos detalles—más que nada no quería decir que fue por el que estudié economía. Todo fue para librarme de aquel trato—Tal vez será una historia que pueda contar después.
—Te has vuelto más atrevida—sonríe mientras pone el dinero de la cuenta entre la libreta y lo miro confundida—Me sorprende que prepares otra cita para nosotros y me cuentes la historia.
¿De que estaba hablando? ¿Una cita?
—Pero acepto, tu solo dime qué día será nuestra próxima cita.
Al momento de oír aquello entré en pánico y él se volvió a reír antes de levantarse e ir yo tras de él tratando de averiguar que era lo que le daba risa.
—¿Esto era una cita?—pregunto confundida fuera de su auto antes de subirme—Ni siquiera fui avisada.
—Me he dado cuenta que no sueles captar las indirectas—se sube al auto y yo hago lo mismo esperando una respuesta—¿Siempre será así no?
—¿De que hablas?
—Nunca captarás las indirectas.—suspira—seré directo entonces, quiero tener una cita contigo. ¿Se puede?
Me quede perpleja mirándolo mientras esperaba una respuesta.
Me podía esperar todo menos esto, podía esperarme incluso lo peor de estar los dos en un mismo espacio pero, resultó lo opuesto.
Y ahí estaba yo apunto de darle mi respuesta que estaba segura que cambiaría algo.
_*_
Perdónenme no me maten, casi el mes sin actualizar hasta yo me sentí fatal por tenerlas esperando. Lo estuve escribiendo por partes 😭 por eso tarde
Ya estoy con el siguiente, espero les haya gustado no sabía qué tipo de canciones ponerle pero estoy tratando de que queden a la ocasion <3
#teamkane 💗
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top