Frustrada busco algo de ropa en una de las valijas y me doy una ducha, al terminar: me visto y aplico un poco de máscara a mis pestañas y bajo a la cocina.

—Ya está listo tu desayuno —avisó Dallas sirviéndome un vaso de jugo.

Él estaba vestido con una camiseta blanca sin cuello, junto con unos jeans azules y zapatos deportivos grises, lo encontraba bastante apuesto en él.

En silencio fuimos acabando con el desayuno: fruta picada acompañado con un vaso de jugo sabor naranja; en cambio él sólo una taza de café y pan tostado con mantequilla.

—Ayer hablé con tu padre — habló Dallas rompiendo el silencio.

—¿Y? — dije restándole importancia.

—Te ha inscrito en uno de los colegios más prestigiados de Londres — comentó para luego dar una pequeña pausa bebiendo un trago de su café —empiezas desde mañana.

¿En serio?  ¿Qué no le basta con que venga aquí?  Sino que también quiere que vaya al colegio en esta estúpida ciudad. Por lo menos espero que no deba usar uniforme.

—¿Debo usar uniforme? — pregunté disgustada.

—Si, por supuesto — respondió dejando de lado su taza ya vacía.

—Es una broma, ¿cierto? — cuestiono con una sonrisa irónica.

—¿Acaso me vez con pinta de bromista? — preguntó serio, sólo guarde silencio —Prepárate que en un momento iremos a comprar los materiales —aviso juntando los cubiertos sucios y ya vacíos.

Bufé irritada, subí las escaleras camino a la pocilga que tenia por habitación. Tomé mi móvil y fui rumbo al estacionamiento con Dallas. Luego de quince minutos llegamos a un centro comercial, entramos en una librería y dentro del carrito de supermercado fuimos cargando un par de útiles junto con unos libros que tendría que utilizar, al concluir con las compras en aquel local nos adentramos a un supermercado, Dallas guardo la lista de útiles escolares en su bolsillo y quitó otra con los alimentos que faltaban; todo lo hacíamos en silencio ninguno de los dos decía algo y eso comenzaba a irritarme.

—Tengo hambre —hablé detrás de Dallas.

—Ya llevaremos algo de comer — dijo cargando una botella de leche en el carrito y tachando en la lista que tenia en manos.

Pasamos en el pasillo de las bebidas alcohólicas y siendo sincera se me antojaba un poco de vino; sin pensarlo dos veces tomé una botella de aquella bebida  y lo puse entre las cosas dentro del carrito, al terminar de buscar todo lo que se encontraba en la lista fuimos a la caja; la cajera sonreía de una forma pícara al ver a Dallas, rodé los ojos y la mire, no se me pudo ocurrir algo mejor para fastidiarla y cortar con su imaginaciones perversas con Dallas, pensamientos que la hacían mojar las bragas.

—Amor, no te olvides del chocolate que me prometiste — dije en un tono de voz dulce, tomando una barra de chocolate. Dallas me miró confundido y la cajera con odio. Él asintió con la cabeza tomando el dulce. Sonreí con malicia y pasé a un lado de Dallas, también pude notar que ya había pagado por el vino.

Kendra: uno  Cajera: cero

Al pagar todos los productos lo llevamos en la camioneta y fuimos rumbo al departamento; siendo ya las 12:30 a.m

-Mistery Girl.