Capítulo 13: " Te lo diré"

Después de haberlo pensado por unos minutos sonrió de costado.

-Tal vez, que tiene un desastre de hija, que si fuera él la llevaría en un internado y... - dijo dando una pausa, me quedé boca abierta, jamás creí que me diría eso.

-¿Y? - insistí para que continuará de todas formas. Él cerró la boca, tomó los dados y los depósito en mis manos. Lo fulmigé con la mirada porque él ya no se disponía a continuar con la frase, lancé los cubitos al suelo y cayeron en un total de seis; Dallas los tomó y lanzó quedando en ocho, está vez había ganado ese hombre.

-¿Verdad o consecuencia? - preguntó sin alguna expresión alguna.

-Verdad - respondí con una sonrisa divertida.

-¿Qué tiene de divertido tú vida? - cuestionó curioso. Lo miré algo confundida porque no entendía a que se refería, pero esta claro que mi vida es más divertida que la suya.

-Sabes de que trata mi vida y eso es más divertido que la tuya - dije sería.

-Si, creo que vivir a costilla de mi padre y gastar su dinero en estupideces es vida, amanecer en lugares y posturas que no recuerdas; es divertido, que todos los días salgas en los periódicos por los escándalos que provocas trayendo problemas a la empresa de tu padre; si eso divertido - opinó sarcástico con un faz bastante serio. ¿Quién demonios se cree? Nadie puede faltarme el respeto de esa forma.

-Más respeto a la hija de tu jefe, caballero - exigi bastante ofendida.

-El respeto se gana, niña - dijo finalmente pasándome los dados.

-Creí que seguiríamos ofendiendonos unos a otros - comenté tomando los dados, los lancé y quedaron en nueve y los suyos en seis. Sonreí, debía sacarle provecho a esto.

-¿Verdad o consecuencias? - pregunté sin rodeos.

-Verdad - respondió sin algún interés. Sonreí aún más, pero luego me puse sería al saber ya que preguntaría.

-¿Porqué estoy aquí? ¿Porqué te contrataron? ¿Qué es lo que oculta mi padre? - cuestioné rápidamente. Él me observó con el ceño fruncido.

-Este juego tiene por regla que solo es una pregunta por tirada - respondió haciendo una pausa - pero no responderé a ninguna - contestó parándose.

-¿Porqué? - pregunté atónita.

-Te lo he dicho millones de veces - exageró lo bastante serio como para intimidarte.

-Tú debes decírmelo, trabajas para mí. Soy tu jefa - dije con autoridad. Él río a lo bajo.

-Trabajo para tú padre, el me paga no tú - negó con una sonrisa burlona.

-¡Debes decírmelo! - exigi molesta.

-No te metas en asuntos de adultos, niña - ordenó apuntándome con el dedo.

-¡No me apuntes con tu dedo, idiota! - exclame sacando su mano de mi frente. Él rodó los ojos y me dio la espalda.

-En serio, madura. Por favor - dijo finalmente y entró en la cocina.

-¡Oye! Aún no termine de hablar contigo - grité llamando su atención, Dallas me ignoró completamente y lo seguí.

-Mejor vete a leer un libro, tengo cosas que hacer - dijo tomando el celular. Lo miré seriamente, odiaba esa actitud suya el debía decirme porque estaba ahí, estoy en mi derecho. Deben decirme qué está ocurriendo.

-No me iré de aquí sin antes que me respondas - advertí cruzando los brazos, él suspiró pesadamente.

-Bien, te lo diré - dijo arrastrando cada palabra. Sonreí levemente y me senté en unas de las sillas que se encontraban junto una pequeña mesa redonda.

-Te escucho - avisé mirándolo.

La verdad no tengo ni la más mínima idea de lo que me están ocultando, me parece un tanto grosero. Yo debo hacerlo porque creo que se trata de mí, es irritante que mi propio padre me esté ocultando todo esto ¡Es injusto! ¡Yo debo hacerlo! Pero lo bueno es que ahora lo sabré.










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