6
JAYNE
La primera actividad de abrigando sonrisas sería juntarnos entre todos para comprar materiales ya que el jueves iríamos a donar pañales a un asilo y teníamos que hacer volantes, carteles, comprar algunos pañales y también comprar despensa. Yo me había ofrecido para comprar todas las cosas, pero el profesor me dijo que no era necesario que había que trabajar en equipo y que era necesario que todos cooperaran.
—Podríamos ir al supermercado Mirs—explica un chico—Tienen descuento por cosas al por mayor ahí, mientras más piezas lleves más es el descuento que se aplica.
—¿Y quien hará los carteles? Odio hacer manualidades—comenta una chica—Podrías hacerlos tú.
—O podríamos mandarlos a hacer a una imprenta—menciona otro chico—No se, ¿que piensas tú?
Todos estaban tan centrados en organizarse cuando yo solo miraba mi teléfono para tratar de evitar estresarme. Kane no había asistido hoy a clases por lo cual no me importaba mucho en que quedaran los equipos ya que estaba segura que el trabajo no me tocaría con el.
Al final nadie se había decidido del todo pero el profesor estaba preguntando cómo habían quedado acomodados, finalmente una chica comenzó a decir las parejas en el cual sería organizado el trabajo. Me daba igual con quien me tocara con tal de que no sea con ese chico, mi mirada iba hacia el profesor cuando él seguía anotando las parejas.
—Decidimos poner a Jayne con Kane—menciona la chica sonriente—Fueron los dos que quedaron fuera, ellos serán los que comprarán los materiales para el jueves.
Uh, que sorpresa. Nótese mi sarcasmo.
Sabía que era porque no había estado tan centrada tratando de ponerme de acuerdo con ellos, la verdad era que no me interesaba mucho este tipo de actividades o más bien organizarme, odiaba la organización de equipos por el simple hecho de que te ponían con personas al azar y cada quien hacía lo que se le diera la gana.
Al salir de clase no podía evitar pensar en cómo le diría a Kane que tendríamos que ir a comprar los materiales, una parte de mí me estaba maldiciendo pero otra parte que rara vez salía que era el ingenio me daba la idea de sólo ir yo y no comentarle nada. Mientras caminaba por el pasillo alguien se puso a mi lado lo cual no pude evitar voltear mi mirada para saber de quien se trataba.
—Veo que si entraste al club—menciona Kane—que aburrida eres.
—Pensé que no habías venido hoy, el profesor ha puesto algunos trabajos no te pierdes de mucho.
—Leon me comentó lo de los equipos—maldita sea–No vendría mal ir hoy al supermercado ese, yo estoy libre y no quiero tener que lidiar con las prisas.
—¿Tu lidiar con prisas? No creo que seas muy organizado que digamos.
—Podría llegar a ser más organizado que tú.
Eso probablemente si era cierto pero no me pondría a debatir con él sobre quien lo era.
—¿Porque no has entrado a clase?
La pregunta en vez de pensarla salió naturalmente hacia el.
—¿Me has extrañado?—comentó con burla y yo solo giré mis ojos—No me sorprende que lo hayas hecho, solo no quise entrar a algunas clases, a veces me merezco un descanso.
Cuando me di cuenta y miré al frente para dejar de mirarlo me pude percatar de que mucha gente nos veía con curiosidad. Por un momento no me había dado cuenta que estaba hablando con el enemigo, en pleno pasillo donde todos estaban saliendo de sus aulas.
Una palabra definiría esta situación.
Chismes
Eso es lo que se iba a formar, traté de caminar más rápido al momento que me di cuenta de esto dejando a Kane atrás. Archie de seguro ya estaba esperando fuera para venir por mi. Frené en seco cuando miré que Archie no estaba entonces recordé que hoy no podría venir por mi ya que mi madre lo había mandado fuera a conseguirle algunas cosas. No sé cuánto me quede mirando a la nada tratando de decidir qué opción era mejor: irme en autobús o irme caminando.
Después de mirar a muchos peleando por subir al autobús decidí que última opción era la mejor por razones obvias.
Decidí comenzar a caminar a la dirección de mi casa, no estaba muy lejos por lo cual podía caminar sin quejarme. El clima estaba pintándose de un color gris, en septiembre el clima solía ponerse lleno de lluvias o solo el día nublado sin un sol que te quería quemar el cuerpo. Porque si, aquí en Washington llegaba a ser muy caluroso los días y a nadie le gustaba.
—¿Quieres que te llevemos?—El auto de Kane estaba a mi lado—Podríamos llevarte a casa.
—¿Tu y yo en el mismo auto? Paso.
—No me parecería una molestia, Jayden ahorita también vendrá con nosotros así que no estaríamos solos.
Su mano estaba pegada al volante y me miraba esperando respuesta en ese instante las pequeñas gotas comenzaron a caer del cielo, las sentía en mi brazo, no eran muchas pero si lo suficiente para decir que estaba lloviendo. Sabía que iba a empeorar y que podría llover más, traté de buscar el paraguas en mi mochila siempre echaba uno pero para mi mala suerte no estaba.
Vamos Jayne que tan malo sería unirte al enemigo esta vez, solo te dejará en casa y ya.
—Está bien, no tengo opción—contesté sin ánimos—¿Jayden va a tardarse?
No sabía el que le causaba gracia pero una sonrisa se puso en sus labios, me mostraba una sonrisa ante lo que había dicho pero después de eso trató de ocultarla. El viento estaba comenzando a ser fresco y yo solo estaba esperando a que él decidiera en qué asiento estaría yo, no quería verme rara poniéndome en el de copiloto pero tampoco sabía si quería que fuera atrás.
Evitando contacto visual con él, abrí la puerta para subirme atrás y cuando la abrí vi su cara de desaprobación pero solo subí y la ignoré.
—No creo que tarde mucho.
Me desplomé en el auto tratando de pensar en que haría hoy, ver series era una buena opción. El clima lo ameritaba, sabía que tenía tarea pero no era mi especialidad hacerla ni estudiar ni nada que se le asemejara.
Estuvimos en silencio hasta que Jayden se subió al auto en la parte delantera, tenía una cara algo sorpresiva y contenía cierta emoción, era curioso.
—¡De verdad no vas a creer lo qué pasó! Ella me dijo que estaba segura de querer salir conmigo, por Dios sabes cuánto lo desee—al momento de que él le contaba tan emocionado, Kane le peló los ojos e insinuaba que volteara—No Kane espera, sabes cuanto tiempo esperé esta oportunidad, en la fiesta cuando la vi... sabes que me pareció, que bailaba tan bien y era tan sexy.
Hizo una pausa y se acomodó más en el asiento. Era increíble que aún no volteara a ver.
—¿Sabes que es lo mejor? Que estoy seguro de que con ella me voy a casar, sé exactamente qué ella será mi futura esposa—menciona aún más entusiasmado, me doy cuenta que suele hablar mucho y nadie lo puede interrumpir—Imagínate a mi caminando con ella en el Altar.—Kane intentó hablar pero Jayden seguía hablando—¿Crees que le gusten las casas grandes?
No sabía que decir ya que yo solo miraba con confusión y asco escuchando a Jayden mientras él no se percataba de mi presencia. Tal vez debía intervenir.
—Entonces dije tal vez si la llevo a mi casa podría...
—Hola Jayden
Al momento de que mencioné esto, Kane comenzó a reír y Jayden me miró. Podría jurar que estaban por salirse sus ojos ya que estaba tan sorprendido y su rostro lo reflejaba.
—¿Jayne? ¿Tú eres la nueva novia de Kane?
¿De que mierda hablaba?
—¿Estas idiota? Cual novia te ha afectado algo la lluvia.
—Oh ya lo veo, entonces esto es un secreto—su mirada pícara nos miró a ambos—Tranquilos no le contaré a nadie.
No sabía de qué clase de secreto hablaba pero estaba diciendo que Kane y yo ¿éramos pareja?
—¿Puedes decirle la verdad a tu amigo?—pregunté molesta.
—Si es un secreto Jayden, no se lo menciones a nadie—guiña su ojo—sabes que no me gustaría que se supiera lo nuestro.
Que idiota, decidí ignorar lo que él había dicho y escuché a Jayden pidiendo perdón por lo que había escuchado. Me preguntaba a qué chica se refería ya que el día de la fiesta se acercó a hablarle a Emma. Sin decir nada más esperé a que desmintiera lo que había dicho pero nunca dijo nada, supongo que Jayden sabía que era juego aunque ni yo me explicaba como podía jugar con algo así.
Kane al momento de que me dejó solo se despidió, agradecí que ambos me trajeran y seguí con mi tarde aburrida sin nada que hacer.
Rose me pidió que viniéramos por un café ya que quería ver ropa en el centro comercial más grande que había aquí en Washington. Emma no había podido venir ya que tenía trabajo así que habíamos quedado finalmente en solo ir por un café y las compras las haríamos hasta que Emma pudiera venir.
—Debe ser extraño ¿no? Que de la nada todos te estén mirando como si fueran idiotas a causa de un idiota.
Movía la pajilla de mi latte de un lado a otro mientras ella hablaba, sabía que se refería a que toda la preparatoria me miraba desde que sé corrió lo de Alexander.
—Ni que lo digas, es tan horrible—bebí un poco y después suspiré—No entiendo porque tengo que ser el centro de atención, podrían ser más chicas, no soy la única en el mundo a la que han engañado.
—Lo sé, pero sabes que eran la pareja popular de la preparatoria por Alexander. Él era el capitán de básquet y sabes que habían muchas coladitas por el, tú eres conocida también como alguien popular solo que no te gusta aceptarlo.
—Tener dinero no te hace popular solo te hace que todos te miren diciendo "mira es la niña rica"
Era horrible haber salido con un chico que conocía toda la preparatoria por su historial del más popular o uno de los más populares. ¿Debía ser tan horrible llevar una relación con alguien popular? Que aburrido era.
—Mi padre quiere que al finalizar la preparatoria me vaya con él—suelta de la nada—Y yo no quiero, no me gustaría ir al otro lado del mundo literalmente solo por ayudarle a negociar.
—¿Te quiere mandar a otro lado?
—Quiere que vaya a Japón, las principales empresas de los socios que tiene están allá. Es triste porque no me dejará hacer lo que yo quiera.
Ella miraba su café y evitaba tener contacto visual directo conmigo. Sabía que era porque quería llorar, Rose solía evitar miradas cuando quería hacerlo, la conocía perfectamente. Mis padres también son amigos de los suyos, no muy cercanos pero si lo son por las reuniones de personas importantes que hacen, las típicas fiestas que los tipos con dinero hacen para reunirse con más personas de la misma clase.
—¿Querías estudiar también en Albuquerque no?—al momento de qué pregunto, ella asiente—No veo porque no puedas ir, él puede ayudarse con sus socios.
—El problema es que si no voy va a querer que deje de usar sus tarjetas, es posesivo. Es horrible ser la hija mayor, mi hermana pequeña solo se tiene que preocupar por qué vestido usar al día siguiente y yo tengo que preocuparme por otras cosas.
—Mi padre no ha mencionado nada sobre mi futuro—respondo con suavidad—pero sé que si él decidiera por mi lucharía para que no fuera así, él ya vivió su vida y yo tengo que vivir la mía.
—Tu eres fuerte y puedes contradecir a tu padre, yo no.—se queda pensando mientras sus dedos rozan el vaso de café—Pero no quiero pensar en eso, sentía que debía soltarlo ya que he peleado con él hace un rato.
En esta situación me daba cuenta que no era buena consejera, la mayoría del tiempo yo hacía lo que mis padres me pedían. Aún pensaba en cómo decirle a mi madre que Alexander y yo habíamos roto, pensar en cómo decirle sin entrar mucho en contexto me hacía querer enterrarme bajo la tierra.
Pero también otra parte de mi sabía que debía contarle a Rose todo lo que había pasado con Kane, Emma lo sabía pero ella no. Y por una parte me sentía culpable al no contarle.
—Tengo que contarte algo—sabía que debía contarle lo de Kane—Verás recuerdas la fiesta de Mark, yo...
Le conté cada detalle de lo que había pasado, resumido claro y quitando algunas otras partes donde había quedado peor con mi dignidad por los suelos. Pegaba grititos y todos nos miraban, yo solo apartaba mi mirada de los demás sintiendo vergüenza porque mi amiga no sabía ser nada disimulada.
—No puedo creer que saldrás con él, a mi parecer harían bonita pareja—guiña su ojo y yo solo la ignoro—Serían la mejor pareja de todos lados, no solo de la preparatoria. Es que es el chico misterioso y tú la chica social y conocida.
—Dirás la peor pareja—Veía como algunos chicos y chicas de las mesas me miraban, traté de ignorar aquello—¿No hablé muy fuerte al contártelo verdad?
—Creo que solo te ven porque tus padres han dado una conferencia hace poco, ambos te mencionan—enseña su teléfono frente a mi—Lo ves, es por ello que te miran tanto.
Al momento de mirar el video veía la sonrisa patética de mi madre, odiaba que sonriera tan falso como si le pagaran por hacerlo y no tuviera de otra. Mi padre estaba recto y estaba agarrado del brazo de ella. Muy raros a decir verdad, podrían parecer la pareja perfecta para cualquiera.
Menos para mi.
—¿Que opinan de su hija Jayne? ¿Es cierto que Alexander Mc Clay será su futuro esposo?
Mi ceja se elevó ante la pregunta tan rara que habían hecho.
Una sonrisa se eleva con mi madre—No puedo dar muchos detalles, solo sé que ambos se aman y tienen una relación duradera.
"Duradera" probablemente era preferible que hablara con ella sobre esto, no quería que se siguiera rumorando que andaba aún con Alexander, debía de poner un alto en todo sin embargo no había la oportunidad para poder hacerlo.
—Se rumora que han terminado, ¿es cierto?
Pregunta otro señor y acerca el micrófono hacia ellos.
Mi madre no responde se queda solo mirando a los demás y mi padre decide tomar el micrófono decidido.
—Creo que los rumores son falsos en muchos aspectos, sin embargo, no quiero seguir hablando de la vida privada de mi hija.
Después de eso el video sigue pero son preguntas ridículas sobre el trabajo con alguien importante, cosas que no me interesaban. Rose quita el video y me ve sorprendida tratando de procesar al igual que yo lo que había pasado.
Decidimos ignorar el tema y seguir platicando ambas sobre lo que teníamos que contar. No duramos mucho hablando o por lo menos no sentí que fuera demasiado el tiempo que estuvimos ahí.
—Hola, disculpa—se acerca una chica a traerme un café—El chico de allá te lo manda.
Antes de poder decir algo más la chica mira hacia la dirección donde está el chico y reprime una sonrisa.
Al mirar al chico miro que evade mi mirada, pero al verlo puedo asegurar que no lo conocía de nada.
—¿De verdad? Ni siquiera lo conozco.
—Tan rápido te caen los ligues eh—Rose me guiña el ojo—Acéptalo, probablemente te dé su número.
—¿Le puedes decir que no me interesa?—miro a la chica—Probablemente si se lo regreses esté mejor, no puedo aceptarlo.
Ella solo asintió y lo llevó de nuevo hacia él. No miré mucho hasta que pude escuchar un reclamo por parte de él.
—¿No puedes solo llevarlo como una buena empleada?
—Lo siento, la señorita no lo quiso recibir y yo solo lo regresó—se disculpó mientras el tipo la miraba con arrogancia—Solo seguí lo que me dijo.
—Quiero hablar con tu gerente, debo quejarme porque no estás haciendo un buen trabajo aquí.
Algunas veces solía intervenir en muchas situaciones aún cuando sabía que no estaba bien hacerlo, mi lado rebelde salía cuando veía egoísmo o algunas veces abuso de poder. Esta probablemente era alguna de aquellas veces.
Al momento de acercarme el tipo trató de ponerme cara amable y la chica se veía algo aterrada por lo que estaba pasando.
—Yo pago tu estupido café si eso hará que dejes de actuar como un idiota con una pobre chica—tome de mi bolso 5 dólares y se los extendí—Ten, deja de hacer un espectáculo solo por dinero.
La mayoría de personas nos veían y pude ver como su sonrisa se desvaneció al notarlo, los 5 dólares quedaron extendidos y él no los tomaba, me seguía mirando.
—Oh ya vi, ¿quieres más? Un café no vale más de 5 dólares.
—Ella fue una grosera no es el dinero—menciona sin quitarme la mirada de encima—Me ha hecho enojar.
—Más bien estás enojado porque tú pobre ego fue lastimado al no haber aceptado tu café—al momento de mencionar eso pude notar como su color del rostro iba cambiando a rojo—Sin embargo no debes de molestar a alguien más solo por eso, no necesitamos al gerente deja de actuar ridículo y aprende que no todas las chicas te van a aceptar.
No sabía que era lo que pasaría después de enfrentarme a él pero se veía tan enojado, que lo último que vi consciente fue que tomó el café en su mano y lo derramó sobre el delantal de la chica, después de esto se fue indignado.
La pobre chica miró con horror su ropa y trató de limpiarla con un pañuelo.
Tratamos de ayudarla, nos agradeció pero después rápidamente regresó al mostrador. Sentí feo por ella, había mencionado que su turno iba a acabar en poco tiempo así que me ofrecí a comprarle una blusa nueva. Se negó varias veces pero la convencimos para que finalmente nos pudiera acompañar.
Después de ver algunas dos tiendas tiendas de ropa conseguí comprarle una blusa nueva para que pudiera ponérsela en el baño de la Tienda. Rose tuvo que atender una llamada y yo acompañe a la chica hacia fuera ya que vendrían por ella.
El aire estaba algo fresco pero no del todo parecía que esta vez no iba a llover, la chica saca un cigarrillo y me ofrece uno y yo niego. Puedo ver como lo enciende mientras yo trato de no ser una preguntona sobre su vida y saber más de ella.
Odiaba el olor a cigarrillo.
—Prometo que pagaré la blusa una vez que me den mi sueldo, de verdad no era muy necesario pero no quería...
—No te preocupes no es nada—le sonreí—No hay problema tómalo como un regalo por el mal rato que te hice pasar, debí decirle yo misma que no lo quería.
—Fue un grosero, ese tipo quedará fuera de la cafetería—mira su teléfono y después me mira a mi—Una disculpa estaba checando que mi hermano me llamara, me presento soy Amanda.
Amanda se veía mayor que yo pero no mucho, tenía tez blanca y su cabello era color rojizo me preguntaba si se lo había teñido o era su color natural. Tenía un piercing en la nariz era pequeño por lo cual no se notaba mucho.
—Jayne, un gusto.—apretamos nuestras manos—Vendrán por ti?
—Si, es ese idiota que está estacionando su auto frente a nosotras.
Al mirar pude ver que efectivamente era un idiota, el idiota que odiaba y al parecer tenía relación con Amanda. Kane bajó el vidrio de su auto sin embargo no me hizo caso, ni siquiera notó mi presencia ya que no nos miraba y estaba concentrado cantando alguna canción que no se escuchaba con claridad pero si estaba algo alta.
—Es mi hermano, pero es algo rarito—suspira—mi Padre le confía el auto como si mi vida no dependiera de él.
—Me apiado de ti, maneja horrible.
Al decir eso no había captado que se podía mal entender, Amanda me dio una mirada de ¿qué pasa aquí? Y yo solo me he dado cuenta que la he cagado.
—Así que lo conoces ¿eh?
Antes de responder la música se bajó por completo y al mirar Kane estaba viéndonos a ambas.
—Veo que nos volvemos a encontrar, tanto me acosas que ahora ¿con mi hermana también te relacionas?
Giré mis ojos ante su comentario y Amanda no nos decía nada, parecía como si solo él y yo estuviéramos hablando entre ambos.
—Nadie te acosa, no me hagas quedar mal.
—Como no, si eres tú la que siempre me sigue.
—Creo que sigues en esa nube de que te acoso—probablemente debía contestarle igual como él me contesta algunas otras veces—te entiendo, es normal alucinar conmigo. No serías el primero.
Su hermana tiró una carcajada al vernos pelear de esa forma veo que le divertía ver las caras de Kane.
—Espero que estes libre más tarde ya que iremos a comprar las cosas que habíamos quedado en ir.
Amanda lo ignoró y subió al auto, sabía a que se refería pero no quería lidiar con él al otro lado de la ciudad solo por comprar cosas al por mayor para un club.
—Claro, me imagino que irás a recogerme—respondí con sarcasmo—Bien, esperare a que lo hagas.
—Hecho, solo no sigas acosándome por favor me da miedo que mi hermana también lo sepa.
Antes de poder decir algo más vi su sonrisa burlona y aceleró sin dejarme responder. Pensar que probablemente era un juego el que iría por mi más al rato era evidente, Kane solía jugar mucho con ese tipo de cosas.
Pero de verdad que algunas veces era insoportable.
Prometo actualizar seguido, aunque no me crean😭 tuve un bloqueo horrible desde la ultima vez que actualicé.
Espero amen el capitulo me tomo tiempo escribirlo lo bueno es que el otro ya está en proceso.
Pd. Gracias por su apoyo💗
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