39

Jayne.

—Solo de imaginarlo, Joder que no me la creo aún.

Emma venía diciendo sorprendida después de salir de clase, yo aún seguía pensando en como habíamos logrado la mayoría del salón aprobar el examen de filósofía.

—No puedo creer que pude sacar un 9—Rose suelta derrepente y ambas miramos—Digo chicas sabemos que no soy de buenas calificaciones, suelo reprobar la mayoría del tiempo algunas cosas y filosofía no es algo que se me dé del todo, lo sabemos.

—Puede ser sorpresa para ti, pero nosotras ya sabíamos que sacarías una buena calificación.

Traté de animar.

Rose solía últimamente deprimirse por las demás calificaciones y sabía que se sentía tener pensamientos de no ser lo suficiente para una buena calificación, aunque a mí no me gustaba que las personas cercanas o no cercanas a mí se sintieran así.

—A todo esto, ¿Que piensan de lo del viaje a pensilvania?

—Emma ese viaje es en una semana ¿No? Además acaban de informarnos hoy, podríamos solo esperar no es para tanto.—mencioné sin tomarle mucha importancia—O bueno solo son dos días y al parecer todo por qué el profesor stanford fue el elegido de este año para llevar al grupo por buenas calificaciones en el examen.

—Yo pienso que fue un golpe de suerte, digo no es algo que se ve todo el tiempo que la mayoría de nuestro grupo sea un superdotado.

Seguíamos caminando por los pasillos, Rose tenía razón en eso que acababa de decir también. ¿Cómo era posible esto? Digo en las demás clases a todos nos fue como si nos hubieran dado un buen golpe en el trasero, y ahora de la nada todos habíamos sacado buena calificación, algo no me olía muy bien.

—Supongo que sea lo que sea que ayudó, ya sean nuestras mismas plegarias, ha funcionado ya que nos iremos a pensilvania la próxima semana—Emma se encoje de hombros mientras lo dice.

—Podría conseguirme uno de pensilvania.

—Agh por dios Rose, ¿Sigues con eso?

Preguntó y ella suelta una risita.

—Vamos, no es nada malo tener a alguien de pensilvania.

—¿En dos días ridícula?—Emma alza una ceja mientras nos detenemos—No puedes conseguirte a alguien en dos días, ¿Lo sabes no?

—Habla la que anduvo con Jayden en un abrir y cerrar de ojos y ya piensa en una boda.—defendió.

Seguimos caminando por los pasillos. Hasta que llegué a mi casillero apunto de meter uno de mis libros.

—Tienes que estar bromeando,¿Boda?—miré a Emma en forma divertida cuando comencé a meter los libros—Y Rose, ¿Alguien de pensilvania en dos días?

—Oye es una puta mentirosa—Emma comienza a defenderse—No se de dónde saca que ya pienso en bodas  y luego con quién.

—Ni lo dudes Jayne, que algo me dice que ya está viendo sus vestidos de novia en Tiendas caras o viendo modelitos por Google.

Reí mientras acomodaba los libros en el interior del casillero. Mientras lo hacía aquellas dos seguían hablando y diciéndose cosas la una a la otra lo normal en mi vida supongo.

—Oh perdón por no ponerme a pensar en como buscar al amor de mi vida en dos días Rose.

—Yo no digo que sea el amor de mi vida pero podría tratar de conseguir alguno, ¿Tú qué sabes?

—Sé que es imposible.

—¿Quieres apostarlo?

Cerré mi casillero y las miré a ambas antes de hacer sus apuestas o antes de que hicieran algo ilegal de lo cual después podrían arrepentirse. Eso último no podría ser muy posible, pero conociéndolas acabarán en una locura.

—No comiencen a hacer sus apuestas estúpidas, ya solo les faltaría la de ¿Quién se embaraza primero?

—Vamos Jayne ¿de que lado estas?—reprocha Emma.

—De ninguno, yo solo quiero ver qué tipo de estupideces estarán haciendo ahora, es algo normal en ustedes que hagan este tipo de cosas y yo no pienso meterme por qué conociéndolas terminaré enganchada de alguna forma y no muy buena, así que paso.

Emma me da una miradita no muy agradable y Rose solo me mira enchinado sus ojos.

No se por qué, pero presiento que esto estará presente en nuestra plática del almuerzo en unos minutos, si no es que ahora mismo seguiran con ello.

—Dame dos días en pensilvania y te aseguro que conseguiré a alguien—Dice Rose mirando a Emma—Si no lo hago, haré lo que sea, pero si si tú harás lo que yo quiera.

—¿De verdad quieres hacer este tipo de tratos ahora?

—Podria ser fácil conseguirme a un—me mira—¿Se les llaman pensilvanios por qué son de pensilvania? Bueno es algo estúpido igual, podría ser fácil conseguirme a un hombre de pensilvania.

—Hay dios, ¿Segura que quieres hacer este trato?

Yo trataba de no reír, Emma pregunta con una sonrisa al igual que Rose.

—Segura, veremos quién tiene la razón.

—Esta bien, trato hecho.—estrechan las manos frente a mi.—Jayne

Emma habla refiriéndose a mi, sin apartar la mirada de Rose, mientras se ven como de alguna forma vengativa. No lo sé, pero me imagino que de esto ahora en adelante hablaremos.

—¿Si?

—Dime algo que podría hacer Rose, ya que lo más probable es que pierda.

—No Jayne, mejor dime algo a mi de que podría hacer Emma cuando pierda, ya que ella lo hará.

Suspiré y las dejé atrás, mientras escuchaba como se quejaban. Yo por mientras estaré fuera de esa pequeña guerra, por qué sé que no terminaré bien al lado de esas dos.

Aunque es divertido hacerlo.

Por estar en mis pensamientos de nuevo topé con alguien, me quejé por lo bajo ya que mi nariz dolió. Aunque después de separarme un poco el olor de aquel perfume que llevaba consigo aquella persona, inundó mis fosas nasales.

Me había topado con el pecho de  Kane a mitad de pasillo.

—¿En quien piensas?—pregunta mirándome serio.

—En nadie que te importe Kane,—dije sin importancia frente a él, ya que a él que más le daba en quien pensaba—¿Que haces aquí? ¿Piensas volarte de nuevo otra clase?

—Es broma, no tienes por qué ponerte como si fuese un regaño lo que te pregunté.

Comienza a sonreír.

—Ya lo sé, solo te lo digo por que quería responder a tu pregunta rara que no se desde cuándo comienzas a hacerme.

—Creo que la hago desde que te conocí, ¿No?—no dije nada mientras me miraba con una sonrisa. Maldita sea Kane, ¿Por qué ahora que aún falta una clase?—Y contestando a tu pregunta, nadie entra a ciencias hoy.

—Por decir nadie, nos referimos a solo tú ¿No?

—Y a ti también.

Ah no, no no, estás mal amigo. ¿Cómo no voy a entrar a la clase de la profesora que me detesta? Si mi padre o mi madre reciben una llamada de que no entre a clase por irme con un chico (por qué lo más probable es que Martha diga eso, ya que es la que a todos hecha de cabeza en clase cuando no entra) me mataran viva y me casarán más rápido que flash.

—Estas loco Kane, ¿Por qué iría contigo a quien sabe dónde en vez de entrar a la última clase?

—No seas aburrida Jengi , solo no entraremos a una clase tampoco es para tanto—su voz sonaba en un tono para convencer—Digo solo es una clase, ya en un par de meses nos iremos, ¿Crees que eso va a afectarnos?

Cuando quería que Emma y Rose intervinieran en esto, no estaban, y cuando no quería lo hacían, malditas brujas de seguro ya se fueron.

Veía como las pocas personas de los pasillos pasaban a nuestro al rededor, y Kane me seguía mirando esperando alguna respuesta. Por un lado no quería entrar ya que ciencias me mata, es la única materia que no soporto mucho y más por qué la profesora es alguien que suele traerla contra mi constantemente.

—No voy a faltar a una clase solamente por qué me lo pides tú, digo—aclaro un poco mi garganta— si yo te lo pidiera ¿Dejarías tu clase por mi?

Asintió—Sin pensarlo, aunque bueno ese no es el caso. La aburrida que no quiere venir conmigo eres tú, no yo. Creo que lo mío no es ser aburrido así que aceptaría rápidamente ello.

Aunque aquello me hizo querer sin dudar irme con él,no podía. Uno nunca debe hacer ese tipo de cosas por una persona que es normal en él, en mi no lo es.

—¿Que te parece si entramos mejor a la clase?

—¿Estás de broma,no?—me pregunta negando hacia los lados como si no creyera lo que contestaba—Jayne solo es una clase, 40 minutos o 50 no te echaran a perder tu futuro o algo así.

Bien Kane, no quería hacer esto pero no me dejas opción. Cuando era pequeña tenía mis métodos con algunos familiares para que me hicieran algo de caso, y bien no serás un familiar mío, pero eres una persona y tendré que hacerlo.

—Tal vez deberíamos entrar, por favor—suavicé mi voz y tomé su mano, puse mi cara un poco más relajada y lo miré atentamente—Por favor Kane, entremos a clase, después vamos a dónde tu quieras. Pero, por favor.

—No me pongas esos ojos—yo lo miraba igual, como si fuera un cachorro y el un hueso—No hagas eso. ¿Sabes que no va a funcionar, verdad?

—¿Que cosa?—pregunté con inocencia.

—Tu táctica que utilizan la mayoría de las chicas para conseguir algo, esa de poner sus ojos como cachorrito.
No funcionará Collins, aunque—me miró confundido—Nunca te había visto hacer algo así, lo cual me preocupa un poco. ¿Estás enferma o algo?

Comienza a tocar mi frente.

Este idiota sabía de esas tácticas que usábamos algunas mujeres, ¿Cómo puede ser posible eso? No planeaba usarla siquiera, no puedo ser tierna mucho tiempo con Kane siendo un idiota  y ahora me toca la frente como si estuviera asegurándose si tenía temperatura o algo.

Que esté estúpido me está tachando como si fuera una loca.

—Oye idiota—agarré su mano para detenerla y eso hizo que esbozara una sonrisa—No soy una loca o estoy enferma para que me digas esas cosas, yo suelo ser así todo el tiempo no encuentro tu lógica al creer que estoy enferma o algo así.

—Ves, esa es la Jayne que conozco. No trates de hacer esas tecnicas conmigo, pídeme eso normalmente como lo harías. Claro que sin agresividad, a veces me asustas.

Le di una mirada de advertencia.

—Kane Green, podríamos entrar a clases de ciencias  ambos y no irnos a otro lado, ¿Podría ser posible eso?

Casi resbaló mis dientes de la forma tan harta y cansada en la que lo dije, el se estaba divirtiendo mientras yo me estaba cabreando un poco. Es que tan solo de verme hacer el ridículo para que al final de cuentas me dijera eso, me hace hervir la sangre un poco.

Aunque el se lo está tomando con un humor muy normal al parecer, está de pie y agarra mi mano, sonríe con diversión y yo no tengo ninguna pizca de diversión en mi rostro ya.

Bueno, se que está jugando pero me hace quedar como idiota y eso se que le divierte.

—Mi querida Jengi, claro que no acepto. Si quieres entra, te esperaré a fuera de clase.

Suelta mi mano y tira una carcajada.

Lo miré mientras se iba y me daba la espalda por los pasillos, pero que estúpido me hizo perder tiempo de clase ahora sí. Veo como alza su mano en forma de despedida mientras sigue de espaldas caminando.

Yo solo me quedo de pié viendo como se aleja poco a poco, y para cuando me doy cuenta la clase ya había empezado y estaba a nada de llegar después de mis minutos de tolerancia.

Oh ya se que era lo que quería hacer este tipo.

Para mí suerte cuando llegué a clase, si me dejaron entrar faltando un minuto de tolerancia. Joder Kane, que está vas a pagarla pronto.

_*_

—Vamosss, fue solo una jugadita sucia—dice mientras viene a mi lado—¿No me hablaras? Jengi, no quisiste venir conmigo, yo no hacía eso por la intención de que no te dejaran entrar, más bien yo lo hacía para que vinieras conmigo.

Si así es, Kane venía a mi lado hablando mientras yo caminaba a casa. Al salir lo encontré esperándome en la entrada mientras fumaba un cigarrillo, claro que en cuanto me vió lo tiró al suelo y me siguió cuando ignoré su sonrisita sarcástica.

No estaba enojada con él, sería una idiotez. Solo me estoy cobrando la de hace unos minutos.

—Vamos preciosa, ¿No vas a hablarme?

Escuchar a Kane decirme "preciosa" con su voz gruesa hizo que por un instante quisiera dejar mi dramatismo y sonreír. Dije que por un instante,no que lo haría.

—Agh Jayne, nunca digo cosas así y ahora me ignoras cuando te las digo—se queja a mi lado—aunque bueno, no me molesta decir esas cosas lindas si lo sabes ¿No?

—¿No?

Hice la pregunta sin algún tono de diversión, como si estuviera molesta aún. Aunque bueno, él la mayoría de las veces estaba molesto, tenía la excusa de cobrarmela ahora.

Se puso frente a mi haciendo que frenará en seco.

—Lo digo en serio, no se que quieras hacer para que ya no estés molesta conmigo, pero sé que no dejaré que llegues a tu casa sin dirigirme la palabra. Así que iremos a un lugar de eso me encargo yo.

¿Salir?

—¿Salir?—bueno, lo dije y lo pensé a la vez.

Asintió, y tomó mi mano.

—Pero caminando no, así que iremos a  mi casa que no queda muy lejos de aquí—se queda mirando hacia los lados y después su mirada regresa a mi—Y nos iremos a un lugar, te la debo. Además desde aquí no queda muy lejos.

No sabía a dónde quería ir pero, tenía razón en lo que había dicho de que no quería regresar a casa aún. Me parecían lindas sus acciones aunque fuera una persona que me sacara de quicio algunas veces. Bueno, casi la mayoría de las veces.

Pero bueno, Kane es Kane.

Agarró mi mano y la estiró mientras comenzó a caminar, conmigo detrás.

_*_

Dos adolescentes, en un mismo sofá. Con eso pueden hacerse muchas ideas en la mente, tal vez si las dos personas se gustan estén abrazados y viendo películas de cualquier tipo, mientras disfrutan estar juntos. O podrían estar haciendo más cosas de las que muchos piensan que hacen cuando están solos.

¿Que estaba haciendo yo, en un Sofá con Kane si solo veníamos por su auto?

Buena pregunta, y como buena su respuesta también lo es. "Nada". Exactamente, solo estábamos sentados en el sofá de su sala mientras él miraba hacia un punto en el suelo y yo solo lo miraba a él  tratando de descifrar que era lo que tenía. Cuando vinimos por su auto comenzó a maldecir por lo bajo, yo no vi el auto en la entrada así que supuse que por eso su forma de actuar y maldecir.

Después de eso, me dijo que entraramos a su casa, me negué pero el insistió y aquí estamos sin hacer nada, más que un silencio que nos acompaña desde hace algunos minutos.

Puedo ver cómo Kane frunce sus cejas, mientras su mirada sigue el en suelo de madera pulida frente a nosotros. Y yo, solo miro hacia los lados de manera incómoda, a diferencia de la mayoría de las veces, este silencio era extraño. Sentía a Kane extraño.

—¿Que sucede?—me pregunta derrepente y yo solo dirigí la mirada hacía él—Estas algo callada Collins.

¿Callada? Pero, si hablando de callados él está así conmigo.

—Yo no estoy callada, o bueno sí—ya la cagué—Pero, es por qué tu lo estás y solo estás mirando al suelo. No quiero interrumpir tus pensamientos, llevas minutos así y bueno, no quería decir nada por qué no soy quien para estarte reprochando él por que solo miras al suelo.

Recarga su cabeza sobre sus puños, mientras sus codos están sobre sus piernas y ahora está en dirección denuevo de frente, tratando de ignorarme.

¿Pero que le pasa?

—El maldito auto.

Eso fue lo único que mencionó.

—¿Qué?

—Mi auto—volvio a decir con cierto tono que trataba de ocultar su molestía, claramente yo distinguía eso. No podía ocultarlo del todo—Creo que Mi padre o Carter se lo han llevado, y se supone que debía llevarte a algún lugar. Solo sé que me siento algo extraño por qué te hice caminar hasta aquí prometiéndole que te llevaría a un lugar en mi auto, y ahora resulta que no hay tal auto.

—Kane pero, no le veo problema alguno. De seguro pasó una emergencia—pasé mi mano por su hombro—Tal vez por eso lo tomaron, además no es de a fuerza que tengas que llevarme a algún lugar.

—Pero quería estar contigo.

—Estas conmigo y yo contigo Kane, estamos sentados en un sofá de tu sala, juntos y solos. ¿Por qué dices que querías estar conmigo, como si no lo estuvieras?

El me mira.

—No lo sé, creo que mereces que te lleve a un lugar mejor y no estar aquí en mi casa sin hacer la gran cosa. Solo pienso en eso, no se cómo te sientas se que tal vez deba aburrirte estar aquí conmigo en este lugar, no sé Jayne, siento que mereces que te lleve a lugares mejores.

Mi corazón dió un vuelco, Kane se veía algo preocupado y decepcionado y molesto. Pero, sabía que no solo era por lo que acababa de decirme, algo tenía Kane, por qué llevo tiempo conociéndolo y sé cuando tiene algo y lo oculta.

Lo notaba algo deprimido ahora, Kane no se veía como el Kane de siempre ahora.

Él siempre trata de hacerme sentir bien, sin embargo solo me la paso haciendo dramas y jugando y nunca me preocupo por saber cómo está. Creo que me olvidé de eso, me siento una idiota en estos momentos, no sé, siento que olvidé algo importante que no debía olvidarse.

—Kane, ¿Estás bien?—la pregunta solo sale de mi boca—Te noto algo distinto ahora, ¿Hay algo más no?

Me mira con seriedad y sus ojos me hacen pensar que si hay algo más.

Apoyé mi cabeza en su hombro y miré al frente con él.

—¿Que pasa?

El seguía callado, pensé que no hablaría.

—No pasa nada, estoy bien.

—Puedes decir eso, pero yo siento lo opuesto Kane. No soy una persona que le dará igual él como te sientes, tienes algo así que dime, ¿Que pasa? Acaso, ¿Es por qué no me salté las clases contigo?

Pude sentir como su brazo se tensó y podía sentir como la vena de su cuello se sobresaltaba. A mi lado era notoria y más por qué Kane era demasiado blanco para poder ver su vena pulsar en su cuello.

—Jayne...

—Dilo Kane. Vamos dímelo, sabes que necesitas sacar lo que llevas dentro y decirme.

—¿Estás segura?

—Solo dilo.

—No es por ello por lo que estoy así, descarta eso. Creo que me hace feliz ver cómo te cabreas en la preparatoria o en cualquier lugar donde estemos.

Me quedé callada, necesito esperar a que Kane hable todo lo que tenga que decir.

—Pues...—respiró profundo—Yo...

Antes de que pudiera decir algo más, Kane se quedó callado, sus manos temblaban un poco sobre sus rodillas y me hacía pensar aún peor que algo pasaba, que algo tenía. Pero, no dijo nada por segundos, hasta que escuché la puerta abrirse.

Ambos miramos hacía la dirección de la puerta que a este ángulo de dónde estábamos se veía solamente la mitad. Pensé que sería el hermano de Kane, pero mi sorpresa fue que en mi campo de visión apareció un hombre.

Un hombre blanco, alto y un poco ancho. Su barba era de un color azabache al igual que su cabello, y su mirada de algo parecido a la sorpresa llamó más mi atención. Llevaba una camiseta de cuadros de manga corta de esas de vestir, era azul con Blanca, un bolígrafo y unos pequeños Washi tape de colores en su bolsillo derecho.

Un pantalón negro de vestir, sus zapatos negros y un maletín en su mano.

Claro, es el padre de Kane.

—Buenas tardes hijo—cuelga las llaves en un pequeño adorno cerca de la entrada de la sala—Regresé antes.

—Mucho antes, diría yo.

Kane contesta de una forma muy seca. ¿Así es con su padre?

El señor entra y se pone frente a mi con una enorme sonrisa.

—Mucho gusto, soy el padre de Kane.—extiende su mano para que pueda estrecharla—Pero puedes decirme Jeremy o Jer, aunque bueno creo que en un tipo de 40 y tantos ese apodo es algo de señores anticuados.

Ríe un poco.

—Mucho gusto Señor Green, mi nombre es Jayne Collins. Es un gusto conocerlo.

—El gusto es mío—aparta su mano, y mira sorprendido a ambos—Vaya Kane, no sabía que tenías amigas. Solo sales con esos tipos de siempre por las noches, más no sabía que tenías amigas, es impresionante.

Kane no lo mira, lo está ignorando y yo me estoy sintiendo algo incómoda aquí.

Así que quizá deba romper el hielo un poco y tratar de prender este pequeño encuentro así como las veces que Kane me hizo atragantarme cuando conoció a mis padres.

—Oh no, no soy su amiga—La verdad eso ni siquiera lo sé con seguridad, pero Kane así se presentó con mi padre, así que ¿Que puedo perder? Podría hacerlo reír de seguro con esto, siempre termino haciendo algo estupido.—Soy su novia.

Kane me mira sorprendido al igual que su padre. Una sonrisa se forma en la cara de aquel hombre y Kane solo me mira con una media sonrisa como si la estuviera ocultando.

¿Por qué ocultarla querido "novio"?

—¿Novia?—se emociona de una forma muy notoria—¿De verdad? Wow es que no me la creo, Kane nunca me ha contado nada ni presentado a nadie.

—No le hagas caso, está algo loco—menciona a mi lado y le doy un codazo.

—No se como lo toleras Jayne, debo felicitarte—hace un gesto divertido—Suele ser algo irresponsable, es egoísta también algunas veces y es un poco terco.

Lo decía con cierto tono divertido. Ni siquiera parecía el padre de Kane.

—Diría muy terco.—confirmo lo que dijo, Kane es eso y más cosas que le sorprenden a la mayoría—Pero su hijo es muy especial.

Kane sigue mirándome y yo solo estoy mirando a su padre mientras hablamos.

—Lo se, aunque ni siquiera le dirija mucho la palabra a su propio padre. Ya ves, lo he saludado llegando a casa y solo me ha dicho un "mucho antes diría yo". Aunque bueno, ya sabes cómo son los adolescentes, piensan que es mejor no hablar con sus padres por que sienten que se ve cool hacerlo—se sienta frente a nosotros en el otro sofá.—¿Tú hablas con tu padre Jayne?

—Bueno, algunas veces pero no es por qué lo ignore. Simplemente mi padre trabaja mucho fuera y casi no lo veo muy seguido, así que casi no hablo mucho con él por el trabajo.

—Es bueno que lleves una comunicación con tu padre—su mirada pasa a Kane—Deberias aprender de tu novia, a tener algo de comunicación con el tuyo.

Aunque el Señor Green lo decía de una forma tan calmada y con una sonrisa, Kane solamente estaba con sus semblante frío y su mirada perdida. No sabía por qué odiaba a su padre si se veía que era una persona muy buena con él.

—Bien papá—kane se levanta—Tengo que irme con Jayne a un lugar, así que ¿Podrías darme las llaves del auto?

Se pone frente a él con su mano extendida esperando a que su padre se las de.

—Carter se ha llevado tu auto, ya que el mío lo mandaron a arreglar al igual que él suyo está en mantenimiento. El me ha traído a casa y se ha ido.

—Pero iba a llevar a Jayne a un lado.

—Kane, pero tú primo se llevó el auto. No puedo regresarlo, iba a salir por Amanda.

Estaba viendo como los puños de Kane se aferraban a sus costados. ¿Por qué le molestaba tanto?

—Bien, no se preocupe—me levanté—De igual forma podríamos pasar tiempo aquí, además el día está muy aburrido, creo que nos vendría bien ver algunas películas.

—Si, nos vendría bien verlas—agarra mi mano—pero en mi habitación.

Me jala con él haciendo que me aleje de ahí de la sala. Iba tras él mientras subía las escaleras con su mano en mi muñeca.

Al momento en que llegamos a su habitación, recordé que Kane ni siquiera tenía televisión.

Ay dios, ¿Películas en su habitación sin televisión?

Me huele algo mal. No Jayne, no pienses en cochinadas. Piensa en la biblia, piensa en cosas buenas, quizás tenga una televisión en su habitación y no la has visto.

Cerró la puerta con seguro detrás mío cuando entré a su habitación y yo lo miré, el estaba algo confundido y se sentó en la orilla de su cama. Después comenzó a reír un poco.

—¿De verdad le has dicho que eres mi novia a mi padre?

—¿Cuál es el problema? Eso le dices tú a los míos, así que ya estamos a mano—me puse frente a él—Ademas, ¿Te molestó que lo hiciera? Porque ese era el punto.

Negó con la cabeza.

—¿Cómo me molestaría? Si cuando dijiste eso sentí una emoción dentro de mi inexplicable, no podría decifrar con claridad el como me sentí cuando dijiste eso, pero no podía expresar nada por qué odio verlo.—murmura eso último—No pienses que es un tipo agradable como aparenta, no lo es.

—Pero lo parece Kane, de verdad, ¿Que ha hecho tu padre para que no quieras siquiera dirigirle la palabra?

Pasa sus manos por mi cintura y me acerca a él, su cabeza se hunde en mi hombro y se queda así un buen rato. Yo acaricié su cabello mientras estaba así.

—No quiero hablar de eso, pero respondiendo a tu pregunta si, estoy bien.

—Kane...—me mira y siento que debería no tocar más el tema—si tú dices que no quieres hablar de eso, está bien. Pero oye, cambiando el tema.

—Dime.

—¿Que planeas hacerme?

—¿Eh?

La pregunta le sorprende derrepente.

—Si, dijiste que íbamos a ver películas en tu habitación y ni siquiera tienes televisión, ¿Quieres matarme y llevarme hasta la muerte tú mismo para asegurarte de que ya no te molestaré ni te golpearé?

Suelta una carcajada con su voz ronca.

—Creeme que podría hacer muchas cosas pero, no de lo que estás pensando—me lanza una mirada—se que dentro de esa cabecita hay una mente muy morbosa y pensamientos así.

—Estas loco.

—Niegamelo.

—Lo niego, ¿quién en su sano juicio dice que vendrá a ver películas sin televisión?

—Por dios Collins, que no quería seguir ahí—vuelve a hundir su cabeza—Ademas, mejor dime qué harás el próximo fin de semana.

—¿Cómo que qué haré? Pues ir al viaje de filosofía.

—¿Viaje de filosofía?

Pregunta.

No me digas que no entraste a esa clase tampoco Kane, que te falta mucho de lo que informarte.

—¿Es en serio que no sabes que iremos a pensilvania la próxima semana con el profesor stanford?

—Oye preciosa, yo no suelo entrar mucho a clases, o bueno creo que desde que estás conmigo entro más a ellas pero entiende que hay algunas veces que me aburren y siento la necesidad de no entrar.

—Pues ahora ves por qué deberías entrar—me siento a su lado y lo miro para reclamarle—No entiendo tu obsesión por no entrar, digo no te cuesta nada entrar un poco a clases.

—Tampoco cuesta mucho no entrar.

—Como te gusta llevarme la contraria.

Me agarra de la cintura y me hace a un lado para caer en la cama. Y él me mira de una forma extraña mientras estoy así. Hasta parece que quiere firmar sus sentencia de muerte.

Lo tiro ahora yo,estoy casi encima de él. Nuestras frentes está en el rose al igual que nuestras narices, no lo iba a besar. No lo voy a besar más bien.

Sus ojos cafés claro miran los míos y yo solo puedo concentrarme en verlos por un momento, cuando lo que hace es poner una mano detrás de mi cintura y pegarme a él.

Si, así es, terminé besándolo.

_*_

—¿De verdad vamos a seguir discutiendo de que color era el vestido de candy candy?

Le pregunto mientras estamos en el suelo de su habitación acostados en el piso ahora.

—Jengi, entiende que era rosa.

—Yo lo recuerdo azul.

—Pues no lo recuerdes así, por qué no lo era.

—A todo esto, ¿Cómo llegamos a hablar de candy candy?

—La verdad no lo sé, hablo contigo cosas raras algunas veces—murmuró—creo que es por qué eres rara.

Le volví a dar un codazo y se quejó—tu muy normalito.

—Eh, que agresiva andas.

—¿Yo agresiva?

Me levanto para estirarme un poco ya que tengo que irme en unos minutos. Llevaba varios tiempo aquí con Kane, y tenía que llegar a casa a terminar la maldita tarea ya que no quería que mañana en pleno sábado o un domingo me molestara ese pendiente.

—Agresiva—murmura aún en el suelo.

—Claro Kane—digo indignada—Ya solo eso te faltaba, decirme ahora agresiva.

—No es cierto—se levanta y me rodea con sus brazos—Es broma, eres una persona tan dulce que me da miedo que un día cambie.

Esas palabras me marcaron por unos segundos,el aroma de Kane inundó mi nariz de nuevo mientras me abrazaba.

¿Por qué podía hablar de cosas serias con él y después hablar de cosas raras?

Después de eso, me acompaño hasta la puerta y su padre me vió. Kane dijo que iría a cerrar algo de su habitación y entonces yo me quedé a solas con su padre.

—Perdon por irme algo tarde de aquí—hablé en cuanto lo vi—No suelo hacer eso, para que no tenga una imagen que no es de mi.

—Oye, no me molesta Jayne—se acerca un poco a mi oído—Aqui entre nos, ven más seguido que ahora no parece tan amargado.

Me hizo reír aquello.

—¿Suele ser muy amargado?

Asiente—Asi es Kane, aunque bueno, al parecer ya hay alguien que lo hace ver las cosas de otra manera. Ven cuando quieras Jayne, eres bienvenida aquí.

Kane insistió en llevarme a casa después de estar pasando el tiempo juntos en su casa hablando sobre muchas cosas como la preparatoria, entre cosas raras como el maldito vestido de candy candy, aunque ahora que lo vengo pensando ella usaba diferentes colores de vestidos.

De pasar a estar mal, estuvo completamente normal, no se que pasaba por su mente en esos momentos pero estuvimos bien después de todo. Además no quería que se molestara en acompañarme a casa, le di la idea de que quería estar pensando algunas cosas y que no quería que se regresara  solo.

Era verdad, bueno y no estaba lejos.

Cuando me paré frente a la puerta de mi casa, un pequeño sobre llamó mi atención.

Pero, el correo siempre lo recoge Archie y lo deja dentro de casa en una pequeña mesita de madera, ¿Esto era reciente?

Me agaché para poder ver con claridad el sobre, había un pequeño escrito en letra cursiva con tinta negra detrás de este.

Jayne.

No sé, pero al momento que tomé el sobre sentí algo extraño. Entré a casa, me dirigí a mi habitación rápidamente y después de acostarme en mi cama dándole vueltas al sobre, finalmente decidí abrirlo.

Una pequeña hoja en blanco doblada en cuatro partes  hizo llamar mi atención.

Tratas de aparentar que todo está bien cuando no lo está y lo sabes.

Tik tak tik tak. Alguien puede ir tras de ti.

El tiempo vuela Jayne, pero tus recuerdos no. Ambos sabemos eso.

P.

Mis manos comenzaron a temblar al momento en que leí aquello, ¿Era una amenaza?

Y si era una amenaza, ¿De quien era?

Mi pulso comenzó a acelerarse y respiré profundamente, miré la hoja frente a mi y mi mente no lograba decifrar lo que sinificaba exactamente aquello.

¿Quién la mandó? Y, ¿por qué de tantos dias, tuvo que ser hoy.?

_*_

¡Actualización en sábado! Algo temprano lo sé, espero les haya gustado. Hemos comenzado la verdadera historia ahora.

Que comience el juego.

Los amo.

Kane, siendo Kane.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top