26
Jayne
Corrí lo más rápido que pude de ahí, me tope con mucha gente pero solo podía decir un "lo siento" en voz baja. Quería evitar que alguien conocido me viese y aunque mi casa estaba lejos de aquí tal vez caminar era la única opción que tenía. Aún no podía creer lo que había escuchado, tratar de aceptar aquellas palabras que habían venido de kane era algo que no podía hacer por mas que tratara.
Estaba a nada de llegar a la entrada, mis ojos estaban llorosos y los secaba bruscamente pero, las lágrimas seguían saliendo y mis ojos rápidamente volvían a ponerse así. Y se que, kane no tendría perdón. No tendría perdón por jugar conmigo y esta vez no podría negar nada porque tenía la prueba de escuchar aquellas palabras de su boca.
Salir de la fiesta no fue lo más difícil, lo más difícil fue caminar para llegar a casa ya que no quería preocupar a Archie diciéndole que viniera por mi a estas horas. Mucho menos a mis padres que estaba segura que me darían el peor sermón del mundo. Al avanzar a una distancia considerable detuve mi velocidad y comencé a caminar de una forma más tranquila y lenta, mi mente trataba de dar para más para encontrarle respuesta a las preguntas que me hacía pero no las había. Entonces un claxon me hizo frenarme y un auto paso a mi lado. Sabía que estaba tan perdida en mis pensamientos, sabía también que me había metido en un problema que no explicaba el como todo había ido de mal en peor.
Finalmente opté por tomar un taxi ya que ya me encontraba alejada de la fiesta.
Antes de llegar a casa miré a Alexander de pie frente a ella. No estaba lista para más idioteces y ni siquiera estaba preparada para volver a hablarle pero una parte de mí quería solo correr y abrazarlo. Algo que no iba a pasar ya que era muy orgullosa.
—¿Que haces aquí?
—No puedes fingir que todo está bien entre Kane y tú sabemos que no sueles estar con una persona de un día para otro.
—Alexander no entiendo porque no me quieres dejar en paz, te he dado tu espacio, no he sido una loca después de terminar.—respiré hondo para tratar de no decir cosas de más y solté el aire—No entiendo que es lo que quieres de mi, ya hemos terminado y cada quien tiene su pareja.
—Me preocupas Jayne, no es normal que estés saliendo con un chico como él y bueno—se queda callado un poco y después retoma—creo que también lo hago por nuestra amistad.
No se si me había sorprendido lo último que había dicho, estaba segura que no teníamos una amistad después de haber terminado nuestra relación. Sabía que estaría mal que fuéramos amigos tan rápido, debíamos darnos el tiempo necesario para vernos sin pelear o discutir por el pasado. Pero también sabía que era el único amigo que había tenido en mi vida, habíamos crecido juntos y aunque eso no justificara todo el daño que me hizo siendo novios yo entendía que ese "daño" había sido causado por nuestros padres. Aunque suene algo ilógico, nuestra relación se basó en sus consejos y sus ganas de que estuviéramos juntos y ahora entendía en este punto que, solo hubiéramos funcionado como amigos.
Me había enamorado para abrir los ojos, pero a qué costo.
—¿De verdad piensas que estamos bien siendo amigos?—pregunté mirándolo fijamente—Hemos estado actuando como rivales frente a nuestros padres, has sido prepotente conmigo e incluso ante las demás personas parecería una rogona por estar junto a ti de nuevo aunque sea en amistad.
—Nunca cambias... siempre te has preocupado en lo que piensen los demás.—suspira—Jayne te conozco tan bien que se por tu mirada y la manera en la que hablas que ni siquiera estás bien, tal vez fui un terrible novio pero, no puedes negar que como amigo era genial.
Aunque había sido un novio terrible realmente sabía que como amigo era buena persona. Mi odio hacia el se veía rídiculo al lado de lo que Kane me había hecho. Quería estar en paz de todo problema y sabia que si no aprendía a perdonar los errores de las otras personas el impulso de hacer algo en su contra como venganza me jodería.
—Podemos ser amigos solo dame tiempo. Es difícil después de todo lo que ha pasado.
—Se que tomará su tiempo pero eso no implica que no esté para ti cuando me necesites, ¿lo sabes no?
—Supongo.
¿Que tan solitaria debe de estar mi vida para sentirme vacía después de lo que escuché con Kane? Me dolía, claro que lo hacía, quería ocultarlo pero me había quebrado el corazón en pedacitos aunque intentaba hacerme la dura en estos momentos frente a Alexander. Traté de retenerme a que una lágrima saliera pero, fue inútil.
Que ironía ni siquiera había llorado cuando terminé con él. Y lo hacía con alguien que ni siquiera fue algo realmente para mi. No se si fue mi impulso de desahogarme con algo pero me odié, me odié al instante en que mi cuerpo se pegó al pecho de Alexander.
No lo abracé, pero su mano tocó mi cabeza.
—No quiero que tengas problemas con Kane pero sabes...
—Olvídalo, no quiero hablar de él.
—¿Te parece si te llevo por una hamburguesa? No comeremos ahí, pero puedo llevarte y la traemos a tu casa. No te vendría mal salir un poco, vamos.
Traté de negarme pero no pude. Caminé con él hacia su camioneta.
Alexander entró a la camioneta y comenzó a conducir. No dijo nada en todo el camino ni siquiera me preguntó qué tenía. Y eso estaba bien, porque no quería explicar nada a nadie por el momento y aunque deseaba hacerlo sabía que iban a juzgarme por todo lo que había pasado.
No había música, un silencio estaba entre ambos. Miraba como pasábamos rápidamente, mi mirada estaba en la ventanilla, recargué mi cabeza en ella y cerré mis ojos con fuerza como si con eso y la oscuridad que comenzaba a ver podía olvidar el desastre de lo que había pasado esta noche.
Sentí que me estaba ablandando porque después de todo Alexander aún quería que no estuviese mal. Después de todo lo que le dije el aún quería llevarme a comer una hamburguesa en mi peor momento. Por un instante no quería estar como gato y perro peleandonos el uno al otro por algo que ya había pasado y que era inevitable.
—No quiero entrar—susurré—No quiero que todos me vean en este estado tan raro.
—No entrarás, yo traeré una hamburguesa y una malteada para ti—me dio una sonrisa torcida—es lo menos que podría hacer por ti.
Bajó y me dejó esperándolo. Mi celular comenzó a vibrar y miré el nombre de perdedor en la pequeña pantalla. Cerré mis ojos con dolor y apagué rápidamente el celular, evitando cualquier llamada de kane y evitando cualquier mensaje de él.
No quería saber nada de él por el momento, no quería que me hablarán siquiera de él tampoco. Esto se había ido en caída más rápido de lo que hubiese pensado, el contrato apenas de acabaría la próxima semana,ni siquiera habíamos logrado terminar con él.
Me quedé mirando la oscuridad del cielo, me quedé pensando en Kane por un momento y en las posibles cosas del porque pudo haberme hecho esto. Respiré hondo y traté de dejar todo eso para cuando llegara a mi habitación.
Después de algunos minutos vi a alexander subir con una pequeña bolsa con el logo de burguer house y un pequeño vaso de refil color blanco con naranja y rojo.
Abrió una pajilla, le quitó la envoltura y se la colocó a este vasito. Extendió su mano y me lo ofreció, traté de sonreír como agradecimiento pero sabía que mi sonrisa no era convincente.
—Gracias...
Al beber sabía que era una malteada de vainilla y aunque fuese algo noche para ella me sorprendía que aún a estas horas la vendieran.
Alexander encendió la camioneta y vi como nos alejabamos del lugar.
—¿No quieres hablar sobre eso verdad?—sus manos estaban al volante.
Negué con la cabeza aunque sabía que no me vería.
—No quiero hablar sobre ello. Por lo menos, no ahora.
—Comprendo.
Al llegar a casa bajé con cuidado, agarré la bolsa donde venía la hamburguesa entre mis manos. Alexander me veía con cierta preocupación, era como si regresaramos a los tiempos en donde éramos tan solo unos niños y nos preocupabamos del uno por el otro.
—Gracias por traerme a casa y... —miré hacia abajo—por la hamburguesa.
—No hay problema Jayne, sabes que cuando estés mal siempre que pueda podré comprarte tu hamburguesa favorita. Bueno si es que las cosas...
—Nos vemos—me giré.
Pero no escuché su camioneta arrancar.
—Solo recuerdalo—lo miré confusa y arrugue mis cejas—aunque tu no quieras verme o siquiera perdonarme siempre estaré aquí para ti.
Subió la ventanilla y aceleró. Aunque viviese en frente sabía que no iba a egresar a su casa, alexander de seguro regresaría a la fiesta y yo al único lugar donde iba a regresar ahora era a mi habitación.
Entré a mi casa. Las luces estaban encendidas por lo cual no tomé mucha importancia ya que suelen olvidar apagarlas. Conforme más subía escaleras mis ganas de llorar aumentaban, lo único que quería era encerrarme en mi habitación y llorar hasta quedarme dormida.
Abrí la puerta con cuidado y la cerré desplomandome entré ella, me deslicé por completo hasta quedar en el suelo y hice a un lado mi hamburguesa y mi malteada. Me abracé a mi misma, junte mis piernas y lloré.
Lloré hasta que no pude más. Esa noche lloré como si hubiese perdido a alguien que me quería pero, era todo lo contrario porque la persona que perdí no tenía ni siquiera ese sentimiento por mi. Todo de mi dolía dejé de pensar en los lugares y las cosas que habíamos hecho juntos en menos de un mes. Pero, aún así seguí llorando. Seguí llorando hasta que sentía que mis lágrimas se habían agotado.
Me había despertado, mis ojos ardían. No recordaba hasta que momento había parado de llorar, aún así me sentía cansada.
Encendí mi celular y vi que al encender y ponerse en la pantalla de inicio se estaba llenado de miles de notificaciones. Habían mensajes de Emma, Rose, y de Kane. Tenía 23 llamadas perdidas de él y 5 de Emma, sentí algo extraño en mi estómago.
Miré que era la 1:04, aún así quería dormir demasiado a tal punto que ni siquiera quería despertarme en todo el día. Era extraño porque de pronto estaba sintiendo un vacío,un extraño vacío dentro de mí. Me di una ducha, perdí la noción del tiempo en ella ya que solo me senté dejando que el agua cayera sobre mi cuerpo, sobre cada parte de mi piel y volví a llorar.
No entendía que era lo que me hacía llorar tanto, ya debería de estar acostumbrada a la decepción. Todas las personas nos van a llegar a decepcionar y debemos saberlo, debemos estar bien con ello. Debemos aprender que es parte del ser humano causar decepciones, ya sean muy dolorosas debemos aceptarlo. No existe ser humano perfecto, todos nos van a terminar decepcionando en algún punto pero, no esperaba que Kane me decepcionara tan pronto.
Al salir miré que la pantalla de mi celular se prendía y se apagaba sobre mi tocador. Miré el nombre de perdedor muchas veces y fue entonces cuando tomé la decisión que debía haber tomando desde que salí de aquella fiesta.
Me metí a los mensajes de kane, tenía que hacerlo y los eliminé sin ver ninguno. No quería ver nada que tuviese que ver con el, no quería seguirme llenando de sus mentiras. Eliminé el apodo que le había puesto y borré y bloquee su número para evitar llamadas de él por lo menos hoy.
No dudaré que mi dedo temblaba cuando quería eliminarlo de mi celular, no dudaré que quería saber que decían todos esos mensajes,pero quería evitar que mi corazón siguiese sintiendo. Estaba débil y sabía que la única persona que podría ayudarme era Alexander. Aunque por todo lo que pasamos en estos meses no sea bueno hablarle, no pierdo nada con intentar perdonarlo ya que, tenía razón sobre Kane. Yo no lo conocía.
Me puse una sudadera holgada negra hacía algo de frío afuera, al salir sentí un poco de mi nariz helada. Sabía que el invierno estaba por venir y que todos aquellos árboles que aún poseían pocas hojas en el dejarían de hacerlo y estarían sin ellas algunos meses.
Metí las manos a los bolsillos de mi sudadera y camine hacía la casa de en frente. Tal vez y era un error venir a hablarle después de como lo traté, tal vez era un error intentar hablarle después de decirle que mi perdón no vendría pronto. Pero, ahora que me pongo a pensar es la única persona que podría ayudarme en estos momentos, siempre estuve sola. Mis padres nunca me apoyaron de la forma en la que yo quería y a pesar de eso lo pude sobrellevar por Alexander.
Respiré hondo y me acerqué hasta su puerta. Sabía que la señora Mc clay me recibiría pero, no importaba solo quería hablar con Alexander y dejar de sentirme así.
Toqué el timbre y sentía un nerviosismo apoderarse de mi cuerpo.
¿Estaba haciendo lo correcto?
La señora mc clay no me había recibido, porque cuando la puerta se abrió vi a alexander sus ojos azules estaban algo rojos. Y él estaba más pálido de lo normal.
—Jay—Dijo sorprendido—, pasa debes de estar congelandote ahí afuera.
Abrió la puerta indicándome que pasara pero yo me negé.
—Quiero hablar, quiero tener la charla que nunca tuvimos decentemente después de terminar. Quiero tener mi mente en paz y—miré hacia abajo y no sabía él porqué—quiero aclarar como personas maduras. O por lo menos tratar de hacerlo.
Nos sentamos en su cochera, estaba mejor que estar al aire libre.
—¿Tu madre no se va a preocupar?—preguntó mientras se sentaba frente a mi—Es algo tarde.
—Bebió tanto que se quedó dormida, mi padre no ha llegado desde ayer así que está todo bien.
—Se que quieres hablar realmente de lo qué pasó, pero a mi no termina de convencerme que estés del todo bien. ¿Estás segura que no quieres hablar?
—Kan.. Alexander—carraspeó mi garganta—Quiero saber lo qué pasó realmente entre Martha y tú, nunca hablamos como tal el tema a profundidad y quiero dejar todo tipo de resentimiento hacia ustedes. Quiero avanzar y quiero estar en paz por un maldito tiempo.
La había cagado porque mi costumbre de hablar con Kane estaba todo el tiempo presente. Sin embargo, lo había arreglado.
Alexander suspiró antes de comenzar a hablar. No me sentía incomoda hablando con él, sentía como si realmente fuera mi amigo. No se cuantas veces se disculpó diciendo que no quería que todo esto pasara, pero en resumen de lo qué pasó entre ellos se habían atraído el uno al otro y sintió aquello que conmigo no sentía. Fue una persona sincera y le agradecí por ello, era lo que me faltaba para aceptar que ya no sentía nada hacia el. Algunas veces tenemos que saber la historia completa para superar las cosas de una mejor manera.
Por lo menos era lo que yo pensaba. Y funcionaba.
—Sé que fui un idiota, pero no puedes evitar enamorarte de una persona. Sabes que nos acostumbramos tanto estar juntos, tú y yo, que cuando te vi con otro sentí una punzada queriendo que solo estuvieras conmigo aunque no fuera por amor. Fui un egoísta, quizá no estaba listo para ver algo que había sido mío ser de alguien más.
—Yo no fui tuya, fui tu novia solamente pero no fui de tu propiedad. Sin embargo, me pasó algo similar contigo y Martha, pero he aprendido a superarlo y estoy lista para dejarlo ir.
—Siento los problemas que te causé con tus padres, pero también se que conmigo no ibas a ser feliz como mi pareja. Éramos muy diferentes y, solo conectábamos pero como amigos—confesó.—Aunque si me dolió verte con Kane, pero se que uno no decide de quien enamorarse. Solo pasa.
—Si, no tenemos elección.—murmuré.
Había caído en cuenta que no era mi culpa haberme enamorado de Kane. Uno no decidía de quien se enamoraba, era imposible evitar todo sentimiento. Pero, lo que si sabía es que uno decide cuando parar aquel sentimiento o tratar de evitarlo y era lo que debía hacer.
Estaba decidida y me sentía sin un peso de odio hacia Alexander. Al final, tampoco había decidido enamorarse de alguien más, solo pasó.
_*_
Le había pedido a Archie que si podría llevarme temprano a la preparatoria ya que no quería que Kane viniese por mi si es que lo intentaba. Al llegar me despedí de él y después de eso me dirigí a la cafetería donde estaban Rose y Emma, había llegado temprano al igual que ellas y no quería ver a Kane por el momento. De solo pensarlo mi estómago se revolvía por completo y me hacía sentir un nudo enorme como si las ganas de vomitar se dieran por verlo.
Emma había estado hablando sobre su madre y el extraño tipo con el que salía. La verdad prefería tratar de encajar en el tema ya que no quería una avalancha de preguntas, las conocía perfectamente.
—¿Entonces tu madre sale con?—esperé respuesta de Emma.
Emma me miró, hizo un mohín y apartó un poco su bebida.
—No me lo ha presentado pero, es extraño. ¿Recuerdan cuando recién regresamos de vacaciones que les conté que algo ocultaba?—ambas asentimos—Bien, lleva 5 meses saliendo con ese señor. No lo conozco mucho pero es extraño ya que me lo ocultó un poco.
—Ni que lo digas—comentó rose—Es extraño ocultarle tu noviazgo a tu propia hija. Por lo menos es lo que yo pienso, deberían de conocerse.
Asentí—¿Pero nunca lo haz visto? ¿No va por tu madre a casa?
Negó con la cabeza ante mis preguntas.
—Cada vez que intento verlo siempre tiene que pasar algo, da igual tarde o temprano sabré quien es. Aunque es mucho misterio para una persona, por más que pienso no puedo imaginarme quien es.
—Es bueno que tu madre después de mucho tenga a alguien, debe ser difícil conseguir a otra persona después de mucho.
Repose mi rostro en mi mano y seguía escuchandolas. No sabía que me esperaría en el club ya que tenía la dicha suerte de sentarme al lado de Kane. Tal vez debía arreglar eso, porque no soportaría estar con él muchos meses más. Por lo menos mi plan era esta vez si llevar acabo mi contacto cero.
—Jayne—Rose dijo sacándome de mis pensamientos.
—¿Si?
—Aún no nos has dicho porque te fuiste temprano de esa fiesta, ni siquiera nos contestabas el teléfono.—espetó—¿Pasa algo?
Emma me miró—Kane estuvo preocupado por ti toda la maldita noche, dijo que iba a ir a buscarte hasta tu casa. Sea lo que haya sido Jayne, sabes que aquí estaremos para todo.
—Olviden a Kane—murmuré—No quiero saber nada de él, lo siento pero Kane ya no tiene nada que ver conmigo. Hemos roto.
Emma lució sorprendida.
—Por dios, ¿todo bien?
Negué con la cabeza.
—No, podría haber estado mejor. Pero, estoy bien—les di una sonrisa—Ahora vamos, tenemos clase a esta hora.
No lucían convencidas de que estuviera bien, a decir verdad yo tampoco. Me levanté y ellas venían detrás de mí, escuchaba que murmuraban cosas pero no lograba entenderlas ya que mi mente estaba ida.
En clase solo pude mirar a la nada, veía a Kane un par de veces pero él lucía como si nada pasara. En ese momento me di cuenta que no podía seguir pensando en él, verlo en su butaca tan normal sin ninguna expresión de arrepentimiento me hizo ver que de verdad no me importaba en lo absoluto.
Cuando tocó el club hice como si el no existiera, ni siquiera le di una mirada como la mayoría de las veces. Ni siquiera sonreí ante él. No hice nada y él no hablaba.
Maldito hombre.
De un minuto a otro está era la última clase que teníamos hoy, ya quería salir y no quería ver a Kane en el resto del día. Cuando el profesor stanford se fue, yo me levanté pero entonces Kane agarró mi muñeca.
—Jayne...
Me zafé de su agarre y salí hacia mi casillero. Sentía que el venía detrás mío pero no le tomé importancia, estaba decidida a olvidarlo.
Él se puso a mi lado y yo lo ignoré metiendo mis libros en el casillero para evitar llevarme alguno a casa ya que no tenía tarea. Entonces Kane tocó mi hombro.
—¿Por qué me estas evitando Jengi, que hice mal?—preguntó preocupado y yo lo miré unos segundos y después miré al suelo—Sabes estuve preocupado por ti toda la noche, no es cosa tuya desaparecer como si nada. Por lo menos sin avisar.
¿Que que había hecho mal? Ja, que no había hecho.
Lo peor de todo es que estaba como si nada hubiese hecho tal vez ni siquiera de había dado cuenta que yo los había escuchado a él y a Mark.
—Kane, quiero que te alejes de mi. No vuelvas a hablarme.—comenté fría.
—Vamos Jengi ,¿que hice? Estábamos bien ¿no? Tu sabes realmente a qué me refiero, no puedes solo de un día para otro evitarme y sacarme como si fuera cualquier cosa.
—Cómo tu lo haz dicho, estábamos.
—Estuve preocupado por ti aquella noche, fui a tu casa pero no estabas—confesó—te llamé miles de veces y te mandé mensajes, después los mensajes dejaron de llegarte.
—Eliminé tu numero, ¿que mas necesitas que te aclare?
No podía creer que estaba diciendo todo esto sin sentir nada, sin sentir miedo o dolor. Estaba dejando que las palabras salieran de mi boca, entonces mi mirada se desvío hacía el pasillo y vi que mark estaba acercándose hacía nosotros.
—Puedes explicarlo, puedes decirme. ¿Que hice?
Cerré los ojos, tratando de que mis sentimientos no estuviesen débiles. Tratando de ser fuerte aún más. No iba a romperme frente a ningún hombre de nuevo, ese era mi nuevo propósito. No frente a uno que solo quiso jugar conmigo.
—¿Jugaste conmigo, no es así?—pregunté—Respondeme, ¿lo hiciste?
Si quisiera encontrar alguna reacción similar a lo que sentía en estos momentos, no la encontraría. Después de decir aquello y no tener alguna respuesta de kane supe que era todo verdad aunque lo había escuchado. No existe nada comparado con lo que estaba sintiendo por dentro, por que aunque yo hubiese empezado todo, aunque yo hubiese creado el rumor y aunque yo fui quien lo bese aquella noche para dar celos a una persona que me importaba, el para mi en estos momentos lo importaba todo.
Su largo cuerpo estaba frente a mi, él solo se sostuvo de la pared y su mirada ni siquiera podía fijarse en mi esta vez. Aquellas palabras, aquellos besos y aquellas sensaciones de calidez. Todo se había emanado al vacío de la pertinencia. Todo había tocado fondo.
Mark estaba a su lado, había escuchado lo que le había preguntado.
—¿No le dirás Kane?—Mark sonríe a su lado y golpea un poco su hombro—veo que no. Ni aún viendote en esta situación eres capaz de aceptar tus decisiones tomadas con anterioridad.
Mi cara de confusión no tardó mucho en presentarse, podía decir que todo era muy bueno para ser cierto. Pero, ¿a quién quería engañar? No estábamos destinados a estar juntos, no era mi destino llegar a algo más que un contrato con él. No era mi destino siquiera enamorarme de él. Pero, ¿de que hablaba Mark?
—¿De qué hablas?
Se acercó más a mí, a poca distancia que podría jurar que su respiración se escuchaba.
—Fuiste parte de una apuesta Collins—su sonrisa fue de oreja a oreja—Kane sólo te estuvo usando para una apuesta y vaya que lo hizo bien. Felicidades Kane como lo lograste antes tendrás tu pago antes de lo acordado.
—¿Una apuesta?—miré con decepción a Kane.—¿por dinero? No puedo creer que hayas apostado por dinero conmigo.
—Si—le dio un golpe en el pecho a Kane—Este chico que vez aquí, se metió en una apuesta para enamorarte.
Apuesta.
Mi cuerpo estaba temblando, mis piernas no se sentían de nuevo, quería salir corriendo de ahí y dejar toda la vergüenza que estaba pasando por haber sido parte de una estúpida apuesta. Mi respiración comenzaba a bajar de la impresión. Kane no me miraba, su mirada estaba al suelo y su mano recargada en la pared aún. Y, aunque deseara que él me mirara y dijera que todo lo que estaba diciendo mark era mentira, aunque lo deseaba en este instante. Él no lo hizo.
No puedes esperar algo de una persona cuando ni siquiera la llegaste a conocer del todo. Porque seamos realistas, nunca terminamos de conocer a alguien totalmente. Y aunque mi corazón doliera, no debía dejarlo ver a ninguno de los dos, no debía llorar aunque lo quisiera. Aún cuando tengas ganas de meterte en lo más profundo de un cuarto oscuro y vacío y llorar hasta quedarte dormida o hasta que tu corazón sane,no debes demostrarlo a nadie.
Pero igual, lo nuestro nunca existió realmente solo fue una ilusión de mi subconsciente.
Salí de ahí como pude, salí decidida.
Al estar en la entrada no sabia que sentía, después de saber que había sido parte de una apuesta ahora lo entendía todo. Ahora entendía el porqué kane había sido bueno conmigo y me había confesado algunas cosas. Sabía que se había aprovechado de mi, me besaba sin consentimiento para satisfacer sus necesidades. No me besaba porque me quería y yo como una idiota me dejaba.
Me había alejado de la preparatoria y comencé a caminar aún más. El aire estaba cada vez más fresco, seguía abrazándome a mi misma y seguía caminando rápido.
—¡Jayne!
Me detuve, no se por qué pero me había detenido al escucharlo. El llegó hasta a mi
—No es lo que parece.
—¿No es lo que parece Kane?—pregunté con molestia—Escuché de tu boca aquellas palabras la noche de la fiesta, de que era un estúpido juego para ti y que ni siquiera sentías nada por mi. ¿Porqué crees que me fui?
El me miró con impresión.
—¿Oíste todo... —él no pudo terminar su pregunta.
—Si Kane, así que ya deja de jugar con mis sentimientos. Pudiste haber jugado y hecho apuestas con otra chica ¿por qué yo?—el miró al suelo y sus puños estaban a su lado—No, es más no eres nadie para estar jugando así con las personas. Ninguna chica se lo merecía.
—Jayne pero, todo lo que te decía era verdad.
Reí con ironia—¿Esperas a que te crea eso Kane? ¿Esperas a que te crea después de lo que escuché viniendo de ti?
—Jayne todo tiene explicación...
—Sabes Kane, yo no mentía. Estaba sintiendo algo por tí realmente...
—Jayne pero...—apretó aún más sus puños—Yo también siento algo por ti realmente.
—Deja de mentir—le pedí—Desde ahora no te conozco, no me conoces y nunca tuvimos nada. Dijiste que yo sabría que quería hacer después con el contrato ¿no? Lo que quiero es que ya no vuelvas a hablarme, ya no quiero saber más de ti y no te preocupes por sentarnos juntos en el dichoso club. Lo puedo arreglar.
Me giré y seguí caminando.
—¿Sabes algo? Tienes razón, no mereces que te siga mintiendo si ya lo descubriste todo.—Dijo con frialdad. —Es imposible tratar de explicarte las cosas si de todas formas ya sabes lo qué pasó.
Mi corazón comenzó a latir con fuerza cuando escuché a Kane, me giré de nuevo y lo vi acercarse a mi. Quería que él negara todo, aunque quería también que se alejara de mi porque sabía que mi corazón era tan débil que en este punto buscaría una solución para ambos cuando no la había.
—Quisiste que fingiera ser tu novio, quisiste que fuera como un novio que todas chicas quisieran tener y cuando lo fui, me reprochas de que te mentí. No te mentí jayne, fingí como tu lo pediste.
—No vuelvas a acercarte a mi, kane.
—No me importa—dijo con crueldad—Verás como no me afectará en lo absoluto que ya no hablemos. Verás cómo seguiré mi vida y verás que ni siquiera me importaste así como tu lo estás diciendo.
—¿Que mas me dirás? No me sorprende nada de lo que estás diciendo ahora, eres un hombre tan idiota que ni siquiera ha de saber que es querer a alguien. No se porque me esperé mucho de ti.
Aunque una parte de mí quería que él me insistiera que todo era un error, que tratara de explicar él porque había actuado de esa forma o saber si lo que me había dicho realmente era cierto. Esperaba mucho de él y ese era mi error.
Esperar algo viniendo de él.
—Y no Jayne, no me arrepiento en lo absoluto de la apuesta.
—Adiós.
Me giré y caminé rápido.
Mi garganta ardía, estaba reteniendo el llanto estaba tratando de ser fuerte. Estaba molesta, estaba tan molesta de haber sido parte de una apuesta, de haber sido parte de unos sentimientos no correspondidos.
Kane me había demostrado que no sentía nada, me lo estaba confirmando y ni siquiera se arrepentía de la apuesta en la que me había incluido. El no tenía sentimientos, su corazón era de piedra tal vez ni siquiera tenía corazón.
Pero en algo tenía razón, ambos fingimos algo que nunca iba a pasar.
Ambos estábamos fingiendo y no podíamos siquiera estar predestinados. Le estaba llorando a una relación y a una persona que no existieron realmente.
N/A
Perdonen si se estaban enamorando de kane, ahora ven que las apariencias algunas veces engañan. Sin embargo uno nunca sabrá si lo que dijo es cierto, hasta el momento🤫.
Nos leemos pronto, quería decirles que muchas gracias por el apoyo. Esta actriz tiene un parecido a jayne, es por eso que la colocaré algunas veces. En fin, espero y hayan disfrutado del capitulo:(, lloremos por nuestra querida jayne.
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