25
Jayne
Después de lo que pasó con Kane, me sentía diferente. Después de besarnos seguimos hablando de cosas no muy importantes frente al lago, siguió molestandome un poco con algunas otras cosas mientras nuestras manos estaban entrelazadas. Aunque también dimos un paseo largo por el jardín que había.
No sabía que pasaría después de todo esto. Después de sincerarme con él, llegar a la conclusión de que me gustaba era difícil de aceptar,era difícil porque yo lo odiaba. Odiaba a la persona que aparentaba ser, pero era completamente distinto al verdadero Kane. Alguien que estaba teniendo el gusto de estar conociendo.
Kane me llevaba a casa en su auto el aire comenzaba a entrar con lentitud, era algo fresco pero no me importaba, me gustaba. El atardecer ya se había ocultado, la noche estrellada estaba haciéndose presencia en este momento y kane, kane manejaba mientras fumaba un cigarrillo. Y aunque no me gustara que siguiera fumando, yo no era nadie para decirle que parara. No era nadie para ordenarle las cosas y en este momento el humo no pegaba en mi rostro como de costumbre.
Lo miré, sentía el aire deslizarse por mis cabellos mientras este se alzaba un poco. Veía el perfil de kane manejando, veía como inhalaba un cigarrillo como si fuese aire para poder respirar. Como si lo necesitará para vivir. Nunca entenderé la obsesión de kane con los cigarrillos tal vez era un misterio así como el mio con el zumo de mango. Pero, a diferencia de que el mio no mataba,lo mio no llegaba a consumir por completo a una persona.
—Kane—hable mientras lo observaba.
Se detuvo en la luz roja y me regresó la mirada.
—¿Si?
—¿Puedo subir el volumen de la radio?—pregunté—quiero escuchar algo de música.
—Claro, puedes poner lo que quieras Jay.
Escucharlo decirme Jay por alguna razón había hecho que mi corazón diera un vuelco. Por una parte me llenaba de felicidad aunque cuando intentó llamarme así hace algunas semanas le dije que no debería llamarme así. Pero por otra parte recordé a a Alexander llamándome así, recordé por un momento y hizo que mis sentimientos se pudiesen a un borde. Un borde donde estaba entre irse al vacío o quedarse, aquellos sentimientos que creí haber olvidado, tal vez ya estaban más que muertos pero sólo se me vino su recuerdo a la mente.
Subí un poco el volumen y la canción Foster The People imagination comenzó a escucharse. Yo dejé mis pensamientos sobre Alexander y comencé a disfrutar venir en el auto junto con Kane. Recargué mi cabeza en el asiento aún más y me quedé mirando la luna por un rato, así fue hasta llegar a casa.
Kane estacionó su auto, bajó un poco el volumen de la radio y al principio no sabía cómo despedirme ahora de él, no podía besarlo, no podía decirle cosas como si ahora fueramos novios de verdad, porque no lo éramos.
Me quedé sentada un rato más, aún no quería abrir la puerta y despedirme de kane estuve pensando solo un rato de que debía preguntarle. Y, ¿si tal vez debo preguntarle que haremos ahora con el contrato?
Debía saber que quería hacer él, ya que mis ideas no estaban muy claras sobre que deberíamos hacer.
—Jayne—habló sacándome de mis pensamientos y yo sólo ladeé mi cabeza—Quiero decir que no era broma lo que te había dicho...
—No considero que haya sido una broma, solo es...—mi tono bajó—extraño, no imagino como puede gustarte alguien como yo.
Seguí recargada en el asiento, aún mirándolo.
—Yo tampoco imaginaba que me fuese a gustar alguien como tú—dijo en un tono burlon que hizo que una sonrisa se formara en sus labios—No es cierto, es broma. Pero, la verdad no lo imaginaba Jengi.
Reprimi una sonrisa y aunque quería decirle demasiadas cosas. Debía sacar el tema del contrato, que haríamos con aquello y que pasaría después.
—Kane, ¿que haremos con el contrato?
—Tal vez seguir con él.
—Kane, el contrato se termina la próxima semana—informé y arqueó una ceja—no se que quieres exactamente que pase, ni siquiera yo misma lo sé...
—¿Quieres seguir con ello?
Aquella pregunta me había sorprendido, pese a que algo había cambiado entre nosotros el me estaba preguntando si quería seguir con el contrato.
—No lo sé, no sé exactamente qué hacer. Siento que es una ridiculez seguir con ello.
—Podemos seguir con él hasta que termine y tal vez hasta ese entonces decidas tú que quieres que pase.
Ni siquiera tenía mis ideas claras, no sabía que quería que pasara con nosotros. Ni siquiera sabía que estábamos haciendo ahora mismo ademas de seguir un contrato que yo creé.
Tal vez...—Tal vez era lo mejor, tal vez necesitaba pensar en que quería yo—Debería funcionar eso pero, ¿porque debo de decidir yo?
—Porque, yo aceptaré cualquier cosa que quieras Jayne. Yo aceptaré las decisiones que tu tomes,así que no hay problema por mi en lo que quieras hacer. Yo estoy dispuesto a todo lo que tu quieras hacer con nosotros Jayne.
"Nosotros". Al escuchar esa palabra salir de su boca, al escuchar esa maldita palabra hizo que me sintiera feliz. Feliz por dentro, feliz de muchas maneras. Pero, mi pregunta era de si esto de enamorarme de kane era rápido y si lo era ¿porque tenía una atracción por él? ¿Porque kane?
—Debo irme—dije algo bajo—mi padre debe estar esperándome para hablar sobre ciertas cosas como de costumbre.
—Ya nos veremos jayne—sonríe—Nos veremos en la preparatoria.
Salí del auto, cerré con lentitud la puerta y me quedé de pie viéndolo aún. No pude evitar sonreir.
—Adiós Kane.
—Adiós Jengi.
Y con eso prendió su auto, y aceleró. Mi corazón palpitaba rapidamente, sentía que todo esto estaba siendo una ilusión que creaba mi subconsciente. Porque esto era tan bueno para ser verdad.
Miré hacia el frente como de costumbre, aunque ya no lo hacía tan frecuente. Alexander estaba ahí de pie con su mirada perdida al suelo, yo lo miré también y creo que sintió mi mirada porque comenzó a acercarse a mí. Yo me moví un poco por incomodidad cuando vi que estaba a poco ya de mi, tan rápido lo tenía de frente y eso se me hacía extraño.
Sus ojos azules estaban algo perdidos y su cabello algo desordenado.
—Jay—oírlo pronunciar mi nombre así me daba un dolor en el pecho. Pero ya no era por amor.
—Tu ya no tienes autoridad para llamarme así—informé firme—¿Que necesitas Alexander?
—Jayne por favor, perdón—agarró mi mano pero yo me zafe de su agarre—te extraño, te extraño demasiado....
—¿Me extrañas? —pregunté irónica—Alexander tienes novia, no creo que se te haya olvidado eso.
—Yo puedo dejarla por ti, puedo hacer todo lo que tu quieras pero perdoname...
Sabía por la seriedad de sus palabras que estaba mal, pero era extraño porque aquel día en que cenamos solo me reprochó e intentó besarme. Sin embargo yo me alejé.
—Te dije que te perdonaría—recordé—más no ahora. Esas fueron mis palabras. Además no hablaba de un perdón cómo regresar, hablaba de un perdón como amigos o aliados de todas formas tendré que verte a la cara por el resto de mi vida no tiene chiste que nos llevemos mal.
—Solo escuchame...—no dije nada, solo quería que todo esto terminara de una vez por todas.—Yo siempre estuve enamorado de ti, siempre lo he estado. Pero, me deje llevar aquella vez en la fiesta y cuando te comencé a ver con Green algunas veces fue entonces que intenté olvidarte, por eso comencé a involucrarme con Martha. Aunque me enamoré de ella te lo dije, aunque lo hice. Nunca fue como contigo, nunca sentí lo mismo que sentía por ti. Y me arrepiento no sabes cuanto me arrepiento de ello.
Sus palabras eran difíciles de digerir, porque si siempre estuvo enamorado de mí, si siempre lo estuvo. ¿Porque tenía que venir ahora a estropearme todo? Era injusto, porque si yo de verdad le hubiese gustado el me había dejado en claro las cosas, me habría dejado de ilusionar entre muchas más. Pero sólo estuvo jugando conmigo, con mis sentimientos haciendo que nunca la idea de que él me quería se pasase por mí cabeza.
Las oportunidades se dan sólo ciertas veces en la vida y aunque no era una persona rencorosa yo no estaba preparada para perdonar. Para perdonarlo, porque un simple perdón no borra el llanto ni las lágrimas que das por alguien. No borra sentimientos fácilmente y no logra salir de tu mente tampoco.
—Alexander, no estabas enamorado de mi—afirmé—estabas confundiendo el cariño con otra cosa. Siento que yo también lo estuve hacia ti, estaba confundiendo algo que no debía pasar.
Vi como apretó sus puños a sus costados.
—No podría confundir eso. No podría hacerlo, entiéndelo Jayne estuve enamorado de ti y sigo estándolo.
—Alexander si estuvieras enamorado de mi no me habrías engañado desde un principio, hubieras tenido el intento después de hacer tus cosas de arreglarlo. ¿Pero que hiciste? Nada, no lo hiciste y aunque nuestros sentimientos eran mutuos. Aunque lo eran no se dio nada más que discusiones y peleas y negabas tanto que me hubieras engañado.
—Pero, tu sientes lo mismo y yo también. Podríamos intentar algo. Podríamos olvidar aquella noche, podríamos olvidarnos de Martha y de Kane. Empezar de cero es mejor algunas veces.
—¿Quién dijo que siento lo mismo que tú?—pregunté seca—Dímelo, porque yo no siento nada por ti. Ahora no. Yo siento algo por alguien más, alguien que es mil veces mejor que tú porque yo solo me cerraba por ti, solo te esperaba a ti. Más sin embargo nunca dijiste nada, nunca lo hiciste y solo me estabas confundiendo así que no vengas ahora que estoy feliz con alguien más a arrepentirte de lo que pudiste haber hecho o de lo que debías haber evitado. Además, no estaba equivocada cuando dije que nuestra relación me agobiaba y me aburría.
Alexander frunció el ceño, su semblante se endureció y era como si le hubiese dado un golpe bajo, tan bajo que trataba de ocultar su dolor tras un celo fruncido.
Sabía bien que lo que decía era verdad, sabía que no estaba mintiendo porque en las palabras que habían salido de mi boca hace algunos segundos estaban llenas de verdad. Verdad que el trataba de disfrazar con sentimientos.
—¿Que debo hacer Jayne? dímelo No soporto verte con Kane, no lo soporto. Porque se como es él, me lo han dicho todos—excusó—tu no mereces a un chico drogadicto como él.
La sangre comenzaba a hervirme o esa era la sensación que sentía. Alexander no conocía a Kane, el no era drogadicto por lo que yo sabía y sólo no podía creer que la gente solía inventar rumores así de él, porque cuando comencé a conocerlo resultó todo lo contrario a ello.
—Tu no conoces a Kane alexander, nadie de los que te lo han dicho lo conocen. No es lo que tú estás diciendo ni siquiera has llegado a hablarle ni a interactuar con él así como yo.
—Ha y dime Jayne, ¿Tu lo conoces perfectamente?—dijo con ironía—¿Lo conoces?
Tragué grueso. Perfectamente no lo conocía, pero lo estaba conociendo mejor que la mayoría.
—Tal vez si.
—Con un tal vez no puedes justificarte, se que no lo conoces como me conoces a mi. Se que Kane no es la persona que te esta mostrando, lo deberías de saber los chicos como él hacen cosas así.
—Deja de hablar mal de él—defendí—Solo porque no te estoy perdonando no te da derecho de decir cosas que otras personas te dicen.—crucé mis brazos— Debes entender que no todo gira al rededor de ti y que puedo conseguirme a alguien más al igual que tú lo hiciste conmigo.
Cerró sus ojos fuertemente y apretó con fuerza sus puños que estaban hacia abajo.
—Solo te diré algo, si te rompe el corazón lo pagará. Yo no te abandonaré de nuevo, no lo haré siempre estaré aquí por que aún así para mi seguimos siendo mejores amigos.—se giró y dio unos cuantos pasos. Después se mostró de perfil. —Ten cuidado donde te metes y con quien collins.
Y con eso dio por terminada nuestra conversación. El se fue en otra dirección, no se regresó a su casa. Y yo me quedé de pie tratando de asimilar todo esto que habíamos hablado, todo lo que me había dicho en la oscuridad de la noche. Bajo las estrellas y en la entrada principal de mi casa.
Después de eso me dirgí a mi habitación convencida de que todo esto de alexander había tenido un fin, un fin para que ya no volviera a aparecer por un buen tiempo.
Pero, ¿cómo sabías cuando era el fin de algo que tenías con una persona? Exacto, no se sabe solo se siente. Se siente que es el final más no se sabe si lo será.
Con eso di por terminado mi día, no tenía hambre después de todo. No quería pensar como de costumbre, solo quería dormir.
_*_
Desperté con una llamada de un numero desconocido que, no alcancé a contestar porque aún estaba adormilada y con mis ojos pegados.
Me quedé mirando a la nada tratando de conciliar el sueño cuando mi celular volvió a vibrar. De nuevo era un numero desconocido, esta vez por el sueño no quise darle tantas vueltas al asunto en mi cabeza para tratar de adivinar de quien era. Así que solo resbale mi dedo y contesté.
—¿Si?—Dije con voz algo ronca.
—¡Jay!—Escuché una voz femenina, aquella voz se me hacía conocida pero, por el sueño mi cerebro estaba en un estado crítico de no recordar muchas cosas—Soy Emma, te hablo desde el número de Jayden.
—Joder Emma, ¿tienes idea de la hora que es?
—¿he si? Son las 12
—¡¿Qué?!
No podía creer que ya eran las 12 del mediodía y yo aún estaba dormida. Pero toda la semana me había levantado temprano así que era normal que se me acumulara el sueño un sábado.
—Si Jayne, bueno el asunto es...
—Espera—dije dudosa—¿Porque no me hablaste por tu teléfono?
Supiró.
—Se quedó sin batería, bueno eso no es para lo que te hablo.—se quedó en silencio unos segundos en la llamada, supuse que la había silenciado—Bien, tenemos una fiesta hoy.
—¿Tenemos?
—¡si! Tienes que venir, trae a Kane contigo.
—Em...
—Vamos Jayne—Jayden habló—No seas agua fiestas y dile a kane que mueva su culo y venga contigo.
Aquello me había hecho gracia, más sin embargo no tenía ganas de ir a una fiesta.
—Es que yo no se si quiero ir.
—Jayden dame el teléfono—Comenzó a decir emma—Por favor jayne, solo ven ademas no estarás sola estarás con kane y no quiero estar sola ¿que tal si pasa alguna emergencia? O ¿que tal si un loco enciende todo y no puedo escapar porque jayden esta borracho?
Escuche el quejido de jayden ante lo que había dicho y yo reí. Tal vez podría salir a divertirme, además que no tenía nada que hacer hoy.
—Esta bien Emma—Me di por vencida—¿Rose también irá?
—¿De verdad? —su voz sonaba emocionada— y si, si rose ya me confirmó. Bueno, te enviaremos la ubicación por mensaje ya tu se la das a kane. Nos vemos.
Y con esto colgó. No sabía si kane quería ir a una fiesta conmigo hoy, tal vez debía ir sola sin él porque aunque quisiera que me acompañara sentía que de alguna forma iba a molestarlo después de haber salido tanto esta semana.
Me revolvi entre mis sábanas y aunque mis ojos aún se sentían pesados por algo de sueño, me daba mala espina haber dormido más de 12 horas. Nunca había dormido tanto pero, me sentía algo cansada. Fatigada y esas cosas.
Desbloquee mi celular y entré al chat de kane.
9:53
Perdedor: ¿Dormiste bien?
10:32
Perdedor: joder jayne, ¿sigues dormida?
11:07
Perdedor: Ya me estoy preocupando collins, ¿porque no despiertas o tan siquiera me contestas?
Al ver aquellos mensajes sentí lindo ya que kane se estaba preocupando por mi, aunque de cierta forma no sabía que iba a pasar con nosotros dos aún.
Asi que comencé a teclear un mensaje.
Yo: Buenos dias
Creí que tardaría más en contestarme pero no tardo nada en ver mi mensaje y aquello me había sorprendido.
Perdedor: ¿Buenos días? No jodas son las 12 Jayne, ¿acabas de despertar?
Yo: Si, para tu información yo siempre digo buenos días cuando me despierto sin importar la hora que sea.
La verdad es que no, pero no quería parecer una idiota por ponerle buenos días en lugar de buenas tardes además, aún estaba algo adormilada.
Después de algunos minutos Kane ya no me contestó supuse que ya no quería hablar por lo pronto. Pero entonces entró su llamada a mi celular y contesté.
—¿Que pasa?—pregunté.
—¿Que pasa? Me tenías preocupado toda la maldita mañana y me dices buenos días a las 12 y algo—comenzó a reír—si que eres una idiota.
—Lo sea o no Kane, a ti no debería importarte.
Al parecer que las cosas hayan cambiado entre ambos, no le quitaba que dejara de fastidiar algunas veces. Pero bueno, me hacía reír y creo que nadie me había hecho reír así o sonreír demasiadas veces.
—¿Que harás hoy?—pregunta.
—Iré a una fiesta con Emma, Jayden y Rose.
—¿A una fiesta?—preguntó aunque ya tenía respuesta de ello.
—¿Algún problema en ello?—quise saber.
Escuche su risa al otro lado de la llamada.
—Dios, no eres muy buena para las fiestas y aunque pasen muchas cosas quieres seguir yendo. Ahh—suspiró—, no cambias.
—De hecho quería preguntarte si querías venir conmigo, jayden dijo que movieras tu culo y que me acompañaras.
—Jayden es un cabron—comenzó a cambiar su tono—Y no es por decir aquello, es por invitarte a una fiesta sabiendo como puedes llegar a ponerte.
—Solo fue una vez... Una vez que me emborraché.
—Si jayne, y no fue una fueron varias.
Diablos si las recordaba, ha decir verdad no creía que kane se acordará mucho de las veces que llegue a embriagarse. Aunque ahora que lo recuerdo solo habían sido 2 o ¿3? Ya no lo recuerdo muy bien.
—Las veces que hayan sido kane no debería importarte.
—Tienes razón, solo soy tu novio falso ante los demás. Pero por llamada no,—sentí algo extraño al escuchar eso—aunque aún así me preocupa como puedas llegar a ponerte en una fiesta así.
—¿Te preocupas por mi, Kane?
Gruñó.
—¿No parece collins?
—No.
Bromee, sabía que se iba a Cabrear y me divertía hacerlo.
—¿Es en serio?
Reí—Ya kane, si parece solo estoy jugando. Te envío la ubicación por mensaje Emma me la va a enviar en un rato.
Después de eso me despedí de kane ambos nos dijimos «adios» , al colgar me metí rápidamente al chat de Emma y vi la ubicación. Estaba a 20 minutos de aquí en auto, pero estaba cerca de la casa de rose así que calculando podría irme hasta caminando sin problemas.
Entonces Kane volvió a mandarme un mensaje al momento en que le había mandado la ubicación.
Perdedor:¿Esa fiesta es de universidad?
Yo: la verdad no tengo idea.
Perdedor: ¿Y si no tienes idea para que aceptas ir? Creo que esa es la casa de un universitario con el que vamos a muchas fiestas algunas veces. Pero no sé si este correcta la ubicación.
Yo: No se si sea universitaria, Emma y jayden solo me invitaron.
Perdedor: Esta bien, pasó por ti a las 9:00. Seré puntual.
Después de eso me levante de la cama aunque mis ganas eran nulas. Quería pasar todo mi día en ella entre aquellas sábanas azules y poner música en mi tocadiscos de vinilo pero, no todo se podía un sábado cuando ya has quedado con tu novio falso en salir a una fiesta.
Baje a la cocina para ver que comería, al entrar lo primero que me llegó fue un olor a café tan fuerte. Arrugue mi nariz ante el olor y mire hacia el frente y como lo había sospechado era mi padre. Solo estaba él ya que mi madre se había ido de viaje.
—Buenos días—una sonrisa apareció en su rostro—Hija.
Pase por su lado y ya sabía a que se debía esa sonrisa. La sonrisa de richard collins fruncida de esa manera y a la vez muy levantada significaba aléjate lo más que puedas de él porque ha hecho algo o planea hacerlo.
—¿Que has hecho ahora?—pregunté sin interés.
—Investigue un poco sobre tu futuro esposo.
"Esposo" con solo escuchar esa palabra sentí que mi estómago se revolvió. Me quedé perpleja y me quedé parada frente a la barrita que nos separaba. Yo lo miré irónicamente, porque aún faltaba hacerlo cambiar de opinión sobre supuesto matrimonio o hacer otra cosa porque yo no quería casarme a los 20.
—¿Esposo? —dije inocente—Ah ya,¿el esposo que te dije que no quería?
—Sabes que no te puedes librar jayne, tu y yo tenemos un trato sobre tu matrimonio. Ya está arreglado y lo sabes.
Yo nunca le dije que lo haría, el solo obtuvo respuesta de sí mismo en vez de escucharme a mi.
—No me voy a casar—le dije tratando de darle a entender que no quería —No vas a arreglarme ningún matrimonio, no lo harás en lo absoluto. Es mi vida y yo sabré con quien querré casarme más adelante.
—¿Porque no simplemente cedes?—se detuvo— ¿Que te detiene?
¿Que que me detenía? No me detenía nada, la idea de un matrimonio arreglado a temprana edad era lo que no me gustaba en este caso. El sabía que no podía decidir por mí, en lo absoluto. Cuando cumpla 18 yo podré decidir todo por mí misma.
—Un matrimonio a temprana edad, es lo único que no me gusta de todo esto—señale todo a mi al rededor y se detuvo mi dedo en él—Tú no puedes estar decidiendo sobre con quien me casaré, ni a los cuantos años.
Miró su tableta y está la volteó hacia mi. Me mostró una foto de un chico joven. Era blanco, tenía un porte elegante tenía un traje color negro con una corbata de este mismo y su cabello era rubio oscuro. Su peinado iba hacia el lado, se veía elegante. Se veía como si ese chico no pudiese romper algún plato, como si pagará para que alguien lo hiciera por el. Y sus ojos eran verdes con una convinacion extraña de azul.
—¿Increíble no?—sonrió para sí mismo—El es tu futuro esposo, en algún poco tiempo será tu futuro esposo y ambas familias estaremos en union para próximas empresas.
Solo para eso quería, para eso quería todo lo de la estúpida boda para poder ganar aún así mas dinero. Pero, aún faltaba tiempo, ¿porque estaba viéndolo ahora?
—Faltan años, se que te podré hacer cambiar de opinión así como cambias de opinión donde quieres tus empresas.
Negó con la cabeza—Esto ya es un hecho, no te preocupes por ello Jayne. Aunque bueno, si es por el tiempo puedo cambiarte el prometido y que sea más rápido.
Sentía rabia en mi aunque no debía preocuparme tan rápido en eso, en mi mente la palabra "aún faltan 3 años" se repetía para hacerme calmar. Para no perder el control ahora mismo.
El apetito se me había ido, aunque no había comido aún nada no me importaba comer. No me interesaba, todo rastro de hambre se había borrado y todo lo que sentía de felicidad se había esfumado.
Solo me alejé de ahí, no le avisé que saldría esta noche porque de todos modos su atención no existía en ocasiones, ni siquiera le importaba en lo absoluto a donde iría de vez en cuando. Él era raro y aunque fuera mi padre no lograba entenderlo.
Volví a mi habitación y coloqué un disco de vinilo,intenté relajarme y me acosté.
Y aunque quería no darle importancia a nada en este momento, no podía. Mi pasado venia algunas veces a mi mente, kane venía a mi mente, alexander también lo hacía y ahora mi padre y el estúpido matrimonio arreglado. Toda mi mente se estaba convirtiendo en un asco, un asco y desorden mental de tantos pensamientos que no deberían estar, pero eran difíciles de evitar.
_*_
Estaba apunto de salir de ducharme, eran las 8 y kane pasaría en una hora por mí. Después de aquello volví a dormirme y aunque hubiese dormido demasiado aún me seguía fatigada.
Cerré la llave de la regadera y antes de salir enrollé una de mis toallas. Salí descalza dejando huellas mojadas por toda mi habitación y comencé a vestirme. No quería pasarla más pensando así que elegí lo que se vería mejor para ir a una fiesta.
Opté por unos jeans de cadera alta y un tipo top blanco con mangas estilo princesa, y una chaqueta de mezclilla.
Comencé a secar mi cabello y aunque aún faltaba tiempo decidí comenzar temprano porque cuando kane decía que sería puntual lo era sin lugar a dudas. Lo dejé suelto, después de media hora mi celular vibró y por instinto supuse que era kane.
—Estoy a fuera collins.
—Yo aún no estoy lista—mentí—apenas me meteré a la ducha.
Pude oír como Kane maldijo entre dientes,quería reír porque era mentira lo que le estaba diciendo. Últimamente el que se enojaba más fácil era él.
—Te dije que sería puntual—no trató de ocultar su molestia—De seguro te tardarás horas en cambiarte.
Bufé.
—Calmate es juego, ya voy. Parece que el rol de mujer lo haces ahora tu.
—últimamente jugas mucho de esa forma, ¿se estará haciendo costumbre?
—Quién sabe—reí—, ya voy a fuera.
Colgué. Esta vez verifiqué que mi celular contará con pila suficiente por si pasaba algo.
Baje las escaleras y me despedí de archie diciéndole que regresaba más tarde por si mi padre le preguntaba algo. Cerré la puerta y vi a kane como de costumbre recargado en su auto mirando el cielo oscuro y fumando, lo único bueno es que su cigarrillo ya se estaba acabando por lo cual no molestaría su olor en el camino.
Me acerqué a él, lo tenía de frente y eso llamó su atención.
Kane estaba mirándome con cierto deseo, sus ojos parecían otros al verme pero, no debía emocionarme. Lucía como la mayoría de las veces.
—Te vez hermosa—comentó—Te vez tan jodidamente hermosa.
Podría jurar que aunque mi día había sido malo, kane me había hecho sonreír con ternura y sacar felicidad ante toda la situación que estaba teniendo con mi padre.
Kane traía una camiseta color azul marino y unos jeans negros.
—No sólo sonrías—me sacó de mis pensamientos—¿No me dirás que yo también estoy hermoso?
Golpeé su hombro.
—Tienes un ego que ni tu mismo te lo crees.
Se quejó.
—Es broma Jayne. Caray por todo te molestas.
—Tal vez kane, pero dejando al lado eso—dije casi gruñendo—te vez...bien
—Lo sabía—sonrió con satisfacción.
Entré a su auto y después de tirar su cigarrillo también entró.
Comenzó a conducir pero la música iba algo baja.
—Jayne no quiero que te pongas hasta el tope ¿si?—Comenzó a hablar kane mientras manejaba—No me gustaría cargar contigo borracha a algún lado y no es que no quisiera es que te pones en un estado... Extraño.
Por alguna razón mi sonrisa apareció.
—Tranquilo kane, no creo beber esta noche.
—Solo es un consejo collins igual estaré contigo para que no intentes beber nada de lo que te ofrezcan. Algunos suelen poner droga o esas cosas para llevarlas a la cama—explicó—odiaría qué te pasara algo.
No sentía incomodidad por qué después de eso estábamos en silencio. Sentía felicidad, porque apesar de todo estaba encontrando la salida de un amor que nunca iba a funcionar, dejar ir a alexander tal vez había sido lo mejor y, comenzar el contrato con kane creo sin lugar a dudas que fue lo mejor que pude haber decidido entre ambos.
Algunos minutos después kane se estacionó en una casa demasiado grande, sabía que iba a ser lujosa porque estaba ubicada en la urbanización de rose. La mayoría de las casas eran de gente millonaria.
Había personas por todos lados, jugando luchas afuera en la entrada entre el césped y había personas gritando a favor de él otro. Adentro retumbaba y había demasiadas luces de distintos colores, se podía ver por fuera ya que las ventanas lo daban a encarar.
Bajé del auto y me quedé perpleja mirando aquello.
—Mierda si, esto es una fiesta universitaria. No te preocupes collins hemos venido aquí muchas veces las fiestas suelen ponerse de lo mejor.
Kane estaba a mi lado. Mi celular vibró entre mi chaqueta y yo lo saqué entre mis manos. Vi el número de Emma y contesté.
—¿Ya llegaron?
—Estamos a fuera Emma—hice un gesto ya que escuchaba más la música que a ella.
—Vengan al patio, acá está más calmado—fue lo que intenté oír.
Emma colgó y yo solo le di una mirada a kane con desaprobación.
—Dijo que fuésemos al patio.
—Se donde está—agarró mi mano con calidez—vamos.
Íbamos juntos caminando. Al entrar todo era un completo desastre, había personas con botellas por doquier y habían muchos bailando y jugando en la Gran sala. Conforme más caminábamos kane saludaba a cientos de chicos era increíble que conociese a muchas personas. Al salir al patio me percaté de dos cosas al entrar con kane, una de ellas era que alexander estaba jugando billar con unos chicos, tal vez el no me había visto ya que estaba con centrado en su juego, pero el hecho de que estuviera aquí era inaudito. La otra era que al extremo de la piscina estaba Emma, jayden y rose y eliot sentados platicando. Entonces kane me traía aún de la mano y ambos fuimos hacía ellos.
—Miren quienes están aqui—eliot comenzó a decir divertido—Los dos tortolos.
Tortolos. Ambos reímos por eso porque eso no se asemejaba a lo que teníamos. Tal vez los tortolos se daban amor y este idiota a veces solo lo hacía o a veces solo molestaba.
—Callate—dijo Kane—los tortolos aquí son jayden y Emma.
—De hecho—asegure.—ellos lo son y no se les puede quitar el título.
—Hey y si somos ¿que tiene de malo?
Emma se defendió.
—Nada, nada, tranquila—eliot se encogió de hombros.
Me senté y kane se sentó a mi lado.
Yo miré hacia alexander mientras ellos estaban hablando y él me miró también. Kane se dio cuenta de ello y volvió a agarrar mi mano como si le dieran celos.
Jayden me miró—Joder jayne si que eres buena para hacer que kane mueva su culo hacía aquí.
Reí porque kane tenía una cara de mal humor.
—Yo pude haber venido si se me daba la gana o no, ella no influye en mi—comentó algo molesto.
Todos comenzaron a reír por la expresión que tenía, se veía lindo pero a la vez se veía demasiado gracioso.
—Claro tío lo que tú digas—eliot comenzó a decir—Oye mark te estaba buscando, dijo que cuando llegaras lo vieras en la cocina.
¿Mark? Pero, mark ¿para que quería a Kane?
Kane cerró sus ojos con fuerza.
—No me digas que tendré que ir a batallar con él ya, apenas he llegado. Además estoy con jayne para tener que soportarlo.
—No lo sé—eliot dijo seco—No se que quería.
—Ahora vengo Jayne.
Kane se levantó como si en verdad estuviese molesto y vi como su largo cuerpo se alejaba de donde estábamos.
—¿Como va su relación Jayne? —Emma preguntó—¿Van bien?
¿Que debía responder a eso? Ni siquiera sabía cómo nos iba en nuestra relación falsa, quizá todo iba bien.
—Si va muy bien—traté de sonar casual.
—Me alegra muchísimo.
Emma me dio una sonrisa cálida
—No pude creer que hayas hecho que kane dejara de ser un idiota, es increíble lo que puede hacer una chica.
Jayden comentó y Emma le pegó en el hombro. Éste se quejó y yo solo me quedé pensando.
Kane no estaba cambiando por mi, seguía siendo un idiota algunas veces.
—creo que en ese aspecto kane no ha cambiado demasiado, sigue siendo un idiota aunque ya no mucho.
—¿Bromeas?—preguntó eliot—ese tipo cambió por completo, ahora ya dejó de ser un completo idiota con nosotros.
—Como el amor puede hacer cambiar a alguien—dijo rose.
Después de eso, comenzamos a hablar sobre la fiesta. Emma reía con Jayden al igual eliot con rose. Me sentía como un mal tercio junto a ambos. Así que decidí levantarme y dirigirme a buscar a kane.
Por alguna razón sentía que algo malo estaba pasando con Kane. Había tardado un poco.
—Ya vengo, voy al baño—excusé—no tardo.
Me levante y Emma estaba sonriendo al igual que rose.
—No tarde jay, recuerda que buscar baños no es lo tuyo—guiñó Emma su ojo.
—¿Ha que se refieren? —jayden le preguntó a ambas con picardía.
—Eso no debería importarte jayden.
Emma le reprochó y yo me alejé de ahí.
Comencé a caminar y una rara sensación me carcomía. Sentía que algo malo iba a pasar, era una rara sensación que muchos llegamos a sentir cuando algo está raro. Miré hacía donde alexander estaba jugando billar hace un rato y ya no lo vi, el no estaba ahí.
Respiré y entré.
Busqué la cocina, no fue difícil ya que todas las estructuras de estas casas eran como la de rose. Así que la cocina supuse que estaría donde estaba en la casa de rose. Camine entre gente que estaba bailando, la puerta de la cocina estaba abierta un poco por lo cual solo quise asomarme.
Entre aquel gueco pude mirar a mark de pie frente a kane, este traía un cigarrillo en sus labios.
—Vamos Kane, sabemos que no la quieres. ¿Que acaso no recuerdas lo que acordamos? —mark inhaló de su cigarrillo.
—Solo es complicado Mark—Kane se recargo en la mesa que estaba ahí—¿aún falta no? Me diste meses para hacer que ella se enamorara de mi.
Mi corazón estaba latiendo con rapidez y de pronto, de pronto sentí que se estaba rompiendo en mil pedazos. No llevaba mucho en esta fiesta y tampoco lo llevaría porque cuando escuché que Kane dijo aquello quería desaparecer de todo.
—Solo es un juego admitelo Kane, solo estas jugando con ella. Creo que me hubiese ido mejor a mi con Jayne. Lo sabes.
En el fondo quería que kane dijera que no, que él estaba equivocado. Quería darle falsas esperanzas a algo que había pasado demasiado rápido.
Una mirada de odio salió de kane, y el solo lo miró por algunos segundos sin contestarle.
—Claro que es un juego—sonrió, una sonrisa que no veía desde la vez que lo conocí, era fría.—¿como podría enamorarme yo de ella?
—¿No sientes nada?
El soltó el humo de su boca lentamente. —No, no siento nada. Y no creo sentir nada por ella.
Sentía que debía irme, debía alejarme de todo. Quería hacerlo, porque aunque mi corazón ya estaba perteneciendole a alguien, aunque ya le estaba perteneciendo a kane. Ya no le pertenecería jamás, se estaba rompiendo en estos momentos. Sentía como cada pedazo de él dolía, dolía de una manera que ni siquiera con alexander había dolido era como si me lo arrancarán y estrujaran por dentro hasta que dejara de latir.
Porque, cuando descubres algo que no debías descubrir pronto. Cuando descubres una mentira aún así sea cual sea, te rompes de muchas formas. Rompes la atmósfera en la que estuviste ilusa, rompes las ilusiones que te hiciste con una persona. Y Se rompen los recuerdos dejándose desmentir por completo. Aunque el recuerdo de mi con Kane en los múltiples días que nos vimos se vinieron a mi mente. Debía borrarlos a como diera lugar y mucho más ahora.
Mi corazón ya no le pertenecería a nadie. Nadie era capaz de tenerlo y tal vez, eso estaba bien. Estaba bien no entregar tu corazón a nadie.
Sentía que mis piernas fallarían en cualquier momento, sentía que estaban hechas de gelatina y que ni siquiera podría mantenerme mucho de pie. Mis brazos temblaban por la decepción y el dolor. Y una lagrima se deslizó de mi mejilla, me alejé como más pude de ahí. Me alejé de aquella puerta que me había mostrado la realidad de las cosas.
La realidad de que Kane nunca sentiría ni sintió nada por mi.
N/A no vayan a querer matarme por esto, pronto sabrán todo. Sabrán cada parte de este capítulo en el siguiente. Espero y lo hayan disfrutado y lo inesperado aún no pasa.
Cuídense mucho con esto del COVID-19 no salgan de no ser necesario y tomen precaución. Hasta el próximo capitulo queridos destinatarios. 🌼
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