capitulo 7
- Bienvenida, Sakura.- Chiyo me abrazo emocionada. Era bonito regresar en buenas condiciones, bueno, era bonito estar aquí por voluntad propia-. Me da gusto que regresaras.- beso mi frente.
Gaara detrás de mí sonrío.
- Abuela Chiyo.- coloco una mano en mi espalda baja cuando Chiyo me soltó-. La vas a asustar.
Reí.
- Gaara, si no he salido corriendo luego de todo lo que ha pasado, créeme que una efusiva bienvenida de parte de Chiyo, no hará que corra de regreso.- bese su hombro, era lo único que podía besar. Gaara era mas, mucho mas alto que yo-. Me da gusto verla de nuevo, Chiyo.- le dije cuando pase por un lado de ella con Gaara empujándome desde atrás.
La mansión estaba igual de como la recordaba, las cortinas antes cerradas, ahora se encontraban abiertas de par en par dejando entrar toda la luz posible. La mansión ya no parecía de esas sacadas de películas de terror. Me gustaba.
- Lindo.- dijo viendo a mí alrededor-. Mucha luz.
Chiyo se perdió por unos de los pasillos, creo que era el pasillo que daba a la cocina.
- Le agradas a Chiyo.- dijo Gaara abrazándome contra su pecho.- ven, vamos a nuestra habitación.
¿Nuestra? Alce una ceja hacia el. Gaara sonrío de lado.
- Lo mío es tuyo, Sakura.- su mano que antes reposaba en mi espalda, bajo ami trasero, lo apretó y me dio una nalgada haciendo que diera un saltito hacia enfrente-. Como lo tuyo es mío.- me guiño un ojo.
- Ni que estuviéramos casados.- reí más fuerte. La risa de Gaara seso. El sabía que era broma, ¿Verdad? Su mirada me recorría de pies a cabeza y sus ojos aqua tomaron un brillo hermoso. El era hermoso.
- Eso se puede solucionar.- dijo envolviéndome en sus brazos.- Así todo esto seria tuyo y estaríamos juntos siempre.- le sonreí y lo bese. Evadir era mejor que decirle un rotundo "No" o "Si". Lo amo, pero no apresurare las cosas.
- Un paso a la vez, ¿Si? - puse mis manos en sus mejillas-. Ahora, vamos a nuestra habitación-. Gaara sonrío y giro su cabeza, besando mi mano.
Entrelazamos nuestros dedos y subimos por las escaleras. Caminamos y recorrimos un largo pasillo hasta llegar al final donde una puerta blanca nos esperaba. La abrió y la misma habitación que use la semana pasada me recibió.
Mire a Gaara confundida.
- Esta es mi habitación, cuando estuviste aquí...huh, de visita, dormí en una de huéspedes.- bajo la mirada apenado. Gaara a veces se pasaba de tierno.
- Pero ahora es nuestra.- lo abrase por la cintura y entramos-. Quiero tomar una ducha.- lo mire hacia arriba y tenia una sonrisa de lado. Pervertido-. ¿Me acompañas?
Sus manos fueron a mi trasero y me alzo, enrede mis piernas en su cintura y lo bese.
- Siempre.- dijo susurrando.
Este será un buen fin de semana. Me podría acostumbrar a esto.
-.-.-.-.-.
Llegué a la cocina por un vaso de agua. Las palomitas me resecaron los labios y el refresco no hacia nada para aliviar eso. Gaara estaba en la sala de cine esperando. ¡SALA DE CINE! Esta era una jodida mansión con todos los lujos. Suspire. Escuche un ruido a mis espaldas, era como una respiración pesada. Recorrí la cocina con la vista y no había nada. Me acerque a una de las ventanas, a lo lejos vi la pequeña casita que Chiyo ocupaba. Gaara me dijo que la usaría cuando yo estuviera aquí, privacidad y eso. Me sentí un poco mal, pero Chiyo aseguro que no importaba con tal de ver a Gaara feliz y luego hizo un comentario sobre que no quería vernos fornicar como conejos. Reí. Chiyo era agradable, no eran de las típicas ancianas que se quedan a tejer o cosas así, tenia mucha energía a pesar de su edad. Chiyo me caía bien. Mire las luces de la casita apagarse y cerré la cortina.
Un ruido en el pasillo me distrajo. Deje el vaso en el lavatrastos y corrí, literalmente corrí hacia la sala de cine. Llegué y cerré la puerta detrás de mi rápidamente. Gaara estaba en el mismo sitio donde lo deje, me miro y se rió.
- Tu quisiste ver esta película.- le saque la lengua y me acurruque a su lado.
- Si, pero olvide que soy demasiado miedosa para este tipo de películas, acabo de escuchar ruidos en la cocina e imagine lo peor, pensé que era "Tobi" que venia por mi.- Gaara rió.
- Es una película, amor.- beso mi cabello. Me encantaba como se escuchaba eso de "amor"-. Si quieres ahí la dejamos y hacemos otras cosas.- Su mano se coló debajo del camisón de seda rojo que portaba. De mi casa no trae nada de ropa, ¡NADA! Gaara insistió que no tenía caso, porque la ropa seguía aquí todavía. Me convenció cuando dijo que la compro pensando en mí. Gaara era un amor.
- Quiero terminar de verla.- dije apenas. Sus caricias hacían que dejara de pensar. Era mi kriptonita-. Quiero saber que pasa con Kristie y Tobi.- gemí cuando me acaricio por sobre la tanga color rojo-. Es en serio, Gaara.- trataba de no cerrar los ojos, si lo hacia seria mi perdición. Un estruendo se escucho por toda la sala e hizo que me sobresaltara. La hermana mayor de Kristie, que no recuerdo el nombre, era alzada de su cola de caballo por nada...simplemente estaba ahí suspendida, gritando y llorando.
- Es Tobi.- dije enderezándome. Gaara rió pero no aparto su mano de mi intimidad. Unos minutos después pegue un grito, pero no, no era por la película. Gaara introdujo dos dedos ahí. Trate de no hacerle caso y me concentre en la pantalla, cada vez que yo gritaba por algo, Gaara introducía sus dedos mas a dentro, ya no sabia si gritaba de miedo o de excitación.
- ¿Esta entretenida la película, amor? - pregunto en mi oído. Sus dedos estaban quietos. La película estaba llegando al final. La suegra resulto ser la loca de la familia. Las suegras siempre son las locas de la familia. Pero esta en verdad estaba loca, era bruja y tenía un sequito de brujas y todo. El pobre padrastro de las niñas trataba de salir de ahí, pero no encontraba por donde. A estas alturas gritaba y gritaba, salían cosas de repente por todos lados. Los dedos de Gaara entraban y salían sin piedad de mí.
- Gaara.- susurre sin girarme a verlo.
- ¿Huh? - pregunto el soplando sobre mi oreja.
- Quiero ver la película.- pegue un nuevo grito cuando la loca hermana mayor de Kristie apareció en modo zombie. Un nuevo dedo acariciaba mi clítoris.
- No te estoy tapando los ojos, ¿o si? - rió.
- Me desconcentraaaas.- alargue la "A". El ritmo se volvió rápido haciendo que mi cabeza diese vueltas debido a la excitación.
La vieja bruja apareció frente al padrastro e hizo un ruido con la garganta y el cuerpo del pobre hombre se contorsiono de manera espeluznante. Jadee. La mano libre de Gaara acariciaba mis senos, era imposible no cerrar los ojos. El cuerpo del hombre en la pantalla quedo ahí inerte, mientras que Kristie y su hermana, que desde el principio me caía mal, se fueron con la vieja suegra loca y bruja, agarradas de las manos.
Gemí.
Me permití cerrar los ojos porque la pantalla se puso negra, estábamos en penumbras. Gaara besaba mi cuello y sus dedos no dejaban su labor. Amaba esos dedos suyos. Lo sentía cerca, era demasiado bueno. Amaba esto.
- Gaa-ra.- mordí mi labio y me retorcí bajo sus manos-. Yo...- gemí-. No pue-do más.
- Deja ir, nena.- chupo mi cuello y las embestidas de sus dedos aumentaron, jalo mi pezón, era una sensación de dolor agradable. Y yo, yo me deje ir.
Abrí mis ojos y la oscuridad me recibió, parpadee un par de veces para acostumbrarme.
- Estas empapada.- dijo Gaara a mi lado subiéndome los tirantes. Me gire para verlo de frente. Saco sus dedos y los llevo a sus labios. Los beso y luego los introdujo dentro de su boca. Lo saboreo y yo jadee-. Rico.- dijo simplemente. Baje mi vista y su pene estaba erecto. Lo acaricie por sobre su pantalón de pijama-. Sakura.- dijo ronco-. Ven, vamos a la cama, te quiero follar y no tengo condones a la mano.- reí pero negué.
- Quiero...huh, digamos que regresarte el favor.- Gaara rió. Metí mi mano debajo de sus boxers y acaricie su miembro. Gaara gruño y aparto mi mano de su miembro.
- No es necesario.- beso mi frente-. Y si quieres regresarme el favor.- rió-. Ve a nuestra habitación, desnúdate y ten un condón a la mano.- me besó-. Bueno, varios condones, amor.- mordió mi labio-. Quiero follarte toda la noche.- dijo con la voz ronca.
Gemí.
Mi diosa interior bailaba de un lado a otro la macarena. Ambas estábamos deseosas.
Me pare de un brinco.
- No tardes.- salí de ahí, escuche la risa de Gaara y luego nada.
Camine lentamente, aun no podía memorizar el camino, pero Gaara me dio pequeños tips para no perderme de camino a la habitación. Una vez que llegue deslice los tirantes por mis hombros y este cayo al piso. Camine a la mesita auxiliar y saque un puño de condones. Después de esto, tengo que conseguir cita con la ginecóloga, la cerda de Ino y la ninfomanía de Tenten me han dicho que con condón no se siente igual. Quiero comprobarlo. Me sonroje. Si el condón reduce el placer, y aun así, Gaara, me hace ver estrellitas. ¡Dios! Ya quiero hacerlo sin condón. Definitivo, el lunes al doctor para un anticonceptivo.
Arroje mi tanga por ahí y puse los condones bajo la almohada. Corrí la cortina que se encontraba separando el espacio de la cama y el resto de la habitación. Era mas privado así. Me gustaba. Di vueltas buscando la mejor posición y también verme sexy. Suspire frustrada. Lo sexy no se me daba. Me senté en la esquina de la cama y espere. Acomode mi cabello hacia enfrente cubriendo mis pechos y respire hondo. Parecía virgen.
Mire una sombra detrás de las cortinas beige y la sonrisa que siempre viene a mí cuando Gaara esta cerca, esta vez no vino. Tal vez este loca, pero mi cuerpo sentía a Gaara y este no era. Me tense y me puse de pie haciendo el menor ruido posible. Estaba a solo unos pasos. Mi pulso estaba acelerado. ¿Un ladrón? ¡Y yo desnuda! Bufé y la sombra se movió hacia atrás.
- ¡SAKURA! - gritaron y luego la puerta fue abierta estrepitosamente. Corrí las cortinas de un jalon y no había nada. Gaara me miraba confundido desde la puerta. En sus manos traía fresas, crema batida y chocolate. Gire mi vista hacia todos lados. Gaara me miro preocupado-. ¿Qué pasa? - Dijo llegando hasta mí-. Hey.- aventó las cosas hacia la cama-. ¿Qué pasa, amor? - Beso mi nariz-. Estas helada.- froto mis brazos en busca de calor.
- Vi una sombra.- dijo mirando hacia el balcón, el viento ondeaba las cortinas blancas de la ventana-. ¿Dejaste la ventana abierta? - pregunte acercándome hacia allá. Gaara me agarro por el codo para que me detuviese.
- Quédate ahí.- se acerco y asomo su cabeza por el balcón. Cerró las ventanas y las cortinas dejaron de bailar contra el viento-. Seguro Chiyo la dejo abierta.- dijo encogiéndose de hombros.
Asentí. Mi vista seguía recorriendo la habitación.
Gaara rió.
- No mas películas de terror para ti, Señorita.- me dio un beso en los labios, apenas y fue un roce-. Ven, vamos a la cama.- sonrió de lado. Mi sonrisa boba había vuelto. No más películas de terror para mí-. Tengo ganas de algo dulce.- mire las cosas en la cama y me sonroje.
- Yo quiero algo salado.- agarre su pene por sobre la ropa y gruño. Solté una risita cuando me agarro por las nalgas elevándome en el aire. Beso mis pechos y yo acariciaba sus cabellos...rojos.
Esta será una larga noche...
-.-.-.-.-
Sasuke tapaba sus oídos para dejar de oír los gemidos de su mujer. Sakura era suya, pero el imbécil ese del freak se interponía en su camino. No fue difícil colarse a la mansión del idiota Freak. Lo que no entendía es porque el tenia una casa como esta. ¿Que no era pobre? Obito le entregaría el informe el lunes por la mañana. Cuando vio a Sakura salir del local de Jiraiya esta misma noche, la siguió. Tenia que hablar con ella y pedir disculpas. Pero nunca contó con que ella no parara en su casa, si no que el imbécil del freak la trajo a esta mansión y ella gustosa bajo sonriendo y besándolo en plena calle.
Cuando la vio en la cocina portando ese camisón rojo, se puso duro. Quería follarla en ese mismo instante pero se controlo a tiempo. Pero hace unos momentos que la vio entrar semi-desnuda, con los pechos al aire, no lo pudo resistir. Se acerco a la cama, una fina cortina beige lo separa de la mujer que tanto anhelaba. La haría suya, Sakura seria su mujer, por las buenas o por las malas.
- ¡AAHHH! - un nuevo grito-gemido de Sakura hizo que su amiguito despertara. Gruño por lo bajo y lo saco de sus boxers. No podía darse una ducha fría, tendría que aliviarse el solo. Deslizo su mano de arriba hacia abajo por todo su miembro, primero lento y luego rápidamente. Sakura gemía y eso hacia que se excitara aun más. Ahí escondido en ese enorme armario, se daba placer imaginando que era la boca de Sakura sobre su pene. Sus caderas se movían a la par que su mano, y con su mano libre se acariciaba los testículos. Mordió sus labios para no gritar de placer.
- ¡AAAAH, GAARA! - en el mismo instante que Sakura llegaba al orgasmo, el también. Gruño y no de placer. Era de coraje. Tenía que apartar al maldito freak del camino.
Sakura era suya.
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