"Tú eres diferente." me dices.
Me lo has dicho tantas veces.

"No eres como mi novia. Ella es vanidosa, materialista, frívola. Se produce demasiado. Se la pasa hablando de moda y maquillaje; de la vida de personas que conoce y no conoce."

Yo me esfuerzo por no demostrar cuánto la detesto por todo lo que me cuentas, que te hace estallar la cabeza y los nervios.

"Tú eres natural. Eres libre. Libre de la moda, de las vidas ajenas, de la frivolidad. Siempre puedo hablar contigo de cosas interesantes, y te puedo hacer feliz sacándote a ver la Luna parados en una banqueta.".

Sonrío, a la fuerza. Porque sé lo que viene.

Te abrazo, te tomo de la mano, te digo tonterías y hago cualquier cosa para distraerte.

Te recuerdo que la amas, que por algo la elegiste como novia, te pido que le tengas paciencia y te hago ver las cosas a su modo; porque a fin de cuentas: soy mujer.

Soy tan mujer como ella, debajo de mis eternos jeans y mis camisetas frikis, mis lentes y mi indomable melena.

Soy una mujer, igual que ella, pero diferente, y lo unico que me gano siendo diferente es ser tu mejor amiga.

Tu mejor amiga, y de la mayoría de los hombres que conozco y trato.
La amiga con quien pueden hablar de lo que a su novia no le interesa, con quien pueden quejarse de sus berrinches, chantajes, fisgoneos, celos y materialismo.

La amiga a quién le dicen: "Por eso te quiero" antes de volver a los brazos y los labios de quién es tan diferente a mi.
Mientras yo me doy la vuelta para regresar a casa, donde nadie me espera. Tal vez otro amigo me envíe un WhatsApp, para volver a repetir el episodio.

Soy tu mejor amiga, la mejor amiga que todos los hombres quieren....
Pero que nadie quiere  para algo más.