Capítulo 5: Regreso a casa


Un joven castaño se encontraba rodeado por los brazos de su amado esposo, se había despertado hace unos momentos sabía bien que faltaba mucho para que amaneciera. Con cuidado se separó del mayor y se levantó para ir al baño, de igual forma le dejó una nota no quería que se preocupara.
Caminaba por los pasillos del barco hasta llegar al baño no había tenido mucho tiempo de hablar con todos ya que Levi se lo llevó prácticamente de inmediato a su camarote en cierta forma lo entendía.

—Tu padre es un poco posesivo y celoso— acariciaba su vientre con cariño después de haber salido del baño se dirigió a cubierta para admirar el cielo, estaba lleno de estrellas de pronto escucho el sonido de pasos cerca suyo — quién está ahí? —
—Es muy tarde para que estés aquí Eren— Reiner se acercó al menor —tranquilo no te voy hacer nada— levantó sus manos en señal de rendición
— ¿Por qué los ayudaste? — aún sentía desconfianza hacia él —se supone que tenías que obedecer órdenes de Zeke—
—Cometí un error y solamente quería redimirlo— suspiro y se apoyó en el barandal con sus brazos cruzados —después que lleguemos me alejaré de ustedes, no iba a quedarme en Marley como Annie—
—Ella... ¿Se quedó? — lo miraba confundido —estabas de regreso en tu hogar no entiendo porque no te quedaste—
—Tenía a su padre... Yo ya no tenía nada en ese lugar la única opción hubiera sido quedarme en la casa de tu hermano y era lo que menos quería—
—Gracias...— murmuró levemente desviando su mirada
—No debes agradecerme, no lo merezco Eren— su voz se escuchaba apagada —por mi culpa fuiste alejado de todos y lo más seguro es que Zeke te dijo varias cosas hirientes para convencerte de quedarte a su lado o me equivoco? —
—Bueno...— apretó sus manos en puños —eso ya no importa ahora mereces mis agradecimientos porque los ayudaste perfectamente pudiste negarte, pero demostraste arrepentimiento—
—Entonces no me odias? — dirigió su mirada al menor
—No te odio Reiner... Estaba dolido por lo que hiciste porque eras como un hermano mayor para mi, siempre me ayudaste en los entrenamientos— sin poder evitarlo pequeñas lágrimas comenzaban a caer por el rostro del castaño
—Lo siento... Te lastime por mis acciones estúpidas— se mantenía a una distancia prudente no quería alterarlo más
—Pero, me demostraste tu verdadero arrepentimiento gracias por ayudarme a volver a casa— le dedico una pequeña sonrisa
—De nada Eren— le sonrió de vuelta —por cierto felicidades por tu embarazo—
—Supongo que ya todos lo saben— se rasco la mejilla riendo levemente
—Cuando lo escuche del capitán sabía que debía ayudarlos, ese bebé no podía crecer sin un padre, no quería lo mismo para tu hijo como me paso a mi—
—Reiner...— llevó sus manos a su boca nunca pensó que el mayor hubiera pasado por algo así —lo lamento de verdad—
—No te preocupes Eren, ya es cosa del pasado— le resto importancia porque no valía la pena lamentarse por eso —me siento mejor conmigo mismo después de ayudarte a regresar—

—Ese hombre perdió la oportunidad de tener un gran hijo como tu, todo lo que querías era obtener algo de él y por eso hiciste esto— se acercó y extendió su mano —te parece que empecemos de nuevo? —
—Supongo que estaría bien— acepto la mano estrechándola con una pequeña sonrisa —espero que los demás puedan también perdonarme algún día—
—Lo harán a su debido tiempo, te lo aseguro y por Levi no te preocupes se como mantenerlo tranquilo—
—Nunca creí que tuvieras ese tipo de gustos— se burló levemente —quien lo iba a creer Eren Jaeger casado con el soldado más fuerte de la humanidad—
—Una vez Hanji-san me dijo que el corazón nunca elige de quien se enamora y yo me enamore de Levi simplemente, aunque no te puedo mentir que sentí mucho miedo de poder confesarme—
—Si te puedo ser sincero se notaba que al capitán Rivaille le gustabas, a parte de tener la obligación de vigilarte siempre se mantenía cerca tuyo aunque tu no te dabas cuenta— mira fijamente al castaño —su mirada espantaba a todos los reclutas que te miraban de forma indebida, se nota que es un hombre muy celoso—
—E-Eh!? — la cara del menor se puso muy roja, después se encargaría de hablar seriamente con su esposo por acoso —n-no sabía que hacia eso—
—Tranquilo muy pocos se daban cuenta, pero si te hace sentir tranquilo la mayor Hanji siempre se burlaba por su actitud—
—Será mejor que regrese porque si no me ve es capaz de destruir todo el barco por encontrarme— se alejó en dirección al camarote que compartía con el azabache —descansa Reiner, nos vemos después—
—Nos vemos— movió su mano en señal de despedida y se fue también a su camarote

El menor iba caminando de regreso cuando a la distancia visualizo al mayor se le veía un poco molesto, había olvidado que tiene el sueño liviano.

—Ya vine— llamó la atención de Levi quien lo agarró de forma posesiva entre sus brazos —estoy bien, solo fui al baño—
—Te demoraste mucho, me asuste que algo les hubiera pasado— se sentían los ligeros temblores del mayor —estuve a punto de ir a buscarte— se apartó ligeramente del menor —saliste así? —
—N-No encontré más ropa que ponerme— tenía puesto un camisón que Pieck le había dado, encima llevaba la capa que le dio la misma mujer
—Debiste despertarme mocoso alguien pudo verte y si intentan hacerte algo? — tomo su mano para entrar nuevamente al camarote
—Perdón... Quería dejarte dormir se que no pudiste descansar todo este tiempo— lo abrazo por detrás tenía que contarle porque se demoró en volver —me encontré con Reiner en la cubierta cuando salí un momento a ver el cielo—
—Ese maldito te hizo algo? —apretó levemente los pequeños brazos que lo rodeaban
—Solo le agradecí porque ayudarlos a llegar a mi— murmuro suavemente —decidí perdonarlo—
— ¿Qué hiciste? — se separo para ponerse de frente a él —nos traiciono y te hizo daño cómo puedes perdonarlo—
—Levi, cómo me hubieras encontrado sin su ayuda? — su cuerpo temblaba ligeramente al sentir el enojo de su amado —estaría en ese lugar todavía y lo sabes bien, solo por favor respeta mi decisión...—
—Eren no estoy molesto, perdóname— abrazo suavemente al menor acariciando su espalda para calmarlo —no pienses en eso ya estas conmigo es lo único que importa—
— ¿Mejor volvamos a dormir si? — recargo su cabeza en el pecho del mayor —quiero estar entre tus brazos por siempre— una leve risa abandono sus labios
—Ven tienes que entrar en calor sería malo para ti o el bebé si te enfermas— le quitó la capa para dirigirse a la cama, se acomodo primero él en la cama y después lo recostó a su lado apegando el cuerpo del castaño al suyo de esa forma le compartiría su calor corporal
—Mientras estemos contigo nada puede pasarnos— cerró sus ojos sintiendo cómo poco a poco su cuerpo entraba en calor y era arrastrado al mundo de los sueños —te amo...— murmuro antes de quedarse dormido
—Yo también te amo, los amo a ambos— beso su frente cerrando sus ojos igualmente dejándose llevar por los brazos de Morfeo

Al llegar el amanecer Eren se despertó de golpe al sentir unas terribles náuseas y corrió al baño vomitando lo poco que había comido el día anterior. Levi sintió aquellos ligeros sonidos.

— ¿Eren? — lo busco en la habitación viendo ligeramente la puerta del baño abierta, fue rápidamente hasta allí y ahí lo vio de rodillas frente al inodoro —que paso? — se arrodillo a su lado
—L-Lo siento solo me dieron nauseas— se levantó con ayuda del mayor —Pieck-san dijo que estos serían los primeros síntomas del embarazo—
—Iremos después con Hanji para que te revise y no puedes negarte— caminaron hasta la cama donde sentó al menor
—No es necesario exagerar Levi, es completamente normal— trataba de calmar a su esposo —pero, si te sientes más tranquilo iremos con Hanji-san— de igual forma sabía que lo llevaría aunque fuera a la fuerza
—Es imposible para mi no preocuparme después de que te llevaron lejos de mi lado— se arrodillo frente al castaño y recostó su cabeza cerca de su vientre
—Mi amado Levi— acarició sus cabellos azabaches —ya no pienses en eso estamos juntos y nada ni nadie nos podrá separar—
—Los voy a cuidar y proteger siempre— le prometió besando su vientre suavemente mientras que sentía un pequeño sonido provenir de ese lugar —vamos a desayunar tienes que comer algo—
—N-No tengo otra ropa que ponerme solo esta con la que Pieck-san me había arreglado— le daba vergüenza salir vestido de mujer
—Te conseguiré algo más aunque me encanta como te ves con ese vestido— se levantó besando la frente del menor saliendo para ir en busca de otra ropa
—Gracias— le dedico una sonrisa antes que se fuera permaneció sentado acariciando su vientre dentro de poco comenzaría a abultarse llegando a un punto no podría caminar, pero sabía que su esposo lo ayudará en todo
—Ya volví Eren, aquí tienes es todo lo que pude conseguir te quedara un poco grande porque es mía— le extendió una camisa y un pantalón
—Esta bien por el momento es mejor que usar vestido— quería ir al baño a cambiarse, pero Levi lo detuvo —y-yo...— sentía vergüenza aun de cambiarse frente a él
—No deberías avergonzarte mocoso, ya conozco cada parte de ti— con cuidado lo ayudo a cambiarse y de vez en cuando repartía alguna caricia por su cuerpo —eres tan hermoso mi lindo Eren— susurró en su oído separándose luego de que terminara de vestirse
—D-Deja de decir cosas tan vergonzosas— estaba muy sonrojado se separó un poco y se dirigió a la puerta del camarote —mejor vamos a comer, tengo hambre—
—Como ordene mi amado esposo— tomo su mano caminando juntos en dirección del comedor
Ahí pudieron ver que ya todos estaban sentados comiendo sus respectivos desayunos, cuando Armin y Mikasa vieron a Eren salieron corriendo su dirección. Anoche no tuvieron mucha oportunidad para hablar, se lanzaron a él para rodearlo en un abrazo separándolo de Levi.

—Eren...— el rubio lo abrazaba con fuerza —teníamos tanto miedo de no verte mas, perdóname por no poder protegerte—
—Lo sentimos, de verdad no dejaremos que nadie más te haga daño— Mikasa lo abrazaba también con algo de fuerza
—Chicos... Tranquilos no fue su culpa ya estoy aquí y volveremos a casa todos— correspondió a su abrazo con pequeñas lágrimas de felicidad
—Me alegro que estés a salvo idiota suicida solo a ti se te ocurre hacer cosas como estas— se burlo levemente Jean, tenía su manera de expresar lo preocupado que estuvo y lo feliz que se sentía que estuviera con ellos
—Gracias por tu preocupación Jean y por ir a buscarme— una leve risa salió de sus labios
—Hubieras visto como el capitán Levi enloqueció Eren, hasta le grito a Sasha que comenzará a rastrearte como si fuera un perro— le explico Connie con una risa
— ¡Es verdad! Pensé que me iba a asesinar si no hacía bien mi trabajo— se lamentó dramáticamente
—Tsk cállense mocosos eso no es así— se avergonzó ligeramente por todo lo que decían ese par
—ERENCITO!! — aquel grito provenía de Hanji —que alivio que mi doncel favorito esté a salvo— jalo al castaño en un abrazo apartándolo de Mikasa y Armin —después revisaremos que tu bebé esté bien—
—Hanji-san— se dejó apretar entre los brazos de la mujer de lentes —de verdad me gustaría que revisaras el estado del bebé para la tranquilidad de Levi—
—Maldita cuatro ojos suelta a mi Eren— apartó a su loca amiga de su amado para apresarlo posesivamente entre sus brazos
— ¿Por cierto dónde está Pieck-san? — pregunto el menor buscando a la mencionada con su mirada
—Debe seguir durmiendo, tiene mucho que procesar aún— le explico Hanji

Posteriormente todos se sentaron a comer y escucharon dos voces que entraban al comedor, una de ellas era Pieck que venía junto a Reiner. Eren en cuanto vio a la azabache se levantó para correr a su encuentro lanzándose a abrazarla.

—Pequeño Eren— correspondió el abrazo que recibía del oji ámbar —como te sientes? —
—Lo siento... Por mi culpa tuviste que dejar tu hogar— se aferró a ella sollozando levemente, se sentía culpable —perdóname...—
—No digas eso fue mi decisión venir contigo no te sientas culpable— acariciaba suavemente su espalda buscando calmarlo —no es bueno para ti y el bebé que tengas emociones fuertes—
—E-Esta bien— se apartó ligeramente de ella secando sus lágrimas con sus manos —ven vamos a comer, quiero que conozcas a mis amigos— tomó su mano llevándola donde estaban los demás sentados
—Reiner ven vamos a comer— lo llamó su amiga —tranquilo que nadie te hará nada— reía levemente ante la indecisión de su amigo

Ya todos reunidos en la mesa, Eren les contaba como Pieck lo cuido desde que llegó a ese lugar y lo protegido que se sentía por ella. La mujer les contaba un poco de su vida en Marley cómo se conocieron con Reiner y como se emocionó cuando escuchó a Zeke hablar de su pequeño hermanito.

—Es verdad se me olvidaba algo— dijo Eren mirándola —él iba a decirme porque hizo todo esto... No tuve oportunidad de preguntárselo—
—Sobre eso... No me corresponde a mí hablar sobre eso, es un tema delicado para él y debe decírtelo por si mismo— suspiro levemente —tengo fe que en algún momento estará listo para hablar contigo de ello—

Con esa respuesta Eren dio ese tema por cerrado temporalmente, en todo momento mientras desayunaban su amado Levi se mantuvo pegado a él sujetándolo de la cintura posesivamente con uno de sus brazos. De verdad era bastante protector y celoso.
De un momento a otro Mikasa sacó a conversación lo que pasaría con Reiner.

—Que van a hacer con él? — señaló al ex titán acorazado —ya no puede quedarse con nosotros además que ya cumplió con su palabra por lo que es libre de irse—
—Mikasa sobre eso...— habló Eren y dirigió su mirada a Reiner quien simplemente le indico con la mirada que siguiera con lo que quería decir —él va a quedarse con nosotros, déjame terminar por favor— la detuvo con su mano en señal que se calmara —los ayudó a encontrarme por eso decidí darle una oportunidad de que permanezca con nosotros—
—Pero... Eren nos traiciono como puedes hacer algo así estás loco o que? — le reclamo Jean
—Sin su ayuda yo seguiría en Marley o dime hubieran podido llegar por sí solos? — se molesto por la reacción de su amigo
—Ya basta mocosos— intervino Levi —mi esposo está embarazado por lo que debe estar tranquilo, si él decidió perdonarlo hay que respetarlo, confío en Eren y punto— su paciencia se estaba agotando con esos mocosos que solamente buscaban alterar al castaño
—De acuerdo mejor me iré con la feliz pareja de esposos a revisar al futuro bebé del más fuerte de la humanidad— para aligerar el ambiente Hanji indico a ambos que se levantaran y la siguieran

Los tres se retiraron del lugar en dirección a donde se encontraba la enfermería del barco, en ese lugar había un equipo de medicina más avanzada. Le dijo a Eren que se recostara en la camilla mientras ella preparaba todo para poder chequear el estado del bebé, Levi se mantenía al lado de su mocoso emocionado y al mismo tiempo ansioso.
Media hora después todo estaba en orden, el menor pronto cumpliría los dos meses de gestación y tendría que acostumbrarse a ciertos detalles como las náuseas matutinas o los antojos. También le explicó a Levi los cuidados después del cuarto mes de embarazo.

Levi decidió llevar un momento al menor a cubierta para pasear algo de aire fresco le haría bien además de poder tomar un poco de sol. Los demás se encontraban en ese lugar ansiosos por regresar a la isla, faltaba un día y un poco más para llegar, el viaje de regreso había sido igual de favorable que cuando emprendieron la búsqueda hacia Eren.

—El mar es maravilloso— murmuró el castaño mirando aquella agua azul cristalina —quiero que nuestro bebé lo conozca también y que pueda conocer fuera de las murallas— miró a su esposo con una sonrisa
—Haremos todo eso cuando nazca te lo prometo— lo abrazo por detrás rodeando su cintura y apoyando su cabeza en el hombro de él —espero que sea igual de hermoso/a que tú—
—A mi me gustaría que se pareciera a ti— acaricio las manos que estaban sobre su vientre cerrando un momento sus ojos disfrutando de ese momento junto a su amado esposo

Dentro del barco se encontraban Pieck y Reiner conversando en el comedor, el rubio le explicaba que estaba decidido a contarles toda la verdad que faltaba sentía que quizás así lograría tener una oportunidad de obtener su perdón.

—Reiner sinceramente no creo que sea lo mejor... Después de todo esa persona era un amigo de ellos, sobre todo ese chico que tiene cara de caballo—
—Se que Jean me odiara más que ningún otro, pero no puedo seguir ocultando todo se lo debo también a Eren que decidió confiar en mí nuevamente— suspira refregando sus manos en su rostro
—Entonces espera cuando lleguemos a tierra o terminaran tirándote por la borda y quedarías a la deriva en el mar— acaricio su cabeza en señal de apoyo —además estoy segura que el pequeño Eren será capaz de echarse la culpa debido a que todo esto se trataba de llevarlo con Zeke—
—No dejaré que él se sienta culpable por un error que cometí— estaba decidido que no permitirá que el castaño se culpara

Los días restantes del viaje fueron tranquilos tal como dijo Hanji empezaron las náuseas matutinas junto con los antojos. El menor no quería molestar a Levi, pero sabía que por mucho que intentara detenerlo no le haría caso por lo que simplemente se dejó hacer y consentir por él.
Ya llegando el atardecer el capitán del barco les indico que estaban llegando a tierra de esa forma todos se alistaron para poder desembarcar. Eren estaba emocionado de estar en casa, deseaba enseñarle tantas cosas a Pieck encontraba que era forma de agradecerle.

—Vaya de verdad es una isla preciosa— comentó la mujer al lado del menor —ya estoy esperando que me lleves a tus lugares favoritos o me enseñes todo en general—
—Te va a gustar mucho! Mañana a primera hora te llevaré al pueblo vecino y después iremos al bosque cerca del castillo— le hablaba emocionado
—Podemos ir de a poco no debes agotarte mucho o sino el señor Rivaille se enojara— una pequeña risa salió de los labios de Pieck al notar el entusiasmo del castaño

Levi se encontraba con Hanji alistando todo para bajar, había dejado a Eren al cuidado de esa mujer al parecer ambos se llevaban muy bien y notaba que tenía una actitud maternal con su mocoso. Además le debía el favor de haberlo cuidado también porque le ayudó a reunirse nuevamente con su amado.
Cuando anclaron el barco comenzaron a bajar, Eren le mostró los caballos que los esperaban a Pieck también las carretas que tiraban estos. La mujer no conocía nada de eso pues en Marley todo era un poco más moderno. Todos comenzaron a cargar las carretas mientras de a poco veía como la mujer a su lado comenzaba a entrar en más confianza con sus amigos eso le alegraba mucho. Se dio vuelta para encontrarse a su esposo caminando en su dirección le dedicó una sonrisa.

—Ven Eren es momento de irnos— venía tirando las riendas de su caballo mientras lo ayudaba a subir al caballo para luego colocarse detrás de él rodeándolo con sus brazos
—Me siento un poco cansado— bostezo levemente últimamente dormía mucho — ¿puedes despertarme cuando lleguemos? —
—Esta bien, descansa mocoso— beso su cabeza golpeó suavemente las riendas comenzando a galopar de manera lenta

Al momento de llegar al castillo el azabache bajo con su esposo entre sus brazos quien aún dormía, camino con cuidado para no despertarlo porque se notaba lo cansado que estaba debido a los malestares de su embarazo. Lo llevó hasta la habitación de ambos y lo recostó con cuidado quitando los zapatos para arroparlo, después se quitó sus zapatos acostándose a su lado aferrando a Eren a su cuerpo quedándose dormido casi de inmediato.
Como todas las mañanas el castaño se despertó de golpe por las náuseas y el azabache despertaba poco después para asegurarse que no le pasara nada.

—Eren tengo que ir con Erwin un momento te dejare con Pieck mientras desayunas— caminaban de la mano en dirección del comedor
—No te preocupes Levi estaré bien— le dedico una sonrisa —te veré después, te amo— beso suavemente su mejilla
—Volveré enseguida, también te amo— tomó su mentón para darle un beso en sus labios —espérame aquí—
—No se preocupe capitán yo lo cuidaré— le prometió Pieck viendo como se alejaba en dirección a la oficina de Erwin quien lo esperaba con Hanji —vamos a comer— lo llevó la mujer del brazo con una sonrisa
—Buenos días chicos— saludó alegremente Eren
—Y ese milagro que tu esposo posesivo no esté contigo suicida? — se burló Jean
—No empieces Jean, Levi tenía que hablar con el comandante Erwin y Hanji-san— se sentó junto con Pieck para empezar a comer en eso vio que Reiner se acercaba a la mesa donde estaban —buen día Reiner— lo saludó alegremente
—Hola Eren, Pieck y todos— saludo de regreso levemente —necesito hablar con ustedes— mentiría si no estaba nervioso, pero había tomado la decisión de no callar más
—Ahora que otra mentira nos dirás? Puede que el suicida de Eren confíe en ti, pero yo no te creo ese cuento de que estas arrepentido—
—Jean basta— lo regaño Eren molesto —que sucede Reiner? — dirigió su mirada al mencionado
—Yo bueno...— respiro profundo —no sé si recuerdan a Marco... Resulta que antes que nos uniéramos a la legión de reconocimiento, Annie y Bertolt junto conmigo fuimos los responsables de su muerte...— lo último lo murmuro
— ¿Qué dijiste?! — se exaltó el de ojos castaños —suéltame Connie! — se intentaba zafar de su amigo
—Escucho todo nuestro plan de secuestrar a Eren y no podíamos permitir que revelara nada— miro al nombrado —por favor no sientas que tu...— no alcanzo a terminar
—Fue mi culpa... Jean no te enojes con él— se levantó para ponerse delante del rubio
—Eren no hagas una locura por favor, si el capitán Rivaille se entera es capaz de asesinarlos— intervino Armin ante la acción de su mejor amigo, Mikasa también estaba en posición de alerta junto a él en caso que su querido hermano del alma necesitara ayuda
—El tiene razón idiota suicida los únicos culpables son ellos— señalo a Reiner mientras se refería a los amigos de este que no estaban presentes —te haré pagar por lo que le hicieron a Marco— se logro soltar del agarre de su amigo para lanzarse a golpear al rubio
— ¡No! Basta es mi culpa— se interpuso Eren intentando detenerlo —ellos me querían llevar a mi y evitaron que Marco pudiera delatarlos, si tienes que golpear a alguien soy yo— no aguanto más las lágrimas estas caían sin parar
—No Eren, no es tu culpa...— le dijo Reiner intentado apartar con cuidado al castaño, lo que menos quería es que se hiciera daño
—Córrete del medio Eren, deja de defender a este traidor y asesino— en un momento no midió su fuerza terminando por empujar con fuerza al castaño haciéndolo caer al suelo quien soltó un quejido de dolor
— ¡EREN! — grito Pieck al ver como comenzaba a salir sangre en su parte baja —rápido llamen a Hanji— les ordenó a los amigos del menor —tranquilo... Respira ¿si? —
— ¿Q-Qué pasa? — estaba asustado y se sentía muy mareado debido a que perdía sangre —mi bebé... No por favor no quiero perderlo— sollozaba más fuerte
—Reiner ayúdame a cargarlo a la enfermería— su amigo hizo lo que le indico su amiga cargando con cuidado al menor
—Perdón Eren esto fue mi culpa...— le susurro con dolor corriendo con él entre sus brazos en dirección donde se encontraría la mayor Hanji
— ¡EREN! — ese grito era de Rivaille —que demonios paso?! — veía como los pantalones de su esposo estaban llenos de sangre
—Eso no importa ahora Levi tenemos que llevarlo de inmediato a mi habitación, Braun
sígueme— corrió con el mencionado que traía al castaño semi inconsciente
—Tsk... Suéltalo ahora lo llevaré yo— le quitó a su esposo de sus brazos y corrió detrás de su amiga desesperado —resiste por favor... No pueden dejarme— murmuraba angustiado el azabache

En cuanto entraron a la habitación de Hanji le pidió que recostara al menor en la cama y que saliera mientras ella se encargaba de atenderlo. Al principio se negaba a salir, pero recordó que tenía que descubrir qué causó el estado de su Eren.
Regresó rápidamente al comedor.

— ¿Quién fue el maldito que provocó esto?! — grito dando a conocer su enojo
—Capitán...— dio un paso al frente Jean junto con Reiner —todo fue culpa de este traidor— señaló al hombre al lado suyo
—Eren solo quería defenderme y Jean lo empujo sin medir su fuerza— se defendió en parte
—Así que fue culpa de ambos... Tu por contar algo que lo hizo sentir culpable lo más seguro... Y tu Kirschtein sin acordarte que estaba embarazado— los miro con odio —si le pasa algo a Eren o al bebé juro que se arrepentirán de haber nacido— les propinó una patada en el estómago a ambos —Pieck acompáñame— le hablo a la mencionada
—De acuerdo— se limitó a seguirlo no quería causar que su mal humor siguiera empeorando
—De verdad eres un tonto Jean— lo miro con odio Mikasa —sabes bien el estado de Eren, pero tu solo piensas con la fuerza bruta— agarro con fuerza al mencionado del cuello de su camisa —no te perdonare si les pasa algo—

Levi se retiró junto a Pieck dejando a todos ahí en shock y regresó donde estaba su amado mocoso junto a su loca amiga que lo atendía.
La azabache se sentía culpable por no haber cuidado mejor del menor como había prometido, quería disculparse.

—Capitán yo... Quiero pedirle perdón— murmuró levemente
—Esto no fue tu culpa, conozco bien a mi esposo— suspira un poco más tranquilo —siempre se mete en medio de situaciones que encuentra injustas, tiene un corazón demasiado bueno— llegaron frente a la puerta de la habitación de Hanji —permiso— entró sin esperar respuesta
—Rivaille...— suspiro antes de seguir —Erencito está estable, pero delicado logre detener la hemorragia evitando que perdiera al bebé— miró fijamente a su amigo —desde ahora no podrá hacer ningún esfuerzo en lo que reste del embarazo y sugiero que mientras se muden a otro lugar—
—Tsk...— se acercó hasta donde estaba recostado su amado —porque tienes que ser tan imprudente Eren— lo regaño levemente
—L-Lo siento Levi...— murmuró con su voz apagada —es mi culpa lo que paso no les hagas nada por favor—
—Ese es el puto problema Eren— volvía a enojarse —siempre haces lo mismo arriesgas tu vida sin pensar en las consecuencias, recuerda que estas embarazado mocoso idiota— ya no media sus palabras
—Rivaille basta no le hables así— trato de detenerlo Hanji
—Cállate mierda con lentes yo le hablo como quiera— el enojo lo había nublado por completo —todo esto pasó porque decidiste perdonar a ese bastardo de Braun eres muy ingenuo como para creer que va a cambiar—
—LEVI ACKERMAN YA BASTA! — grito Eren —vete no quiero verte idiota...— comenzaba a sollozar debido al dolor que le causaban las palabras dichas por su esposo —me iré a vivir fuera de los muros, pero con Pieck-san— fue ahí cuando el azabache se dio cuenta de lo que había hecho
—Eren yo lo sien...— no pudo terminar porque el menor no lo dejo
—Sale de aquí ahora... Mi esposo nunca me trataría así— bajo su mirada ocultando sus lágrimas
—Será mejor que se vaya capitán es mejor no alterar más a Eren— le sugirió Pieck colocándose al lado del castaño
—Arreglen sus cosas, le diré a Moblit que los lleve en una carreta— sacó a la fuerza al azabache bastante molesta en cuanto estuvieron afuera le dio una cachetada —como se te ocurre tratar así a tu esposo?! —
—Yo...— no tenía palabras para defenderse, ella tenía razón trató de una forma horrible a Eren sabiendo el estado delicado en el que se encuentra
—Te prohíbo que los sigas— lo amenazó —espero te des cuenta del error que cometiste ahora porque de no ser así dudo que él te perdone—

En pocos minutos Eren y Pieck ya se encontraban fuera del castillo, el castaño mantenía la mirada baja. Levi nunca le había hablado así ni antes que se casaran o él se confesara. Lo había herido con todo lo que le dijo.

—Eres un idiota Levi... Te odio— murmuró con dolor sabiendo que no era así, pero el dolor en su corazón lo hacía sentir eso
—Pequeño es hora de irnos— lo ayudó a subir a la carreta —te prometo que estará todo bien si? Yo estaré contigo— abrazo al menor en busca de darle consuelo, cuando tuviera tiempo le daría su merecido a Rivaille por como trato al castaño

La carreta se alejó del castillo solo Hanji y Moblit sabían del lugar donde habían enviado a Eren, obviamente no le dirían nada al azabache hasta que se diera cuenta del daño que le provocó a su esposo con sus acciones.
Desde que Eren se fue a vivir lejos del castillo habían pasado 2 meses el clima se había vuelto frio y la mayor parte del tiempo estaba nublado con un cielo de color gris. El azabache permanecía encerrado en la habitación que compartía anteriormente con su amado castaño estaba sumido en un profundo dolor. Su esposo lo odiaba aunque entendía bien porque, nunca lo había tratado así todo lo que había dicho era peor que si lo hubiera golpeado.

—Eren... Soy un tonto— abrazaba la almohada que tenía aun el aroma del menor —perdóname por favor regresa a mi— escucho como tocaban su puerta —quien mierda sea no me importa—
—Capitán Rivaille soy Pieck— contestó la mujer algo molesta por la actitud del hombre —necesito hablar con usted— sintió como le abrían rápidamente la puerta y ahí pudo detallar el aspecto del mayor, pero sin importarle mucho le propinó un golpe en la mejilla —eso es por haberle hecho daño al pequeño Eren—
—Tsk... Mocosa que necesitas— se limpió la sangre que brotó de su labio debido al golpe —dudo que sea para simplemente pegarme, habla—
—Es sobre él— se refirió al castaño notando como el semblante cambiaba a uno preocupado —no se preocupe no es nada malo... Quiere verlo, pero antes necesito saber si ya se dio cuenta de lo que hizo—
—Fui un idiota, soy de lo peor por dañarlo de esa forma— murmuro con dolor —no merezco a un ángel como Eren, nunca debió enamorarse de mi le hice daño cuando le prometí todo lo contrario—
—Entonces si esta arrepentido venga conmigo ya que por fin se dio cuenta de lo que hizo aunque le tomó tiempo— salió de ahí con Levi detrás de ella
—Así que ya te diste cuenta de tu error— lo miró de forma burlona Hanji —te aseguro que si llegas hacerle daño nuevamente a Erencito no seré solamente yo la que acabe con tu vida— sabía bien que se refería a los mejores amigos del castaño
—Cuatro ojos... Gracias— le susurro levemente era raro para el agradecer, pero sabía bien que ahora debía hacerlo

Siguió en caballo a Pieck en silencio, al detallar mejor el camino se dio cuenta que se dirigían a la cabaña donde habían tenido su luna de miel. Cómo no se le ocurrió que la loca de su amiga lo enviaría ahí. Estando ya fuera del lugar ambos se bajaron caminando hasta la puerta.

—Los dejaré solos, pero créame a la mínima señal que sienta una amenaza hacia él no dudaré en pegarle y sacarlo a patadas de aquí— tomó su caballo para alejarse y guío al del azabache lejos de ahí también
—Lo se bien— suspiro y respiro profundo antes de entrar observando que el lugar estaba diferente a la primera vez que estuvieron ahí se dirigió hacia donde estaba la habitación y tocó suavemente la puerta esperando que le permitiera pasar
—Adelante— escucho la suave voz de su amado esposo quien al verlo entrar lo miraba fijamente, se perdían en sus miradas —Levi...—
—Déjame hablar primero por favor...— se acercó hasta sentarse en la cama a un lado suyo —Eren fui de lo peor al tratarte así... Te hice daño cuando prometí nunca hacerlo el día que nos casamos—
—Levi... Me dolió que me trataras así, pero se que fue en parte mi culpa— apretó las sábanas con sus manos —casi pierdo a nuestro bebé por mis descuidos—
—No digas eso, nada justifica la forma en la que te hable— tomo sus manos entre las suyas —tú solo defiendes lo que sabes que está bien y te había prometido apoyarte en la decisión que tomaste, pero terminé fallándote—
—Nunca me has fallado, solamente tenías miedo de perdernos y como siempre yo no pensé en las consecuencias de mis acciones— susurró suavemente
—Eres mi vida entera, no sabría que hacer sin ti— lo abrazo con cuidado escondiendo su rostro en el hombro del menor —tenía miedo de perderlos, lo siento por haberte hecho daño—
—Te amo Levi y lo haré siempre—rodeó con sus brazos el cuerpo de su amado
—Te amo Eren, perdonarías a este tonto esposo tuyo? — preguntó con una ligera risa
—Si, te perdono— una pequeña sonrisa se reflejó en los labios del menor —puedes quedarte conmigo? —
—Siempre— se acomodaron en la cama y Levi noto que su vientre estaba un poco más abultado —te ves precioso— acariciaba suavemente el lugar donde su bebé crecía
—Eso no es cierto— se sonrojo un poco —estoy un poco más gordo y mi cuerpo se puso feo—
—Tengo que comprobarlo por mi mismo para decidir si es así o no— una pequeña sonrisa pícara se formó en los labios del mayor

Con cuidado lo desvistió y en efecto su cuerpo seguía siendo hermoso quizás mucho más que antes.

—N-No me mires— intentó cubrirse con las mantas, pero se lo impidió
—Sigues siendo hermoso Eren, mira como me tienes— tomó una de las manos del menor y la colocó sobre su prominente erección —te deseo tanto— susurro en su oído con voz ronca lamiendo levemente el lóbulo
—Nmgg Levi~— jadeó suavemente —te necesito... Por favor hagamos el amor— murmuró entre gemidos
—Seré cuidadoso— lo recostó para colocarse entre sus piernas repartiendo besos por todo su cuerpo mientras veía como el castaño comenzaba a quitarle la camisa —mi Eren—
—Mi amado esposo— tiró la camisa al suelo acariciando el cuerpo del azabache paseando sus manos por los hombros después su pecho repitiendo ese recorrido varias veces

Esa noche revivieron aquella llama de amor y deseo que ambos sentían por el otro, fue especial porque estaban en el lugar de su luna de miel también donde formarán su nuevo hogar. Ahora ambos estaban recostados en la cama que estaba toda hecha un desastre, pero felices de estar juntos nuevamente. Levi mantenía al menor con fuerza entre sus brazos con ambas manos sobre su abultado vientre repartiendo suaves caricias en ese lugar. Por su parte Eren sentía que podría llegar a ronronear por los mimos que recibe de su esposo, esos dos meses que estuvieron separados fue difícil tanto para él como para el mayor. Tenían sus manos entrelazadas sobre el vientre del menor admirando sus anillos que simbolizaban su unión como esposos.
De a poco el sueño se fue apoderando de ellos pues sentían por fin esa paz y calidez después de todo ese tiempo que estuvieron separados.
No muy lejos de ahí Pieck permanecía vigilando que no hubiera nuevamente otra discusión como la vez pasada, al asegurarse que todo marchaba bien emprendió camino de regreso al castillo. En el camino una pequeña ave llegó con una pequeña carta, reconoció inmediatamente la letra, era Zeke diciéndole que vendría pronto a ver a Eren.

—Así que por fin te armaste de valor para sincerarte con él— murmuró suavemente pensando en que llegaría hacer el menor o mejor dicho que haría el capitán Rivaille si veía nuevamente al hermano mayor de su amado —confío que ambos quieren lo mejor para el pequeño Eren— se dijo a sí misma

Guardando la carta siguió con su camino decidiendo mantener la visita de Zeke en secreto, esperaría a que llegara para poder ayudarle como intermediaria.


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