Capitulo 3: Felicidad Interrumpida

Un mes había pasado desde el matrimonio entre Levi y Eren, ambos antes considerados el soldado más fuerte de la humanidad y la esperanza de esta misma. Ese día irían por fin a conocer lo que llamaban mar. Los más emocionados eran un par de amigos que desde niños desearon ir a verlo.

Por obvias razones la pareja recién casada cabalgaba en un mismo caballo pues había notado que el azabache era muy celoso.

—Ese gruñón no suelta a Eren ni por si acaso— refunfuñaba Mikasa —son contados los momentos que podemos pasar junto a él desde que regresaron de su luna de miel—
—Mikasa no digas eso, sabes bien que al principio sería así, pero conforme pase el tiempo el capitán aprenderá a no ser tan posesivo— una pequeña risa salió del rubio

Más atrás de ellos venían las dos personas de las que hablaban los dos mejores amigos del castaño

—Oye Levi— llamó la atención de su esposo quien le dio una señal que lo escuchaba —podría de regreso ir en un caballo yo solo? Quiero pasar tiempo con mis amigos— puso su expresión de cachorrito que servía mucho para manipularlo —por favor~—
—Tsk no pongas esos ojos que bien sabes lo débil que soy ante ellos— suspiro sabiendo igual que su lindo mocoso merecía pasar tiempo con los otros mocosos —está bien, pero me mantendré a una distancia prudente para cuidarte— después de todo aún existía el temor que Eren fuera secuestrado

—Voy a estar bien, no me pasara nada contigo a mi lado— beso suavemente sus labios para darle un poco de tranquilidad
—De igual forma, me sentiré mejor si me mantengo cerca tuyo— intensifico un poco más el beso ocultando sus rostros con la capa que traía puesta así evitaba que alguien los viera y que su oji ámbar sintiera vergüenza
—E-Estamos en público no hagas algo así...— un pequeño jadeo salió de los labios del menor
—Cuando se trata de ti no puedo controlarme y lo sabes— susurro suavemente mientras lamia el lóbulo de su oído derecho —esta noche te hare mío, no dejare que te escapes de mi—
—Nmgg...— un nuevo jadeo abandono los labios de Eren sonrojándose mucho al saber a lo que se refería el mayor —entonces... Espera hasta la noche— tras decir eso detuvo las acciones pervertidas del azabache para mantener el control

Levi reía levemente ante las reacciones del castaño, sabía bien cómo provocarlo para obtener lo que quería, lo que más amaba aquellas facetas que solo eran regaladas para él un privilegio que solamente era suyo.
Siguieron cabalgando un poco más hasta que Erwin dio aviso que por fin habían llegado al famoso mar, sin demorar Eren salió disparado corriendo con Armin y Mikasa que los seguía de cerca.

—Armin, Mikasa! Miren por fin estamos aquí...— el castaño admiraba toda la extensión de agua azul cristalina que estaba frente a ellos
—Nuestro sueño Eren, se hizo realidad— entre los tres se abrazaron con pequeñas lagrimas
— ¡vamos veamos si era cierto lo que decían los libros! — el rubio se acercó más tomando de las manos a sus amigos

Al entrar en contacto con el agua un pequeño jadeo salió de sus labios

— ¡Es helada! — chillo el oji ámbar —tenías razón, esto es maravilloso— tomo un poco de aquella agua entre sus manos admirando su reflejo en ella, de pronto un recuerdo vino a él sobre sus padres
—Mamá Papá hoy Armin me enseñó un libro que hablaba del mar, dijo que es una gran extensión de agua azul como el cielo— les contaba un pequeño Eren y Mikasa a su lado —algún día iremos verdad? ¡Todos juntos! —
Pero aquella promesa no se pudo cumplir... No del todo, sus padres no pudieron ir con ellos a conocerlo, finas lágrimas rodaban por las mejillas de Eren.

— ¿Eren? — se acercó Armin a su amigo — ¿Por qué lloras? ¿Qué sucede? — estaba parado frente a él
—Solo... Recordé cuando les conté a mis padres de nuestro sueño...— comenzaba a sollozar levemente evitando llamar la atención —duele no haberles podido mostrar esto—
—No estés triste... Ellos de seguro estarán viendo esto desde donde sea que estén— abrazo a su amigo —al igual que mi abuelo... Nos acompañan siempre— rozaba levemente la espalda del castaño tratando de relajarlo
—Tienes razón... Ellos están siempre con nosotros— le dedicó una pequeña sonrisa y antes de seguir su rubio amigo los lanzó a ambos al agua — ¡A-Ah! ¡Está muy helada! —
—Jajajaja, perdón es que tenías una expresión muy deprimente— aquello lo había hecho para subirle los ánimos, no quería que el esposo de su amigo se diera cuenta que estaba deprimido
— ¡Eres malvado! — comenzaron una guerra de agua entre risas poco después Mikasa igual se les unió

La azabache sabía bien que su querido hermano guardaba ese recuerdo desde el fondo de su corazón, después de todo la mayoría de sueños incluían a sus padres.

—Espero que donde sea que estén Señor Grisha Señora Carla pueden estar tranquilos, su hijo es amado y cuidado— un leve susurro salió de Mikasa sin que sus dos amigos la pudieran escuchar
— ¡Oigan! ¡Espérenme chicos, yo igual quiero jugar! — Hanji también llegó corriendo y detrás de ella venía Levi —Rivaille ven! vamos a divertirnos—
—Tsk ni lo pienses, yo esperaré aquí— se bajó del caballo y buscó donde sentarse para no ensuciarse
—Que aburrido eres~— se quitó las botas para correr al agua y abrazar al trío de amigos —esto es maravilloso no es así chicos? —
—Tienes razón Hanji-san— el oji ámbar sonreía a pesar que aún sentía un poco de tristeza por el recuerdo que había llegado sin aviso — ¿Dónde está Levi? — buscaba con la mirada a su amado
—Dijo que no quería entrar, supongo que es por su TOC contra la suciedad— una pequeña carcajada salió de la cuatro ojos —está sentado por allí— señaló a su amigo
—Iré a buscarlo, espérenme un poco— Eren salió del agua en dirección donde se encontraba el mayor —Levi, ¿Por qué no vienes? — estaba parado frente a su esposo
—Prefiero esperar aquí...— miraba detenidamente a su amado y se dio cuenta que estaba empapado lo que provocaba que la ropa se le pegara al cuerpo —que te paso, ¿por qué estas todo mojado? No ves que alguien puede verte— se quitó su capa y cubrió a Eren —y no quiero que nadie te vea más de lo debido—
—Solo estábamos jugando en el agua con Armin y Mikasa, no hay nada de malo nadie me ha mirado tranquilo— se dejó cubrir por él —¿estás celoso de nuevo? — miraba fijamente al azabache
—Sabes bien como a veces te miran otros, no me gusta cuando eso pasa— abrazo de la cintura al oji ámbar —tú solo eres mío—
—No necesitas ponerte así, yo solo amo a mi amado esposo a nadie más— dejo un beso en su frente
—Yo igual te amo solo a ti, pero no puedo evitar ponerme celoso eres demasiado hermoso— sin poder resistirlo lo sentó en su regazo no le importaba que estuviera todo mojado
—T-Te vas a mojar y ensuciar también— quería separarse sin embargo no podía lograrlo pues el mayor tenía más fuerza que él
—No me importa, quiero tenerte así para evitar que otros te miren con deseo y entiendan que no pueden tenerte— apoyó su cabeza en el pecho del menor escuchando los suaves, pero rápidos latidos notando que estaba nervioso
—Está bien jeje voy a consentirte por esta vez— rodeó su cuello con ambos brazos recargando su cabeza en el hombro de su amado esposo

Todos los demás que se encontraban dentro del agua se sorprendían como aquel hombre que era conocido por su manía en la limpieza estaba ahora mismo abrazando al castaño que acababa salir del agua todo empapado de pies a cabeza. Hanji por su parte no estaba sorprendida, sabía bien que Erencito era su mayor debilidad y debido a eso temía que algo llegara a pasarle a ambos sabiendo eso.
La pareja continuó un rato más así, gracias a que había sol el castaño pudo secarse más rápido y el oji azul tampoco se mojó tanto. Lamentablemente comenzó a correr una brisa fresca por lo que tuvieron que emprender el camino de regreso, se acercaba una tormenta lo más probable.
Cómo se lo prometió su esposo pudo regresar en su propio caballo junto a sus amigos, se les notaba lo felices que estaban.

—Es un milagro que ese posesivo del capitán te dejará venir con nosotros— la azabache se sentía feliz de que podía pasar más tiempo con su hermano de corazón
—No seas así Mikasa, sabes bien que Eren nunca nos dejaría de lado— de igual forma se sentía feliz por tener a su mejor amigo-hermano con ellos
—Armin tiene razón nunca me alejaré de ustedes, somos como familia después de todo— les dedicó una sonrisa a ambos

Continuaron su conversación alegremente, mientras tanto Levi se mantenía a una distancia prudente en caso de que hubiera peligro. Hanji pensaba que era un poco exagerado por estar casi siempre pegado al castaño, pero existe aún ese miedo de que en cualquier momento se lo llevaran. Después de todo Reiner Braun les confirmó que el supuesto hermano mayor de Eren no se rendiría tan fácil y que haría todo lo posible por llevarlo aun si era en contra de su voluntad.
Aún no llegaban al castillo cuando comenzó una pequeña llovizna por lo que tuvieron que apurar la cabalgata, a lo lejos divisaron la enorme estructura.

—Arlert y Jaeger guarden los caballos— ordenó Erwin aprovechando que Rivaille había ido con Hanji a guardar los demás a los otros establos
— ¡Entendido! — dijeron ambos chicos al unísono alejándose con los caballos que estaban en su grupo
— ¿Fue divertido no Eren? — acomodan a cada caballo en su lugar correspondiente
—Me encanto poder ver el mar, por fin nuestro sueño lo cumplimos— le dedicó una sonrisa al rubio
—Tu esposo te regañó mucho por salir todo mojado? — miraba a su amigo —me di cuenta que al parecer se puso algo celoso por cómo otros te miraban
—E-Eso... Bueno ya sabes cómo es él, será mejor darnos pri...— de un momento a otro el oji ámbar se sintió mareado desmayándose repentinamente
—EREN!! — gracias a que Armin reaccionó rápido fue que no se golpeó contra el suelo —despierta...— movía ligeramente el cuerpo inconsciente de su amigo y con algo de fuerza pudo cargarlo en su espalda cubriendo su cabeza con la capa —resiste, iremos con Hanji-san—

Comenzó a correr en dirección al castillo en búsqueda de la castaña cuatro ojos, rogando porque no se encontrará con el azabache pues lo más seguro es que se volvería loco al ver al castaño en ese estado de forma tan repentina. A lo lejos pudo observar que estaba Mikasa con el resto del grupo.

—Mikasa! — grito el rubio llamando la atención de la chica —a-ayúdame— jadeaba levemente debido a la preocupación
—Armin! ¿Qué le sucedió a Eren? ...— se acercó al azabache con los demás —tenemos que llevarlo con la mayor Hanji... Ella debe saber que hacer, déjame ayudarte— el rubio le entrego con cuidado el cuerpo del oji ámbar para que lo cargara

—Maldición este idiota suicida no se cansa de armar estos alborotos— a pesar de decir eso, todos sabían que Jean se preocupaba por él esa era su forma de demostrarlo —Sasha, Connie vamos a adelantarnos para buscarla— refiriéndose a la cuatro ojos

Los tres salieron de ahí para poder actuar con más rapidez. Buscaban desesperados por todos los pasillos, al igual que Armin y Mikasa quien sostenía entre sus brazos a su hermano de corazón.
Después de estar corriendo un buen rato los 6 se volvieron a encontrar sin éxito.

—No están por ningún lado...— jadeaba Sasha —si el capitán llega a ver a Eren va a enloquecer—
— ¡Chicos! Moblit escucho que me llamaban, suce...— la mujer vio al castaño que era cargado entre los brazos de la azabache —ay dios! ¿¡Que le paso a Eren!? — corrió al lado del grupo
—mierda... Vamos llevémoslo a mi habitación antes que Rivaille lo vea—

Los mejores amigos del oji ámbar siguieron a la mujer lo más rápido posible, agradecidos que en ningún momento se toparon con el esposo posesivo del chico. Al entrar Hanji indico a Mikasa que recostara al menor en la cama y se retiraran mientras ella lo iba a revisar.
En otro lado Erwin junto a Rivaille se encontraban revisando las celdas donde mantenían encerrado a Reiner, al ser quien sabía sobre los planes de Zeke Jaeger debían tenerlo vigilado en caso que escapara y se llevará a Eren con él.

—Oi basura— el azabache golpeo de una patada un barrote llamando la atención del chico —has permanecido muy callado, te lo advierto si estás tramando algo contra Eren lo pagaras muy
caro—
—Ya se lo dije todo capitán Rivaille...— suspiro con un tono apagado —no tengo nada más que decirle, al menos no a usted...— sabía bien a quien se refería —espere... Hay algo que quiero preguntarle, ¿Por qué protege tanto a Eren? Digo usted solo estaba cuidando que no traicionara a la legión y como ya no tenemos nuestro poder de titán no tiene sentido que permanezca junto a usted—
—Ni lo sueñes— gruño levemente —no dejare que te le acerques nunca más, ya suficiente fue el daño que le provocaste y sobre tu pregunta mocoso no es de tu incumbencia—
—Déjalo ya, no tiene sentido seguir conversando con él— llamó la atención del de ojos azul eléctrico evitando que la situación se saliera de control —mejor regresemos es tarde—
—Tsk... Recuérdalo Braun no te dejaré acercarte a mi EREN, voy a velar por su felicidad y créeme que tu solo lo perturbas— con esas últimas palabras salió de ahí junto a Erwin

Necesitaba ver a su esposo lo más pronto posible, por lo cual aceleró un poco su caminar hasta que se topó con los mocosos del escuadrón 104 y algo parecía no andar bien con ellos esperaba que no tuviera que ver con su castaño.

—Capitán Levi...— Armin lo miro en cuanto sintió su presencia no sabía si decirle lo sucedido
— ¿Dónde está mi esposo? — preguntó firmemente, pero con cierto temor de que algo malo hubiera sucedido en su ausencia
—Eren... Bueno él se sentía un poco fatigado y se desmayó— le explico el amigo de su amado —p-pero Hanji-san lo está revisando— no recibió respuesta del mayor pues este prácticamente salió corriendo de ahí
—Mierda... Mierda— maldecía el azabache sintiéndose culpable por no notar algún tipo de malestar en su amado castaño, aquel sentimiento lo obligó a correr más rápido hasta que por fin estuvo frente a la puerta del dormitorio de su amiga de lentes

Abrió la puerta acelerado dando a conocer el estado de preocupación y angustia que sentía, pero se calmó de a poco al ver que el menor estaba sentado en la cama con su loca amiga al lado.

—L-Levi...— murmuró Eren desviando su mirada sintiéndose incapaz de sostenerle la mirada en ese momento
—Llegas justo a tiempo, le decía a Erencito que es momento que fuera a dormir— la mujer de lentes intentaba aligerar el ambiente —pero es necesario que alguien lo ayude aún se encuentra algo fatigado y por eso te esperábamos ¿no es cierto? — ahora se dirigía al menor
—Si te estaba esperando— levanto su mirada esta vez para hablarle a su esposo —no quería volver solo—
—Gracias cuatro ojos, vamos Eren— se acercó hasta donde estaba el oji ámbar y lo cargó al estilo nupcial saliendo de ahí con él entre sus brazos
— ¿Tendría que decirles?... — susurro para sí misma Hanji —mejor no aun, no hasta estar segura si es lo que sospecho— se acercó a su escritorio donde había dejado un pequeño frasco con la sangre del menor dentro la usaría para realizar los análisis que necesitaba para confirmar sus sospechas

Cuando llegaron a la habitación que compartían desde que estaban casados el de ojos azul eléctrico sentó en la cama a su amado con mucho cuidado sentándose a su lado y sin esperar más lo rodeo con sus brazos.

—Eren... ¿Qué sucedió? Porque no me dijiste que te sentías mal, estaba asustado y pensé lo peor mocoso— apretaba su agarre sin llegar a lastimarlo
—N-No fue nada grave... Estábamos guardando los caballos con Armin cuando de pronto me sentí un poco mareado— se dejaba hacer entre los brazos de su amado —lo siento por preocuparte—
—Debí quedarme contigo, esto fue descuido mío perdón por no cuidarte mejor— se escuchaba aun la angustia presente al hablar
—No fue tu culpa...— rodeo con sus brazos el cuello del mayor —deja de culparte por favor... Yo estoy bien— daba suaves caricias en su cabello buscando transmitirle tranquilidad y al parecer lograba su objetivo
—Tienes que darte un baño— susurro levemente el azabache —ven, vamos juntos— se levantó y lo cargó nuevamente entre sus brazos
—Si— aquella rutina de bañarse juntos era muy común entre ellos algo bastante extraño sabiendo como era el capitán Levi sobre la higiene personal —los demás se sorprendieron al ver cómo compartes el baño—
—Solo tu eres la excepción y mi mayor debilidad mocoso— entraron al baño mientras Levi con cuidado lo dejaba sentado en el borde de la tina —la llenare mientras quítate la ropa—
—Está bien— comenzó quitándose la camisa dejándola en un cesto que tenían para la ropa sucia, se quitó las botas junto con las calcetas y finalmente se bajó sus pantalones junto con la ropa interior algo sonrojado se cubrió con sus brazos esperando que su esposo terminara de llenar la tina
—Listo— se dio vuelta para también quitarse su ropa y vio como su oji ámbar se cubría con un notorio sonrojo su cuerpo —sabes que no debes hacer eso, solo estamos nosotros dos y ya conozco cada parte de ti— un ligero tono pícaro se notaba en las palabras dichas por Levi
— ¡No digas esas cosas! — eso solo provoco que se sintiera aún más sonrojado sintiendo como el calor de su cuerpo aumentaba
—Tengo razón Eren, así que déjame verte siempre que estemos solo nosotros— acercó sus manos para apartar los brazos de su amado esposo — ¿me ayudarías a quitarme mi ropa? —
—S-Solo por hoy voy a consentirte mi amado capitán— con algo de vergüenza fue retirando las prendas del hombre que tenía frente suyo dejándolas en el cesto junto a las suyas, se quedó unos minutos contemplando el cuerpo de Rivaille
— ¿Qué sucede? ¿Te gusta lo que ves? — una sonrisa de medio lado se formó en los labios del azabache —ahora que recuerdo tenemos algo pendiente para esta noche— agarró las caderas de su querido castaño acercándolo más a su cuerpo —no te escaparas de mi— susurro en su oído lamiendo de paso su lóbulo
—Nmgg... T-Tenemos que bañarnos primero— pese a decir aquello su cuerpo lo traicionaba por todas las reacciones que le provocaba su esposo —A-Ah... Levi— poco a poco perdía la cordura dejándose arrastrar en el mar de lujuria
—Podríamos hacer ambas cosas, ¿no te gustaría? — repartía besos en su cuello y con sus manos acariciaba todo el cuerpo del oji ámbar con un notable deseo de poseerlo
—S-Si...— jadeaba muy sonrojado completamente sometido ante el deseo que se hacía presente entre ellos —por favor hazme tuyo—

Con esas últimas palabras el azabache alzó a su amado castaño y este enrollo sus piernas en su cadera también sus brazos rodearon su cuello. Entraron en la bañera mientras Levi acomodaba a Eren encima de su regazo de esa forma sería más cómodo además que podría admirar el hermoso cuerpo que tenía el menor.

—No sabes cuánto tuve que contenerme hoy día— susurraba con voz ronca que daba entender cuan excitado estaba —al verte salir con la ropa húmeda que se pegaba a tu cuerpo quería llevarte lejos de ahí y hacerte mío en ese preciso momento—
—Sabes que lo hubieran notado...— acariciaba los cabellos de su esposo, disfrutando unos instantes de aquel momento intimo —pero yo igual deseaba lo mismo que tú—
—Me encanta cuando eres honesto, me vuelves loco— lo sujetó con suavidad de su nuca para juntar sus labios en un beso lento al principio, pero después fue subiendo de intensidad

Como siempre era Levi quien llevaba el ritmo del beso, Eren simplemente se dejaba hacer aferrándose más al cuerpo del mayor y por instinto comenzaba a mover sus caderas en busca de más contacto, más placer. Con su brazo libre Rivaille sujeto la cintura del menor para empezar a moverse también simulando embestidas sin entrar aún en su interior.

—A-Ah! Levi~ — pequeños gemidos se hacían presente en los labios del oji ámbar en medio del beso mientras se aferraba más al cuerpo del mayor
—Eren... Eren— jadeaba repetidamente el nombre de su hermoso chico —quiero hacerte el amor... Ya no resisto más— sin esperar una respuesta alineó su miembro en la entrada del menor y entro de una sola estocada comenzando con las embestidas inmediatamente
—Nmgg...— entierra ligeramente sus uñas en la espalda del azabache debido a que había entrado tan fuerte en su interior y se movía con fuerza haciéndose paso entre sus paredes
—Se siente tan bien dentro tuyo... Me encantas— volvió atrapar sus labios en un beso cargado de lujuria y deseo

Esa noche su entrega fue desenfrenada, pero también disfrutando aquel momento juntos. Ya finalmente después de toda aquella pasión que vivieron se encontraban recostados en la cama Levi con su amado Eren entre sus brazos bajo las sábanas y sus cuerpos desnudos. El primero repartía pequeños besos por sus mejillas, hombros y cuello.

—Levi... Te amo— susurro el menor con una pequeña sonrisa por los mimos que le daba su esposo
—También te amo— murmuró sobre su piel apretando más el cuerpo del castaño al suyo —mi Eren, mi amada esposa— le gustaba decirle así a veces sabía que le provocaba mucha vergüenza
—N-No me llames así— hizo un pequeño puchero
—Eres tan adorable cuando te pones así— se ríe levemente ante las reacciones del oji ámbar amaba todo de él —si lo piensas bien Eren cuando tengamos hijos ellos te dirán mamá deberías acostumbrarte a ello— era la primera vez que hablaban de ese tema
—A-Aun no llega ese momento— su rostro se había puesto rojo de tan solo pensar en eso —eres malvado conmigo— su puchero aumento
—Algún día formaremos una familia mi lindo ángel— susurro cerca de su oído —no hay apuro, quiero disfrutarte solo para mí un buen tiempo más—

Lamentablemente ellos no sabían que en ese preciso instante un bebé crecía dentro del vientre de Eren, eso es lo que quería comprobar Hanji con la muestra de sangre que había tomado del menor cuando estuvo inconsciente debido a la pequeña fatiga que supuestamente se le presentó.
Al llegar la mañana el castaño apenas podía moverse todo su cuerpo dolía después de la intensa noche que tuvo con su amado Levi.

—N-No puedo moverme... Me duele todo— se quejó levemente mirando al azabache ligeramente molesto
—Sabes bien que siempre cumplo lo que digo— beso suavemente su frente —te traeré el desayuno, regreso en un momento—

Rivaille salió de su habitación en dirección a la cocina para pedir el desayuno de ambos, se encontró a los demás mocosos del escuadrón 104 que se encontraban comiendo y charlando. Se dio cuenta que además solo estaba Moblit y Erwin la loca de su amiga no se encontraba.

—Disculpe, capitán Levi— Armin se había acercado al mayor —quería preguntarle por Eren, ¿se encuentra mejor? —
—Si ya está bien Armin— respondió —vine a llevarle el desayuno no puede moverse bien aún—
—Me alegro que esté mejor— una pequeña sonrisa de alivio se reflejó en el rostro del rubio —dígale que ojala podamos vernos pronto, los demás también están preocupados— se despidió para regresar con el resto
—Se lo diré— antes que se fuera le dijo algo más —te agradezco que ayer estuvieras con él, no se habría pasado si se encontraba solo—
—Para mí es como mi hermano y prometimos que no dejaremos que lo alejen de nosotros, no se preocupe capitán está a salvo mientras estemos junto a él—

El azabache simplemente asintió ante lo dicho por el amigo de Eren, tomó la bandeja con el desayuno y regresó a la habitación. Sostuvo la bandeja con un brazo para poder abrir la puerta, ya dentro dejó la bandeja en una mesita al lado de la cama y cerró.

—Eren ya regrese, anda vamos a comer— se acercó hasta la cama y se sentó a un lado mirando a su amado
— ¿Puedes ayudarme a levantarme? — un poco avergonzado le preguntó al mayor
—Claro que si— una pequeña sonrisa se formó en sus labios debido a la vergüenza que sentía el oji ámbar
Con ayuda de su esposo pudo acomodarse y comer el desayuno que había traído para ambos, en todo ese rato permanecieron en un silencio muy cómodo. Al terminar Levi dejó la bandeja nuevamente en la mesita e iría a dejarla pronto.

—Tus amigos quieren verte, están preocupados por lo que paso ayer— estaban acurrucados en la cama con el castaño entre sus brazos
—Oh... Verdad que estaba con Armin— suspira un poco triste —solo lo he preocupado, quiero ir a verlos—
—Iré a dejar la bandeja y te llevare con cuidado, también le pediré algo a Hanji para el dolor— acaricio suavemente su mejilla
—Es tu culpa que esté con tanto dolor— un puchero se formó en las mejillas de Eren —si me ven caminar raro de seguro no dejaran de molestarme—
—Te lo dije ayer no? — lo agarró suavemente del mentón para mantener sus miradas conectadas —además quien me pedía más eras tú, yo solo cumplo los deseos de mi lindo mocoso—
—T-Tonto...— eso solo provoco que se sonrojara más y quisiera esconderse en ese preciso momento como siempre seguía avergonzándose fácilmente por las palabras o acciones desvergonzadas de su esposo sin embargo, así lo amaba y amaría siempre

Después que Rivaille regresara del comedor ayudo a Eren a vestirse y también le dio un remedio para los dolores musculares que le había pedido a Hanji. Una vez cambiados salieron de su habitación en dirección donde se encontraban los amigos de su mocoso, ambos caminaban tomados de sus manos después de todo ya no tenían nada que ocultar estaban casados, a fin de cuentas.
El azabache recordó algo antes de seguir con su camino no estaba seguro si decírselo al castaño, pero prefería ser él mismo quien se lo dijera.

—Eren necesito decirte algo importante antes— se detuvo para mirar a su esposo a los ojos —no te alteres, promételo—
—Es algo malo? — se sorprendió y preocupo al mismo tiempo —te lo prometo, dime que sucede? —
—Tiene que ver con Reiner Braun... Pidió hablar contigo, pero yo se lo negué— sus ojos reflejaban seriedad y al mismo tiempo temor —es tu decisión si deseas hablar con él—
—Yo... Lo haré— un ligero temor se escuchaba en la voz del menor sintiendo por un lado que algo malo pasaría, pero también quizás así podría aclarar todas las dudas y preguntas que surgieron tras la revelación que tenía un hermano mayor —es posible que sepa los planes de Zeke...—
—Me quedaré cerca de ti te lo prometo, no estarás solo— instintivamente lo abrazó de manera que sintiera protección y tranquilidad
—Lo sé, nunca dejarías que me pasara algo— se aferró a él temblando ligeramente tratando de ignorar aquel mal presentimiento —vamos, quiero ir pronto con los demás—

La pareja se dirigió a la zona de celdas con cada paso que daban el mayor sentía temor de haberle contado al oji ámbar y este intentaba mantenerse tranquilo, pero seguía teniendo esa sensación de que algo malo pasaría esperaba estar equivocado.

—Oi Braun despierta— sin cuidado golpeó uno de los barrotes de la celda donde se encontraba el ex titán acorazado
—Es necesario siempre...— el rubio no podía creer al ver que ahora el capitán venía acompañado de Eren, pero lo que más lo sorprendió fue notar los anillos que portaban cada uno ahora entendía todo —ustedes... Se casaron— murmuró manteniendo su mirada fija en sus manos que se mantenían unidas
—No venimos a darte explicaciones sobre eso— su mirada parecía miles de cuchillos —Eren accedió a hablar contigo, pero te lo advierto a la mínima señal de que lo estas lastimando lo pagarás caro—
—Levi... No es necesario amenazar, ahora por favor déjame a solas con él— miraba fijamente a los ojos azul eléctrico de su amado —voy a estar bien confía en mí—
—Estaré cerca de igual forma— sin importarle estar frente al rubio agarró al chico del cuello con una mano y la otra rodear su cadera —te amo Eren— finalmente lo beso con tanta necesidad como si sintiera que sería la última vez que podría hacerlo sin saber cuándo lo tendría nuevamente entre sus brazos
—Yo igual... Rivaille te amo— correspondió al beso con la misma intensidad aferrándose al mayor con ambos brazos en su cuello

Al separarse un hilo de saliva unía sus labios el azabache beso suavemente la frente de su esposo y se retiró para que ese par pudiera conversar, sin embargo se mantendría cerca de ese lugar por si algo se salía de control.

—Entonces... ¿Qué quieres decirme Reiner? Tienes algo más que hablar conmigo así que adelante te escucho— la mirada del castaño mostraba seriedad y al mismo tiempo dolor
—Tiene que ver con tu herma... Sobre Zeke, les dije que no se va a rendir en llevarte lejos de aquí— su voz daba a entender que hablaba seriamente
—Si ya se lo dijiste a Levi porque me pediste que viniera? — trataba de mantener la calma, no quería alertar a su esposo o alguien que estuviera cerca
—Lo más seguro es que ya envió a otros para secuestrarte— no parecía que estuviera mintiendo, su mirada no mostraba señales de ello
—Y tú... ¿Tú sabes quiénes son? — esa revelación le provocó temor, se sentía desprotegido en este momento —dime! —
—Son compañeros míos de Marley...— un leve susurro escapó de sus labios —debes decirles que me dejen salir de aquí Eren, ¡yo puedo ayudarlos! —
—Mientes... ¡Nos traicionaste y siempre serás un traidor! — sin tener ya deseos de seguir hablando con el rubio salió corriendo de ahí mientras este le gritaba inútilmente
— ¡Tsk! ¿Qué le hiciste? — El azabache apareció de inmediato —dónde está Eren!?
¡RESPONDE! —
—Vaya tras él capitán! Ellos ya están aquí— lo sabía por la nota que le llegó hace unos días en la bandeja de su comida
—Mierda...! — salió corriendo en la dirección donde se había ido su esposo desesperado por poder encontrarlo a tiempo

El castaño corrió sin pensar bien en lo que hacía hasta que se dio cuenta que había salido del castillo y se encontraba frente al lugar donde se realizó su boda un mes atrás. De repente escuchó unas pisadas cerca pensando que era su Levi dirigió su mirada hacia donde provenía el sonido, pero su alegría se esfumó al ver dos personas totalmente desconocidas y que estaban encapuchadas.

—Hola querido Eren— saludo una voz femenina —espero que estés listo, nos iremos hoy mismo con tu hermano— todo lo decía con un tono alegre
—Será mejor que vengas con nosotros por las buenas, lo que menos queremos es hacerte
daño— ahora era la voz de un hombre —Zeke nos ordenó llevarte sano y salvo—
—U-Ustedes... S-Son compañeros de Reiner— retrocedió mientras rogaba porque alguien llegara pronto tenía miedo
—Así que ya te hablo de nosotros, que pena yo quería hacer las presentaciones— la chica hizo un pequeño puchero —mi nombre es Pieck y este chico es mi amigo Porco— señaló al hombre a su lado
—Basta de charla tenemos que irnos ahora mismo— se acercó hasta el oji ámbar —vámonos Eren, tu hermano te está esperando— le extendió la mano
— ¡No! ¡Yo no iré con ustedes! — se alejó de ellos corriendo en dirección de regreso al castillo
—Levi! Armin! Mikasa! ¡Alguien... Ayuda! — gritaba esperando encontrar ayuda
—Eren! — sus amigos lo vieron corriendo desesperado y se dieron cuenta que algo malo pasaba —por aquí date prisa! — gritaban todos juntos
— ¡Mocoso! — ese grito era de Rivaille
—Levi...— sintió alivio de ver a sus seres queridos, pero no duró mucho porque sintió que lo agarraron del brazo — ¡no suéltenme! ¡Ayuda... Levi! ¡Chicos! — forcejeaba a pesar que sabía bien lo que pasaría
—Maldición Pieck dame el sedante— al tener la jeringa que contenía dicho líquido la inyectó en el cuello del castaño quien inmediatamente se desmayó — ¡vamos! —
—EREN!! — el azabache veía como ese hombre se llevaba a su amado cargado como costal de papas y lo peor es que el menor estaba inconsciente —ustedes mocosos de mierda! ¡No pueden llevarse a mi esposo! —
—Lo lamentamos señor Rivaille, pero él va estar mejor con su hermano— la mujer soltó una bomba de humo que les permitió correr y desaparecer rápidamente sin ser vistos
—MALDICIÓN! — el mayor cayó de rodillas golpeando con sus puños el suelo hasta causar que sangraran —no puede ser... Mi Eren...— lágrimas de impotencia salían de sus ojos
—Capitán! — el grupo de amigos del castaño se acercó dónde estaba el hombre —la mayor Hanji necesita hablar con usted urgente—
— ¿Es necesario ahora!? ¡No ven que secuestraron a mi ESPOSO! — se levantó sintiendo que el dolor y el odio lo consumen
—D-Dijo que es sobre Eren señor— habló tímidamente Sasha
—Tsk... Entonces iré, ustedes busquen si hay algún rastro, tú— señalo a Sasha —Blouse ¿eres experta cazadora cierto? Encárgate—

Sin esperar respuesta se dirigió a paso rápido donde Hanji, esperaba que no fuera nada malo ahora, tenía cosas más importantes que hacer ahora cómo buscar inmediatamente al oji ámbar.
Llegó frente a la puerta del dormitorio de la mujer de lentes y abrió sin cuidado.
— ¿Qué pasa gafas de mierda? ¡Tengo cosas más importantes que hacer! — estaba desesperado y tenía miedo
—Es la razón por la cual se desmayó Eren ayer...— habló de forma seria —Rivaille él está embarazado...— le enseñó los papeles con los análisis —realice esto toda la noche y arrojo positivo—
—C-Cómo dices?... ¿Está esperando un hijo nuestro? — no lo podía creer su bello ángel y él tendrían una familia —se lo llevaron Hanji...— golpeo la pared con sus puños —no pude protegerlos...—
—Tranquilízate... Los vamos a encontrar y estarás con tu esposo también con tu hijo—
— ¡Hanji-san! — Moblit entro agitado —el prisionero Braun exige salir inmediatamente dice que sabe dónde llevaron a Jaeger—
Los tres se dirigieron a las celdas y el azabache ya sin poder contenerse entró agarrándolo del cuello con ambas manos.

—DIME MALDITO! — lo estampo contra la pared — ¡donde se lo llevaron!? — el agarre era tan fuerte que le estaba cortando la respiración al rubio
—Rivaille! Suéltalo así no sabremos nunca cómo encontrarlo— Hanji intentaba separar a su amigo del prisionero con un poco de suerte lo consiguió —bien Braun te sugiero que empieces a hablar ahora—
—Es... O-Obvio— tosía recuperando el aire —se lo llevaron fuera de las murallas, a Marley de dónde vengo yo—
— ¿Cómo llegamos allá? — ahora era la mujer de gafas que preguntaba de manera seria, pero tranquila
—Si quieren recuperar a Eren deben dejarme libre, solo yo y Annie podemos ayudarlos para llegar a ese lugar—
—Tsk... De acuerdo, pero que te quede claro no confiamos en ti— Levi salió de ahí, estaba devastado hace tan poco tenía a su esposo entre sus brazos y ahora se lo habían arrebatado junto con el bebé que estaba esperando —te lo juro, iré por ti a como dé lugar... Solo espérame no dejare que nadie te vuelva a apartar de mi—

Esas personas pagarían con sus propias vidas si algo le llegara a ocurrir a Eren o su bebé, estaban sentenciados desde este momento. 

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