❦ Respuestas
Moonbin llegó al campus acompañado por Chanyeol, entraron al dormitorio y el menor se tiró en el sillón, el de orejas prominentes se quedó en silencio, esperaba que saliera del propio Moonbin decirle lo que ocurría, pero no sería de esa manera.
Chanyeol aprovechó y dejó descansar a su dongsaeng, se puso a preparar algo para cenar puesto que ya era tarde y ninguno había comido nada hasta ese momento desde que se habían encontrado en el campamento.
Buscó algo de comida, pero al parecer el platinado y su roomie no solían comer mucho en casa, la nevera estaba vacía y realmente no había casi nada para preparar una cena decente. Continuó con su búsqueda y encontró ramen, no era lo que deseaba preparar, pero no había nada en casa y en caso de hacer un pedido a domicilio tardarían demasiado.
Moon seguía pensando en todo lo ocurrido en ese campamento, no estaba seguro de si había sido uno de los mejores o uno de los peores... Su mente estaba en un conflicto.
Moonbin reaccionó cuando el olor del ramen llegó a sus fosas nasales, su estómago empezó a gruñirle y era obvio, tenía más de seis horas sin comer nada.
- Preparé un poco del ramen que tenían aquí - entró Chanyeol con una charola y dos cazuelas - ¿Por qué no te alimentas bien Moonbin?
- Si lo hago, solo que como nos fuimos al campamento decidimos no ir al mandado hasta regresar de él.
- ¿Ahora si me dirás que pasó? No sueles llamarme tan seguido desde que me gradué y... Bueno, nunca suenas de esa manera tan-
- ¿Patética? - rió amargamente.
- No, jamás diría que eres alguien patético y lo sabes - lo miró serio - Te escuchabas demasiado lastimado ¿Pasó algo con Lisa? - enarcó sus cejas esperando respuesta, pero no recibió nada - Dios Moonbin ¡Te dije mil veces que ella no te convenía! Es una arrogante, intolerante, superficial, no sé qué le viste.
- No hyung... No fue Lisa - dijo cabizbajo.
Chanyeol se quedó sin palabras, si no era Lisa ¿Quién? ¿Quién podía tener de esa manera a su dongsaeng? Además, él sabía que Moonbin se había convertido en un tipo de máquina desde la muerte de su hermana, él ya no lloraba, no se mostraba débil ante nada y el hecho de
que ahora estuviera tan destrozado como cuando le llamó, lo había aterrado.
Recordó a aquel chiquillo de once años, alegre, parlanchín, extrovertido... Era adorable a sus once años, ellos no eran cercanos en absoluto, pero su familia tenía empresas en común y se habían visto un par de ocasiones... Cuando entró a la universidad, aquel jovencito lleno de vida había desaparecido ante la mirada de Chanyeol... Moonbin se había vuelto serio, frío, no solía mostrar demasiadas emociones.
Un día de borrachera, Chanyeol descubrió lo que había ocurrido con Moonbin y comprendió... Aprendió a aceptarlo en esa nueva faceta, se hicieron buenos amigos y se apreciaban mucho, por eso... El cambio que estaba teniendo el menor tenía angustiado al castaño.
- ¿Me vas a decir que está pasando contigo? - tomó una de sus manos en señal de apoyo.
En esos momentos la puerta se abrió de golpe, ahí estaba Sanha con sus maletas, cabello alborotado, mejillas rojas y mirada asesina, él quería matar a Moonbin en esos momentos por haberlo dejado solo en el campamento, pero su rostro cambió en cuanto vio las manos de ambos chicos frente a él.
Fijó su mirada en ese hombre castaño, de piel clara, cuerpo grande, y mirada preocupada ¿Sería Chanyeol? Luego pasó sus ojos por su hyung, lucia demasiado deprimido, frágil...
Chanyeol comprendió todo al instante en el que el roomie de Moonbin entró, las manos del peli gris habían empezado a temblar, del mismo modo que el resto de su cuerpo... Era él, el motivo de que su dongsaeng estuviera así, era ese chiquillo.
Sanha caminó decidido hasta estar frente al castaño y el platinado ¿Por qué ese sujeto seguía ahí y por qué sostenía la mano de su hyung? Pensaba sin quitarles la vista de las manos.
- ¿Y tú quién eres? - preguntó al instante y sin tacto Chanyeol.
- Soy Yoon Sanha, el roomie de Moonbin hyung - contestó cortante, con una mirada neutral.
- Ah... Ya veo, yo soy Park Chanyeol, un muy buen amigo de este pequeño a mi lado.
La mano de Chanyeol se colocó en el hombro de Moonbin y lo atrajo hacia su cuerpo, Sanha no se perdió nada de ese movimiento y sentía como su estómago empezaba a dolerle a causa de la bilis que le estaba subiendo. La sonrisa que le acababa de mostrar ese tal Chanyeol era tan engreída, además, ¿Por qué tenía esa confianza con Moonbin?
- ¿Por qué te fuiste así sin decir nada? ¡Me tenías muy preocupado hyung! - Sanha caminó hasta llegar donde Moonbin, quitó sin delicadeza la mano de Chanyeol de su hombro y lo giró hacia él.
En el rostro de Chanyeol apareció una sonrisa burlona, pelea de enamorados, pensó para sí mismo. El pequeño roomie de Moonbin estaba celoso de él en esos momentos... Pero ¿En qué momento Moonbin había empezado a sentir cosas por otros chicos?
- Necesitaba verlo con urgencia, lo extrañaba demasiado - intervino Chanyeol atrayendo nuevamente a Moonbin hacia su cuerpo.
- No te pregunté a ti - reaccionó molesto Sanha, y eso divertía más al mayor.
- Lo siento Sanha... No tuve tiempo de avisar a nadie, solo a Eunwoo que estaba conmigo en esos momentos - la mirada de Moon oscureció y Sanha sabía por qué.
- Bueno Moonbin, tengo que irme, pero nos vemos el sábado, pasaré por ti para irnos a los bolos, ¿Está bien? - la cercanía que estaba teniendo Chanyeol puso de nervios a Sanha, no lo quería ver tan cercano con su hyung.
- Está bien hyung, te espero el sábado, muchas gracias por lo de hoy.
- Nada que agradecer pequeño, sabes que siempre me tienes para cualquier
cosa.
Dicho eso, Chanyeol vio retadoramente a Sanha, quien no dejaba de matarlo con su mirada, después se levantó y salió del dormitorio... Si ese chico era quien estaba lastimando a Moonbin, lo averiguaría y... Si podía, ayudaría a su dongsaeng.
En el dormitorio Moonbin y Sanha se quedaron en silencio, el mayor tomó su plato con ramen y lo llevó a la cocina, su apetito había desaparecido...
Sanha deseaba tanto abrazar a su
hyung, decirle todo lo que sentía cuando estaba con él, quería explicarle por qué reaccionaba de formas tan horribles, quería disculparse por ser tan inmaduro y miedoso.
Nadie dijo nada, se quedaron con sus emociones y sentimientos enterrados, durante esa semana no hablaron mucho, un hola y un nos vemos más tarde era demasiado decir.
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Esa mañana del viernes Lisa llamó a Sanha ¿De dónde había conseguido su número? No tenía idea, pero era para darle dirección y hora del lugar en el que se reunirían para su cita doble... La cita...
- Me estás diciendo que no has arreglado nada con Moonbin hyung, pero ¿Irás a una cita doble con él y su novia y tú novia? ¿Bromeas Yoon Sanha? - lo reprendió del otro lado de la línea Rocky.
- ¿Qué debería hacer? Ya había quedado con Lisa y mi hyung, no podía cancelar así nada más - Sanha estaba nervioso, más por el hecho de qué ropa debía ponerse que por el hecho de estar con su novia y la de Moonbin en el mismo lugar.
- Sanha... Me estás provocando dolor de cabeza. Espero que después de esta tarde te disculpes con él.
- Lo sé Lucky, ya lo sé, hablaré con él, lo prometo.
El menor se despidió de su mejor amigo, por fin encontró algo decente para vestirse, una camiseta blanca de cuello redondo y unos pantalones de rayas.
Se miró al espejo y peinó un poco su cabello ¿Qué pensaría su hyung cuando lo viera? ¿Creería que se ve guapo? Esas dudas lo estaban matando y de cierto modo su corazón se agitaba con ese pensamiento.
Cuando llegó por Yeri, ésta lo recibió con un fuerte abrazo, era una chica bastante linda y cariñosa a la mirada de Sanha. Llevaba puesta una blusa blanca, una camisa a cuadros, unos shorts de mezclilla y tenis blancos, se veía realmente bonita con su rubia cabellera suelta.
- ¡Bebé! Tenía tantas ganas de verte, fueron muchos días lejos ¿me extrañaste? - puso su mirada de cachorrito, Sanha simplemente podía pensar en que... No pensó en ella más que una sola vez... No la había extrañado.
- Claro Yeri, también te extrañé - mintió y se forzó a sonreír.
La chica y él empezaron a caminar, llegaron a un pequeño centro comercial, comerían en uno de los locales junto con Moonbin y Lisa, probablemente ellos ya estaban ahí esperándolos. Yeri tomó del brazo a Sanha y entraron.
Sanha sintió como su aire escapaba por montones de su cuerpo al ver al mayor... Se veía precioso, ya no podía seguir evadiendo esos pensamientos, tenía tiempo creyendo que Moonbin era la creación más perfecta del mundo.
El peligris llevaba una camisa amarilla de estampado, una bonita boina, unos jeans y tenis, sí, su belleza era única.
- ¡Aquí chicos! - Lisa agitó su mano para que la vieran, ella llevaba una campesina blanca, un par de jeans y tenis. Siempre se veía linda, pero el semblante lleno de arrogancia lo arruinaba.
- Hola ¿tú eres Lisa? - sonrió Yeri en dirección de la chica.
- ¡Sí! Tú debes ser Yeri, ¡Mucho gusto! - la amabilidad de Lisa sorprendió demasiado tanto a Moonbin como Sanha.
- Hola hyung - saludó cortésmente el menor sin quitarle sus orbes de encima.
- Hola Sanhie - ese apodo hizo que Sanha quisiera abrazar a Moonbin, casi nadie le decía así, solo sus más allegados y que él lo hiciera le había movido el suelo.
Las chicas empezaron a hablar de temas triviales, cosas que realmente a ellos no les interesaba demasiado, por lo menos no tanto como el mirarse con profundidad.
Después de un largo rato comieron un poco de helado y a sus novias se les ocurrió la idea de ir a un karaoke.
Llegando rentaron una de las salas y empezaron a cantar, Lisa era bastante buena rapeando y Yeri descubrió que tenía eso en común con la rubia castaña, estaban demasiado emocionadas por descubrir algo en común entre ambas, que ni siquiera prestaban atención a sus novios.
Mientras ellas estaban cantando canciones de "Red Velvet" y "Black Pink" sus novios las observaban desde atrás, pero sus mentes estaban en otro lado...
Sanha puso sus manos debajo de la mesa y cortó un poco la distancia con Moonbin, poco a poco acercó su mano a la contraria y la tomó. El peligris se tensó ¿Qué se suponía que estaba haciendo ahora el menor? Su corazón amenazaba con salirse de su pecho en ese instante.
El menor entrelazó sus dedos con los de su hyung y lo miró detenidamente, esperando que también le regresara la mirada, y como si le hubiera leído la mente, Moonbin se giró y sus ojos
conectaron.
- Hyung... - empezó Sanha - Creo que... Creo que tú me
- Chicos ¡Es su turno! - interrumpió Yeri.
Ambos se soltaron disimuladamente y se pusieron de pie, empezaron a buscar alguna canción y decidieron poner la de "Knock" de ASTRO. Al cantar esa canción, dejaron de lado a las chicas que estaban ahí detrás, se dedicaron a cantar sin dejar de mirarse, incluso llegaron a tener algo de contacto físico mientras lo hacían.
Lisa observaba con detenimiento cada movimiento de su novio y su roomie, mordía su mejilla mientras aguantaba el coraje que estaba sintiendo, no podía soportar esas miradas que se dedicaban, mucho menos verlos teniendo contacto físico, ahí... Las palabras de Jennie cobraron sentido... Jennie...
Yeri estaba perdida en su novio, ni siquiera se percató de la interacción que estaba teniendo con Moon, estaba tan embelesada en Sanha que todo lo que Lisa veía para ella había pasado desapercibido.
- Vaya Sanha, no sabía que cantaras tan bonito - inesperadamente, Lisa le hizo un cumplido al menor.
- Gracias Lisa - Sanha no sabía a qué se debía tanta amabilidad, porque sí, él sabía que no le agradaba a ella.
- Amor~ me encantas ¿Cuándo me compones una canción? - entró en platica Yeri, siendo empalagosa como siempre.
- Aun no aprendo a componer Yeri - intentó evadir la pregunta de su novia, realmente jamás se le cruzó por la mente escribirle algo.
- Todavía recuerdo cuando me compusiste aquel poema oppa~ - soltó melosa Lisa.
- No fue gran cosa - respondió
incomodo el mayor, él había escrito aquel ridículo poema por la insistencia de ella, no por voluntad.
Cuando estaban por salir del karaoke para irse, Moonbin detuvo a Sanha.
- ¿Qué ibas a decirme antes de que Yeri nos interrumpiera hace rato?
- Nada hyung.
- ¿Nada? ¿Seguro? - enarcó ambas cejas, él tenía la esperanza de que continuara con lo que creía, era una confesión.
- Si, seguro, no era nada.
El menor estaba molesto, lo admitía, estaba celoso y definitivamente las ganas de decirle aquello se habían esfumado por el coraje.
Mientras tanto, delante de ellos iban Lisa y Yeri platicando amenamente, habían descubierto varias cosas en común, incluso intercambiaron números. Pero algo detuvo en seco a Lisa.
Jennie estaba a una distancia cercana de ella... Pero estaba con otra chica, se veían demasiado cercanas, iban con los brazos entrelazados y la otra chica veía a Jennie con demasiada ternura ¿Quién era esa tipa? El ceño de la rubia castaña se pronunció.
- ¿Las conoces? - interrumpió sus pensamientos Yeri.
- Es... Creo que era mi mejor amiga - contestó con un nudo en la garganta.
Yeri notó el semblante caído de su nueva amiga, esa chica parecía alguien demasiado importante para Lisa... Ahora su mente divagaba en por qué habrían dejado de serlo.
En esos momentos Jennie se encontró con la mirada de Lisa, al inicio pareció sorprendida, pero después hizo como si no la hubiera visto y continuó su camino junto con la otra chica.
Esa acción molestó demasiado a Lisa.
- Oppa - llamó a Moonbin- Me tengo que ir, tengo que arreglar algo, nos vemos después.
Antes de que Moonbin pudiera reaccionar a lo que su novia estaba diciéndole, ésta ya estaba a varios metros de ellos, Yeri por su parte explicó lo que acababan de ver ambas, es decir a Jennie y de ese modo Moonbin comprendió, ellas debían reconciliarse, después de todo tenían años de amistad.
- Yeri, permíteme llevarte a casa - Sanha sorprendió al platinado - Supongo que no te importa irte solo hyung - forzó una sonrisa.
- Claro que no Sanha, que les vaya bien.
Obviamente le importaba, él quería irse con Sanha, quería hablar con él sobre todas sus inquietudes, pero tampoco iba a decirle eso delante de su novia, además... Sabía que su menor no quería estar cerca de él en esos instantes y aunque lo hacía sentir triste, no podía forzarlo a nada, jamás lo haría.
Por su parte, aunque Sanha se sintió desilusionado por la respuesta de su hyung, no podía dejar que lo afectara, no delante de esa chica que... Era su novia.
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Lisa caminó en busca de Jennie. Ella extrañaba a su amiga, era verdad, en ocasiones podía ser una estúpida tal y como la había llamado Jennie la última vez que se dirigieron la palabra, pero quería disculparse y que las cosas regresaran a ser como antes entre ellas.
Después de un largo rato de estarla buscando, la encontró. Estaba con esa chica desconocida, tomadas de la mano... ¿Pero qué rayos? Se acercó lentamente, prefirió mantener la distancia ¿Qué clase de relación tenían ellas? ¿Acaso Jennie...? Cubrió su boca al instante de ver que la otra chica se acercaba peligrosamente a los labios de su amiga.
- ¡Jennie! - gritó Lisa a distancia, ambas chicas se giraron asustadas a verla.
- Lisa... - susurró la ahora castaña.
- ¿Quién es ella? - preguntó inquieta la pelirroja a lado de Jennie.
- ¿Podemos hablar? - se acercó Lisa ignorando por completo la existencia de la otra chica.
- Estoy ocupada Lisa.
- ¡Necesito que hablemos Jennie!
- ¿No la escuchaste? - intervino la pelirroja, ahora si atrayendo la mirada de la castaña rubia.
- ¿Y tú quién eres para meterte?
- Soy Jisoo, estoy saliendo con Jennie ¿Algún problema?
Lisa se quedó en shock ¿Había escuchado bien? ¿Jennie era lesbiana? Palideció al instante y tuvo que sentarse para no perder el equilibrio.
Jennie se puso de pie al instante para cerciorarse de que Lisa estuviera bien, le pidió a Jisoo que fuera por un vaso con agua para su amiga.
- ¿Lisa? ¿Me escuchas? ¿Estás bien? - la tomó del rostro haciendo que la mirara.
- Jennie... Perdón... Lo siento - contestó cabizbaja.
- ¿Qué? No, no pasa nada.
Jisoo llegó con el vaso y se lo dio a Jennie, le dieron de beber a Lisa y esperaron a que se sintiera mejor.
El ambiente no era agradable, a pesar de que Lisa ya estaba mejor no dejaba de mirar con odio a Jisoo, y ésta no se quedaba atrás, Jennie estaba demasiado incómoda.
- MAsí que ella es la homofóbica de la que me hablaste? - expresó sin filtros Jisoo ganándose ambas miradas sorprendidas.
- ¡Jisoo! - la reprendió Jennie.
- ¿Qué? ¿Es o no es?
- Sí, soy yo - contestó Lisa con fastidio - Pero no soy una homofóbica, sé que me he expresado mal de las personas gay, pero... Es solamente porque como dice Jennie, soy una estúpida, no pienso las cosas antes de decirlas - se sentía apenada, estaba realmente avergonzada, había hecho sentir mal a su amiga mucho tiempo con sus comentarios.
- No eres estúpida Lisa, perdón por llamarte de esa forma.
- Si lo soy Jennie, te hice sentir mal infinidad de veces con mis comentarios, pero... ¿por qué jamás me lo dijiste? - Lisa estaba dolida por el secreto de su mejor amiga.
- Vaya, si eres una estúpida - soltó incrédula Jisoo - ¿Cómo te llamas a ti misma su mejor amiga si no podías notar ni siquiera eso? Viéndolo desde mi perspectiva, jamás has sido una buena amiga digna de confianza - rió burlona - ¿Sigues sin comprender por qué Jennie jamás se atrevió a hablarte de eso? Eres tan patética.
- ¡Jisoo! - volvió a regañarla Jennie, aunque sabía que su ¿Novia? Tenía razón.
Por primera vez, Lisa se sentía humillada, estaba sin palabras, y era así porque todo lo que Jisoo acababa de decirle estaba lleno de verdad, ella jamás mostró apoyo para Jennie, solo se interesaba en ella misma, jamás le puso atención a su amiga, solamente se dedicaba a hablarle de chicos, temas que, aunque se había dado cuenta que a Jennie no le interesaba demasiado seguía hablándolos y ella escuchaba sin quejarse.
Jennie siempre había estado para ella, la cuidaba y aconsejaba, pero cuando era Jennie la que necesitaba cuidados y consejos, Lisa simplemente le decía cosas como "Exageras", "Pronto pasará", "Deja de quejarte", "No seas ridícula", había sido una total estúpida.
Lisa pensaba ahora que a Jennie jamás le había interesado ningún chico, tampoco había salido con nadie desde que ella recordaba... Pero creía que era porque su amiga era una chica demasiado selectiva y no se iba con cualquier sujeto, aunque llegaba a pensar que prefería relaciones clandestinas y por eso jamás mencionaba nada... Jamás se le cruzó por la mente que, a su mejor amiga le gustaran las chicas.
- Jennie, lamento interrumpir tu cita, hablamos otro día cuando estés libre, disfruten su noche - Lisa se puso de pie, regaló una sonrisa decaída a su amiga y caminó lejos de ellas.
Moonbin había presenciado todo, justo cuando se alejó de Sanha y Yeri, vio a su novia actuando demasiado raro y la siguió, terminó escuchando la conversación completa y no podía evitar sentirse mal por todas ellas, de cierto modo, estaban sufriendo a su modo, pero en parte, era más culpa de Lisa.
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A la mañana siguiente Moonbin se levantó super temprano como siempre, no había escuchado llegar a Sanha la noche anterior, de modo que caminó y tocó a su puerta, pero no recibió respuesta, abrió y el menor no estaba ahí, su cama estaba tendida, de modo que...
Caminó a la sala y justo ahí se abrió la puerta, Sanha iba entrando, su cabello estaba un poco despeinado, sus labios algo hinchados y ahí lo confirmó, había dormido en el dormitorio de Yeri.
- ¡Oh! Hyung - Sanha parecía sorprendido, como si lo hubieran atrapado cometiendo un delito.
-¿De dónde vienes? ¿No llegaste a dormir? - Moonbin estaba conteniéndose para no gritarle al menor.
- Yo... Bueno yo.
- ¿Por qué? ¿Por qué Sanha? - el platinado soltaba esas palabras como si le costara demasiado pronunciarlas.
- Hyung...
- ¡Debiste avisarme! ¡No quiero que vuelvas a dormir fuera! - explotó - ¿Por qué haces esto? Cada vez te siento más lejano... Cuando empiezo a sentir que esa distancia entre los dos se acorta, vuelves a alejarte...
Moonbin estaba conteniéndose de nuevo, apretaba con fuerza sus manos en puños, mordía su mejilla por dentro y era demasiado notorio para Sanha. Se estaba convirtiendo en un idiota, estaba lastimando demasiado a su hyung.
- Creo que deberíamos detenernos - dijo repentinamente
- ¿De qué hablas? - Moon fijó sus ojos en él.
- De esto, tú y yo, lo que haya pasado... Debemos detenernos, no quiero hacerte daño y tampoco quiero que me lo hagas, es lo más sano.
Sanha no quería alejarse de Moonbin, quería decirle todo lo contrario, pero su boca era más rápida y terminaba cagandola por el miedo, siempre lo hacía...
- Mira hyung, estoy con Yeri y tú con Lisa, estamos siendo demasiado hipócritas con ellas y no se lo merecen, además... Nos estamos haciendo daño.
- ¿Qué tiene de dañino empezar a querer a alguien? ¿Qué? ¿Por ser hombres? - rió amargamente.
Moonbin no quería seguir escuchando nada más al respecto y se fue dejando solo a Sanha en la entrada.
Sí, él había pasado la noche con Yeri... Pero no había sido como él esperaba...
Caminó hasta su habitación, se tumbó en la cama, miró el techo y no entendía por qué estaba sucediéndole todo eso.
La mañana pasó, ninguno de los dos dio señales de vida, ambos permanecieron encerrados en sus habitaciones.
Ya era tarde y Sanha tenía que hablar con alguien... Su único amigo era Rocky y sabía que lo escucharía sin importar qué.
Se bañó y salió del dormitorio. Moonbin lo escuchó salir, él también estaba alistándose para irse con Chanyeol.
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