❦ La revelación más difícil

Sanha llegó al dormitorio de Rocky, éste ya lo esperaba, habían llamado antes de que el menor llegara.

Estuvieron un rato bebiendo Soju y comiendo algunas frituras antes de empezar con el tema.

- Soy un perdedor Lucky, siempre que quiero hacer lo correcto termino lastimando a mi hyung, ¿Debería hablarlo con mi familia antes de hacer cualquier cosa? - preguntó dudoso el menor, dando un trago más al Soju.

- ¿¡En serio quieres hablarlo con tu familia!? ¿Eres suicida o algo así? - a Rocky le aterraba la idea de que Sanha hablara con sus papás.

- ¿Qué se supone que haga? Es lo que me tiene de esta manera, el hecho de saber que ellos no saben que... Bueno que ha empezado a gustarme un hombre - otro sorbo más al Soju.

- Sanha, por eso te lo digo ¿Cómo crees que van a reaccionar? Tus padres son tan religiosos y de mente cerrada, jamás aceptarían que tú...

- Lo sé Rocky, ya lo sé... Pero necesito hacerlo.

- ¿Y cuándo hablarás con Moonbin?

- Cuando haya hablado con mi familia.

- Pe-pero Sanha...

- Me voy, hablamos después.

- Sanha... ¡Sanha! ¿A dónde vas? - intentó detenerlo.

-Con mi familia.

Por más que Rocky intentó evitar que Sanha fuera a su casa le fue imposible, éste empezó a correr demasiado rápido y subió en un taxi antes de que pudiera alcanzarlo.

Mientras tanto, Moonbin ya estaba con Chanyeol en los bolos, ambos estaban compitiendo, siempre lo hacían en el pasado cuando el mayor aún estaba en la universidad, tenían bastante tiempo sin hacerlo y eso estaba relajando demasiado al nuevo pelinegro, ya que antes de irse con Chan, se había teñido.

A Moon siempre le había gustado practicar deportes, el béisbol, futbol y básquet eran sus favoritos, pero los bolos eran otro modo de entretenimiento que adoraba.

Chanyeol iba ganándole como siempre, pero lo felicitaba constantemente por su gran avance, fue Chanyeol quien le enseñó a jugar bolos, al inicio era un completo desastre, tardó demasiado en aprender, pero su hyung siempre fue extremadamente paciente con él y le había enseñado bien.

- Me alegra verte más relajado - rompió con el silencio el mayor al ver la sonrisa de Moonbin tras hacer chuza.

- Gracias a ti, si no me hubieras invitado aquí, creo que ahorita estaría calvo - ambos rieron ante el comentario.

- Oye... Sé que quizá no quieras hablar del tema, pero siento que en verdad necesitas hacerlo - Chanyeol era un chico demasiado observador y para él era mejor decir las cosas que guardarlas.

- Chanyeol sunbaenim, Moonbin es un cabeza dura, no creo que vaya a decirte nada - entró en la plática Eunwoo.

- Pero necesita hacerlo ¿Qué significa ese roomie tuyo? ¿Qué sientes por él? - dijo sin rodeos.

- Yo... Él, él me gusta - respondió desanimado el pelinegro - Pero sé que yo a él no y siento que solamente estoy arrastrándolo a un sitio oscuro al que evidentemente él no quiere ir.

- ¿Qué te hace creer que es un lugar oscuro? ¿Amar es oscuro? - Chanyeol ya había pasado por algo similar cuando conoció a Baekhyun.

- Él siempre ha sido heterosexual y llegué para arruinarle su vida, llegué para confundirlo - cada palabra que decía era dolorosa.

- ¿Heterosexual? ¿Él? - soltó una carcajada escandalosa el mayor.

- Lo mismo pensé yo Chanyeol sunbaenim - rió junto con él Eunwoo,  ganándose una mirada molesta de Moonbin.

- ¡Es la verdad!

- Claro que no, es tanto el miedo que tienes que no ves las cosas con claridad, es obvio que tú le gustas, pero del mismo modo que tú, está aterrado ante esa idea, ambos están experimentando sentimientos que no habían tenido anteriormente y lo más aterrador es... Que son hombres, porque la sociedad lo marca como una aberración, siendo que la aberración es ese pensamiento.

Moonbin se quedó mirando a Chanyeol, él siempre sabía qué decir y cómo hacerlo, era un chico que aparentemente era demasiado inmaduro por sus actitudes infantiles, pero cuando se trataba de hablar sobre temas serios él era la mejor persona a la que se podía acudir.

- A parte, los dos tienen novias Chanyeol sunbaenim - Eunwoo sabía que Sanha le había recalcado aquello a Moonbin y en eso el menor tenía razón.

- ¿Y?

- ¿Cómo que "y"? - Moonbin o no le hallaba sentido a esa respuesta.

- Tan fácil como terminar con ellas, darse un tiempo e intentar algo entre ambos ¿Por qué les encanta complicarse? - el ceño de Chanyeol se pronunció a modo de fastidio.

- Entonces... ¿Tú crees que debo terminar con Lisa y hablar con Sanha?

- Sí Moonbin, eso creo.

Tras una larga charla, siguieron jugando bolos, aún tenían una tarde larga para seguir jugando y platicando.

Sanha llegó a su casa, su estómago estaba revuelto, sentía que iba a vomitar en cualquier momento, él sabía que lo que estaba por hacer era prácticamente un suicidio tal y como le había dicho Rocky... Pero era el único modo de quitarse ese miedo y peso de encima.

Entró a la casa y fue recibido con demasiado entusiasmo por su madre, ella lo amaba más que a su propia vida, era la pequeña luz de sus ojos. Lo llevó hasta la sala y ofreció fruta picada.

Después de un largo momento junto con su madre, preguntó por su papá, quien no daba señales de estar por la casa.

Parecía que acababa de invocarlo, el señor apareció por las escaleras, llevaba su traje pulcro, sus zapatos relucientes, su cabellera gris bien peinada y una sonrisa en el rostro. Tenían demasiado sin verse... Su padre ni siquiera había ido al hospital cuando le habían hecho el trasplante de corazón.

- ¡Hijo! Pero que gusto verte por aquí, pensé que ya nos habías echado la tierra encima - bromeó como era su costumbre y atrapó al menor entre sus brazos.

- Hola, papá, lamentó no haber venido antes - se disculpó con media sonrisa, estaba demasiado nervioso.

- ¿Y qué te trae por aquí? - preguntó directamente su padre.

- Yo... - empezó a jugar con sus manos y este acto le pareció extraño al señor Yoon.

- ¿Qué?

- Yo... Necesito hablarles de algo - mordió su labio y miró el suelo.

- ¿De qué? No me digas que embarazaste a esa novia tuya.

- ¡No! - expresó disgustado con esa idea.

- ¿Entonces? ¿Qué pasa mi vida? - lo alentó a seguir su madre.

- Es que... No sé cómo lo vayan a tomar.

- Sanha, no es como que vayas a decirnos que eres un homosexual de
mierda - estalló en carcajadas el señor.

La madre de Sanha lo miró incrédula, no podía creer las palabras que acababa de utilizar su esposo, y cuando miró a Sanha supo que era eso precisamente lo que iba a hablar con ellos.

- Papá...

- ¿Qué? No me digas que...

El rostro del señor se desfiguró en horror, se puso de pie y caminó hasta Sanha, lo levantó por el cuello de la camisa y apretó el agarre, en sus ojos había llamas de ira, sus labios estaban fruncidos y no era nada bueno.

- Querido, suéltalo - suplicó la mujer, intentando separarlos.

- ¿ACASO ES ESO? ¿ERES UN MARIQUITA? - gritó con rabia sin dejar de zarandear al menor.

- Papá, lo siento yo...

- ¡CÁLLATE! ¿EN EL HOSPITAL TE TRASPLANTARON EL CORAZÓN DE UN MALDITO HOMOSEXUAL? TÚ NO ERAS ASÍ YOON SANHA - los gritos seguían, y Sanha empezaba a acumular sus lágrimas.

- ¡Querido! - expresó asustada la madre del menor.

- Me gusta alguien - susurró el menor mientras apretaba los puños, llenándose de valor.

Sin esperar, el señor Yoon lo dejó tirado en el suelo y empezó a darle de golpes en el torso, incluso alcanzó a darle algunos en su rostro, hasta que Sanha se abrazó del pie de su padre.

- ¡Suéltame desgracia! - exigió con repulsión el hombre.

- ¡Basta! ¡Deja de golpearlo! ¡Es nuestro hijo! - estalló en llanto la madre.

- ¡Tú te callas! - empujó con fuerza a la madre de Sanha, tirándola sobre el sofá.

Sanha estaba llorando, tenía tanto miedo de ese hombre frente a él... Finalmente lo levantó, pero no para ayudarle a reponerse, el señor Yoon quería descargarse de verdad con el menor, otro golpe más al rostro de Sanha, lo hizo tambalearse y casi caer, de no ser por Rocky que lo sostuvo.

- ¡Deténgase señor Yoon! - suplicó Rocky.

- ¿También tú quieres?

En ese mismo instante Rocky fue golpeado y sacado arrastras de la casa de Sanha, estaba demasiado angustiado porque estaba escuchando el llanto y los quejidos de Sanha cuando los golpes impactaban en su cuerpo.

Aún en los bolos, Moonbin se sentó, de pronto sintió un malestar y dejó que Eunwoo y Chanyeol siguieran jugando. De pronto el celular de Eunwoo sonó, una sonrisa apareció en el rostro del pelirrubio, pero tras contestar se borró.

- ¿Qué dices? - preguntó a la persona tras la línea y miró a Moonbin.

- ¿Qué? - el pelinegro sabía que algo malo estaba ocurriendo. Eunwoo pasó su celular a Moonbin- ¿Hola?

- "Moonbin ¡Ven rápido! ¡Por favor!" - Rocky estaba llorando y eso hizo que un escalofrío recorriera al mayor, sabía que se trataba de Sanha.

- ¿¡En dónde estás Rocky!? - la voz alterada de Moonbin atrajo varias miradas desaprobatorias en el lugar.

Después de eso, el pelinegro salió corriendo, tomó prestado el auto de Chanyeol y manejó hasta llegar a su destino, Rocky acababa de decirle que Sanha estaba siendo severamente golpeado por su padre y por la forma en la que estaba reaccionando aquel chico, era grave.

Sus manos sudaban y estaba alterándose demasiado al pensar en que Sanha estaba siendo maltratado y por su propio padre ¿Qué clase de papá hacía eso?

Llegó con el alma en la mano, miró a Rocky cubierto de lágrimas, y se dirigieron ambos a la puerta, la cuál estaba cerrada, el señor Yoon se había encargado de eso tras sacar a Rocky.

Al pelinegro ninguna puerta cerrada iba a impedirle entrar y ayudar a Sanha. Caminó y vio la ventana que daba justo a la sala de la casa, ahí encontró al hombre deteniendo a Sanha por el cuello y a éste forcejeando como podía.

De un instante a otro quebró la ventana asustando a quienes estaban dentro.

- ¿¡Qué carajos cree que hace!? ¡Suéltelo! - Moonbin se llenó de rabia al ver el estado en el que estaba el menor.

- ¿Otro amiguito jugando al héroe? - soltó con evidente sarcasmo el señor.

- No soy ningún amigo, soy más que su amigo - la cara del señor Yoon se desfiguró nuevamente ante esa respuesta.

- Así que tú eres el que pervirtió a mi hijo de esta manera ¡Maldita escoria!

El padre de Sanha lo soltó y se abalanzó sobre el cuerpo de Moonbin, empezaron a forcejear, el pelinegro no iba a dejárselo tan fácil a ese hombre aprovechado, pero no pudo evadir algunos golpes que el señor le había lanzado.

Finalmente, Moonbin empujó con fuerza al padre de Sanha y aprovechó el desconcierto para correr y auxiliar a Sanha que se mantenía hecho un ovillo en el piso.

- Rocky ayúdame, está sangrando demasiado - el pánico se apoderó de Moonbin.

- Moonbin hyung... Creo que su pecho le duele - las lágrimas de Rocky salieron de nuevo al ver el fuerte agarre que tenía su mejor amigo contra el pecho.

- ¿¡Qué!?

- Largo de mi casa, llévense a ese mocoso, mi hijo ya no es, es una aberración - escupió venenosamente el hombre mayor.

- ¡Es nuestro hijo! - gritó la madre de Sanha intentando acercarse a él, pero su esposo la detuvo y la regresó de una bofetada.

Moonbin no se quedaría ahí para esperar por más insultos hacia Sanha, tenían que llevarlo rápidamente al hospital, su respiración era entrecortada, era obvio que estaba mal, los golpes eran demasiados, los hematomas ya se notaban en su delicado cuerpo y la sangre tanto de la nariz y la boca empezaban a salir del menor.

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