❦ Frío

ADVERTENCIA ⚠️
Contenido fuerte a continuación, temática delicada. Dejo a tu responsabilidad seguir leyendo.

Eunwoo y Moonbin se fueron al dormitorio del menor ya que sus novios estaban juntos en esos momentos, hablando de los recientes acontecimientos. Ambos sabían que ellos tenían que hablar sobre las cosas que estaban atormentándolos desde que apareció Luhan.

Estaban demasiado desanimados, ojalá, Rocky y Sanha pudieran confiar un poco más en ellos, ojalá ellos pudieran hacer algo para apoyarlos y ayudarlos con lo que sea que cargan, porque sí, les dolía verlos de esa manera.

El mundo era perverso, los dos lo sabían y eso era lo que más les pesaba... El punto era que tanto Rocky, como Sanha, eran un par de chicos adorables, tiernos, inocentes, y el hecho de saber que alguien los haya lastimado tanto era insoportable.

- Binnie - llamó desanimado a su
amigo, mientras frotaba sus manos con nerviosismo.

- ¿Mmm?

- ¿Qué crees que haya hecho Luhan con Rocky y Sanha?

- No tengo idea, también lo he estado pensando, pero no lo sé - Moonbin sabía que ese sujeto había sido un trago amargo del pasado y que lastimosamente aún ardía.

- ¿Sabes? Es la segunda vez que veo a Rocky de esa forma... Tan decaído, su mirada apagada, su cuerpo rígido con la presencia de él... Yo... De verdad no quiero pensar cosas malas, pero... - una lágrima cayó - Pero temo que sí haya sido algo horrible para él - empezó a temblar.

- Sanha también se puso rígido cuando lo vio la primera vez - recordó - Tampoco lo había visto estallar en cólera y decir cosas tan intensas - se percató del estado de Eunwoo - Nunu tranquilo, debemos ser su apoyo ahora, ¿Sí? Sé que eres fuerte.

Moonbin abrazó con mucho cariño a su amigo, también era muy extraño ver a Eunwoo llorando, pero eso solamente significaba que Minhyuk era un chico demasiado importante para él y eso le alegraba demasiado.

Recuerdo de Eunwoo.

Un mes atrás, estaba en casa de Rocky, se encontraban solos porque los papás de su novio habían salido en un viaje de negocios. Esa tarde se habían reunido para ver películas y pasar un rato de relajación luego de tantos exámenes.

Vieron alrededor de cinco películas y dos capítulos de una serie, comieron palomitas y frituras, también comieron un poco de pollo y bebieron un par de cervezas.

Rocky estaba bastante cariñoso con Eunwoo, se acurrucaba constantemente en sus brazos y le pedía que lo rodeara con ellos, se veía tan indefenso y adorable. De repente sacaba sus bromas y chistes y Eunwoo le hacía segunda, lo pasaron demasiado bien esa tarde...

Ninguno de los dos supo en qué momento estaban en la habitación del menor, se besaban con toda la tranquilidad del mundo, nadie iba a interrumpirlos, sus caricias eran superficiales y en ningún momento tocaron sus partes íntimas, simplemente eran besos en la boca, en el rostro y unos cuantos, en el cuello, las caricias se mantenían en el pecho de Rocky, en su rostro, cabello o brazos, Eunwoo jamás quiso pasarse de listo con él.

- Nunu - lo nombró poco agitado - Quiero... ¿Puedes...?- había demasiada confusión en el rostro del menor y Eunwoo no sabía qué trataba de decirle.

- ¿Qué pasa Lucky?- una tierna sonrisa apareció en su rostro y su voz era extremadamente dulce.

- Yo, no sé cómo decirlo - estaba nervioso y era notorio - Podemos... ¿Avanzar un poco? En lo que estamos haciendo ahorita.

Eunwoo se quedó mirando al menor por un par de segundos, intentaba asimilar que Rocky le estaba autorizando el avance y para ser sincero, era algo que había estado esperando.

Una mano del rubio pasó por el pecho del menor, fue bajando hasta llegar al cinturón y después deslizó su mano por debajo de su camiseta, en un inicio sintió que se tensó debajo de él, se detuvo por un momento, pero Minhyuk le pidió que no lo hiciera.

Continuó con las caricias debajo de la ropa y por más que lo hacía con todo el amor del mundo, con la mayor delicadeza, notó ciertas acciones de Rocky que lo hicieron retroceder.

El menor se apretaba con fuerza a las sabanas de la cama, pero era evidente que estaba luchando contra sí mismo para soportar las caricias, y eso... Había sido demasiado difícil para Eunwoo. Él no iba a dañarlo y jamás avanzaría más de lo que Rocky permitiera, tampoco quería forzarlo a soportar cosas como lo que estaba haciendo en ese momento.

Se separó de él lentamente, le sonrió - una sonrisa desanimada – le dio un beso en la frente y se levantó de la cama.

- ¿Qu-qué p-pasa Nunu? - el rostro de Rocky estaba completamente rojo y había desconcierto en su mirada.

- Creo que... Estamos bien así, sin avanzar, por ahora Rocky - otra sonrisa decaída.

- P-pero...

- ¿En serio te gustan los chicos? - la voz de Eunwoo estaba quebrada, por más que luchaba en mantener la compostura.

- ¿Qué? - se levantó de la cama y caminó hasta él - Sí, siempre me han gustado los chicos ¿Por qué preguntas algo como eso? - tomó su mano.

- Porque... Parecía que estabas siendo forzado a estar conmigo ahorita y... Yo no quiero que nada de eso ocurra ¿O te parezco desagradable?

Había tantas dudas en la mente de Eunwoo, si era verdad que a Rocky siempre le habían gustado los chicos... Entonces ¿Él le resultaba desagradable? ¿Le causaba asco? ¿Olía mal? ¿Sus manos eran rasposas? ¿De algún modo lo había hecho sentir incómodo? Quería arrancar cada pensamiento de su cabeza...

Rocky estaba tan triste y alarmado, él no quería que Eunwoo pensara cosas malas, pero quizá él tenía la culpa... Quería comprobar que su trauma estaba superado porque adoraba demasiado a su novio y dentro de su ser, deseaba avanzar, anhelaba que todo ese amargo pasado se hubiera quedado ahí... Pero cada que intentaba algo más con Eunwoo, cada recuerdo regresaba.

- ¡Claro que no Nunu! Eres la persona más agradable de este universo, eres increíble, eres el mejor chico que he conocido - agachó su cabeza - El desagradable soy yo... Y me temo serlo siempre...

- ¿De qué hablas Lucky? Desagradable y tú no son para nada compatibles, tú eres sinónimo de todo lo lindo, brillante y hermoso de este mundo, por favor, no digas esas cosas.

- Pero es que... lo soy Nunu, lo soy - empezó a llorar y cayó al suelo.

Eunwoo se asustó al ver la reacción de su novio, jamás lo había visto derrumbarse de esa manera, ¿En dónde estaba su chico alegre, parlanchín? ¿Qué tenía de esa forma a Rocky?

Bien dicen que las personas más lastimadas, son aquellas que suelen llevar una sonrisa de oreja a oreja en cada momento, aquellas que se tragan todo el dolor porque saben que es inevitable sentirlo, pero si lo ignoran... No duele tanto.

- ¿Hay algo de lo que quieras hablar conmigo? - Eunwoo se puso de rodillas frente a él, que aún permanecía en el piso.

- Yo... ¿Seguirás queriéndome después de que te cuente? - la mirada del menor era suplicante.

- ¿Crees que puedo dejar de querer al hombre más hermoso de mi vida? Lucky, yo no voy a dejar de quererte - entre sus manos tomó el pequeño rostro frente a él y depositó un dulce beso sobre la punta de la nariz.

- Tuve una experiencia muy desagradable hace algunos años... Con un chico que le gustaba a Sanha... Yo... no quise hacerle daño a nadie Nunu ¡Mucho menos a mi mejor amigo! Pero él...

El nudo en la garganta creció, el sofoco en sus pulmones se profundizó y un gemido lleno de dolor salió de Rocky, estaba llorando muchísimo, como no lo hacía desde aquel día...

Regresando del recuerdo

¿Y si Luhan se había metido con Rocky y lo había forzado a hacer algo contra Sanha? Pensaba Eunwoo entre los brazos de Moonbin. Se separó un poco y continuó con el mar de pensamientos, no sabía cuándo sería el momento en el que Rocky le diría lo que le pasaba, pero esperaba que fuera pronto.

Moonbin por su parte, sabía que algo hacía hervir la sangre de Sanha cada que veía a Luhan, pero él ya le había dicho que jamás tuvieron nada... Entonces eso lo hacía llenarse de más dudas todavía.

La madrugada llegó y sus novios aún no volvían, estaban demasiado preocupados, por lo que Moonbin decidió llamar a Sanha. El celular sonó un par de veces hasta que atendió.

- ¿Hyung? ¿Qué pasa? - Sanha se escuchaba adormilado, quizá había decidido quedarse donde Rocky.

- ¿En dónde estás pequeño? Estaba con el pendiente de que algo te hubiera ocurrido, ya son las tres de la mañana y no me habías contactado desde las ocho - Moonbin sabía que estaba siendo paranoico, pero vamos, era su novio, vivían juntos, claro que iba a preocuparse si no tenía noticias suyas después del estado en el que se había ido.

- Lo siento Binnie, debí llamar antes, pero... Bueno, la situación aquí no es tan buena - Sanha se escuchaba demasiado abatido y eso alarmó al pelinegro.

- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Rocky está bien? ¿Tú lo estás?

- Estoy bien, pero Lucky no... Hyung, esta noche me quedaré con él ¿está bien? Mañana te contaré todo.

- Entiendo... Cuídate, Beagle, por favor, cualquier cosa llámame. ¡Te amo! - una pequeña risa se escuchó detrás de la línea.

- Aaa~ mi hyung es el mejor, yo también te amo Moonbin.

La llamada terminó, de cierto modo el mayor estaba tranquilo, pero la preocupación no iba a desaparecer hasta tener a Sanha frente a él.
Rocky era el novio de su mejor amigo, y el mejor amigo de su novio... Vaya trabalenguas... Le preocupaba ese chico también, porque se había vuelto otro amigo de él.

Caminó hasta su habitación y encontró a Eunwoo hecho bolita, en su rostro había evidente rastro de lágrimas, pero parecía estar descansado, lo notaba con ver su pecho, su respiración era tranquila.

Moonbin estaba por irse a la habitación que era de Sanha cuando se mudó, pero Eunwoo despertó.

- Binnie... No te vayas, duerme conmigo - pidió.

- ¿Seguro?

- Sí... No quiero dormir solo, últimamente había estado durmiendo con mi Lucky y ahora... Él no está conmigo, lo extraño y... Siento frío sin su presencia - Eunwoo agachó su mirada y apretó las cobijas.

- Está bien Nunu, dormiré contigo, acuéstate, mañana hablaremos con ellos, seremos su soporte ¿De acuerdo?

Eunwoo asintió encantado con la idea de ser el soporte/apoyo de Rocky, lo adoraba muchísimo y estaba decidido a hacer y dar lo mejor para que estuviera mejor. Quizá esa noche Sanha estaba con él, pero definitivamente se convertiría en la persona más cercana a Rocky, deseaba ser su persona de confianza, ser ese chico al que él corriera cuando tuviera una crisis, o un ataque de felicidad, él quería serlo todo para Minhyuk.

Moonbin se recostó y se giró dándole la espalda a Eunwoo, extrañaba el cuerpo y la calidez del menor, no era lo mismo
dormir a lado de su mejor amigo, que a lado del amor de su vida... Porque... Llevaba pensando un tiempo en eso, en la posibilidad de que Sanha fuera el amor de su vida.

Antes de quedarse profundamente dormido, sintió a su mejor amigo abrazarlo y ya no supo más... Solamente que seguía sintiendo frío.

En casa de Minhyuk, éste se había quedado abrazado de Sanha mientras lloraba, no se dio cuenta del momento en el que Morfeo lo tomó entre sus manos. Despertó y ya estaba en su cama, a su lado estaba el chico más adorable que él había visto, su mejor amigo... Aquel al que había lastimado tanto...

Se levantó de la cama y bajó por un vaso con agua helada, los pensamientos estaban atormentándolo otra vez...

Recuerdos de Rocky

Era fin de semana y mejor aún vacaciones de semana santa, por fin descansaría de tantas tareas y exámenes.

Miró su calendario y ahí estaba plasmada la fecha del cumpleaños de Luhan, Sanha lo había marcado para no olvidarlo, pero seguía sin entender ¿Por qué en su calendario y no en el de él? Era tonto...

Ese día Luhan daría una fiesta en su casa, una a lo grande, él sería mayor de edad ese día, ya que era mayor que él y que Sanha por dos tres años. Ellos seguían siendo un par de jovencitos que no tenían idea de muchas cosas, entre ellas estaba eso de las fiestas de universitarios o chicos de ultimo año de preparatoria.

Rocky llamó a Sanha para preguntarle a qué hora se verían para irse a la fiesta del rubio, pero Sanha le dio una mala noticia... No lo habían dejado ir, a pesar del berrinche que les había hecho a sus padres.

- ¡¡¡Lucky!!! ¡Por favor! Ve a la fiesta y llévale este regalo a Luhan de mi parte... Eres mi amigo" - susurró lo último.

- Está bien, está bien Sanha, paso por su regalo, se lo llevo y regreso a mi casa, no tiene sentido que me quede si no estás tú ahí - le molestaba bastante la idea de estar con esos desconocidos.

- ¡NO! Lucky, deberías quedarte un rato, que tal que alguien llega y le coquetea... y-

- ¿Y te lo gana? - sonrió Rocky burlón - ¿Cuándo le vas a confesar que te gusta?

– ¿Estás loco? No puedo hacerlo... Aún no. ¿Y si me rechaza?

- ¿Crees que va a rechazarte después de todas las atenciones que ha tenido contigo? Por favor...

- Bien, bien, entonces ven por su regalo.

Decisión errónea. Fue por el regalo de Luhan, Sanha estaba demasiado entusiasmado, se veía adorable para Rocky, con sus rulos, sus brackets y sus lentes, era obvio que al rubio le gustaba su mejor amigo, era toda una lindura.

Se despidió de él y se fue a casa de Luhan. Llegando había muchas personas y la mayoría lucían más grandes que él, se sentía poco intimidado por algunas miradas, pero continuó.

Ahí estaba, Luhan, el rey de la fiesta. Se había teñido algunas mechas rosas en su rubia cabellera, traía puesto maquillaje y bueno, Rocky no era ciego, se veía precioso.

- ¡Hey! ¡Si viniste Rocky! - saludó con entusiasmo Luhan.

- S-sí, después de todo me invitaste, sería descortés no venir - estaba colorado hasta las orejas.

- Entonces... ¿Sanha si lo es? ¿Por qué no vino? - chasqueó la lengua intentando encontrarlo en algún lugar.

- Su padre no lo dejó... Ya sabes cómo es.

- En realidad, no, Sanha no me ha contado demasiado, solo que su padre es un imbécil homofóbico - rio - Me parece tan hipócrita tu amigo, dijo que le haría frente al vejete ese, pero ya veo que no, sigue estando en sus manos ¿Quieres una cerveza?

- Soy menor, no puedo beber aún - rascó su nuca incómodo.

- ¿Y quién se va a enterar o cómo? - le sonrió petulante y lo rodeó con un brazo - ¡Vamos Rocky! Es mi cumpleaños ¿No lo harás por mí? - puso mirada de cachorrito.

- Bien... Pero solamente una.

- ¡Ese es mi Lucky!

Rocky se sintió extraño al ser llamado así por Luhan, ese apodo solamente se lo decía Sanha o sus seres cercanos, pero Luhan no lo era... ¿O sí?

El rubio regresó con un par de cervezas y le dio una al menor, la fiesta estaba muy ambientada, había demasiadas personas, no faltaban los que estaban en los rincones o partes oscuras comiéndose o tocándose hasta la consciencia; los que bailaban como chicle; los que estaban bebiendo como si su vida dependiera de ello; los que jugaban juegos de alcohol...

- Ven Rocky, vayamos a la terraza - Luhan tomó de la mano al menor y éste no pudo evitar sentir mariposas en su estómago.

Rocky sabía que a su mejor amigo le gustaba Luhan, y él jamás se metería con nadie que le agradara a Sanha, pero bueno... Ese rubio era excelente provocando las hormonas de medio mundo, era una cosa preciosa, bien hecha, hecha totalmente con amor y Rocky no podía negarlo.

Pasaron un largo pasillo al subir las escaleras, luego entraron a una habitación muy grande y bonita, finalmente se encaminaron a un balcón en donde había sillas y una mesa de centro.

- Esta es mi habitación y este lugar me gusta mucho, en especial de noche, puedes salir y ver las estrellas, es relajante - cada que hablaba, el rubio lucía como un ángel ante la vista de Rocky.

- Es una lástima que Sanha no haya venido - expresó intentando alejar los pensamientos bellos sobre Luhan, necesitaba traer a Sanha a su conversación.

- ¿Sanha? ¿Para qué lo quieres aquí? Él nunca va a cambiar... Siempre seguirá los mandatos de su padre y es obvio que no sabe lo que quiere o se hace el idiota para pasarlo bien.

- ¿Qué? No... Sanha no es así hyung, no digas esas cosas... Tú... Tú le gustas - Rocky estaba nervioso.

- ¿Gustarle? Si le gustara, estaría aquí en este momento, no lo veo por ninguna parte.

Luhan lucía decepcionado y en parte el menor le daba la razón, Sanha podía haber inventado cualquier excusa para ir a la fiesta, pero en el primer intento se había rendido... No era que estuviera culpando a su mejor amigo o que estuviera dándole la razón a Luhan... Pero de cierto modo, necesitaba despertar y aceptar que le gustaban los chicos y salir del infierno de su casa.

Automáticamente, Minhyuk se reprendió por pensar así de su mejor amigo, Sanha jamás había hablado mal de él y mucho menos lo había rechazado, eran mejores amigos porque siempre estuvieron para el otro... Él debía ser un buen amigo y dejar de pensar tonterías.

- Rocky... ¿Yo... te gusto? - soltó repentinamente el rubio.

- Hyung - definitivamente no sabía que responder, le parecía precioso, pero de gustarle... No estaba seguro.

- Vamos Rocky, me he dado cuenta de cómo me miras - se acercó provocadoramente al menor.

- Yo... - en esos momentos el menor empezó a sentirse mareado y de un momento a otro su vista se puso negra.

Entre momentos de lucidez, Rocky veía a Luhan frente a él, llevándolo a la cama, recostándolo. Uno de los amigos del rubio había entrado y había escuchado un "La droga si funciona, aprovecha".

¿Lo acababa de drogar? ¿En que
momento?

Ese sujeto salió y Luhan cerró con seguro la puerta. Regresó hasta donde estaba él tendido... No podía moverse por más que quisiera, su cuerpo pesaba demasiado y se sentía extremadamente sensible.

Luhan empezó a quitarse la camisa y Rocky no sabía qué pensar. El rubio sacó su cinturón y se subió a la cama junto al menor.

Las caricias empezaron, los dedos finos del mayor recorrieron desde el cuello hasta el pecho del menor, luego desabotonó su camisa, la sacó y luego besó desde su pecho hasta el abdomen bajo...

- Hyung, no - suplicó como pudo.

-No digas nada.

Luhan siguió besándolo, repentinamente bajó sus pantalones y el boxer a la vez. Rocky estaba tan drogado que no podía hacer nada, sin embargo, su cuerpo sentía cada toque del contrario y no estaba gustándole nada.

Quería salir corriendo, gritar por ayuda, seguir suplicando para que lo dejara, pero su voz no salía. Luhan bajó sus pantalones y boxer, se masturbó delante de él un poco y se posicionó sobre él.

Miedo, tenía tanto miedo, estaba horrorizado ante la idea de ser penetrado por ese sujeto, él en verdad pensaba que el rubio era buena persona, pero se había equivocado demasiado.

Lo vio sacando su celular.

- N-no, B...Basta - susurró
débilmente.

- ¿Aún te quedan fuerzas para hablar? - se burló - Bien, te daré algo que cubra tu boca.

Luhan obligó a Rocky a hacerle sexo oral, y sí, lo obligó, porque lo había drogado, Rocky en sus cinco sentidos jamás haría algo así, nunca había tenido relaciones con nadie, ni ningún acercamiento de ese tipo... Todo estaba siendo terrible...

El flash de nuevo.

De pronto bajó sus manos hasta la entrada virgen de Rocky, tocó un poco y después puso un poco de lubricante en sus dedos. Sin previo aviso introdujo uno.

- ¡AH! - gritó Rocky, sin saber de dónde sacó las fuerzas para hacerlo.

- Aaa~ No me digas ¿Primera vez? - preguntó como si le importara.

No pasó ni un minuto para cuando metió el segundo dedo, Rocky no soportaba ese dolor, ardía demasiado, sentía que el aire se le escapaba por montones. Se aferró como pudo a las sabanas de la cama de Luhan, su cuerpo estaba tenso completamente, él no quería eso...

Luhan no se detuvo... Rocky se sentía fatal, las lágrimas salían como mares, no lo soportaba, no le gustaba, si eso era tener relaciones, él lo odiaba y no quería volver a experimentarlo...

- D...Duele h-hyung - se quejó, aún inmóvil.

- Sí, si duele, pero luego te acostumbras - sicho eso, Luhan lo penetró de una estocada.

- ¡AAAAGGH! ¡B-Basta...! - lloró desconsolado, se quería morir en ese instante, deseaba morirse.

Luhan no escuchó y continuó moviéndose...

El rubio si estaba disfrutando de Rocky, además, eso le daría una lección a Sanha, ya que no se había atrevido a dejar los prejuicios de su familia y lo había dejado botado esa noche... Le haría saber que a él Xiao Luhan, nadie, absolutamente nadie le hacía eso... Y su mejor amigo era el mensaje.

Continuó moviéndose dentro de Rocky, apretando con las manos sus caderas, arañando su cuerpo, dando mordiscos donde quiera, dejando chupetones en el pecho...

Rocky deseaba morir del dolor y no despertar jamás...

Regresando del recuerdo

Minhyuk ya estaba de regreso en su habitación, caminó hasta la cama y miró a Sanha, tranquilo, durmiendo como un angelito, ojalá él pudiera hacer lo mismo...

Caminó hasta el espejo de cuerpo completo y empezó a desabotonar su camisa de la pijama, la quitó y aunque no había marcas en su cuerpo, él las veía, veía donde se habían marcado los dedos de Luhan esa noche, veía los chupetones y los rasguños, le daba asco...

Quitó su pantalón de dormir y dejó sus boxer, miró sus piernas y era lo único que le agradaba ver, pero el recordar las caricias que Luhan le había dado ahí, también le provocaba asco... mucho asco.

Sanha despertó y vio a su amigo parado frente al espejo semidesnudo, él jamás había visto así a Rocky y no pudo evitar sentirse incómodo.

Se levantó y caminó hasta él, puso una mano sobre el hombro del mayor y sin esperarlo recibió un fuerte manotazo en el rostro.

- ¡Sanha! ¡Lo siento! - Rocky se giró y tomó entre sus manos el rostro del menor que estaba en shock - Perdóname, estaba... Yo... Lo lamento - estaba tan metido en sus recuerdos que el simple tacto de Sanha en esos momentos le pareció el de Luhan.

- Rocky...

- ¿Estás bien? - Rocky tenía sus ojos súper abiertos, estaba impresionado por haber golpeado a su mejor amigo - Dios... Yo... Perdón.

Sin aviso Rocky le dio un par de besos en la mejilla golpeada a Sanha y éste siguió en su shock.

- Rocky... Perdóname, esto... Todo es culpa mía, yo te obligué a ir con Luhan ese día - Sanha reaccionó y se sentía fatal.

- Fui porque quise hacerlo, ni tú, ni yo, tenemos la culpa de que Luhan sea un tipo retorcido.

- ¿Por qué? ¿Por qué insistes en dejarme fuera de esto? ¡Sabes bien que soy responsable Rocky! ¡No entiendes cómo me hace sentir el recordar cada fotografía tuya... Dios... - Sanha talló su rostro con frustración - ¡Me duele! ¿Entiendes? Eres tan importante para mí... Me siento una basura por no haber estado ahí a tu lado, eres mi mejor amigo - sollozó.

- Ven, ven Sanha.

Rocky atrapó entre sus brazos a su mejor amigo, él odiaba verlo lastimado y más si era a causa suya, lo ocurrido con Luhan no era culpa de ninguno... A pesar de haberle dejado un trauma a él y una culpa inmensa a Sanha.

Sanha se sentía tan diferente, ya no era su amigo chaparrito, ahora era más alto que él y se sentía raro al querer abrazarlo como en aquellos días que lo consolaba.

Eran mejores amigos y siempre lo serían, habían pasado por tantas cosas y estaban seguros de que vendrían más, pero su amistad permanecería intacta.

- Vamos a dormir.

- Bien.

- Te quiero mejor amigo.

- Yo también te quiero.

Se acostaron frente a frente, juntitos como cuando eran más jóvenes y el padre de Sanha no estaba en el país. Se miraron un par de segundos y después sus ojos se cerraron. Ambos se abrazaron... Pero seguían sintiendo frío...

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