❦ Fin del campamento

Sanha despertó bastante desconcertado, ¿Qué había sido lo de la noche anterior? A claro, Moonbin llegó algo tomado y cuando por fin se atrevía a hacer lo que él había estado esperando... Cayó sobre él en un profundo sueño... Genial, simplemente genial.

Se giró y miró al mayor, lucia como un pequeño y adorable ángel, se veía tan pacífico mientras dormía.

Por primera vez, Sanha sintió la necesidad de tocar la piel contraria, una ligera sonrisa apareció en su rostro y acercó una mano a la mejilla de Moonbin, acarició con la yema de sus dedos de forma delicada. Como la piel de un bebé.

Sanha quedó en shock cuando vio que el mayor abrió sus ojos y los clavó en él. Sintió que el bochorno se le subió a las mejillas... No estaba bien nada de lo que estaba ocurriéndole, debía alejarse de Yoon Sanha, definitivamente.

Cuando se disponía a levantarse, Moonbin tomó su muñeca.

- Nada de lo que dije anoche...

- Basta hyung, yo sé que fue cosa de un chico ebrio, no tienes que aclarar nada - Sanha quería evitarse la decepción de escuchar aquello de los labios del mayor.

- Sanha.

- Tranquilo, no pasa nada hyung, de verdad - se forzó a sonreír y se puso de pie.

Moonbin fue dejado con la palabra en la boca, ¿Qué le hacía pensar al menor que él iba a decirle que todo había sido un error y que se iba a escudar en el alcohol? ¿Acaso lo creía un chiquillo inmaduro? Se sentía un poco dolido.

Sanha salió como alma que lleva el diablo, no podía quedarse un momento más dentro de esa casa de campaña, necesitaba encontrar a Rocky de inmediato.

Caminó hasta llegar al campamento de danza y no fue difícil encontrarlo, estaba haciendo todo un escándalo porque Mj había derramado café en su bolsa de dormir, cómico.

Se acercó a ellos, Jinjin lo miró triste, él envidiaba de cierto modo a Sanha, aunque sabía que no tenía la culpa de ser bello y que su mejor amigo Mj se hubiera fijado al instante en él...

Mj mostraba inquietud por primera vez en su mirada y eso de cierto modo había hecho que el menor sintiera culpa por la forma en que lo había tratado anteriormente.

Rocky simplemente salió corriendo a sus brazos, ellos eran los mejores amigos del mundo y siempre se mostraban el enorme afecto que se tenían.

- ¡Sanhie! ¿Qué te trae a nuestro campamento?

- Necesito que platiquemos Lucky.

Rocky miró con extrañes su amigo, pero igual lo siguió, caminaron un largo rato por el bosque, ambos amaban la naturaleza; había demasiados pinos y árboles de diferentes tipos, olía demasiado a pino y tierra húmeda lo cual indicaba que dentro de poco caería la lluvia.

Se sentaron frente a un pequeño lago, se quedaron en silencio mirando hacia la nada, hasta que por fin decidieron tomar la plática que se suponía, tendrían ahí.

- Bueno, ¿Qué pasa?

- Necesito alejarme de Moonbin hyung - dijo con pesadez.

- ¿De qué hablas? ¿Por qué? ¿Te ha hecho algo? ¿Te molestó? - Rocky empezó a abordarlo con miles de preguntas.

- No... Nada de eso - suspiró- Pero, es que está haciendo que mi vida cambie demasiado, no quiero cambiar, me niego a hacerlo, no está bien nada de lo que estoy sintiendo, nada de lo que me empieza a provocar ¿Me comprendes?

- Sí, eso sentía cuando iba a la secundaria y me empezó a gustar un chico de tercer grado - recordó a Sanha - Es normal que te sientas extraño cuando te ocurre algo como esto Sanha, pero créeme que no es nada malo, ¿Qué tiene de malo que te guste otra persona? ¿Qué tiene de malo amar a alguien? ¿Solo porque es del mismo sexo? Deja de tener ese pensamiento de basura que tienen las personas homofóbicas.

- ¡No soy homofóbico Lucky! ¡Lo sabes!

- Sé que no, pero tu mente está llena de esa basura, por eso actúas de esta
manera.

Sanha no podía contradecir a Rocky, era verdad todo lo que acababa de decirle, tenía tanto miedo de lo que la sociedad pensara de él, a pesar de estar en el siglo XXI seguía siendo difícil el tema de la homosexualidad, más en Corea.

Él siempre quiso ser el orgullo de su padre, lo intentó en cada momento, y ese pensamiento de basura como Rocky lo llamaba, era el mismo que su padre había intentado plantar en él, de cierto modo ahí estaba.

Sabía que si su familia se enteraba de que un chico le gustaba... Podía ser un completo caos.

Rocky por su parte se estaba reprendiendo mentalmente por haberle hablado de esa forma a Sanha, su amigo no tenía la culpa de que su familia fuera una homofóbica de mierda, o por lo menos su padre, pero era algo que estaba lastimándolo y que estaba impidiéndole seguir con su vida, tal y como le gustaría hacerlo.

- ¿Qué piensas hacer? Moonbin no te ha dicho que le gustas ni nada por el estilo.

- ¿Necesita decírmelo de forma directa para saberlo? Rocky, ha estado a punto de besarme más de una vez, además lo que dijo ayer fue... Demasiado directo.

- Bueno, eso es verdad, pero...

- Lucky, en serio, necesito alejarme de él.

En el campamento de música Moonbin estaba demasiado angustiado, la noche anterior había pasado un poco la raya con Sanha y no estaba nada bien, tenía que disculparse.

Buscando a Sanha, se encontró con Lisa y Jennie, quienes parecían haber tenido una discusión, ambas tenían pequeños rasguños en sus caras.

- ¿¡Qué te pasó Lisa!? - caminó al instante con su novia.

- Nada - expresó con molestia al mirar a Jennie

- ¿Ya te curaste esas heridas? ¿Y tú Jennie? - miró a ambas, era obvio que habían peleado - ¿Por qué pelearon?

- Porque tu novia es una sensible que no acepta ninguna broma - contestó Jennie arrogante.

- ¿De qué hablas?

- No aceptó mi broma sobre que a ti te gusta Sanha, y a él tú - esas palabras provocaron una tensión general en el cuerpo de Moonbin.

- ¡Claro que no! Mi novio no es ningún
rarito como Eunwoo y los demás, además es MI novio, ¿No crees que si
fuera gay no estaría conmigo? – Lisa echaba chispas.

- Puede ser bisexual - continuó Jennie retadora.

- ¡Ya cállate! ¿Acaso quieres que termine de destrozar esa cara?

- ¡Quiero que dejes de ser una estúpida! ¡Eso quiero!

Jennie se dio media vuelta tras lo dicho y desapareció de la vista anonadada de Moonbin y Lisa. Estaba cansada de los comentarios homofóbicos de Lisa, estaba cansada de que fuera una idiota que no se daba cuenta de nada... Ni siquiera de ella...

Moonbin no sabía cómo es que Jennie había dicho aquella "broma", ¿Era demasiado obvio? Empezaba a desesperarse ante la idea. No quería dañar a nadie, pero sabía que, si no se aclaraba, era lo que terminaría por hacer.

Lisa se quedó seria, pensando en el rostro de su amiga, estaba lastimada y demasiado enojada con ella, pero no comprendía nada, Jennie jamás había actuado de esa forma. Y por otra parte recordaba las miradas que Sanha dirigía a su novio, y era claro que a él si le gustaba Moonbin.

- Oye oppa, estaba pensando y que tal si... ¿Vamos de cita doble regresando del campamento?

- ¿Cita doble? ¿Con quién? - Moonbin sabía que Jennie acababa de pelear con su novia por lo que sería ridículo que fuera con ella, además Jennie no tenía pareja.

- Supe que tu roomie tiene novia, quiero conocerlo mejor ¿Qué te parece?

- No.

- ¿Por qué?

- Porque no - soltó firme.

- ¡Oppa~!

- Lisa ¡Dije que no! - respondió
exasperado tomando por el brazo a su novia.

- ¿Qué pasa? - llegó Sanha en el peor
momento.

- Le estoy diciendo a mi novio que deberíamos ir a una cita contigo y con tu novia, una cita doble, pero no quiere - la chica fingió inocencia, quiso quedar como la mártir delante de Sanha, a ella le convenía en esos instantes.

- Hyung, creo que la estás lastimando - apuntó al agarre que mantenía el mayor.

- Lo siento - soltó a Lisa.

- Acepto.

- ¿Qué? - Moonbin se giró al instante al menor.

- Que aceptó ir en una cita doble con Yeri y ustedes.

La mirada del mayor se volvió triste, su corazón estaba acelerado, pero no de una forma positiva, ¿Por qué Sanha había aceptado eso si recientemente habían pasado más cosas entre ambos? Además, él no quería volver a ver a esa ridícula rubia sobre Sanha.

Quizá... Quizá si había sido un error todo lo ocurrido con el menor, pensó Moonbin luego de ver su semblante relajado ante la idea de tener una cita doble con ellos y su novia.

Pero, él no lo sentía como un error, él
había sentido y querido hacer todo lo anterior, no iba a dejarlo de lado así nada más por la reacción de Sanha, no quería decir que iría más allá, porque para él estaba siendo evidente que el menor no se sentía de la misma manera que él, tal vez le tenía cariño y agradecimiento, pero solo eso.

- Bien - contestó Moonbin y comenzó a caminar en otra dirección.

Necesitaba estar solo, muchas emociones se estaban acumulando y desbordando en su interior, quería llorar, gritar, tumbarse al suelo, aventar algo, golpear a alguien... Le dolía.

Sus ojos se volvieron acuosos, empezó a correr para alejarse más rápido, empezó a quitar con su brazo las lágrimas que se colaron por su rostro y tras un largo rato de correr se detuvo.

Ya podía gritar, llorar abiertamente y así lo hizo... Su grito fue tan desgarrador que los pajarillos de los árboles salieron volando y haciendo escandalo al instante de escucharlo.

Se tiró al suelo de rodillas, pensaba en que quizá se estaba viendo demasiado miserable, pero no le importaba, llevaba años reteniendo sus emociones y sentimientos, y por alguna razón desde que Sanha había aparecido, era como si hubiera activado de nuevo ese interruptor en su cuerpo que lo hacía perder la razón y provocaba sus lágrimas a mares.

Su respiración era inconstante, puso sus manos frente a él en el suelo, intentó controlarse, pero no podía, en serio estaba doliéndole demasiado. No quería eso...

- Binnie - la voz de Eunwo se escuchó detrás del menor - ¿Qué ocurre?

Eunwoo había visto todo, no escuchó toda la plática entre Moonbin, Lisa y Sanha, pero si lo último, del mismo modo había visto correr al menor y decidió seguirlo, presenció cuando se quebró y de cierto modo, sintió que algo de él también acababa de romperse al verlo así.

Eran mejores amigos desde hace mucho tiempo, él conocía todas las inquietudes del peli gris, también sus ilusiones, no había nada desconocido entre ellos y por lo mismo, le causaba un enorme conflicto verlo de esa manera.

El rubio se acercó y abrazó por la espalda al menor, haciendo que continuara llorando.

Entre los árboles, Sanha observaba toda la escena, también él había ido tras Moonbin, pero solamente a
Eunwoo había tenido el valor para acercarse a él.

Su corazón se contrajo, era una sensación horrible la que sentía al ver al platinado de esa manera, colocó una mano sobre su pecho y apretó con fuerza, sus ojos también se llenaron de lágrimas... Pero no podía hacer nada al respecto.

Ahora que sabía que el mayor tenía a Eunwoo para cuidar de él, como un buen amigo claro, así que decidió alejarse... Él no podía ver de esa forma a Moonbin, porque sí, también le dolía.

El campamento terminó, todos recogieron sus casas de campaña y sus demás pertenencias. Eunwoo se encargó de todas las cosas de Moonbin, ya que éste no había regresado al campamento, esa tarde en donde sus emociones salieron a flote decidió que no podía ver a Sanha en ese momento.

Moonbin había regresado antes al campus, su amigo Chanyeol había ido por él con una simple llamada.

Chanyeol era mayor que Moonbin, se habían conocido en el penúltimo año de Park, y el primero de Moonbin, cursaban la misma carrera y habían sido parte del mismo club de música. Ahora el mayor era un productor musical demasiado reconocido en Corea y algunas partes de occidente.

Su amistad había sido bastante buena desde el primer instante, casi tan buena como con Eunwoo.

- Eunwoo hyung ¿En dónde está Moonbin hyung? - preguntó el pequeño Sanha preocupado.

- Oh... Sanha. Él... Bueno, ya se fue - rascó su nuca con nerviosismo, ¿Qué se suponía que le dijera?

- ¿Po-por qué?

- Es que, bueno Chanyeol, su mejor amigo necesitaba de su ayuda con una producción en el estudio y vino por él, no podía esperar a que regresáramos todos.

- ¿Quién es Chanyeol? -el semblante de Sanha cambió al instante, a uno nada agradable.

- Oh... Chanyeol sunbaenim, él es muy cercano a Moonbin - el rostro de Eunwoo hacía creer que había algo más entre ese tal Chanyeol y Moonbin, cosa que a Sanha no le agradó en absoluto.

- ¿Por qué se fue sin decirme nada?

- Porque nuestro Moonbin no le dio tiempo.

- ¿Y que ese tal Chanyeol es tan imponente e importante para que Moonbin hyung haga lo que a él le da la gana?

- Mmm, sí, es bastante importante y de imponente... Mejor no hablamos, bueno Sanha, me voy, el camión no espera.

Eunwoo se giró y una sonrisa traviesa apareció en su rostro, mientras que en el de Sanha había simplemente rabia, estaba tan molesto, que ni siquiera se aguantaba a él mismo en ese momento.

El menor subió al camión y se sentó en la parte final, no quería hablar con nadie y que nadie le molestara, por lo que se colocó sus audífonos, pero ahora, lo único en lo que podía pensar era ¿Quién era ese Chanyeol?

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