6.Confesión

Me llevó a un cuarto, se parecía mucho a nuestra habitación, había una cama y muchos armarios.

-¿Por donde quieres empezar?- me preguntó Ray.

-Eres tu el que sabe de esto- le confesé.

-A ver Jud, no es obligado tener que hacerlo ya de ya. Podemos esperar, puedo esperar -me dijo sinceramente.

-Pero ...es que esto es lo que tu haces. -le dije.

-Si, pero lo que hago contigo tampoco esta tan mal. Salgamos de aquí, venga.

-Pero..pe..

-Vamos Jud. Si estamos aquí mas tiempo, te acabaré atando.- dijo sonriendome.

Fuimos a nuestra habitación, estábamos muy cansados.

-¿Con quienes de ellos te has acostado?- debía hacerle esa pregunta.

-¿A que te refieres?- dijo un poco confundido.

-No te hagas el tonto. Sabes lo que te digo. - me apoyé sobre mi codo.

-¿Es necesario eso? No me gusta hablar de ello.

-Solo dime si o no. Intenté insistir un poco.

-No diré nada. Buenas noches - se giró y se durmió.

Me quedé pensando en todo lo que me pasaba. Había sido todo demasiado rápido, pero Ray me gustaba, Rose intentaba advertirme de todo y Klein solo hacía que excusar las tonterías de Ray. Ninguno tenía marcas de nada, solo yo. ¿Ray haría daño? Era algo que me preocupaba bastante.

No me podía dormir. Era viernes noche , supuse que no habría nadie en la casa, así que decidí bajar y tomarme un chocolate. Mi madre siempre lo hacía.

Estaba en la cocina y apareció Rose.

-Vaya.... Hola Jud,¿no puedes dormir?- me preguntó.

-No , así que he bajado a tomarme algo. ¿Quieres ?- le ofrecí.

-No gracias. ¿Cómo estas?¿Has decidido ya?- me pareció rara esa pregunta, y muy directa.

-No, me lo estoy pensando. Rose, ¿podrías...-me cortó.

-Si, te la contaré. Me extrañaba que no me lo hubieses preguntado ya. -se puso cómoda y empezó a relatar.

-Gracias- le dije.

-Verás Jud. Yo entré en esta universidad a los dieciocho años, como tu. Tenía sueños, ambiciones y muchas ganas de fiesta, era un poco alocada creo recordar -dijo riendo. -Conocí a Klein en una fiesta. Me miraba como nadie lo había hecho, yo nunca me había acostado con nadie y bueno, Klein se acercó a mi y me habló. Estuvimos hablando toda la noche, bebimos mas de la cuenta y bueno, pasó lo que pasó. -dijo sonriendo. Debían ser buenos recuerdos apra ella supongo.

-Eso no es igual que Ray y yo... - me defiendo.

-Aun hay más dijo seriamente. -Desde ese momento, yo no sabia que pertenecía a Klein. Me levanté dolorida, ¡tenía moratones y mordiscos!, me asusté tanto que Klein me dijo que me callase. Me trajo aquí, a esta misma casa y me curó las heridas. Yo no quería saber qué me había hecho, pero me lo explicó. No supe que decir, así que le pedí que se alejase de mi, pasaban los días y yo lo evitaba. Cuando lo volví  a ver, iba con todos. Estaba demasiado pálido, destrozado. Vanity aquella noche se presentó en mi habitación. -Me hablaba confundida. -Me explicó que yo le gustaba mucho a Klein, y que no le hiciese eso, me comió la cabeza básicamente. Volví a hablar con Klein y se disculpó. Me prometió que siempre me cuidaría y que confiaría en mi. Me volvió a traer aquí y vi el mismo espectáculo que Ray te enseñó a ti. -esperó a que yo recapacitase sobre esto.

-¿Que hiciste al ver eso?- pregunté.

-Le dije a Klein que si podía explicármelo... Y eso hizo, era su estilo de vida sexual, que yo podía irme pero que si hacia eso, el no estaría con nadie mas. Los vampiros se enamoran una vez en la vida. Ahí me confesó que estaba enamorado de mi y yo acepté estar con el. La vida. -dice entristeciendo la voz. 

-¿Cuando te mordió?- le pregunté.

-Hace diez años, yo soy la última del clan.

-¿La ultima?¿Hace diez años? Entonces tienes que tener 28 años. -ella se rió.

-No Jud, una vez que te muerden, te quedas así para siempre. Por eso hacemos la misma carrera siempre, cuatro o cinco años y nos mudamos a otro sitio. -¿como eran capaces de vivir así? Rose se veía dolida.

-Pero... ¿Y tu familia?¿Y tus amigos?- dije un poco sorprendida.

-Debes aprender a vivir con ello. A veces llamo a mis padres , aunque nunca me lo han cogido. Nos distanciamos un poco. Klein no les cae muy bien a mis padres, supongo que será por eso. Jud, esto es serio ,y es duro. Klein es lo que me da vida, igual que todos a todos. Yo me alimento de Klein y él de mi. Somos adictos. Y Ray poco a poco se engancha a ti, al igual que tu a él.

-Escuché a Klein hablar con Ray sobre alguien mas... -le dije, Rose lloraba , me sabia mal hacerle eso, pero debía llegar hasta el final.

-Si. Somos muy celosos y vengativos. Yo pensaba que por todo lo que hacíamos en el sexo, éramos liberales. Conocí a un chico, era mortal, me trataba muy bien. Me respetaba mucho. Éramos amigos, hasta que se declaró y me besó. Klein vio eso, iba con Ray y German. - le caía una lágrima tras otra. -Klein me cogió y le pegó al otro chico. Me llevó a otro lugar y me gritó, me decía que no podía hacer eso, y que no volviese a hacerlo y que era suya... En fin, todas esas cosas. Aquella noche me dejó atada a la cama, con unas esposas, y me dijo que lo mataría. Ray, German, Jon, David y Klein se fueron. - Paraba y temblaba. -No quise saber que tipo de monstruosidades le hicieron, solo por un beso, y ni siquiera era correspondido. -S intentaba secar las lágrimas, pero seguían saliendo. -Por eso me pregunto  que hubiese pasado si hubiese decidido haber pasado de él.

-¿Y te dejó allí?- asintió.

-Si, me dejó horas, hasta que noté que volvió. Me desató y me dijo que nunca mas volviese a hacerle eso. Yo acepté y a partir de ahí, me enseñó a matar al mismo tiempo que me convertía en su sumisa. Yo sola me lo había buscado.

-¿Su sumisa? No entiendo. - le dije.

-Si, el era y es un obseso del control y yo debía obedecerle, había sido criada con una educación muy estricta. Y hasta entonces. Klein habló con Vanity e hizo que acabásemos allí la carrera, quería asegurarse que aquella muerte me recordaría dónde pertenecía.

-¿Nunca se supo del chico?- pregunté.

-Si, se encontró una semana después, me hicieron ir a verle, no era él, estaba tan destrozado... No puedo seguir mas Jud.- me decía llorando.

-Tranquila- le consolé- ya ha pasado todo.

-No Jud, no ha pasado todo. Queda mucho por contar, pero no debo hacerlo. Piénsatelo Jud, tu puedes salvarte y sobretodo, aleja a Alex de ti.

-Pero es mi amigo. ¿Qué quieres que haga?- le dije de forma inocente. 

-O estas sola porque no quieres a Ray y él no permitirá que estés con nadie más, o con nosotros porque lo quieres solo a él. Ya no hay vuelta atrás,  ahora entiendes él porqué siempre estamos juntos. Ray destruirá todo aquello que te aleje de ti. Y cuando digo todo, es todo. Buenas noches. - se levantó de la silla.

-¡No! Espera, una última pregunta -le insistí.

-Dime. Klein sospechará si nos tratas mañana raro. Así que disimula. Por favor.

-¿Todos sois iguales?- le pregunté.

-No, Klein es muy muy sádico. Vanity es muy dominante, German es muy inteligente... Y así todos. No somso iguales.

-¿Y Ray?¿Y tu?- se atragantó.

-Ray lee la mente. Sabe que va hacer todo el mundo en todo momento, todos menos tu Jud, está tan enamorado de ti que no puede hacerlo. Y yo, yo se engañar, tengo facilidad para saber liar a una persona y que haga lo que yo quiera. Es lo que hicieron conmigo. Buenas noches Jud.

-¿Que don tendría yo?- aquello me llamaba la atención.

-Si decides que te muerda, lo averiguarás.- fue lo último que me dijo.

Desapareció y me dejó sola. Toda esa información era muy valiosa, aunque sabía que Ray no lo sabría, estaba a salvo.

-¿Que haces aquí sola?- era Ray.

-Quería un chocolate caliente. Nada mas. -le dije abrazándole.

-Vamos a dormir, es muy tarde. -era cierto, ya eran las cuatro de la madrugada, Rose y yo habíamos hablado mucho.

-Vale- me acosté en la cama.

-Yo te quiero Jud. Y quiero protegerte de todo, ¡incluso de mi mismo! Quiero que estés conmigo siempre. -me abrazó y se durmió.

-Y si decido que ya no quieroe star contigo Ray, ¿Qué pasaría?- quiero saber la respuesta.

-No dejaría nunca de seguirte Jud, estaré toda mi vida junto a ti. Soy lo que soy. 



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