Capítulo 1


Está desesperado, iracundo, frustrado, sensible, triste, está experimentando un millar de emociones justo en ese momento, sin embargo dos sobresalían sobre todas; la felicidad y el sentir un gran vacío en el pecho. Jungkook no podía creer que justo esas dos emociones pudieran llevarse tan bien. El alfa simplemente no concebía la situación que está viviendo, la vida no podía pagarle así. ¿Qué mal hizo en su vida pasada? Tiene la esperanza de que la vida no se pase de crueldad y exista una vaga luz al final del túnel, una solución, por más lejana e imposible que suene ahora.

“No le voy a mentir, hay muy pocas posibilidades de que la cachorra sobreviva” Sale de su trance tras las palabras del doctor, sintiendo cómo su corazón se hunde aún más luego de aquellas palabras. Su lobo aúlla en desesperación al ver cómo lo está perdiendo todo.

“¿Na-ada?” La voz apenas le sale, una pregunta concisa con una respuesta que puede terminar de destruir su corazón, el gesto del doctor desconsuela a su lobo.

“La cachorra nació con un soplo en el corazón y los pulmones muy débiles, sumando la falta de su madre omega, el poco apetito que presenta y que la poca leche que ingiere la regresa… Señor Jeon, es difícil, pero su cachorra parece negarse a vivir, médicamente hacemos todo lo posible por sacarla adelante, pero si la pequeña no coopera todo será más complicado.”

Joder, todo esto era su maldita culpa. La falta del lazo con su madre omega, el que su cachorra este entre la vida y la muerte, el no ser un alfa suficiente. Todo era su culpa. Su lobo se retorcía de dolor y vergüenza, no fue capaz de cuidar a su manada.

“Pero, ¿mi lazo no funciona para poder salvarla?” Pregunta con temor, la vista nublándosele por unos segundos. El doctor suspira.

“Justo su lazo es lo que mantiene a la cachorra con vida, sin embargo, no podemos explicarnos por qué su cachorra parece no querer vivir, creemos que quizá el cómo perdió el lazo de su madre impactó en sobremanera, pero son sólo hipótesis.”

Frustración.

Frustración y más frustración es lo que siente.

Un ruido extraño comienza a sonar por todo el lugar a la par de los pasos y gritos de las enfermeras, su lobo aúlla en anticipación, sintiendo una opresión extraña en el pecho, el vacío acercándose.

“¡Doctor, código turquesa en las incubadoras! ¡La cachorra Jeon está entrando en paro!” Miles de cuchillas vuelan al mallugado corazón de Jungkook al escuchar esas palabras, el doctor sólo suelta un suspiro para salir corriendo junto con Jungkook hacia el área de incubadoras.

Máquinas extrañas entrando a la sala donde se encuentran su frágil cachorra, enfermeros preocupados listos para cualquier situación, el tiempo corriendo más rápido de lo usual y el sonido irritante que indica si se apaga o no una vida, hacen a Jungkook tensarse, su pecho apretujándose con dolor, intenta entrar a las incubadoras pero unos brazos lo detienen.

“Lo siento Señor, pero no puede entrar, espere afuera por favor.” Si bien la mirada de la enfermera es cálida y de compasión el alfa no puede evitar gritar con desconsuelo.

“¡Por favor! ¡Es mi cachorra la que está adentro! ¡Necesito estar ahí!” Las lágrimas fluían sin control, su ritmo cardíaco acelerándose en demasía.

“¡Empezamos con las compresiones! ¡1, 2, 3!” La voz del doctor sonando con fuerza, su mirada dirigiéndose a su cachorrita, la imagen lo destrozó; una enfermera bombeando aire a través de la extraña cosa que tenía intubada, el doctor haciendo compresiones en su pecho, un enfermero tomando manualmente la presión y los latidos. No pudo más, su lobo colapsó, Jungkook sólo escuchó el sonido irritante de la máquina antes de caer desplomado al piso, la omega que lo sostenía siendo incapaz de sostenerlo.

“¡Señor Jeon!”

A la par del grito las puertas del área de urgencias se abrían con desesperación, cuatro camillas llegando con pocas esperanzas.

“¡Heridos por accidente automovilístico, múltiples fracturas!”

Un llanto… la esperanza volvió. Ese día todo se enlazó, el destino jugó. 

Todo era demasiado confuso, sus sentidos se encontraban adormecidos pero alertas, su omega chillaba de dolor, alejándose para echarse en un rincón. Todo su cuerpo dolía, dolía demasiado, Taehyung no entendía qué era lo que estaba pasando, sólo una cosa está clara en su mente; quería gritar, gritar y gritar hasta que su corazón no pudiera más. Su mente era un completo caos, luces brillando, cristales por doquier, olor a sangre, gritos ahogados, manos aferrándose a la vida, ojos expresivos, lágrimas de auxilio, golpes duros, la marca ardiéndole, la vida escapándose. Esa era su mente en ese preciso momento y de sólo recordar y enfocar los sentimientos siente a su lobo retorcerse y aullar. No sabe qué está pasando, no sabe dónde están sus cachorros, quiere respuestas ya, las necesita, él y su omega las necesitan a pesar de tener una vaga idea de la razón de su profunda tristeza.

Como puede y con dolor abre lentamente los ojos doliéndole el izquierdo, al acoplarse a la luz se da cuenta de la presencia de un doctor, una enfermera y de su hermano mayor; Yeonsang. Pronto se da cuenta de que su brazo izquierdo y su pie derecho están enyesados. Intenta hablar pero no puede, un tubo impidiéndole hasta pasar saliva, comienza a desesperarse y a toser, rápidamente el doctor se da cuenta y acude a su auxilio, su hermano se levanta preocupado del sillón para visitas y se sitúa a un costado suyo.

“Tranquilo Señor Kim, respire por la nariz, en seguida retiro esto sólo necesito que esté tranquilo.” Indica con voz tranquila. “SoHee ayúdame por favor para retirar la intubación.” La enfermera acata lo indicado y con sumo cuidado ella y el doctor proceden a realizar la extubación. Luego de sentir esa incomodidad el omega pudo respirar con facilidad y tragar saliva.

“A-agua…” La petición salió con una voz quedita y rasposa, la enfermera acerca con rapidez un vaso de agua con un popote incluido.

“De sorbos pequeños Señor Kim, su garganta aún se encuentra un poco lastimada” El omega toma la recomendación y sorbe con lentitud del popote, el líquido transparente pronto hace efecto, su garganta sintiendo la frescura y el alivio. Alivio que duro muy poco al sentir un fuerte dolor en su marca. Su alfa, sus cachorros, ¿dónde estaban? Su omega chillaba en desesperación y pronto la habitación se llenó de un olor agrio, cargado de desesperación y tristeza. Voltea con su hermano, con el doctor, con la enfermera y en sus ojos ve, ve ese algo que se niega a reconocer y aceptar. No podía pasarle esto a él, la vida no podía hacerle esto a él.

El doctor mira a Yeonsang y tras soltar un suspiro su hermano se digna a hablar.

“Tete, lo que te diré a continuación no es algo fácil de asimilar, pero necesito que seas fuerte, tu familia estará aquí para apoyarte.” Sus palabras son acompañadas de caricias suaves en el brazo que no está enyesado. Taehyung aprieta los labios.

No…

“Hace casi una semana, el día de tu alta… Tuvieron un accidente.” Yeonsang habla despacio, las palabras batallando para salir, lágrimas acumulándose en sus ojos. Con cada palabra Taehyung iba perdiendo más y más las esperanzas. “A poco de llegar a tu casa un conductor de tráiler en estado de ebriedad los chocó, por la fuerza del impacto salieron precipitados al barranco…” Taehyung respira hondo.

“¡¿Y mis cachorros?! Yeon, ¡¿dónde están mis niños y mi alfa?!” Su respiración acelerándose con cada segundo que pasaba. “Yeonsang, dime que están bien por favor” Suplica, aunque por el comportamiento de su omega intuye que algo anda mal. Su hermano traga saliva con fuerza y aprieta su mano.

“Tete… ellos, ellos fallecieron.” Su respiración se detuvo. “Tú y el conductor fueron los únicos sobrevivientes.”

Su alma, su alma se destruyó.

No.

No.

No, no, ¡no!

“¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡Dime que es mentira! ¡Dime que es mentira por favor! ¡Ellos no pueden estar muertos, Yeonsang!” El sonido de una máquina se escuchó, su presión alta subiendo sin ninguna contemplación, Yeonsang intentando calmarlo junto con los doctores, sin embargo Taehyung negaba entre hipidos, las lágrimas corriendo sin control, la cara roja de la frustración, del dolor, de la ira.

“Tete, respira por favor, cálmate.”

“Señor Kim, trate de respirar en pausas, por favor.” Pide el doctor, sin embargo el omega niega y se retuerce en la cama. Su lobo echado con la cabeza oculta, dando hipidos y aullidos lastimeros, en busca de su alfa, de sus niños. “SoHee prepara una dosis de anestesia.”

Sus cachorros…

Su alfa…

Seokhwa

Seokmin

Taemin

Su familia.

Es en lo último que piensa antes de caer a un sueño profundo producto del sedante.

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