VEINTISIETE

—¿Muñeca? —Joel, por fin.

—Mi vida... ¿Cómo estás?, ¿Porqué me envías disculpas? —pregunté, preocupada.

—Caitlyn  tomó mi celular y no me lo quiso dar, luego me dijo que eras tú quien llamaba... Lo siento. —en verdad sonaba apenado.

—Joel... Ella...

—No entiendo que le pasa, ella no es así, muñeca, en serio.

—Está bien. —Celos, celos, y más celos.

—¿Cómo sigue mi suegrita hermosa? —preguntó, cambiando el tema.

—Está mejor... —suspiré. 

—Me alegro mucho, iré a verla desde que pueda... ¿Está bien? 

—Sí, está bien.

—¿Qué ocurre? —preguntó, notando mi cambio de actitud.

—Es sólo... Caitlyn. —no dije más, debía entenderlo todo con eso.

—Lo entiendo amor... En serio que sí, pero tranquila.

—Está bien, ¿Cómo estás? —pregunté.

—Mejor ahora que te escucho, estaba preocupado. —admitió. —Me tengo que ir mi amor, Te adoro. —eso fue... Inesperado. 

—Yo a ti... Me escribes cuando puedas.

—Dalo por hecho.

—Te quiero.

—Yo también te quiero, muñeca.

Cerré con una sonrisa en el rostro.

—El amor, el amor... —se burló Wendy con cariño.

Me reí, sonrojándome... Noté que Mamá se había dormido, a lo mejor estaba muy cansada. Suspiré tomando su mano, estaba fría... Su torso estaba vendado, unas cuantas heridas adornaban tristemente su bello y cansado rostro, noté un horrible moretón en su brazo izquierdo... Ver a mi Mamá, mi mejor amiga, tan frágil me partía el alma. Daría lo que fuera por estar en su lugar.

—Cuando me contaron lo que ocurrió... Me desmayé, y escuché a Papá hablarme. —dije, esperando captar la atención de mis hermanas.

—¿Qué? —preguntó Sasha.

—Nosotras... —dijo Sarah con los ojos bien abiertos, pero no terminó nunca lo que pensaba decir.

—¿Qué?—las incité a hablar.

—Soñamos con él... —murmuró Sarah.

Mi piel se erizó,  y un escalofrío recorrió mi cuerpo... Wow.

—Él es mi ángel. —murmuró mamá, me espanté... No estaba dormida, solo tenía los ojos cerrados, genial.

—Eso suena... No sé, da miedo pero suena hermoso. —comentó Damián.

Noté que Thomas y Wendy no decían nada, le hice una seña a Thomas para que me pasara a Ryan, el accedió haciendo un adorable puchero. El pequeño Ryan era adorable, aunque noté que un no adorable olor empezó a esparcirse cerca de mí.

—Yo creo que el ángel en mis brazos sacó a todos sus demonios. 

—¿Qué? —preguntaron todos, mirándome como si fuera un bicho extraño... O quizás si lo era.

—Que el niño se hizo. —dije, traducido a idioma de bichos no extraños.

—Estás loca. —rió Wendy.

—Demente. —complementó Damián, ahora todos reían.

—¿Quién lo cambia? —pregunté.

—Dame a mi hijo, rara. —Sarah entró en acción materna, salió por unos minutos de la habitación y volvió con un Ryan despierto.

***

Sarah estaba dormida en el sofá de la habitación, Mamá estaba sedada, intentó  moverse y sólo consiguió un espantoso dolor en las costillas. Thomas llevó a Sasha y Ryan a casa... Wendy por otro lado se fue un poco más tarde que Damián.

Eran las dos de la madrugada, no tenía sueño... Aunque sentía mi cuerpo pedirme a gritos un descanso. Suspiré exigiéndole un poco más de paciencia a mi cuerpo, tomé mi celular y busqué el contacto de Joel.

Zaphir >> Estás probablemente durmiendo, espero que hayas tenido un hermoso día y la hayas pasado Bien. Tu novia te quiere y te extraña xx

Joel >> Aquí estoy muñeca, me haces mucha falta... Pero prefiero que estés cuidando a mi hermosa suegra que aquí conmigo, tu madre está primero.

Mi corazón se alegró al ver que Joel no tardó en responder.

Zaphir >> Me alegra que lo entiendas, yo lo veo igual... Joel no quiero que tengamos problemas por tu amiga, respeto que la veas como una hermana, pero no me agrada y ya me han dicho cosas que en el fondo me han hecho sentir mal ya que no haces nada para defenderme, por lo menos no públicamente y yo quedo mal...

Joel >> Ella sólo está celosa, ya se le pasará... Tranquila, además debo ser justo. Tú no la has atacado, pero ella a ti sí... Me entristece un poco la situación.

Decidí cambiarle el tema, no creía necesario empeorar las cosas o hacerlo sentir mal.

Zaphir >> ¿Sabías que Damián vino? 

Joel >> Sí, no te molestes pero le di mi número y le dije que me escribiera para saber como te sentías... No es que desconfíe de ti es sólo que te atreverías a decirme que estás bien para no preocuparme.

Tenía toda la razón. 

Zaphir >> ¿Qué haces despierto a esta hora? 

Joel >> No tenía sueño, en poco tiempo me acostumbré a dormir junto a ti y no tenerte aquí se siente extraño... ¿Y tú?

Zaphir >> No puedo dormir... Te quiero muchísimo mi amor... Nunca lo dudes. 

Joel >> Yo a ti muñeca, dormiré ya... Tú intenta dormir.

Le envié una serie de corazones sin respuesta, Joel tenia razón... El debía ser justo con lo que estaba ocurriendo y yo debía ser justa conmigo y dormir.

***

Desperté con un ligero dolor en el cuello, y una insistente hambre... No había pensado en que debía comer, ¿O sí lo había hecho?... Sarah había ido a casa, Alec entraba y salía de la habitación pero yo no quería irme. No quería dejarla ni un segundo.

—Zaphir, ¿No quieres nada de comer? —preguntó Alec entrando con la comida de mamá junto a sus medicamentos.

—En realidad muero de hambre, pero no quiero nada. —mentí, quitándole importancia cuando mi estómago discutía conmigo por mentir.

—¿Tostadas, jugo? —preguntó, dando por hecho que había mentido, asentí riendo apenada. 

Alec se marcho, dejándome a cargo de la comida de Mamá. Tomé asiento a su lado. 

—Bien, sabes como es... Yo te doy la sopa por cucharadas y tú poco a poco la tomas.

Mamá esbozó una pequeña sonrisa de lado, la puerta detrás de mí se abrió y se escucharon muchos pasos pero yo estaba más concentrada en no derramar la comida de Mamá.

—Yo hago eso, tú atiende a tus chicos. —Habló Sasha detrás de mí, ¿Mis chicos?...

Volteé con cuidado de no moverme bruscamente y mi corazón volvió a la vida al ver los sonrientes rostros de Zabdiel, Erick, Christopher, Richard y mi hermoso Joel. Le pasé todo a Sarah como pude y me arrojé en un abrazo sobre Joel, al cual los chicos se unieron, la pequeña conmoción, el ruido y la alegría habían llenado la habitación, entre el pequeño bullicio podía escuchar los "te extrañamos", "hiciste falta", "espero que esté todo bien" que los chicos decían.

—Los extrañé tanto. 

—Ellos también a ti. —dijo Renato, entrando a nuestro ahora punto de reunión pero en mi posición no podría verlo bien.

—¿Qué hacen aquí? —en este punto los chicos ya se habían disuelto del abrazo pero yo seguía pegada a Joel como un bebé chimpancé. 

—Movieron dos actividades que teníamos en agenda y era todo lo que teníamos en la agenda por ahora... No dudamos en venir contigo y tu familia a darles apoyo. —comentó Richard.

Miré otra vez a Renato, notando que en sus brazos estaba Ryan.

—¿Cómo supieron a dónde venir? —pregunté, aún más curiosa... Liberando un poco a Joel.

—Tu novio llamó a tu hermana mayor, y aquí estamos. —respondió Christopher.

—También me contaron que no has querido ir a casa, nos encontramos con el enfermero que cuida de tu madre y le dijo a Sarah que iría a buscarte algo de comer y bueno... Cuando desayunes iremos a tú casa, para que tomes una ducha y descanses bien. 

—Pero Joel...

—No, muñeca... Tu madre está muy bien cuidada, entiendo que no quieras dejarla pero pregúntate a ti misma si ella se siente bien viéndote tan cansada.

—¿Tan mal me veo? —pregunté.

—Parece que no has dormido en siglos, hazle caso. —Reprendió Sarah.

—Pero...

—Pero por dónde put... —Gracias al cielo Sarah fue interrumpida por casi todos.

—Contrólate la boca, Sarah. —reprendió Mamá en aquel hilo de voz que tanto me partía el alma.

Alec cumplió con lo prometido, me había llevado algo de comer y Joel también cumplió. A malas ganas me llevó a casa, y como esperaba allí nos encontramos con Bryant.

—¿Ya comiste? —preguntó, uniéndose a nosotros en la cocina.

—Pero que chismosa es Sarah. —murmuré para todos.

—No, se preocupa por ti. 

—Como digas Bryant... Sí comí, gracias. —suspiré... Quería volver con Mamá.

Joel se aseguró de que yo tomara una buena ducha y me pusiera cómoda. Fuimos a parar en mi cama, abrazados. Amaba estos pequeños momentos junto a él, amaba tenerlo cerca.

—Duerme princesa, prometo no irme de tu lado... Estaré justo aquí cuando despiertes. —prometió.

—Claro, como Caitlyn no está cerca. —reproché un poco... Bueno, demasiado resentida, el rió.

—Suenas sexy cuando estás cansada y celosa. —dijo en mi oído, aquel sensual tono de voz relajó mi cuerpo.

—Tú eres sexy... Muy sexy. —admití, quizás motivándole a algo más que dormir pero mi cuerpo poco a poco se estaba rindiendo contra el sueño.

—Te adoro... —murmuró, besando mi frente.

—¿Lo juras? —pregunté.

—Jurar es malo, pero sí te lo puedo asegurar... —besó mis labios provocando que mis ojos se cerraran. —Descansa mi amor, por favor...

Asentí, poco a poco mi cuerpo perdiéndose en el atrapador sueño. 

Desperté sintiendo todo mi cuerpo doler, Joel estaba rendido a mi lado... Parecía todo un bebé durmiendo. Me senté en mi lugar y me estiré poco a poco, Joel aún dormía así que me tomé una rápida ducha y fui por algo de comer... Noté a través de las ventanas que ya era de noche, le preparé algo para cenar a Joel, cuando volví a su encuentro esperaba verlo dormido pero estaba sentada al borde de la cama con el celular en mano y una hermosa cara de recién despertar. 

—Buenas noches bello durmiente. —saludé, colocando la bandeja de la cena a un lado.

—Dormimos muchísimo.

—Tómate una ducha y vamos a cenar... Bryant no está. —le informé.

—¿Estamos solos? —preguntó, una sonrisa decorando su rostro.

Asentí con picardía. 

—Vuelvo en seguida. 

Podría jurar que corrió a ducharse, salió de quel pequeño paraíso solo con mi toalla en la cintura y colocó su ropa —mal doblada— sobre mi cama. También comió como loco. 

—Ya sé como hacerte trabajar rápido. —comenté riéndome de sus acciones.

—Muñeca, sí supieras cuanto te he extrañado. —murmuró acercándose a mí.

—¿Ah sí? —sonreí abrazándolo. —¿Cuánto?

—Ven a demostrártelo. 

__________________________________

HELLOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO FROM THE OTHER SIDEEEEE xx

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top