La presentación fue realmente espectacular, me brindaban cierta atención extra siempre acercándose como podían a mí y que creo algunas chicas lo notaron ya que no paraban de mirarme curiosamente, pero eso no opacaba el amor, la atención y la preocupación que mostraban hacía sus fans, todas y cada una de ellas. Llegó un punto que una de las chicas tuvo complicaciones respiratorias por no parar de llorar y Richard fue el primero en notarlo, no tardó mas de un segundo en parar el evento temporalmente, los demás al percatarse de la situación pidieron ayuda para que los paramédicos lo notaran y se hicieran cargo lo mas pronto posible.

Sasha estaba absoluta y completamente feliz, no paró de hablar sobre la presentación ni un sólo segundo...  Los chicos se encontraban hablando con las fans mientras nosotras estábamos tras camerino, solas, esperando por ellos.

—No sé como lo supe antes, siempre pensé que eran muy parecidos tus amigos y CNCO... Que estúpida que nunca me di cuenta que eran las mismas personas. —parloteó Sasha. 

—Te dije que eres la peor fan, no tengo que repetirlo. —respondí. —Pero igual lo haré... Eres la peor fan. —me burlé.

—Estúpida. —ahí estaba la Sasha ofendida que tanta gracia me causaba. 

—Gracias a esta estúpida estas cumpliendo un sueño... —sonrió— Con personas que ni el nombre te sabes aún. —adiós sonrisa de Sasha.

—Eres imposible. —murmuró.

Reí como desquiciada, hasta que un estruendo en la puerta del camerino me dejó congelada. Los chicos estaban aquí, sus risas, voces, todas en conjunto, parecía un escándalo... Pero ciertamente me causaba tranquilidad.

—¡Dímelo Mami! —vociferó Zabdiel acercándose a mí con los brazos abiertos, atrapándome en un reconfortante abrazo. 

—Princesa, hola. —Erick besó mi mejilla e igualmente me abrazo.

—¡Zaphir! —exclamó Richard con una adorable mueca con los brazos abiertos, lo abracé con cariño y reí por la expresión en su rostro.

—¡Eo! Nuestra persona favorita. —murmuró con alegría Christopher mientras me estrechaba entre sus brazos.

—¿Te decepcioné? —Joel, no sé porque pero no pude controlar mi cuerpo cuando me abalancé en un emocionante abrazo sobre él. Subiendo mis piernas a su cadera, sintiendo sus brazos sostener mi cintura. —Esto es mejor de lo que esperaba. —admitió en mi oído.

Me percaté cuando me bajé de su cuerpo que todos nos observaban, algunos con gracia, otros sorprendidos. Olvidé totalmente que no estábamos solos, podía apostar millones de cosas a que estaba más roja que el logo de Youtube.

—¡No la decepcionamos Chicos! —informó Joel abrazándome, escondí mi rostro en su cuello. 

Los chicos exclamaron con felicidad, ¿Qué estaría pensando Sasha?

—Estábamos super nerviosos por que no sabíamos si te molestarías o algo. —dijo Richard, por el sonido de su voz sabía que se estaba acercando. Sentí sus manos en mis hombros.

Christopher y Erick rieron, pero no supe por que ya que mi ojos estaban  cerrados en el cuello de Joel, olía delicioso. Algo me atrajo hacía atrás, Richard.

—¿Qué pasó? —me preguntó el lindo moreno. 

—Nada, nada. —contesté aún estaba apenada por mi impulsiva acción. 

—Ven aquí. —me abrazó, la diferencia entre su abrazo y el de Joel... Es que este —el de Richard— se sentía más fraternal, y así lo fue hasta que me soltó.

Los chicos nos guiaron fuera del camerino, nos presentaron a su equipo mientras les agradecían la ayuda. Christopher me presentó al hombre que me puso la venda... Renato.

—Ya te conocía sin tu saber de mí. —me informó Renato. —Los chicos no pararon de hablar de una chica común y normal que no los conocía. —sonrió.

—Supongo que yo... No sé como no los conocía, o sea... Si había escuchado sus canciones pero nunca les presté atención realmente, aunque no mal interpretes... Son bastante buenos. 

—Entiendo, tranquila. —me mantuve en silencio, sus gestos me indicaban que seguiría hablando —Joel nos comentó de que cantaron juntos, hay un piano cerca... ¿Nos darían una demostración? —pidió.

—¡Yo tengo un video de eso! —exclamó Sasha detrás de mí.

—Me encantaría verlo. —dijo Renato amablemente. 

Busqué con la mirada a los chicos, la mayoría en sus celulares... Joel me observaba desde la distancia, le sonreí, me devolvió la sonrisa con un guiño y en una seña me indicó que me acercara. Me movilicé hacía él sin pensarlo dos veces. 

—Hey —saludé casual.

—¿Qué tal estuvo? —Preguntó.

—En verdad me gustó mucho... Gracias por hacer feliz a mi hermana. —dije con honestidad.

—De nada, pero... ¿Te hice feliz a tí? —asentí, mariposas, conejos, perros, leones, y unos cuantos elefantes cosquillearon en mi interior. —Entonces estoy feliz.

—Vamos a salir a cenar ahora, ¿irás preciosa? —preguntó Erick colocándose a nuestro lado. 

—¿Le preguntaste a Sasha? 

—Sí, ella quiere ir... ¿Tú también? 

—Sip 

***

Joel, Erick, Christopher, Zabdiel, Richard, Sasha y yo compartíamos mesa en el lujoso Restaurant. Richard era más gracioso de lo que recordaba, Chris no paraba de hablar sobre las fans y Sasha estaba embobada con los cinco. Joel estaba sentado a mi lado, no estábamos particularmente hablando a solas.

—Cuando cantaron Tan Fácil, fue como escucharlo la primera vez... Los amé, los amo. —habló Sasha emocionada.

—Créeme que nosotros a ti también. —afirmó Christopher con un pedazo de pollo en la boca.

—Por Dios Christopher. —rió Zabdiel refiriéndose a la comida en su boca.

—¿No terminarás eso? —señaló mi plato, aún quedaba un poco de papás en el.

—Todo tuyo. —le pasé mi plato.

—¿Cómo no engordas? —preguntó Sasha.

—Efecto Christophersistico. —respondió Chris.

Todos en la mesa reímos, las ocurrencias de estos chicos nunca dejaban de sorprenderme.

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