Capítulo 34

En cuanto estuve abajo las chicas se sorprenden y espantan a la vez corriendo hacia mi.

- Señorita, debe descansar - Dice Úrsula tomándome por los hombros y dándome vuelta para que vuelva arriba.

- Pero... ya he descansado bastante - Dije aguantando la risa.

- Pero aún debe hacerlo, vamos, vamos -

Me reí y caminé de vuelta hacia mi habitación mientras ponía excusas.

- Pero quiero ver la luz del sol -

- Tiene ventanas -

- Pero quiero salir -

- Tiene un balcón, estando en él ya está afuera -

- Pero... -

- Ay, señorita, entienda que queremos que descanse -

- Lo sé pero yo quiero no estar en la parte de arriba de la casa, es muy solitario -

- La acompañaríamos pero tenemos trabajo por hacer - Dice Camila.

- Lo sé... por eso quería estar abajo -

Ellas niegan y me hacen entrar a mi habitación cerrando la puerta tras de mi, yo resoplé y reí entredientes.

Miré a mi alrededor esperando ver algo que me ayuda a matar mi aburrimiento, solo encontré mi teléfono, resoplé y caminé hasta el agarrándolo y yendo hasta el balcón, me senté allí y comencé a mover de un lado para el otro la pantalla de mi celular al no saber que hacer.

Pero luego encontré un juego que lo había olvidado.

- Me sirve... - Dije y entré en aquel juego.

Estuve la tarde completa jugando en el balcón ya que era adictivo, había que admitir, no recuerdo porque lo dejé de jugar, y segundo, porque aún no me dejaban salir de mi habitación. Parecía una niña castigada.

Me trajeron la comida hace unas horas así que no tenía hambre.

Maldije cuando había perdido en el juego y dejé el celular a un lado ya cansada, miré simplemente a la nada pensando. Pero luego suspiré agarrando nuevamente mi celular y viendo mi lista de contactos, llamé a Karla pero no me contestaba, llamé a otra amiga del trabajo pero igual.

Seguro que se estarán quedando hasta más tarde...

¿Habrá sucedido algo en el hospital? ¿Y si necesitan ayuda? ¿Y si alguien... ?

Negué con la cabeza quitándome todos esos pensamientos y suspiré. Karla y los demás están muy bien capacitados como para no dejar morir a alguien.

Estarán bien y los pacientes mejor.

Seguí bajando hasta que vi el número de Hunter y nuevamente sentía esa necesidad de presionar sobre el contacto y llamarlo, pero pensé que igual debería estar de servicio así que...

- ¿Por qué no hay nada que pueda hacer? - Me acosté en el suelo estirando los brazos a los lados y quejándome por el aburrimiento y porque me había dolido el acostarme.

Suspiré mirando el cielo y luego me di vuelta para levantarme, me apoyé por el barandal para hacerlo y luego caminé hasta adentro de la habitación, acostándome en la cama y prendiendo la televisión para fijarme si había algo interesante que ver.

- ¿Huh? - Me detuve en un canal de noticias en donde se mostraba una persecución en tiempo real.

Me senté de golpe y seguid maldiciendo y reprochándome el haberlo hecho, me llevé la mano al hombro y suspiré mientras que veía la persecución que se grababa desde un helicóptero.

Noté que el que estaba con la policía era Hunter, saliendo por la ventana y disparando hacia el auto del criminal...

En ese momento imaginé el que hubiera pasado si yo lo hubiera llamado, claramente no creía que me respondiera, pero me imaginaba la situación si así fuera.

Me reí levemente por imaginarme aquello, Hunter respondiendo mi llamada mientras disparaba y perseguía a aquel criminal y hablando normal, hasta lo imaginaba sonriendo y llamándome "princesa".

Negué levemente y me concentré en la pantalla, Hunter había acertado a una de las ruedas del auto y este se detuvo antes de perder el control, pero el criminal bajó y salió corriendo, aunque Hunter no tardó en hacer lo mismo.

Me sorprendía cada vez más la capacidad física que tenía, pero recordaba que aún no se curaba del todo y me preocupaba.

Hasta que él lo atrapó y lo consiguió desarmar u arrestar, los periodistas halagaban la hazaña de Hunter quien agarra las manos del criminal tras su espalda y esposa sus manos.

Yo sonreí y actuando por impulso y curiosidad, agarré mi celular y lo llamé. Lo vi meter una mano en el bolsillo y sacar su teléfono y contestando.

- ¿Princesa? Que extraño que me llames - Dice y justamente como lo imaginaba, estaba sonriendo.

- ¿No querías que lo hiciera? - Pregunté sonriendo divertida.

Él apoya al criminal contra el capo del auto y lo sujeta aún así.

- ¿Con quién estará hablando nuestro oficial en estos momentos? - Dicen los periodistas - ¿Qué nos dices tú, Jerry? - Cambian de cámara al periodista que estaba en la escena y más cerca.

- Sabes que si eres tú, cualquier cosa me encanta y más si me llamas - Dice.

- ¿Con quién hablará? ¿A caso tiene novia? -

Parecía una celebridad.

- ¿Y bien? ¿Para qué me llamabas? - Pregunta a la vez que le entregaba al criminal a sus compañeros y agarra mejor su celular.

- Nada más para felicitar al oficial Baker por haber atrapado al criminal... pero también recordarle que aún sigue lastimado -

Y también para saber si me contestarías aún en esta situación...

Él sonríe aún más y de forma divertida.

- ¿Lo estás viendo? -

- Pues si - Respondí, él se da vuelta buscando la cámara y al encontrarla sonríe y saluda levemente con la mano.

Yo me reí levemente.

- Está bien... lo dejaré trabajar Oficial... no se rompa otro hueso -

- Tendré cuidado, señorita... aunque..
Si me pasa algo, acudiré a ti - Él se aleja de los periodistas y la multitud que estaban presenciando todo.

- Claro... nos vemos -

- Adiós, princesa -

Yo colgué y vi como él guardaba su celular antes de ir con sus compañeros e irse de la escena.

Si me había respondido... ¿En serio no le importaría el momento en el que lo llamase?

Claramente no lo haría en cualquier momento, si sé que está en algo peligroso no lo haría... aunque esto también era peligroso...

¿Por qué no dejo de actuar por impulso?

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