- Afuera, ahora - Dice cuando estacionamos frente a su casa.

Yo no dije nada, simplemente le hice caso para no hacerlo enojar más, entramos a su casa pero él me agarra el brazo con brusquedad y me lleva arrastras hasta su habitación.

Me lanza a la cama y se queda parado frente a mi agarrándose el puente de la nariz con furia.

- ¿Sabes lo que hiciste? ¿Lo que provocaste? - Dice luego de unos momentos.

- Y..Yo no... - Golpea la pared a su lado asustándome y haciendo que las lágrimas de miedo se acumularan en mi rostro.

- ¡Me hiciste pasar vergüenza! ¡Te dije que dejaras de provocarme pero no me escuchas! - Me encogí en mi lugar - Lo único que haces es moverle el culo a cualquiera para molestarme ¡Eres una ofrecida! -

Yo me levanté de golpe y decidí encararlo.

- ¡Matías, ya basta! ¡Yo no hice nada de eso! ¡Jamás quise... ! -

- No me hables así -

Abrí los ojos de par en par cuando su puño impactó en mi mejilla tirándome al suelo. Me llevé la mano hasta aquella zona, estaba perpleja y paralizada... no podía creerlo...

- Zaira... - Él se arrodilla frente a mi, vi que en sus ojos se comenzaron a acumular las lágrimas - Perdóname... yo no quise... no quise hacerlo... perdón... pero eres consciente de que tú me provocaste ¿No? Yo nunca te hubiera puesto la mano encima si no... en serio lo siento, te amo... perdón -

Él me abraza con fuerza mientras llora, con mis manos temblorosas me refugié en él, aceptando su abrazo.

Él seguía disculpándose y repitiendo que me amaba y que esto no volvería a ocurrir... y yo... decidí creer en él...

***

***

Me había quedado en su casa el resto del día, él salió y al volver me trajo un ramo de flores como disculpa por el mal rato, yo ya estaba más calmada, me había puesto una bolsa con hielo en el golpe y la inflamación había disminuido.

- Te amo, Zaira... - Dice besando mi frente y abrazándome mientras veíamos una película en su habitación, yo no dije nada pero él hace que lo mire y besa mis labios con ternura.

Yo me aferré a él, necesitaba algo bueno... necesitaba saber que si estaríamos bien... que aquello solo sería un mal sueño nada más... quiero aferrarme a esa idea...

Por favor... que solo haya sido una pesadilla...

- Te prometo ser mejor... pero no te apartes de mi lado... te necesito... -

Asentí un par de veces y me acosté bastante acurrucada contra él, quería sentir calidez, pero se sentía frío...

Busqué desesperada aquella calidez reconfortante en mis recuerdos pero solo conseguía frialdad... ¿Por qué? ¿Por qué no puedo tener calidez...?

Matías nos cubre con la manta y y me abraza antes de acostarnos mejos y apagar la luz de su lámpara en la mesita de noche. Suspiré resignada, por más que intentara y buscara, no lo conseguía.

No conseguía encontrar esa calidez que... apenas recordaba... maldecía mentalmente por ello pero quería conformarme con esto, ya que... con que él me abrace ya es suficiente.