Capítulo 12
Abrí los ojos rápidamente creyendo que lo que sucedió ayer fue solo una pesadilla, pero las paredes del hospital, el sonido del electrocardiograma y el brazo en mi cintura me hicieron notar que obviamente no fue un sueño.
Por reaccionar con que tenía el brazo de Hunter en mi cintura me moví rápido pero cayéndomd de la camilla, me sostuve la cabeza y solté algunos quejidos.
— ¿Estás bien? — Escuché y me quedé paralizada y con los ojos bien abiertos un momento pero luego ya estaba de pie.
— ¡Si! — Me aclaré la garganta — Digo, si... solo... bueno... yo... tengo que irme —
Salí casi corriendo y cerrando la puerta tras de mi pero recargándome contra esta y suspirando, aunque escuché su risa al otro lado y entrecerré los ojos, pero me levanté.
En ese instante, Karla aparece mirando por todos lados y luego me encuentra y corre hasta mi.
— ¡Dios! Me enteré de lo que pasó ¿Estás bien? ¿No te hizo nada? Mejoraré la seguridad ahora mismo —
— Gracias Karla... estoy bien... pero estoy de acuerdo con eso de mejorar la seguridad — Dije.
Ella me abraza efusivamente y suspirando, pero nosotras regresamos a nuestro trabajo en cuanto nos llamaron para ello.
***
***
Suspiré cansada ya que hubo mucho trabajo aquí pero al fin, mi día había terminado, dejé todo y fui a cambiarme para luego salir.
— Zaira — Escuché que me llamaban y al darme vuelta vi a Matías caminando hacia mi.
— Hey, Matías — Sonreí.
— Supe lo que pasó ¿Te encuentras bien? ¿No estás herida? — Pregunta mirándome.
— Estoy bien, tranquilo — Dije.
— Si lo hubiera sabido antes, hubiera llegado aquí cuando me enteré —
Me era tierno que se preocupara por mi así, se sentía bien saber que varias personas están pendientes de tu bienestar.
— Ya, no importa, estoy bien, ya pasó — Dije apoyando mi mano en su hombro.
Él suspira aliviado y asiente.
— Oye... ¿Te gustaría ir a comer? — Pregunta.
— Claro, me encantaría — Dije.
Él sonríe y ambos fuimos hasta su auto y nos subimos, él arrancó y seguido llegamos a un restaurantes casual, mejor.
— Oye... ¿Y tú no tienes días libres o algo? — Pregunta mientras esperábamos la comida.
— Pues si, pero no los uso casi, prefiero usar mi tiempo salvando a alguien que haciendo nada — Dije.
— Ya veo, tienes un buen corazón — Sonríe de nuevo.
Yo le regresé la sonrisa y en ese momento nos traen la comida, nosotros comíamos tranquilos o hablando y al terminar él me fue a llevar a mi casa.
— Gracias por invitarme, me sirvió para distraerme — Dije.
— No fue nada, cuando quieras podemos ir a algún lado ¿Te parece? —
Asentí.
— Si, está bien, nos vemos —
— Nos vemos, Zaira —
Abrí la puerta y al salir la cerré tras de mi, pasé las rejas de mi casa y me despedí nuevamente con la mano y él igual, sonreí y entré en casa, suspiré cansada y fui directo a mi habitación tirándome en mi cama cansada.
Me dolían los pies por caminar tanto y mis manos pesaban, creo que una ducha me relajará y destensará los músculos.
Si... mejor me iré a duchar.
Agarré mis cosas y entré en el baño, llené la bañera de agua tibia mientras me quitaba la ropa y luego me metí en la bañera resoplando del alivio.
Me quedé buen tiempo así hasta que recordé la mañana de este día y mi cintura comenzó a hormiguear al recordar el tacto de Hunter sobre ella...
Me abracé a mi misma maldiciendo y queriendo que mi cuerpo dejara de reaccionar de esa forma, pero mi mente me jugó una mala pasada y comenzó a recordar... hasta tal punto que me hizo imaginarme como si estuviera aquí ahora mismo...
Hunter... su cabello y barba mojados... su piel desnuda... ese tatuaje que le favorecía...
¡Basta! En vez de recordar eso... mejor no recuerdes nada...
¿Saben esos momentos cuando no quieren pensar en algo pero como que su cerebro dice "¡Tu a mi no me mandas!" Y hace exactamente lo contrario...? Bueno... estoy pasando por ese momento, justamente ahora.
Abrí los ojos de par en par y me hundí hasta la nariz en el agua mientras me sonrojaba y gruñía, abrazándome a mi misma por recordar los roces de Hunter... cuando con solo su voz conseguía que algo se encendiera dentro de mi, de todas las maneras...
Pensar en eso me hacía volver a creerme una adolescente inmadura que no sabe controlarse.
Y menos ahora ya que con solo recordar... me había excitado... gruñí nuevamente y cerré los ojos con fuerza.
— Agh... maldito pero sexy Hunter... seguro me has hecho un amarre o algo porque no puedo explicar esto — Murmuré para mis adentros.
Apreté las piernas al sentirme incomoda en aquella zona y con mis pezones endurecidos.
Hacia tiempo no lo hacía yo sola... suspiré y me llevé una mano al pecho comenzando a pellizcar mi pezón mientras la otra mano se dirigía a mi intimidad.
Nada más presionar levemente sentía una corriente erizar todo mi cuerpo y solté un jadeo. Resoplé y comencé a acariciarme, movía mis dedos en círculos sobre aquel punto exterior y luego comencó a meter dos dedos que me sacaron un gemido.
Jadeaba y sentía mis piernas temblando, mis dedos se contarían y me arqueaba cada tanto, suspiraba y gemía pero abrí los ojos y en lo único que apareció en mi mente fue el rostro de Hunter, y como si él me acariciara y guiara mis movimientos, me moví más rápido y haciendo más presión.
Sentía aquella sensación en mi estómago y unos segundos después me había corrido a la par que soltaba un gemido más sonoro que los anteriores.
Suspiré cansada pero a la vez me reproché por esto y me limpié, salí del baño y me cambié antes de acostarme a dormir.
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