–¡Ya verás impostor!– Exclamó Sapphire de forma salvaje entrando a la habitación, pero no había nadie.

–¡Sapphire detente!– Dijo Ruby alcanzándola para evitar problemas más grandes.

–¿Para qué si ya no está?– Preguntó Sapphire analizando la habitación completamente.

–¿Cómo que ya no está?– Preguntó Crystal entrando para comprobarlo por sí misma.

–La ventana está abierta.– Señaló Platinum.– Está claro que huyó.

–Bien pensado señorita.– Sonrieron orgullosamente Diamond y Pearl.

–En ese caso, hay que seguirlo.– Sugirió Blue a punto de tomar una Pokeball.

Pero antes de que realizaran cualquier acción, Crystal ya había salido por la ventana con ayuda de Tupeon, su Xatu. A lo lejos se divisaba Gold, montado en Togetaro. Crystal volteó y vio que sus amigos la seguían volando en sus respectivos Pokémon, así que decidió acelerar.

–¡Gold!– Gritó Crystal alcanzándolo.– ¿Qué te está pasando?

–Crystal...– Murmuró Gold sin mirarla a los ojos.– Lo siento.

–¿Qué cosa?– Preguntó Crystal confundida.

–Tu...Tu me gustas.– Respondió Gold entregándole una dulce y sincera mirada que reflejaba sus sentimientos.

Mientras tanto, el resto del grupo ideaba un plan para revelar al impostor. Pensaban atacarlo por sorpresa y luego atraparlo con la seda de Kitty, el Butterfree de Yellow. Todo había sido ideado en medio de una persecución aérea, por lo tanto la idea tenía todo su derecho de ser descabellada.

Después de una pausa, Crystal decidió responder a lo anteriormente dicho por Gold.

–Gold...- Suspiró Crystal.– Debo decir que en un principio, me encantó tu cambio de personalidad. Estás tan atento, considerado, algo que nunca hubiese hecho el verdadero Gold.

–¿Dices que no soy yo?– Preguntó Gold apenado.

–No, yo sé que tu eres tu, pero... es tu Esencia la que no te acompaña y yo...– Explicó Crystal algo atrapada en su explicación.– Extraño esa vieja esencia.

–Entiendo.– Asintió Gold.– Pero...

–¿Pero qué? ¿No quieres volver a ser el mismo chico arrogante y pervertido de antes?– Preguntó Crystal soltando una pequeña risa al final.

–No sé como hacerlo.– Respondió Gold bajando la mirada decepcionado.

–¿Entonces como hiciste el cambio?– Preguntó Crystal.

–No lo sé, fue cuándo iba cayendo en el monte Plateado. Solo pensé en ti, y como debería tratarte.–Respondió Gold.– Pero creo fallé, además no recuerdo como era antes.

–Al contrario, me permitiste darme cuenta de algo.– Negó Crystal sonriente.

–¿Qué cosa?– Preguntó Gold extrañado.

–Que tú también me gustas, pero con tu esencia original.– Respondió Crystal con sinceridad.

Inconscientemente, los dos cerraron sus ojos, mientras los Pokémon se encargaban del resto, es decir acercarlos de tal manera que pudieran darse el beso que tanto ansiaban el uno del otro.

Sin embargo, el resto malinterpretó la acción, aún llevados por la idea de que se trataba de un impostor, decidieron actuar rápidamente por el bienestar de Crystal.

Silver esta hecho fuego al ver que un tipo cualquiera besaría a su mejor amiga. Tal vez tenía sentimientos hacia ella. Tal vez pensaba que era realmente Gold y estaba celoso de él. Nadie lo sabía...

–¡Al ataque!– Gritó Silver volando más rápido.