Capítulo 7 (+18)

Apenas estaba amaneciendo y la peli rosa estaba usando una ropa que no era de la academia, su mirada era seria y estaba decidida a lo siguiente que iba a hacer.

Louise: *Hace una llamada* Buenos días Takao-san.

Takao: Oh, Louise-san ¿Qué pasa?

Louise: Este día no iré.

Takao: ¿Pasa algo malo?

Louise: Sólo quisiera estar con Kenichi un día antes de que regrese a las clases.

Takao: Mmmm...bueno, lo pasaré por alto, pero no te malacostumbres, disfruten su día, hasta luego.

Louise: Gracias, hasta luego. – cuelga la llamada y se dirige a sacar algo de medicinas, mostrando unas pastillas relajantes. – Sólo necesito media pastilla. – parte la pastilla y sale de su departamento.

Mientras tanto, con el Uzumaki, apenas estaba despertando y procede a arreglar su cama, aunque se sentía algo adormilado.

Kenichi: *Bostezando* Eso me pasa por quedarme hasta tan tarde jugando videojuegos. – procede a darse una ducha para estar con algo de energías y tras unos minutos ya está en la cocina.

El Uzumaki ya no sentía dolor, aunque un poco de incomodidad si se sobre esfuerza, así que procede a hacer algo ligero, cuando en eso, la peli rosa aparece detrás de él y le muerde el cuello.

Kenichi: ¡Auch! – voltea y ve que ella le daba una sonrisa.

Louise: Buenos días querido.

Kenichi: Buenos días, no te escuché llegar. – Ella da una risilla.

Louise: Quería darte una sorpresa.

Kenichi: Vale, sí que me sorprendiste. – en eso nota que ella estaba usando un abrigo largo. - ¿Y esa ropa?

Louise: Lo sabrás en un rato más. – trataba de no sonrojarse ni lanzarse a besarlo, todavía no. - ¿Qué tal si desayunamos primero?

Kenichi: Claro. – ella procede a preparar la mesa y el Uzumaki dejaba los platos, pero lo que él no vio es que Louise colocó ese trozo de pastilla relajante en el contenido de la taza del Uzumaki, aunque también un sobre.

Kenichi: ¿Y qué te parece?

Louise: Está delicioso, tú no te quedas atrás con tu habilidad culinaria.

Kenichi: Je, aunque para ser sinceros, tu comida es más deliciosa. – eso sonrojó a la peli rosa.

Louise: ¿L-lo dices en serio?

Kenichi: Claro. – le da una cálida sonrisa y la peli rosa estaba haciendo un esfuerzo, quería besarlo pero aún no era el momento.

Louise: Eso me hace muy feliz. – ambos terminan de desayunar y proceden a lavar los servicios.

Kenichi: Será mejor apresurarnos, las clases no tardarán mucho en empezar y...

Louise: ¿Podemos ir a tu habitación? – su cabello cubre sus ojos, cosa que llama la atención al Uzumaki pero asiente, sin embargo, empezaba a sentirse extraño.

Kenichi: ¿Eh? Me siento algo extraño... - ambos proceden a subir a la habitación, pero por alguna extraña razón, el Uzumaki estaba perdiendo fuerzas.

Una vez que ambos llegan a la habitación, para sorpresa del Uzumaki, Louise pone el seguro a la puerta.

Kenichi: ¿Louise? ¿Qué sucede? – Pero el cabello cubría los ojos de la peli rosa, lo que no notó es que ella tenía una sonrisa algo siniestra.

Louise: ....

ALERTA DE LEMON

Kenichi: ¿Lou...? – ella lo calla con un beso mientras sus brazos rodeaban su cuello, tomándolo por la guardia baja.

Louise: Te amo... - mientras lo besaba, se dirigían a la cama.

Kenichi: Espera Louise... - sentía que la fuerza en sus brazos se le iba pero se sorprende al ver la mirada de la peli rosa.

Louise: No voy a esperar más, quiero hacer esto, quiero que tú y yo seamos uno. – nuevamente besa al pelirrojo mientras lo arroja a la cama.

Kenichi: Pero ¿Qué hay de las clases?

Louise: Mañana ya volveremos juntos, pero el día de hoy, quiero pasar todo el día contigo. - se sienta en la entrepierna del Uzumaki y nuevamente empieza a rozar mientras lo besaba. – Y no aceptaré un no como respuesta.

Kenichi: Espe... - ella le muerde el cuello, dándole una sensación electrizante y su cuerpo perdiera fuerzas. – Ahh....

Louise: Fufufu, me encanta esa reacción. – Sigue besándolo mientras estimulaba su entrepierna y seguía besándolo. – Ahora sí, sin interrupciones, tú eres mío y sólo mío y esto marcará nuestra unión.

El Uzumaki no podía reaccionar, sentía su cuerpo debilitarse cada vez que Louise besaba su cuello, era un punto vulnerable, algo que ni Rei no lo encontró debido a su "Aventura".

Kenichi: Espera Louise...

Louise: No quiero... - mira a los ojos de nuevo. – Quiero que sepas lo mucho que te amo dándote mi primera vez.

Ella empieza a quitarle el polo y a besar su cuello nuevamente, en estos momentos, el Uzumaki sólo era una presa y Louise la depredadora. La peli rosa seguía besando el cuello del Uzumaki, haciendo que la corriente sea más recurrente, aunque la chica también se quitaba el abrigo, mostrando un bustier de color negro.

Louise: ¿Te gusta lo que ves? – le da una sonrisa llena de lujuria.

Kenichi: Bueno...te ves hermosa. – dijo con sinceridad pero al mismo tiempo con un toque de timidez, cosa que él no mostraba, por lo que Louise muestra sus pechos desnudos.

Louise: Así te ves tan tierno mi lindo Kenichi. – ella toma la mano del su novio y la coloca en su pecho, exactamente en su corazón. - ¿Lo sientes? Mi corazón late a mil por ti.

Kenichi: ¿De verdad quieres hacerlo?

Louise: No quiero dar marcha atrás, quiero que seamos uno. – ella procede a bajar los pantalones de su novio y acariciaba su entrepierna. – Fufufufu, por lo visto, tu amiguito está animado. – se relame los lamios mientras le quitaba su ropa interior.

En los días que su novio estaba herido ella se había llevado una prenda y pocas veces, ella estuvo tocándose, imaginando a su tomate, ahora ya estaba recuperado y no iba a perder la oportunidad. Con su mano, empezó a acariciarlo, pero eso le dio una reacción electrizante al Uzumaki ya que las manos de su novia eran muy suaves y empezaba a mover de arriba hacia abajo.

Louise: ¿Se siente bien? – el Uzumaki sólo jadeaba y asentía, por lo que ella sonríe y besa la punta del miembro.

Kenichi: Maldición, esas sensaciones electrizantes me dejan sin fuerzas. – ve que empezaba a lamer la punta, el chico empezaba a sentir el placer, a pesar de que no podía moverse, así que optó por dejarse llevar.

Así pasaron algunos minutos hasta que el pelirrojo con puntas negras siente que los labios de su novia empezaban a devorar su miembro, haciendo que sienta algo de dolor.

Kenichi: Tch...Louise...eso...duele... - veía que ella seguía bajando y atrapando su virilidad. El pelirrojo trató de detenerla pero ella inmediatamente retira su boca y con su mano lo detiene.

Louise: Shhhh...tú solo disfruta mi lindo Kenichi. – nuevamente devora la virilidad de su novio y con su lengua, le daba vueltas, el Uzumaki sólo apretaba las sábanas. – Menos mal que lo tomó, eso lo puso más sensible y no me arrepiento, ver esa expresión me encanta.

Poco a poco aumentaba el ritmo y el Uzumaki sólo apretaba los dientes y cerraba los ojos debido al placer que sentía, el dolor había disminuido un poco y el placer aumentaba, pero sentía que en poco iba a alcanzar el climax.

Kenichi: Louise...ya no puedo más...voy a... - ella sólo aumenta la intensidad y el Uzumaki llega a su límite pero Louise sólo termina por tragar los fluidos, aunque se atoró un poco mientas que el Uzumaki jadeaba.

Louise: Fufufu, está delicioso. – le dirige una mirada llena de lujuria mientras terminaba de lamer lo que le quedaba en los labios mientras que el pelirrojo sólo jadeaba, si bien admitía que en el fondo se sintió bien, le extrañaba que su cuerpo estuviera sensible, ella procede a retirarse su ropa interior mientras se sentaba en la entre pierna y nuevamente empezaba a intercambiar roces. – Ah...está caliente...siento... que me derrito en cualquier momento.

Así estuvo rozando la intimidad de su novio hasta que empezaba a acomodarlo en su intimidad.

Louise: Finalmente...- procede a introducirlo en su intimidad, causando dolor en ambos. - ¡Ahhhh! – aprieta con fuerza los hombros de su novio mientras seguía bajando sus caderas. - ¡AHHHHH!

Ella termina introduciendo todo el miembro de su novio y un hilo de sangre salía de ella, a la vez que le salía sangre por el dolor que sentía.

Kenichi: ¡Louise! – hacía un esfuerzo de levantarse y retirar su miembro, pero ella lo detiene.

Louise: ¡No! ¡No lo saques, yo estoy bien! -respiraba de forma pesada mientras el dolor empezaba a disiparse.

Kenichi: Pero...- ella coloca un dedo en sus labios y ve que ella lo miraba con una sonrisa.

Louise: No te preocupes, sólo es que mi himen se rompió...además, te dije que estoy decidida a ser una contigo. – se limpiaba las lágrimas mientras le daba un abrazo.

Ella acariciaba su cabello y trataba de mantener contacto visual con su novio, hasta que unos minutos pasaron y el dolor desapareció, Louise no perdió el tiempo y empezó a mover sus caderas de arriba hacia abajo haciendo ella empiece a dar tiernos gemidos.

Louise: Ahh... se siente bien... - se levantaba y agachaba mientras miraba con perversión a su novio. - ¿Tú que dices mi querido Kenichi? ¿No se siente? Ahhhhhh.... ¿Bien?

Kenichi sólo apretaba los dientes debido al placer y dolor que sentía, el interior era apretado pero ella seguía subiendo y bajando, dado que no respondía, Louise le muerde el cuello mientras seguía con su movimiento de caderas.

Louise: Qué bien se siente.../ ¡AHHHH, QUÉ RICO!

El tiempo pasaba y ella aumentaba el ritmo de sus caderas, cuando en eso la peli rosa siente que el miembro de su chico empezaba a hincharse, entendiendo que estaba a punto de llegar otra vez.

Kenichi: ¡AHHH, LOUISE...YO ...ESTOY A PUNTO DE...!

Louise: ¡YO TAMBIÉN...HAGÁMOSLO JUNTOS, QUIERO QUE AMBOS ACABEMOS...! – aumentaba la velocidad de sus caderas mientras que el Uzumaki tomaba con fuerza las caderas de su novia, hasta que siente que alcanza su límite. - ¡KYAAAAAAAAH...ME VENGOOOOOOOOOOOOOOOO!

La peli rosa sentía que la carga de su novio llenaba su vientre, incluso parecía que se infló un poco, y cae rendida en el pecho de su novio, que se quedó inconsciente, ella sólo sonríe y le da un último beso además de dejarle un chupetón en su cuello.

Louise: Qué bien se sintió. Mi deseo se hizo realidad y ahora eres completamente mío. – siente los líquidos en su vientre y sonríe. – Ya quiero que pronto vengan nuestros hijos. Fufufufu. Te amo mi lindo Kenichi.

Mismo día, 1 de la tarde.

El Uzumaki recién abría los ojos y estaba confundido, sus fuerzas volvían además que ya no tenía nada de sueño.

Kenichi: ¿Qué me pasó? – Estaba confundido. – Qué sueño tan raro tuve. – Pero al momento de mirar las sábanas que estaban con fluido y sangre. – Espera ¿Todo fue real? – de pronto siente un olor muy agradable, llamándole la curiosidad. - ¿Louise?

El Uzumaki se levantó de su cama y se dirige a la cocina, viendo a Louise vestida con el bustier negro y estaba tarareando una canción, cuando ella nota la llegada de su novio.

Louise: Oh, finalmente despertaste mi lindo Kenichi. – le da una sonrisa .

Kenichi: Louise. – ella salta a abrazarlo.

Louise: Fue un momento maravilloso. Aunque me dejaste completamente llena. – el pelirrojo sólo se sonroja y se rasca la mejilla.

Kenichi: L-lo siento. – ella sólo niega con la cabeza y lo besa.

Louise: No te disculpes, esto es algo que yo quería y realmente me hizo feliz que nos hiciéramos uno. – El Uzumaki le da una sonrisa. – Ahora prepárate que luego de almorzar iremos a dar un paseo.

Kenichi: Mmmm bueno. – dijo algo confundido mientras preparaba la mesa.

Louise: ¡Será mejor aprovechar hasta el último minuto, luego de eso, me haré cargo de un par de molestias! – pensaba con una mirada vacía. – Makoto Itou, te juro que tu sufrimiento será peor que el de ese hijo de puta, y Rei Miyamoto, lo mismo será para ti, maldita zorra, heriste el corazón de MI tomate y lo pagarás con tu sangre!

//////////////////////////////////////////////////////

Después de almorzar, la pareja iba al centro comercial, para fortuna suya, no estaba lejos de casa, además que la peli rosa se había cambiado de ropa por una más casual.

Kenichi: Está bien que quieras salir, pero no vayas tan rápido.

Louise: Oh lo siento, me había olvidado de tu tobillo. – baja la cabeza avergonzada, pero él le acaricia la cabeza.

Kenichi: Descuida, lo importante es que ya llegamos. – ambos proceden a ir a comprar algunas cosas como ropa, ella estaba feliz y le pedía la opinión de su novio, hasta incluso para la lencería, algo que le dejaba sonrojado al Uzumaki, pero a Louise le parecía adorable.

Luego, él la lleva a la joyería a comprarle un colgante, cosa que la enamoró más y quería lanzarse a besarlo, aunque tuvo que resistir ya que terminarían haciendo el sin respeto. Louise estaba completamente feliz ya que el colgante era de pareja, uno era de una cerradura y el otro de la llave.

Después comieron un helado compartido, la peli rosa no dejaba de alimentarlo y quería lo mismo, cosa que el pelirrojo aceptó con gusto, luego fueron a los arcades, allí se divirtieron a mas no poder, el hockey de mesa, encestar, hasta la garra, consiguiéndole un peluche, cosa que la peli rosa aceptó con un sonrojo.

Y ahora estaban dirigiéndose a una cabina de fotografías, Louise quería llevarse otro recuerdo más.

Louise: Maldición, hay fila.

Kenichi: Al menos podrás arreglarte.

Louise: Tienes razón, cuida mis cosas, no tardo mucho. - el pelirrojo asiente y se queda a la espera.

Kenichi: Je, debo admitir que se ve tierna, aunque... - Recordando lo de la mañana. – ¿Por qué mi cuerpo estaba más pesado de lo que recuerdo? Ni bien me besó el cuello o en mis puntos débiles me daba una sensación electrizante, pero no tan fuerte. – en eso nota que alguien estaba en una columna con un celular a la mano, vestía un uniforme de mayordomo, pero se fue por otra ruta. – Qué extraño, creí que me estaba observando. – sólo levanta los hombros y sigue esperando.

Louise: Ya estoy aquí, lamento la tardanza amor. – dijo con una sonrisa y con su cabello arreglado.

Kenichi: Te ves hermosa. – ella se sonroja y desvía la mirada.

Louise: Eso me hace feliz. – ocultaba su rubor pero el Uzumaki sólo da una sonrisa. - ¿Entramos?

Kenichi: Claro. – ambos ingresan a la cabina y la peli rosa estaba configurando el tipo de toma mientras que el pelirrojo se acomodaba su ropa y un poco su cabello.

Louise: Listo, serán muchas fotos. – ella se acerca y rodea sus brazos, haciendo que se de la primera toma, luego ella lo besa y segunda foto lista, la tercera, el Uzumaki la carga sorpresivamente. – ¡Es-Espera!

Kenichi: Nop, no lo haré. – y la siguiente fotografía es tomada, ella sólo sonríe y ahí va la 4° fotografía, para terminar con un beso apasionado.

Luego de ese momento de pareja, ambos estaban sentados en frente a una pileta mientras que Louise miraba el último regalo que le dio su novio, una pequeña casa.

Louise: Está hermoso, gracias.

Kenichi: No hay de qué. – ella sólo colocaba su cabeza en su hombro mientras miraban que el sol ya se ocultaba.

Louise: Me ha encantado mucho esta cita, no lo olvidaré. – le da una mirada tierna.

Kenichi: Me alegra lo mucho que te haya gustado. – ella baja la cabeza debido a la timidez.

Louise: ¿Y te gustó lo de esta mañana? – juega con sus dedos y el Uzumaki estaba sonrojado.

Kenichi: Bu-bueno, no me esperaba que quisieras hacer eso, aunque admito que me gustó.

Louise: ¿Y quisieras... repetirlo? – Kenichi sólo se rascaba la mejilla sonrojado.

Kenichi: Si tú estás de acuer... - ella lo abraza.

Louise: Yo te lo permitiría. – él sólo procede a acariciar su cabeza.

Kenichi: Deberíamos volver a casa. – ella asiente y proceden a salir del centro comercial.

En el trayecto a casa la pareja se topa con Satoshi y Tomoyo.

Satoshi: ¡Hey Kenichi!

Kenichi: Hola Satoshi ¿Qué tal te va?

Satoshi: Bien y ahora entiendo por qué Louise no vino hoy.

Tomoyo: Sí, Takao me lo contó.

Louise: Lo siento. – da una reverencia.

Tomoyo: No te preocupes, sé que son pareja pero aprovechen los fines de semana ¿De acuerdo?

Ambos: ¡Si!

Tomoyo: Bueno, iremos a comprar algunas cosas, nos vemos mañana. – ambos asienten y se separan.

Kenichi: Menudo susto, ella suele ser algo estricta. – ella se sorprende.

Louise: ¿Lo dices en serio? – el Uzumaki asiente.

Kenichi: Para la próxima hay que ir el fin de semana. – ella asiente y proceden a regresar a la casa, sin embargo, el Uzumaki sentía que eran observados nuevamente, por lo que aceleran el paso.

Louise: ¿Pasa algo?

Kenichi: Sólo me gustaría ir a casa y disfrutar nuestros últimos momentos ¿Qué te parece si duermes conmigo?

Louise: ¿Lo dices en serio?

Kenichi: Claro.

Louise: ¡ME HACES FELIZ! ¡TE QUIERO MUCHO! -lo abraza con fuerza.

Kenichi: Yo también te quiero.

Louise: Entonces iré adelantándome, de paso conseguiré mi uniforme. – el pelirrojo asiente y ella se va de ahí a gran velocidad.

Kenichi solamente sonreía con una gota de sudor para luego voltear y notar que no había nadie.

Kenichi: En serio, creo que me da la impresión de que alguien nos estaba observando. – mira a sus alrededores y no había nadie. – Estoy seguro que no era mi imaginación, como sea, al menos Louise ya debe estar camino a casa por lo que mejor voy avanzando. – Se retira de ahí sin notar que en una columna estaba el sujeto con ropa de mayordomo.

Louise finalmente llegó a su departamento y una vez cerró la puerta saltó de alegría.

Louise: ¡KYAAAAAAAAAAAA! ¡NO LO PUEDO CREER! ¡REALMENTE QUIERE DORMIR CONMIGO! – abraza el peluche que su novio le regaló. – Esto es un deseo hecho realidad. – se lanza a la cama, toma su almohada y empieza a rodar. – Cuando nos graduemos nos casaremos y tendremos una familia feliz. – besa la almohada imaginando que era su novio. - Aunque será mejor que me prepare antes de que él llegue.

Prepara su uniforme y pijama mientras que dejaba las fotos que consiguió ese día y las coloca en un cuadro, mientras la que más le gustó lo puso aparte y lo coloca con un corazón y los iniciales de ella y del pelirrojo.

Louise: Eres completamente MÍO Kenichi y así será hasta nuestro último día. – besa la foto y procede a salir del departamento para esperarlo en su casa.

Mientras tanto en un hotel, el sujeto que estaba espiando a la pareja ingresa a una habitación y se pone firme ante alguien.

¿Y bien? – preguntaba la persona que estaba sentada.

Logré encontrar a la señorita, pero no está sola.

¿Quién la acompañaba? – la voz era muy seria.

Esta persona. – dijo mientras dejaba su celular a la vista mostrando a la peli rosa caminar feliz con el pelirrojo.

Así que mi tonta hermana está saliendo con un clase baja, esta niña malcriada, no tiene idea de la vergüenza que nos pondrá al hacer eso. – se expresó con una voz molesta mientras tomaba algo de vino.

¿Órdenes Eleonore-sama? – da una reverencia.

Eleonore: Esa mocosa volverá con la familia, no quiero que se relacione con esta mugre, pero primero, quiero que mañana me traigas a ese clase baja para darle su advertencia.

Como usted ordene. – se retira de ahí mientras que la rubia termina su trago mientras veía la fotografía de la pareja.

//////////////////////////////////////////////

FIN DEL CAPÍTULO

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top