Capítulo 2
Era un nuevo día y nuevamente la alarma despierta a la chica peli rosa, ella, con algo de sueño, desactiva la alarma y procede a levantarse, una vez terminado de ordenar la cama, procede a asearse. El agua temperada cubría su cuerpo, mientras que miraba hacia el techo, estaba recordando parte de su vida.
Flashback.
Se ve a Louise sentada en su habitación, estaba triste puesto que pese a los esfuerzos que daba en los estudios, sus padres no estaban satisfechos, lo peor es que estaban hablando de los planes de ella a sus espaldas.
Louise: ¿Por qué? ...*abraza sus piernas* ¿Por qué no están satisfechos a pesar de lo que me esfuerzo? – las lágrimas no dejaban de salir, hasta que la puerta es abierta, ella solamente mueve los ojos y ve que es su hermana mayor, Cattleya.
Cattleya: Louise. – estaba con una mirada triste, pues ella también se enteró de lo que le iban a hacer a su hermana menor, por lo que se acerca y la abraza, siendo correspondido por la peli rosa menor. – Estoy aquí, desahógate.
Louise sólo libera todo su dolor, derramaba lágrimas sin parar y Cattleya sólo tenía los ojos cerrados mientras no dejaba de abrazarla, estaba enfadada con sus padres, puesto que lo que le iban a hacer a Louise era algo imperdonable.
"Compromiso con alguien de mayor prestigio en la alta sociedad"
En pocas palabras, la iban a usar como moneda de intercambio cosa que no le agradaba nada a Cattleya. Por lo que hará lo posible para sacar a su hermana da este infierno.
Cattleya: Louise, sé que esto es repentino, pero quiero que me escuches...
Fin de Flashback.
Louise sólo termina de ducharse y procede a cambiarse, ese recuerdo la afectó un poco, aún así, ella debía ser fuerte, se lo prometió a su hermana.
Louise: *Termina de acomodar su camisa* Aún tengo tiempo. – Antes de cocinar, se aproxima al balcón y nota que el Uzumaki estaba sacando su ropa. – Son Kenichi, espero conocerte más.
Louise procede a hacer su desayuno, todo lo que aprendió, cómo cocinar, cómo usar las cosas por su propia cuenta, fue su propia hermana Cattleya, una lección de vida que estará por siempre agradecida. Una vez que terminó de comer y dejar todo limpio, procede a retirarse no sin antes ver al Uzumaki terminando recogiendo su maletín, cosa que ella aprovecha para salir, no sin antes ver el retrato de su hermana que la abrazaba cuando ella era niña.
Louise: Nos vemos, querida hermana.
Mientras que el pelirrojo con puntas negras, estaba colocándose la chaqueta y recoge su maletín, dado que ya tenía comida, pudo desayunar sin problemas, ahora ya estaba saliendo de su casa y estaba a punto de irse.
Louise: Buenos días Kenichi.
Kenichi: Oh, buenos días Louise-san ¿Cómo te va?
Louise: Muy bien, no me esperaba que te encontrara camino a nuestro centro de estudios.
Kenichi: Al menos podremos hablar en el camino. – ella asiente. - ¿Nos vamos?
Louise: Claro.
Ambos empiezan a caminar, mientras entablaban una leve conversación, Kenichi sólo le comentaba las cosas en donde vivía mientras que la peli rosa hablaba con respecto a su mudanza.
Kenichi: Vaya, así que 3 meses ¿Y qué te ha parecido esta ciudad?
Louise: No he salido mucho, pero hay algunos lugares que me agradan.
Kenichi: Qué bueno. Yo ya voy 2 años viviendo aquí y me agrada.
Louise: ¿Te las has arreglado tú solo? – el Uzumaki asiente. – Vaya, me sorprende que puedas cuidarte.
Kenichi: No me tomes como un niño pequeño. – Louise da una risa.
Louise: Lo siento, pero a decir verdad... me tienes sorprendida. Que te cuides solo. – no podía negarlo, admiraba al pelirrojo por eso.
Kenichi: Oh, me siento halagado. – da una sonrisa, cautivando un poco a la peli rosa, ya que eran como los que les daba su hermana.
Louise: Esa sonrisa... - pero ven que pasan por un puente.
Kenichi: Aunque para ser sinceros, los primeros meses sí me costó arreglármelas por mi cuenta, no es sencillo.
Louise: Sí, comprendo eso, incluso a mí me costó adaptarme.
Kenichi: Eso sí, tenemos algo en común. Oh, ya llegamos.
Louise: ¿Eh? -Había perdido la noción del tiempo, por lo que no se dio cuenta que ya llegaron a la academia.
Kenichi: De tanto hablar, no te diste cuenta que ya habíamos llegado.
Louise: Tienes razón. ¿Vamos? – el Uzumaki asiente y proceden a ingresar.
En el trayecto, Louise nota lo popular que era el pelirrojo ya que varias mujeres lo miraban algo cautivadas.
Louise: Sí que tienes admiradoras.
Kenichi: *rascándose la nuca* Pero no soy tan popular.
Louise: ¿Ah sí? – levanta una ceja mientras que el pelirrojo da un asentamiento.
Kenichi: En sí es porque hablo con Takao, quien es alguien muy popular.
Louise: Oh, entiendo. / Bueno, no es de sorprenderse, incluso en donde estudiaba antes había ese tipo de personas. – ambos ingresan al salón. – Hablamos en la hora del almuerzo.
Kenichi: Está bien. – se dirige a su sitio de al fondo. – Buenos días chicos.
Satoshi: ¿Qué tal amigo? – choca puño con el Uzumaki y se ponen a hablar de cosas triviales, hasta que llega el siguiente profesor.
Ya en la hora del almuerzo, Louise quería acercarse al Uzumaki, pero había salido.
Minutos después, el Uzumaki estaba caminando hacia la cafetería cuando se cruza con Louise.
Louise: Por fin te encuentro ¿Irás a comprar?
Kenichi: No, esta vez traje mi almuerzo.
Louise: ¿Podemos comer juntos entonces?
Kenichi: Claro no hay problema. – ambos se dirigen a una zona apartada y empiezan a comer, conociéndose un poco más.
Louise: ¿Me dejas probar? – el pelirrojo asiente y le da un poco, la peli rosa da un bocado y termina con una reacción tierna. – Está delicioso.
Kenichi: ¿De verdad lo crees?
Louise: Sí, admito que eres un buen cocinero, pero no mejor que yo eso sí. – dijo con los brazos cruzados y una ligera sonrisa mientras que el Uzumaki ríe.
Kenichi: Sí, cuando probé tu comida ayer, me gustó más. – eso hizo que ella lo mire a los ojos.
Louise: A ver, prueba mi comida. – le da un poco y Kenichi procede a comerlo.
Kenichi: Está muy bueno. – ella da una ligera sonrisa y siguen comiendo.
Louise: Me gustaría seguir probando tu comida ¿Puedo?
Kenichi: Desde luego. Este es el inicio de una buena amistad. – ella lo mira por unos segundos.
Louise: ¿L-lo dices en serio? ¿Realmente podemos ser amigos? – Ella estaba algo temerosa, antes había tenido "amigos" pero solamente lo hicieron por conveniencia.
Kenichi: Claro, me gustaría ser tu amigo. – ella sólo tiembla un poco. -Oh ¿Dije algo malo?
Louise: Para nada, sólo que me hace feliz. – le da una sonrisa siendo correspondida por el Uzumaki.
4 semanas después.
La amistad entre el Uzumaki y Louise había mejorado mucho, además que la peli rosa conoció más a los amigos del pelirrojo, aunque pasaba más tiempo con el Uzumaki. Además que ella fue invitada a formar parte del consejo estudiantil, cosa que ella aceptó, si tenía dificultades, Kenichi la ayudaba.
Sin embargo, Louise no le dijo nada a Kenichi de que vivía al lado de su casa, quería que fuera una sorpresa, aunque sí salían de vez en cuando junto con los demás. Ahora, estaban en el comedor de la academia.
Kenichi: ¿Y qué tal te va?
Louise: Bien, formar parte del consejo estudiantil no es tedioso y no interrumpe mis momentos libres. / Así puedo pasar tiempo contigo. – da una sonrisa, mientras que el Uzumaki sacaba su bento, pero no lo encontraba. - ¿Pasa algo?
Kenichi: Es que no encuentro el bento que hice en la mañana, juraría ponerlo... -su mente hace clic. - ¡No puede ser! ¡Lo dejé en casa! – un aura deprimente lo rodea mientras bajaba la cabeza. – En serio, soy despistado.
Louise: Po-podría darte la mitad de mi comida.
Kenichi: ¿No tienes problemas?
Louise: Para nada.
Kenichi: Entonces espera. – se levanta y se va a comprar, llamando la curiosidad de la peli rosada, hasta que lo ve regresar con una bolsa. – Dado que me estás dando la mitad, lo justo es que te invite. – le da un sándwich, ruborizando un poco a Louise.
Louise: Gracias. – recibe ella le da la mitad de su comida al Uzumaki y empiezan a comer. – Ya se acaba la semana.
Kenichi: Sí y menos mal que ya hice los deberes. – toma un poco de jugo, hasta que nota que el celular de Louise suena, pero la peli rosa terminó por colgarlo, aunque notó un leve toque de molestia. - ¿Todo bien?
Louise: Sí, todo está bien. – responde con algo de brusquedad, sorprendiendo al pelirrojo.
Kenichi: Oh, entiendo. – no estaba convencido pero era un asunto privado, decidió no ir a fondo, debía de ser algo muy privado.
Louise: *suspira* Lo siento, es que es algo muy personal, siento hablarte así. – dijo desanimada.
Kenichi: No pasa nada, pero si necesitas conversarlo, ya sabes cuál es mi número. – Ella lo mira directamente a los ojos.
Louise: ¿Lo dices en serio?
Kenichi: Si, puedes contar conmigo. – le da una cálida sonrisa, animando a la peli rosa.
Louise: ¿Entonces podrías ir conmigo al parque una vez salgamos? -. El pelirrojo parpadea un par de veces pero toma un poco de su refresco y responde.
Kenichi: Si, terminando las clases vamos al parque. – ella sonríe y siguen comiendo.
Una vez terminaron, el pelirrojo se va adelantando a la clase pero se topa con Satoshi que tenía una mirada seria.
Kenichi: ¿Qué pasa?
Satoshi: Tengo malas noticias. – lo lleva, dejando confundida a Louise que estaba pasando por ahí.
Kenichi: ¿Qué malas noticias son para que me tengas que jalar? – Satoshi frena y se coloca en una esquina.
Satoshi: Mira con discreción. – el pelirrojo da un suspiro e inclina su cabeza, pero terminó sorprendido y con un toque de enojo.
Kenichi: Así que ella está aquí.
Satoshi: Hablé con Takao y dijo que se ha inscrito hace una hora. ¿Qué piensas hacer?
Kenichi: Yo nada, simplemente seguiré con lo mío, yo no pienso hablar con ella.
Satoshi: Bien dicho campeón, ahora vámonos. – El Uzumaki asiente y proceden a irse a su salón, pero la peli rosa, quien estaba en las escaleras, procede a echar un vistazo, llamándole la curiosidad.
Ya una vez que terminaron las clases, Kenichi estaba saliendo y nota a Louise en la entrada, cargando su maletín.
Kenichi: Lamento la demora.
Louise: Está bien, no importa. ¿Nos vamos? – el pelirrojo asiente y proceden a caminar.
El silencio era algo incómodo, aunque él no notaba que ella lo miraba de reojo. Así estuvieron por unos minutos hasta que finalmente llegaron al parque.
Louise: Esa zona apartada estará bien para conversar. – El Uzumaki asiente y proceden a sentarse en el banco.
Ambos estaban callados, si bien antes hablaban de cosas triviales y las pocas cosas para conocerse pero, ahora, no sabían cómo iniciar, pero Louise sujeta el borde de la falda.
Louise: Es-está hermoso el lugar.
Kenichi: Estoy de acuerdo, el paisaje es hermoso de noche. – la mira con una sonrisa. – Y dime ¿Qué te gustaría conversar?
Louise: Pu-pues, me preguntaste en la tarde el por qué rechacé la llamada, yo reaccioné de una forma violenta.
Kenichi: Oh sí, pero si es algo muy privado, entonces no insistiré con el te...
Louise: Te lo contaré.
Kenichi: ¿Estás segura? No quiero obligarte.
Louise: Dijiste que puedo contar contigo ¿No es así?
Kenichi: Si y no estoy mintiendo.
Louise: De acuerdo. – da un respiro y le muestra su celular, con muchas llamadas de un número en especial.
Kenichi: Wow, como 30 llamadas de ese mismo número.
Louise: Es de mi "padre", si se puede llamar así a esa persona.
Kenichi: ¿Qué te hizo?
Louise: Yo, no tuve una bonita infancia que digamos. ¿Acaso no te suena el apellido Françoise le Blanc de la Valière.
Kenichi: Espera, ¿Creí que Valière era tu apellido solamen...? Un momento...Françoise...acaso...
Louise: Sí, mi nombre completo es Louise Françoise le Blanc de la Valière. – el Uzumaki estaba sorprendido por eso, según leyó en una revista, esa familia es una de las más acaudaladas en Europa y con alto prestigio, pero lo que más le sorprende es que Louise sólo tenía una expresión de enojo.
Kenichi: Recuerdo poco de esa familia, es muy prestigiosa y respetada en Europa.
Louise: Esa es sólo la falsa faceta, ellos están...podridos por dentro, sólo les importa el prestigio y descendientes con alto potencial, en otras palabras, prodigios. – Kenichi no decía nada, sabía que no era todo. - ¿Sabes? Yo no solía ser la más lista de la clase.
Pov. Louise/ Flashback:
https://youtu.be/Iap_o7zpoJ0
Yo soy la tercera hija de esa familia, vivía en una mansión, con muchos sirvientes, yo también tenía ese pensamiento, pero cuando cumplí los 4 años, empezaron mis estudios en casa y eran estrictos. Otros padres, a esa edad, prefieren pasar tiempo con su hijo o hija, divertirse, pero los míos no, un buen padre es capaz de levantarte y animarte si caes, pero los míos...- Recuerda cuando era niña y su madre le da un golpe en la mano con la fusta. – Siempre me golpeaban cuando fallaba, en vez de motivarte...
Karin: Esto está mal, si vuelves a fallar, harás 10 ejercicios más. – dijo con enojo sin importarle las lágrimas que derramaba la peli rosa.
No les importaba que yo tenía 4 años, ellos solo les importaban su propio ego, a diferencia de mis hermanas, yo no fui una prodigio, yo fallaba, fallaba y fallaba...- recuerda cuando tenía 8 años y su padre le da una bofetada y la razón, es que no tuvo buenas calificaciones.
P. de Louise: Esto es inaceptable ¿Te haces llamar mi hija con estas notas? Por Dios.... No quiero imaginarme que dirán nuestras amistades.
Sólo les importaba el "¿Qué dirán los demás?", en vez de "¿Estás bien hija? Puedes contar con tus padres.", hasta la hija mayor era igual que ellos. – recuerda cuando tenía 12 y recibe otra bofetada pero esta vez de su hermana mayor Eleonore.
Eleonore: No puedo creer que falles en algo tan simple, eres sólo una inútil y reniego de ser tu hermana, ahora lárgate antes de que te vuelva a golpear estorbo.
La única que no me trataba así, era mi segunda hermana Cattleya, a diferencia de los demás, ella me dio el afecto que mis padres no me daban, me dio el cariño, el apoyo y me enseñó muchas cosas, tanto para las clases y para valerme por mí misma. – Ahora recuerda las veces que había sido regañada irse a su habitación, pero su hermana Cattleya la abrazaba.
Cattleya: No te preocupes, yo estoy aquí, puedes liberar ese dolor. – la peli rosa menor sólo apretaba el abrazo.
Ella era la única con quien podía contar, ni siquiera con esas personas que decían ser mis "amigos", ya que sólo lo hicieron porque tengo ese apellido, sólo lo hicieron para que sean populares, pero yo me alejé de ellos, no soporto las falsas amistades, hasta terminé golpeando a un compañero en mi última escuela por burlarse de mi confianza, sin embargo, en vez de que mis ..."padres" me defiendan, sólo me insultaron, me regañaron y me castigaron por golpear al chico, ya que era de más alto prestigio. Lo peor es que, ya no me soportaban...y me comprometieron con él. Yo estaba desesperada, me habían usado como moneda de intercambio, pero mi hermana... gracias a ella, pude escapar de ahí.
Cattleya: Vamos, no queda mucho tiempo. – sigue corriendo pero le da una fuerte tos ya que estaba sobre esforzando su cuerpo.
Pero hermana ¿A dónde estamos yendo? Además que no puedes correr tanto con tu estado. – respondió preocupada.
Ella me ayudó a escapar de esa prisión, a pesar de su enfermedad, ella no sólo me dio la libertad, me dio un oportunidad de seguir viviendo y pude escapar con ayuda de una de las señoritas que estimaba mucho a mi hermana Cattleya, ella hasta me dio todos sus ahorros, logrando salir de ahí.
Narración normal/ Fin de flashback.
Louise: 1 semana después supe que mi hermana falleció, sacrificó su felicidad por la mía. Estaba tan dolida que quise volver, pero sabía que si aparecía de nuevo, entonces me llevarían de vuelta. – baja la cabeza, pero mira de reojo al pelirrojo, quien estaba procesando todo lo que le dijo, sentía enojo.
Kenichi: Qué padres tan hijos de puta, sólo les importa el ego y su título que la felicidad de su hija. ¿Qué tanto tuvo que soportar Louise? – sale del shock y cruza miradas con Louise, las palabras que tenía que decirlas, debía hacerlas con cuidado. – Sinceramente, tengo sentimientos encontrados. No me imaginé que hayas pasado por todo eso. – Ve que ella estaba temblando, por lo que decide colocar su mano en el hombro de la peli rosa haciendo que deje de temblar y lo mire a los ojos.
Louise: Kenichi... - él procede a darle un abrazo. – Tú...
Kenichi: Has pasado un oscuro pasado, pero gracias a tu hermana, pudiste salir de ese cruel destino, que me lo cuentes, es porque confías en mí, a pesar de tus dudas, pero yo estaré contigo.
Louise: ¿D-de verdad? – lo mira a los ojos y ve que él le mostraba una cálida sonrisa haciendo que su corazón empiece a latir con fuerza.
Kenichi: Sí, puedes contar conmigo. – Louise no aguanta más y corresponde el abrazo mientras derramaba lágrimas. – Desahógate. - Ella sólo aprieta el abrazo mientras seguía llorando, el Uzumaki sólo le daba palmadas en su espalda y trataba de no llorar, pero, verla así de vulnerable, le dolía. – Ya no estarás sola.
Ella estaba feliz en el fondo, feliz de encontrar a alguien de buen corazón, alguien que estará en buenas y malas y sin que se diera cuenta, un nuevo sentimiento nació en ella.
Fin del capítulo.
Espero les haya gustado y al que no...
https://youtu.be/ht6HidxKYnQ
No olviden dejar su comentario y su estrellita, sin más que decir, hasta la próxima.
Doy gracias a:
Por ayudarme con el cap.
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