Capítulo 10

El ambiente en el almacén abandonado era siniestro, Eleonore nunca se intimidó ante nada, era de la clase alta y miraba con superioridad a los demás, incluso con desprecio, pero esta vez, estaba asustada, no ante delincuentes, no ante acosadores, sino que estaba asustada por su propia hermana y lo peor, su hermana menor.

Louise: Sinceramente, estoy feliz de verte, no después de todo el daño que me hiciste de niña. – camina de un lado a otro. – Recuerda cada golpe, cada insulto, cada mirada de desprecio que me dabas. Cuando me fui de ese infierno, empecé desde cero y conocí a un hombre maravilloso.

La peli rosa recuerda el día que se conocieron y cuando entablaron una amistad.

Louise: Son Kenichi Uzumaki, él fue capaz de comprenderme y quedé profundamente enamorada de él y bueno, nos hicimos pareja. – ella baja la mirada. – Pero no faltaba la gente que quiera joder entre él y yo. ¿Ves a la peli café de allá? – la rubia mira donde Louise señaló y se asustó ya que estaba con el cuello cortado y había perdido mucha sangre. – Ella rompió el corazón de mi amado, engañándolo con una basura, meses atrás y ahora que yo estaba emparejada con mi amado Kenichi, ella vuelve para pedir que regresen, después de haberlo apuñalado con la espalda y por eso está muerta.

Eleonore empezaba a asustarse más pero esto apenas era el inicio.

Louise: También estaba una zorra llamada Otome, ella y su amante Makoto, ellos me acorralaron y casi abusan de mí, pero Kenichi llegó a mi rescate y terminó con un tobillo torcido, aún así él me protegió, por lo que juré castigarlos. Otome fue la primera en caer y no sabes cómo disfruté hacerla sufrir por cortar a mi novio. – miraba el taser que sujetaba. – No sabes cómo disfruté cuando la electrocuté una y otra y otra vez y la segunda persona, es una basura que quiso extorsionarme con acostarme con él a cambio que no les digan a ustedes en donde estoy, pero, la única persona con quien me he entregado es a mi lindo Kenichi.

La rubia la mira incrédula, ¿Realmente era su hermana? Ha matado a tres personas y qué decir con el hecho que ya entregó su pureza a alguien que ella cataloga un clase baja, pero no podía reclamar porque tenía la cinta adhesiva en su boca.

Louise: Sí, él y yo ya somos uno y no necesito de tu bendición ni la de mis padres, yo ya no quería relacionarme con ustedes, pero todo se arruinó cuando vinieron y golpearon a mi Kenichi. – apretaba con fuerza su taser. – ¡ESO MERECE UN CASTIGO! – Le da un puñetazo en la cara a la rubia, dejándola completamente aturdida. – Pero primero... - se acerca al mayordomo y guarda el taser pero toma una llave inglesa y le retira la cinta– Este mayordomo de mierda sufrirá primero.

Eleonore se recuperó del aturdimiento y trataba de soltarse pero ve que Louise le da un golpe en la cara.

¡Buarghhhh! – al botar la sangre de su boca, nota que había 5 dientes, asustando más a Eleonore. - ¡Maldita mocosa!

Louise: ¡Cállate! – le da otro golpe con la llave, haciendo que escupa otros 3 dientes, la peli rosa voltea y ve que su hermana estaba derramando lágrimas. – Tal parece que quieres decir algo. – Se acerca y le quita la cinta.

Eleonore: ¡DETENTE LOUISE! ¿ESTÁS LOCA?

Louise: Sí, estoy loca... y mataré a quien se meta en mi relación con mi lindo Kenichi.

Eleonore: ¿ESE MALDITO CLASE BAJA TE ...? – pero no terminó ya que Louise le da una patada, quitándole el aire.

Louise: ¡NO INSULTES A MI KENICHI MALDITA ZORRA! – Nota que el mayordomo quería soltarse pero Louise le da otro golpe con la llave, dejándolo aturdido y que terminara por caerse. - ¡Estúpido!

Eleonore: Lo-Louise... - miraba con un miedo absoluto a su hermana menor quien le mandaba una mirada asesina.

Louise: Tú no te quedas atrás, tú rompiste una botella en la cabeza de mi novio. – le da otra patada en la cara, haciendo que caiga. – Agradece, porque tú vivirás un tiempo más, pero... - tira la llave y toma un bate que previamente colocó alambre con púas. - ¡Tu mayordomo no tendrá el mismo destino! – levanta el bate y le da en la cabeza al mayordomo.

Eleonore sólo miraba con impotencia y dolor, su mayordomo de confianza estaba recibió otro golpe en la cabeza y estaba horrorizada ya que la zona del impacto había sido hundida.

Louise: ¿Sigues ahí? – El mayordomo balbuceaba. – No estoy segura pero parece que estás intentando hablar. – el mayordomo se levantaba y para horror de la rubia, notó que un ojo estaba a punto de salir. - ¡Pero te acabo de dar un golpe infernal! Te partí el cráneo que se te salió el ojo ¡Y es asqueroso como la basura que eres!

¡Po-po-por fav...or... no la lasti...mes...! – Eleonore sólo derramaba lágrimas al ver tal escena haciendo que Louise pusiera una mueca de pena.

Louise: Ay no... Sé que esto es doloroso, realmente lo siento, te lo digo con sinceridad, pero ... Él lo golpeó y tiró a mi lindo novio en el parque. – mueve su bate y le da un golpe en la cara, derribándolo.

Golpe, tras golpe se escuchaba en el lugar, haciendo que Eleonore derramara más lágrimas, la Louise que conocía ya murió, ahora era alguien que mataría si se metía con aquello que ella ama, Louise da el décimo segundo golpe e hizo que sangre le cayera a la rubia.

Louise: *Recupera el aliento* A ti te irá peor Eleonore, sin embargo, no eres la única que recibirá el castigo. – saca el celular de su hermana. – Hagamos una reunión familiar.

En un aeropuerto de Europa, el padre de Louise, estaba preparándose para ira a Japón a recoger a sus 2 hijas restantes y antes de que ingresara al avión, su celular suena.

¿Lo lograste Eleonore? – decía con seriedad, pero la respuesta haría que se sorprenda.

¿Me buscabas...viejo de mierda? - el padre abre los ojos del shock, era su tercera hija y encima le dijo esa grosería, cosa que lo enojó.

¡Tú mocosa! ¿Tienes de lo que...? – pero fue interrumpido.

Louise: En estos momentos no estoy para escuchar tu sermón viejo de mierda, ahora escucha...... - el padre escucha respiros de dolor, sorprendiéndolo. - Hey hermana ¿Por qué no saludas al viejo? – le retira la cinta para que la rubia pueda hablar.

Eleonore: ¡Padre, ayuda, Louise perdió la ...! - no pudo terminar ya que recibe una fuerte bofetada.

Louise: Dije que saludes, no que digas lo que está pasando.

Padre: ¡Mocosa! ¿SE PUEDE SABER QUÉ MIERDAS ESTÁS HACIENDO?

Louise: ¿Qué hago? Púes pongo a esta zorra en su lugar, por haber lastimado a la persona que me hace feliz, mi hombre, mi alma gemela, mi lindo tomatito. - dijo con frialdad.

Padre: ¡Tú...!

Louise: Si quieres verla, entonces ven a buscarme junto con mamá" oh...casi lo olvido, ni se te ocurra llamar a la policía, antes de irme, me dieron algunas cosas importantes de lo que ustedes hacen a espaldas de la gente y con una simple llamada .... y creo que sabes lo que podría pasar ¿Verdad?

Padre: ¿TE ATREVES A AMENAZAR A TU PROPIO PADRE?

Louise: A mi padre no, sólo a un pedazo de mierda que me hizo la vida un infierno. Y será mejor que no tardes porque de lo contrario....

Padre: ¡Te juro que...!

Louise: ¿Quieres que los publique? - el viejo se calla. - Eso pensé y tengan cuidado con levantar sospechas. – cuelga la llamada. – Bien hermana, muy pronto tendremos una reunión familiar.

Eleonore: ¿ACASO PIENSAS...? – Louise nuevamente pone la cinta.

Louise: No arruines la sorpresa hermanita, ahora a descansar. – le coloca un trapo con cloroformo. – Bueno, ya me deshice de la primera basura. – revisa su ropa que estaba con algo de sangre debido al rematar al mayordomo, terminó salpicándole un poco. – Bueno, es de noche y no es muy transitado, eso me da oportunidad de volver con cuidado.

Ella con cuidado cierra el almacén y se dirige a su casa, con cuidado de que nadie la observara, primero entra a su departamento para dejar su ropa lavando y se lleva su pijama.

Louise ingresa a la casa de su novio y lo ve profundamente dormido.

Louise: Te ves tan adorable. – se cambia la ropa y se acuesta, con cuidado coloca su cabeza en su hombro. – Realmente quiero que estemos así siempre. – Lentamente cierra los ojos y se queda dormida.

A la mañana siguiente, el Uzumaki estaba en la mesa, esperando el desayuno, Louise le dijo que esta vez iba a cocinar, pasaron un par de minutos y ella le entrega su comida.

Kenichi: Gracias por la comida. – procede a dar el primer bocado. – Está delicioso.

Louise: Me alegra. -dijo apenada.

Kenichi: ¿Pasa algo?

Louise: Es que...ellos te lastimaron porque estamos saliendo... cuando me enteré, mi corazón empezó a dolerme. – Empieza a derramar lágrimas. – Eres especial para mí y no sé qué haría si... la cosa empeore. No quiero separarme de ti. - siente unos brazos rodearla. - ¿Kenichi?

Kenichi: Tranquila, yo te quiero y no voy a separarme de ti. – ella sólo dejaba que la abrazara. – Te amo Louise.

Louise: Yo te amo más. – se levanta y lo besa, cosa que es correspondido por el Uzumaki y luego lo abraza, pero no notó que ella sonreía con locura. – ¡AMOR PURO! ¡Ya no puedo esperar el día en que vivamos juntos como esposos!

Kenichi: ¿Mejor? - se separa para verla y ella le dedica una sonrisa cálida.

Louise: Sí, gracias por estar a mi lado. – se limpia las lágrimas y proceden a tomar su desayuno de forma animada.

En la hora de clases, las clases eran algo aburridas y algunos terminaron por dormirse pero Louise estaba girando su bolígrafo y estaba meditando.

Louise: Esto no me gusta, aún si me hago cargo de esa familia de mierda, habrá investigaciones y si me descubren, me alejarían de mi Kenichi...

En la hora del almuerzo, Louise seguía perdida en sus pensamientos, pero fue interrumpida por Kenichi.

Kenichi: ¿Pasa algo? No has comido nada.

Louise: ¿Eh? Ah, todo está bien, no te preocupes. – le dedica una sonrisa y sigue con la comida, pero debido a que estaba algo distraída, termina manchando su mejilla.

Kenichi: Espera descuidada. – con su dedo, le quita la comida que estaba en su mejilla y lo come. – Ahora sí.

Louise: Ba-baka...- baja la cabeza avergonzada mientras sentía su corazón latiendo a mil por hora.

Ya en la hora de salida, la pareja regresaba con tranquilidad a casa, pero el Uzumaki notaba a Louise algo distraída.

Kenichi: Hoy si has estado en las nubes. ¿Hay algo que te preocupa?

Louise: Oh, no pasa nada, sólo estaba recordando el momento que nos hicimos novios.

Kenichi: Je, si, qué momento en la clínica. – la peli rosa asiente. – ¿Y qué harás ahora?

Louise: Haré algunas cosas primero, ya luego voy a tu casa a cenar. ¿Sí?

Kenichi: Bueno, no hay problema. – ella sólo sonríe y lo abraza del cuello.

Louise: Ven aquí. – lo besa con deseo, sorprendiendo al pelirrojo pero corresponde, además que estaban combatiendo lengua con lengua. – Ahí tienes tu recompensa por hacerme feliz en la mañana y esta noche pues... - besa el cuello de su novio. – Habrá algo más.

Kenichi: Cla-claro... - dijo sonrojado y ella sonríe.

Louise: Entonces espérame en casa, yo debo hacer algunas cosas. – el pelirrojo asiente. – Nos vemos amor. - su novio se va por su ruta mientras que Louise se va por otra ruta aunque con una mirada sombría. – Y ahora a darle su castigo a mi hermana.

La peli rosa toma una ruta alterna para poder entrar a su departamento sin que Kenichi la note y se cambia de ropa, además de recoger el celular de Eleonore y procede a llamar de nuevo a su padre biológico.

Ya estoy en el hotel ¿Dónde está Eleonore?

Louise: Primero lo primero ¿No has llamado verdad? - dijo con frialdad.

¡Maldita mocosa...!

Louise: No lo creo, si te pasas de listo, voy a subir las evidencias y adiós a tus años de clase alta. – el viejo se molesta y se calla.

No he llamado a la policía, sólo lo sabe Karin pero igual no ha dicho nada.

Louise: Bien, porque realmente estoy ansiosa de que haya una reunión familiar, más te vale que vayas a un parque cerca del hotel y sólo con mamá, si alguien más te acompaña, no dudaré en subirlo.

¡Está bien, iremos en treinta minutos y no avisaremos a nadie! – dijo frustrado ya que estaba en jaque y la peli rosa cuelga.

Louise: Bien ahí va y aún no se me ocurre qué hacer después...­- En eso su mente hace clic. - ¡Qué buena idea, no pensé que ese violador de mierda me serviría para esto! Pero ahora debo planear nuestra huida. -. Mira una foto de su novio donde sostenía una flor que ella le pidió. – Lo siento mi lindo Kenichi, pero tenemos que irnos a un lugar donde nadie nos separe, pero lo hago por amor, por nuestra futura vida juntos.

Louise se dirige hacia el punto de encuentro, usando la misma ropa que usó cuando se encontró con Eleonore y tenía un pañuelo con cloroformo, hasta que nota otro auto llegar, saliendo tanto su padre como su madre.

¡Tú mocosa, tienes mucho que explicar! – exclamaba enojada mientras se acercaba a darle una bofetada, pero Louise logra atrapar su brazo.

Louise: Te me calmas Karin porque yo no estoy de humor. – dijo con frialdad, intimidando a su propia madre.

Así que te has convertido en toda una rebelde. ¿Dónde quedaron esos principios que te enseñamos en casa? – sonaba intimidante pero Louise ni se inmutaba.

Louise: ¿Ustedes me enseñaron algo? Porque lo único que me acuerdo son los maltratos, insultos y golpes que me dieron porque no era la destacada. – la mirada que trasmitía daba mucho miedo, haciendo que ambos retrocedan. – Siempre la misma mierda, ustedes eran tan perfeccionistas que si no tenía una nota aprobatoria.

Karin: Lo hacíamos por tu bien y...

Louise: ¿Por mi bien? ¡A ustedes sólo les importa la perfección, si fallan siempre dicen "¿Qué dirán nuestras amistades?"! ¡A ustedes les importan sólo la fama, su jodido orgullo! ¿Y les digo algo? ¡Pueden meter su orgullo por donde no se les entre el sol!

¡MOCOSA INSOLENTE! ¡DEBES APRENDER TU LUGAR! ¡NOSOTROS TE DIMOS CARIÑO, TE DIMOS EDUCACIÓN, TE DIMOS AMOR! – grave error, Louise aprieta los puños de la ira y encara a su padre biológico.

Louise: ¿Amor? ¡¿Amor?! ¿AMOR? – empuja con fuerza a su padre, haciéndolo caer. - ¿CUÁNDO FUE LA VEZ QUE ME DIERON UN ABRAZO SI ME LASTIMABA? ¿CUÁNDO ME DIERON UN BESO DE BUENAS NOCHES? ¿CUÁNDO ME DIERON PALABRAS DE APOYO? ¿CUÁNDO SE PREOCUPARON REALMENTE POR MI? – las lágrimas salían. – Siempre estuve en las sombras, estuve sola y mi hermana Cattleya se sacrificó por mí, ella fue la única que me dio cariño, me dio amor. – miraba el cielo. – Me escapé de ese infierno, estaba sola pero encontré al amor de mi vida y será el futuro padre de mis hijos. – eso impactó a sus padres. – Sin embargo, su maldita hija Eleonore, tuvo la osadía de golpearlo.

Karin: ¡Pero él es un clase baja! ¡Tú debes...! – Louise no aguanta más y le da un puñetazo en el estómago, quitándole el aire.

Louise: ¡ESE CLASE BAJA ES MI FUTURO ESPOSO Y NO PERMITIRÉ QUE NADIE ME LO ARRUINE! ... Y mataré a quien se meta en mi relación con Kenichi y no me importa si es mi intento de hermana o ustedes, es por esa razón que los llamé, para cortar estos lazos de una vez por todas. – procede a acercarse de forma lenta, asustando a Karin pero el padre estaba furioso y se acerca, subestimando a la peli rosa y ese fue su segundo grave error.

¡Estúpida mocosa! ¡TE ESPERA UN LARGO CASTIGO CUANDO VUELVAS A CASA! – trata de golpearla pero Louise lo esquiva y saca de su bolsillo el pañuelo de cloroformo, la peli rosa le da una patada en la rodilla, haciéndolo caer y le coloca con fuerza el pañuelo en la nariz, el padre trató de no inhalarlo pero Louise le da un codazo en la cabeza, dejándolo vulnerable y queda inconsciente después de unos segundos.

Louise: Y ahora sigues tú. – Karin, llena de miedo trata de correr, pero Louise saca la llave inglesa de su otro bolsillo y lo arroja al los pies, dándole un fuerte golpe y haciendo que caiga.

Karin estaba horrorizada y adolorida de lo que pasaba, empezó a arrastrarse y justo antes de que iba a pedir ayuda, Louise le pisa la cabeza.

Louise: Tú no dirás ni harás nada maldita bruja. – Karin se arrastraba con la esperanza de alcanzar el auto pero Louise la sujeta de los cabellos y la estrella contra el suelo, el golpe fue tan fuerte, dejándola inconsciente. – Su maldita existencia llegará a su fin ¡Nadie me alejará de mi Kenichi nunca más? ¡Jejejejeje! ¡JAJAJAJAJAJAJA!

Al igual que cuando secuestró a Eleonore, Louise usa el vehículo y se lleva a sus padres al mismo almacén, dejándolos bien atados y con una cinta adhesiva en la boca para que no hagan escándalo y una vez terminado su labor, se regresa a la casa de su novio.

Al llegar, nota que la sala estaba apagada pero el pasillo del cuarto aún estaba encendido por lo que sonríe y sube hasta llegar al segundo piso y ve al Uzumaki con ropa cambiada y secándose el cabello.

Kenichi: Oh Louise, bienvenida. – ella se acerca y lo mira directamente a los ojos. - ¿Pasa algo? – ella se lanza a besarlo del cuello. - ¡MHHHH!

Louise: *Se separa por unos segundos* Gracias por esperar mi lindo Kenichi, ahora tendrás tu "recompensa". – lo vuelve a besar mientras lo llevaba a su habitación, teniendo su noche de pasión.

FIN DEL CAPÍTULO

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