Arco VIII: Un gran cambio VI
He vuelto y esta vez con el opening de la tercera temporada de Shingeki no Kyojin.
Los que no lo hayan visto, no veáis el video, por su alto contenido en spoilers.
A la mañana siguiente tras el desayuno, nos fuimos a comprar ropa para mí en el centro comercial.
Al ser un día entre semana y por la mañana, sin llegar al mediodía, no había mucho tráfico. Como no teníamos prisa, tuvimos un trayecto bastante tranquilo, mientras escuchábamos música por la radio.
Notaba los tenues movimientos de la pequeña, como si me dijera que le gusta la música y que está tranquila escuchándola.
Al llegar al centro, Clancy aparcó lo más cerca posible de la entrada del centro, pues el parking es al aire libre. Salimos del coche y nos dirigimos al centro, cogidos de la mano. Nos fuimos, directamente, a la tienda de ropa en la sección premamá. Quería estar preparada, así que me compré algunas camisetas simples, un par de pantalones, blusas y unos cuantos vestidos, que de entre ellos sería el que me pondría para el día de acción de gracias y para las fiestas navideñas. Ya todo comprado, salimos para tomar algo.
La verdad, nunca pensé que sería tan cara la ropa de premamá.
Miré la hora en mi reloj y me sorprendí que ya eran casi las dos. Estuvimos varias horas dentro y yo ni me había enterado. Miré la cara de Clancy y, obviamente, se reflejaba su cansancio y aburrimiento de haber estado allí, sin quejarse en ningún momento.
- ¡Qué tarde se ha hecho! - dije estupefacta a Clancy, quien me miró al oírme - Será mejor comer aquí y ya volveremos a casa, después de comer.
- Estoy de acuerdo, ¿qué te apetece que comamos? - miró alrededor, buscando los puestos de restaurantes.
- Cualquier cosa, que no sea hamburguesas. Me dije a mí misma que estando embarazada, no probaría ni una gota de comida basura.
- Pero comiste pizza. - Bromeó Clancy.
- No es comida basura si lo preparas tú mismo. - Dije con orgullo. - Vamos, echemos un vistazo.
Tras estar mirando un cuarto de hora y haber visitado varias veces al baño, al final nos decantamos a un italiano, donde allí me pedí un risotto con manzana y Clancy se pidió una lasaña. Al terminar pagamos la cuenta y nos marchamos a casa.
- Para ser unos risottos, me he quedado bastante llena. - Dije a Clancy por el camino a casa en coche.
- Pues la lasaña, estaba de muerte. - Quería desviar su mirada para verme, pero no podía debido a que está conduciendo en ese preciso momento.
Al llegar a casa, Clancy se fué a nuestro cuarto a dejar mi ropa, mientras yo me quedaba en el sofá tumbada, mientras le daba mimos a la pequeña Charlotte. Al cabo de un rato, Clancy bajó y se puso a mi lado. Dejé a Charlotte a un lado para así apegarme a él.
- ¿Quieres ver algo por la tele? - me preguntó.
- No, ya sabes que no hay nada bueno por la tele. - Acomodé mi cabeza sobre su hombro.
- Entonces, ¿qué quieres hacer? - Ambos nos miramos y le insinué a Clancy, provocando que nuestros labios se juntasen. Besos dulces, jugosos y entrecortados. Me arrimé más a él, al mismo tiempo que él me ponía encima suyo. Nos besábamos fogosamente, pero fuímos interrumpidos por Charlotte.
- ¿Qué te pasa Charlotte? - preguntó Clancy.
Charlotte le gruñó malhumorada, nunca la había visto así con él, es como si no le gustase que nos dieramos arrumacos en mi estado, y la verdad se sorprendió mucho al gruñirle de ese modo.
- Nunca me había gruñido así.
- Creo que está preocupada de que le hagas daño al bebé. - Dije al momento de separarme de él y sentarme a su lado.
- ¡Jo! Eso ya lo sé y por eso estoy aguantando mucho. - Puso las manos en su frente, al mismo tiempo que se dejaba caer hacia atrás en el sofa.
Puse mi mano sobre su hombro para consolarlo. - A mí también me gustaría, pero ya lo haremos cuando esté lista para la acción, después de que nazca ella. Hasta entonces, nos queda por lo menos 15 semanas por delante y espero que NO se adelanta demasiado. - Esto último se lo dije con la voz más elevada, debido a que le ví rezar.
- Eehh....No estaba rezando para que se adelantase, te lo juro. Nunca haría eso. - Tenía una sonrisa nerviosa y algunas gotas de sudor caer sobre su frente. - ¿Estaba? Rezando para que naciera fuerte y sana.
Sabía que era una escusa para librarse de una de mis regañinas. Por suerte, no me apetecía. Así que, simplemente, le dí un dulce beso en su mejilla. Sorprendiéndole en el acto y decirle:
- ¡Qué tierno eres!
Esto lo dejó inquieto, cosa que me gustó.
Nos quedamos un rato viendo alguna serie de Netflix, hasta que llegó la hora para ir a mí sesión de yoga. Por suerte, mi equipo lo dejé en el armario del salón. Me preparé y nos fuimos al gimnasio. Mientras yo estaba en las clases, Clancy se quedó paseando por la zona, donde cerca había un parque con niños. No pudo evitar imaginarse con su pequeña jugando en el parque juntos, mientras su amada le miraba con su dulce rostro y después de una buena tarde, irían juntos cogidos de las manos, estando la pequeña en medio de los dos, como una familia feliz.
Sin duda, estaba deseando con ganas de que llegase ese momento.
Al terminar las clases de yoga, Clancy la recogió, le llevó su bolsa y volvieron en coche a su casa.
Al llegar, (T/N) se fue directa a la ducha, mientras que Clancy se preparaba para su nuevo podcast.
Los días pasaron regularmente, de forma normal y monótona, con algunos momentos divertidos y enrevesados hasta volver al hospital para su chequeo, donde el bebé crecía con normalidad y acercándose la festividad de Halloween, donde niños pasarían casa por casa pidiendo truco o trato, lo cual tendríamos que comprar muchas chuches y decorar la casa para aquella lúgubre noche.
Sarah y yo nos fuímos a comprar las chuches para los niños, mientras que Clancy se quedó en casa para decorarla un poco.
- He oído que vas hacer ua fiesta en tu casa, Sarah.
- Sí, voy a celebrarlo con mis amigos de la facultad. Si quieres, podeís venir los dos.
Ambas charlábamos, mientras cogíamos paquetes de chuches para ambas, además de patatas fritas para su fiesta.
- La verdad es que no me apetece. No es que no quiera, es solo que vas a celebrarlo con tus amigos y yo no los conozco y sería muy raro.
- Oye, (T/N) si lo dices por tu embarazo. No es ningún problem..... - La interrumpí.
- No, no, en serio, no tiene nada que ver con mi estado, es sólo que Clancy y yo habíamos planeado hacer una maratón de Sharknado pra este día. - Me sentía mal rechazarla, pero habíamos planeado desde hace un tiempo aquella maratón.
- ¿En serio? Sharknado en Halloween. Definitivamente, sois tal para cual de raros. Pero sois mis raros.
- Prefiero ser rara, que ser una aburrida y simple oficinista zombie.
Ambas nos reímos. Pagamos todo y nos marchamos de la tienda, que se encuentra cerca de nuestro barrio, andando. Es bueno mantenerse activa estando embarazada.
Al llegar, Clancy a penas había empezado a decorar y faltaban dos horas para que los niños saliesen a la calle a pedir caramelos.
- ¿Quieres que te ayude? - le pregunté, sabiendo que me diría un rotundo no.
- No hace falta, está todo controlado. - Estaba intentando poner las telarañas de pega, como si de luces de navidad fuesen.
- Clancy, es Halloween, no Navidad y quitaremos la decoración pasado mañana.
- Ya, pero quiero que se vea chula y, así los niños no nos lancen huevos a la casa, creeme lo he vivido.
- Como el tipo que le da los caramelos o al crio que le encanta bromear por Halloween.
Básicamente, le pillé. Sarah me contó que una vez Clancy, empapeló la casa del vecino con papel higiénico por no estar decorado. En su defensa, dijo que había decorado la casa como si de una momia fuese.
Él se resignó y, finalmente, le ayudé a decorar de forma simple con unas calabazas con velas en su interior que había preparado el día anterior, unas cuantas telas de araña en la entrada de la puerta y una lápida de pega en el jardín, mientras que en el interior, pusimos guirnaldas en la ventana, para que se viesen desde afuera y pusimos un bol con chuches en el mueble que está en la entrada de la casa.
Con todo preparado, calentamos palomitas en el micro y pusimos algunas bebidas sin alcohol para nuestra maratón en la mesa del comedor y ¡Listos!
A lo largo de la maratón, nos levantábamos varias veces, debido a nuestras visitas por niños disfrazados de los típicos monstruos de terror, desde zombies, vampiros, frankensteins y hombres lobos, hasta pintorescos aliens/piratas/ninjas. Sin duda, ese crío ha visto Gintama.
Incluso, hubo momentos en los que Clancy fue tras unos "gamberros", después de que se burlasen de mi barriga y me dijeran, explícitamente:
Esa gorda no nos van a dar ni un solo caramelo, porque se los va a zampar todos.
Si no fuera porque estaba cerca de él y tenía escoba en mano, aquella noche habría mandado un coche de policía a nuestra casa, si no fuera porque le detuve de un escobazo.
Pero, en general, fue muy tranquila la noche.
No me puedo quejar.
Hola a todos.
Estuve rebisando los capítulos anteriores y tuve que modificar fechas, pues o no coincidían o me adelantaba.
En resumen, el bebé nacerá por Febrero, no por Abril como puse al principio.
Nos vemos.
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