A la mañana siguiente, al despertarme recordé a Clancy de cuando estuve en el otro mundo. No podía creérmelo, me saltaron lágrimas de felicidad por recordarle, pero al mismo me entristecía por lo duro que le habrá sido Clancy al estar cerca de mí sin poder recordarle.

Aun así, ya no hay nada de qué temer, finalmente estoy aquí, completa.

Y lo único que quiero es estar a tu lado.

Cogí rápidamente mi ropa y me fuí directa a la ducha. Al salir de la ducha y enrollarme con la toalla, desempañé el espejo con mi mano, debido al vapor del agua caliente de la ducha y, ante mi asombro, la marca de mi cuello había desaparecido por arte de magia.

¿Podría ser que la marca estuviese relacionada con mi pérdida de memoria?

Bueno, ya da igual. Salí del baño vestida con unos jeans claros y un top de media manga con escote blanco y me dirigí a las escaleras para ir a la cocina a desayunar. Me preparé unas tostadas con mantequilla y zumo de naranja. Tomé mi desayuno, mientras le estaba mandando un mensaje a Clancy, pero no me contestó.

¿Qué raro? A esta hora, ya debería estar despierto. - Miré el reloj, que marca las 11. Sentí un escalofrío por mi espalda, que me dejó inquieta. - Tengo un mal presentimiento.

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Escuché sonar mi móvil, despertándome en el acto.

Me sentía muy cansado, apagado, cómo si algo o alguien me hubiese drenado todas mis energías, pero no sólo me sentía cansado. También me sentía sin ganas de vivir, aunque eso es cierto.

¿Qué sentido tiene que viva, si lo he perdido todo?

No tengo a nadie, absolutamente nadie, pues la persona que creí que me amaba, en realidad, no sólo me odia sino que está con otra persona, seguramente, mejor que yo.

Ahora, sólo soy un peso extra para mi hermana.

Yo sólo soy una carga para la gente de mi alrededor.

Todo sería mejor si yo dejase de existir en este mundo.

Este mundo.

De repente, me levanté con dificultad de mi cama y me dirigí a la puerta de mi habitación para cerrarla con el pestillo; para luego, dirigirme a mi escritorio, donde rebusqué en la cajonera hasta encontrar lo que estaba buscando.

Un cuter.

Miré detenidamente el objeto, mientras sacaba lentamente su cuchilla afilada.

Acaso este va a ser mi final. 

Morir sólo sin alguien, quien me quiera tal y como soy.

Es absurdo que piense en eso, pues la única persona que me quiso, ya no está en este mundo y, la persona que pensé que me quería, está lejos de mi alcance, pues ella está con aquel hombre alto, delgado y fornido a la vez, de pelo rojo como el infierno, peinado hacia atrás y sus sensuales ojos amarillos como el sol, con su mirada llena de soberbia. Mientras que yo soy un mequetrefe, una basura, un inútil e irresponsable.

Iba a cortarme las venas, pero fui interrumpido por los golpes de la puerta y la voz de mi hermana.

- ¡Clancy! Despierta ya está el desayuno listo y, no te dije que la próxima vez que cerraras la puerta lo abriría a hachazos. - Bromeó mi hermana, no entiendo por qué se comportaba de esa manera como si no hubiese pasado nada. Se supone que no nos hablamos.

- ¡Déjame en paz, Sarah! No tengo ganas de comer ni de vivir. - Grité con todas mis fuerzas para que se largara.

- ¡¿Qué mosca te ha picado?! Si estuvimos genial ayer con (T/N). ¿Y a qué te refieres con lo de no tienes ganas de vivir?

Eso último lo dijo preocupada. ¿Desde cuándo mi hermana se preocupa? Pero, sobretodo...- ¿Cómo que (T/N) estuvo aquí? Yo no recuerdo que ella pasase la tarde aquí. - ¿Por qué mi hermana me está mintiendo? Acaso ella sabe de mis intenciones y por eso me está reteniendo por sus calumnias.

- No me jodas, Clancy. Ayer estuviste junto con (T/N) muy feliz, es más me contasteis que estais juntos, incluso hiciste arrumacos con ella en tu habitación.

¿Qué? Eso es imposible, es mentira. Ella no está conmigo, está con ese hombre llamado Luke. - ¡Basta! No quiero oírte más, me estas mintiendo para que o me suicida, ¿cierto?

- ¿Qué? - su voz sonó asustada.

- Pues te fastidias, además mira el lado positivo. Ya no tendrás que cuidar del inútil de tu hermano. - De nuevo, dirigí la cuchilla hacia mi muñeca y comenzé a cortarme.

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- ¡Clancy! Por lo que más quieras no lo hagas, no sé qué te habrás tomado, pero estas muy equivocado. - Estaba muy asustada, lo que más me temía se está volviendo realidad, pero no entiendo cómo ha podido suceder esto, ayer estaba perfectamente, es más, desde hace muchísimo tiempo no lo veía tan feliz. ¿Qué le habrá pasado? Y, ¿por qué piensa que lo de (T/N) es una mentira y quién cojones es ese Luke?

Intentaba con todas mis fuerzas derribar la puerta, pero no había manera. Entonces, bajé rápidamente por las escaleras, me dirigí al garaje, donde puse el hacha, que prometí a Clancy que si volvía a cerrar la puerta con llave lo destruiría con un hacha, y eso hice. Compré el hacha, sin que el se diese cuenta, el otro día y lo guardé en el almacén del garaje.

Iba a subir a la habitación, cuando escuché sonar la puerta y ví por la mirilla, que es (T/N).

Gracias a Dios.

La abrí y cuando ella entró, se asustó al verme con el hacha.

- Por Dios, Sarah. ¿Qué haces con un hacha?

- (T/N), ayúdame. - Ella me miró preocupada. - No sé qué le pasa a Clancy, se ha vuelto a encerrar en su cuarto y dijo que se iba a quitar la vida.

- ¡¿Qué?! - se asustó, pues no sabía el por qué.

- Y lo peor de todo, es que niega que haya estado contigo ayer, es más afirma que estas con un tal Luke. No sé qué cojones se habrá tomado, pero está alucinando de tal manera que parece que esté viviendo en otra realidad.

- No, no, no, no, nooooooo. - Dijo mientras subía, rápidamente, por las escaleras y yo la seguía. Cuando llegamos a su puerta, ella daba portazos a su puerta para que se detuviera. - ¡Clancy! Soy yo, (T/N). Sea lo que sea que estés haciendo, no lo hagas por favor. 

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Cuando (T/N) habló, Clancy se detuvo de su intento de corte, pues le estaba resultando más difícil de lo que él pensaba. Pero ya había atisbos de restos de sangre que salía en su pequeña herida, auto infligida.

- ¿(T/N)? No sé qué haces aquí, pero márchate y vuelve con tu novio. - Dijo adolorido.

- Pero, ¿se puede saber de qué estas hablando? Clancy, tú eres mi novio, no hay ningún Luke. - Afirmó (T/N), mientras unas lágrimas comenzaron a derramarse por sus mejillas.

- Mientes. - Clancy, se negaba por completo de las palabras sinceras de (T/N).

- No miento. Solo hay una persona que amo en este mundo y eres tú.

- ¡Basta! No podéis detenerme. - Continuó con lo que estaba haciendo.

- ¡Clancy! - Sarah la apartó de la puerta de un empujón y comenzó a destrozar la puerta con el hacha.

- No permitiré que vuelva a ocurrir, casi perdí a mi mejor amiga. No pienso perder a la única familia que me queda. - Dijo entre lágrimas, Sarah, sacando todas las fuerzas que tenía para poder destrozar la puerta a hachazos.

Finalmente, Sarah pudo crear una apertura lo suficientemente grande para poder entrar en su habitación. 

Entraron, inmediatamente, en su habitación, donde Sarah le quitó el cuter con rapidez, pero el daño ya estaba hecho. Clancy logró cortarse las venas, era cuestión de minutos que muriese desangrado.

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- Mierda, (T/N) intenta cortar la hemorragia yo voy abajo a llamar la ambulancia. - Dijo Sarah, que en un visto y no visto, se marchó de la habitación.

Cogí un pañuelo de mi bolsillo y lo comprimí en su herida. - ¿Por qué lo has hecho, Clancy? Después de todo lo que hemos sufrido, ¿por qué has tenido que terminar de este modo?

- Marchate. Déjame solo. - Dijo con una voz apagada.

- ¡No! Se supone que viviríamos juntos, teníamos una larga vida por delante. Clancy ¡Tú eres mi Luz! - Abracé fuertemente al peli morado sin dejar de llorar.

- ¿Qué? - su voz sonó roto. Noté como sus mejillas se humedecían, debido a sus lágrimas. Entonces, me puse cara a cara con Clancy, fijándome en su rostro confuso.

Me fijé sus ojos, aquellos que se suponían que son de color verdes como las esmeraldas, pero que ahora las tenían de un color apagado, como si no fuese él mismo. Entonces lo supe, esto fue cosa de Lucifer. Por romper el trato, es culpa mía que esté así, pero no caeré. Haré que Clancy vuelva a la luz.

- Así es Clancy, tú eres mi Luz. Si no fuese por ti, no estaría aquí, contigo. - Puse mi mano sobre su mejilla, mientras con la otra comprimía la herida. - Juntos, hicimos un largo camino lleno de dificultades y, aunque al principio no nos conjeniabamos bien, al final terminamos enamorándonos, que terminó con mi sacrificio para que tú volviese a tu mundo, sano y salvo.

- No....puede ser. ¿(T/N)? - Sus ojos comenzaron a cambiar de color hasta volver su tonalidad normal y me fijé que una masa oscura salía de su oído, que se desvaneció al momento. Entonces, su mirada cambió por completo. Ya no se le veía apagado y sin vida, ahora sólo se veía pálido, po la falta de sangre y desorientado. - ¿Qué? Tu, ¿me recuerdas?

- Por supuesto que me acuerdo de tí y te prometo que no volveré a marcharme.

- (T/N), yo. No sé qué me ha pasado, estaba durmiendo plácidamente, cuando una oscuridad me penetró de lleno y....y.....todo se volvió oscuro. Mis recuerdos se hicieron un lío hasta creer que todo el mundo me odiaba y tu estabas con otro, ha sido una pesadilla y casi me quito la..........- Miró su muñeca y luego la sangre que rebosaba en su muñeca. - No, no, no, no. ¿Qué he hecho? Yo no quiero morir.

- Y no vas a morir, Sarah a ido a llamar una ambulancia, llegará en breve. - Lo tranquilizé con la voz más tranquilizadora que pude poner.

- Pero, ¿y si no llegan a tiempo? - Se asustaba por momentos, pero yo lo seguía tranquilizando, acariciandole su cabeza.

- Llegaran, no te preocupes. - Le besé, dulcemente, su frente.

- ¿(T/N)?

- ¿Sí?

- No me encuentro muy bien. - Cuando dijo aquello, me fijé que había palidecido más de lo que estaba, su herida seguía sangrando, a este paso iba a perder el conocimiento por la pérdida de sangre.

- Escúchame, atentamente, Clancy. Voy a tumbarte y poner los pies apoyados en mí, mientras tú respiras profundamente por la nariz, para luego soltarlo por la boca, ¿vale? - No dijo nada, solo afirmó con la cabeza. - Si te sientes mareado, avísame.

- Tengo sueño. - Su voz mostraba malestar.

- Mantente despierto, Clancy. - No se me ocurría nada, no podía hacer nada salvo estar con él hasta que llegasen los médicos. ¿A no ser?

Me levanté del suelo, cogí de inmediato el cojín y se lo puse bajo sus piernas. Me puse cerca de él y seguí comprimiendo la herida, no me dí cuenta hasta ahora, que mi mano está llena de sangre de él, pero no tenía tiempo para asustarme. Y acerqué, lentamente, mi rostro a la de Clancy. - Tienes que seguir despierto.

- ¿Cómo? - me preguntó sin energía.

Sin decir nada, le besé de manera apasionada, intentando que siguiese mi ritmo. Al principio, fue lento, pero poco a poco, recobró un poco las energías hasta mantener mi ritmo. Nunca pensé que nos diésemos aquel beso fogoso para mantener vivo a Clancy. Sin duda, esto se podría considerar "el beso de la vida". Nuestras lenguas comenzaron a bailar entre sí, noté que su lengua estaba seca, pero debido al contacto con el mío, la volví a humedecerle. Seguíamos besándonos, pero por su falta de energía, apenas se movía. Así que, pensé en ayudarle un poco, poniendo su mano libre en uno de mis pechos, éste al notarlo, me lo apretujó ipso facto. Provocándo que soltara un ligero gemido, no quería que Sarah se enterase de lo que estábamos haciendo. Finalmente, rompimos el beso por la falta de aliento. Aquella acción, hizo que Clancy se mantuviera un poco despierto, pero no por mucho hasta que me pidió...

- (T/N), tócame, por favor. - Me lo suplicó, no sé si la falta de sangre hizo que delirase o, simplemente, se encontraba cachondo. Pero no tenía nada qué perder, por intentarlo.

Cómo lleva la falda roja, lo único que hice fué llevar mi mano debajo de la falda y bajarle un poco su ropa interior para llegar a su miembro. Primero le toqué, suavemente, sus bolas, para luego masajearle su miembro. En ningún momento dejó de gemir, pero tuve que dejarlo, pues escuché el sonido de la ambulancia. Le subí los calzoncillos y le estuve tranquilizando, hasta que llegaron los médico y lo llevaron, directamente, a la ambulancia.

Sarah y yo nos subimos con él a la ambulancia, donde llegamos al hospital en menos de 5 minutos. Un tiempo record. A Clancy, le llevaron directamente al quirófano, donde le suturarían las venas y arterias cortadas, el corte y le suministrarían sangre de su grupo.

Casi pierde la vida, pero si no fuese por mí, no habría sobrevivido.

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Mientras tanto, en el infierno.

- Has perdido Lucifer, - dijo la Muerte enfadada - ni con trampas, has podido terminar con su unión.

- ¡No! Esto no ha terminado. - Se encontraba desquiziado Lucifer, al ver que ha perdido la apuesta.

- ¡Sí! Ha terminado, es más, terminó en el momento en cuando hiciste trampas. Cumple con lo prometido.

- ¡NOOOOOOOO!

-Lucifer, no me seas infantil, joder.

Muerte observaba como Lucifer daba pataletas, mientras ella suspiraba.

- Lo que hay que ver.

Hasta aquí concluye el capítulo.

Lamento deciros que se acerca el final de esta obra.

No sé cuantos capítulos quedará, pues escribo sobre la marcha.

Pero solo puedo deciros, que este ha sido uno de los capítulo más largo que he escrito. 

Nos vemos en el siguiente cap.