Hola de nuevo, ya he vuelto con la segunda parte de este fanfic, así que os dejaré este vídeo vocaloid.

Me encuentro en un lugar oscuro.

Un lugar donde no habita ningún alma.

Ni siquiera veo nada, debido a la oscuridad.

Siento que mi cuerpo está flotando y, al mismo tiempo, siento como si algo me sujetara, me tocara por todo mi cuerpo.

Es una sensación extraña.

Por un lado, me siento tranquilo, en paz; y por otro lado, me siento triste, sin ganas de vivir.

La presión de mi cuello era cada vez más fuerte.

Apenas podía respirar, intentaba por todos los medios quitar esa presión en vano.

Noté como unas lagrimas caían por mis mejillas.

Iba a morir sólo en la oscuridad y nadie podía salvarme.

Entonces de la oscuridad, apareció una luz.

Aquella luz se acercó a mí hasta abrazarme, bañándome con su luz disipando toda oscuridad que había en mí.

Contemplé el rostro de mi salvador, provocando la caída inevitable de mis lágrimas.

Es (T/N) quien me acababa de salvar.

Aún seguía abrazándome con aquel cálido abrazo, mientras me envolvía con sus hermosas y puras alas.

Es el ángel más hermoso que he visto en toda mi vida, aunque ya es hermosa de por sí.

Su mirada refleja ternura, calidez, amabilidad, paz y, sobretodo, amor.

Su rostro se acercó a la mía, de modo que nuestros labios se quedaron al punto del roce; pero antes de que llegase a besarme me habló.

"Despierta"

Su voz cambió por completo y me desperté de golpe de aquel extraño sueño.

- Clancy, despierta. Son las 12 de la mañana. - Gritó mi hermana, mientras daba golpes a la puerta de mi dormitorio, ya que lo cerré con el pestillo, después de hablar con (T/N).

Tengo el cuerpo dolorido, debido a que me quedé dormido en el suelo tras cerrar la puerta. "Muy buena, Clancy. Tu primera noche en la Tierra y duermes en el suelo, teniendo una comodísima cama delante de tus propias narices".

"Seré gilipollas" - Ya bajo - respondí a mi hermana, al mismo tiempo que me levanto para ir al baño. Cogí mis cosas, muda limpia y me dirigí al baño, que se encuentra al lado de mi habitación.

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- Maldita sea, me he quedado dormida - dije al ver mi despertador marcar las 11:45.

Cogí rápidamente mi ropa y me dirigí al baño que se encuentra en mi dormitorio, pues cuando compraron la casa, quise que mi habitación tuviese cuarto de baño propio para tener mi propio espacio y tener mi "rincón de paz".

Al salir del baño, recién duchada y vestida con los mismos shorts de ayer con una camiseta de media manga blanca con la espalda al aire. Volví a mirar el despertador que marca las 12:15. A estas horas ya es imposible el invitar a Clancy una taza de café por la mañana, tendré que decirle que quedaremos por la tarde. Cogí mi móvil, pero me percaté que no le dí mi número. Bueno, no es problema, sólo tengo que ir a la casa de Sarah y resuelto el problema, pero antes.

Salí de mi habitación, bajé por las escaleras, crucé el salón hasta llegar a la cocina que quedaba a, casi la entrada de mi casa. Abrí la puerta de la nevera, llené el vaso de zumo de naranja y cogí un plátano como desayuno.

Al terminar, tiré la piel a la basura y dejé el vaso en el lavavajillas. Cogí mis llaves y me dirigí a casa de Sarah, sin olvidarme de cerrar la puerta con llave.

Llamé a su puerta y me abrió, inmediatamente, recibiendome con una dulce sonrisa.

- Hola Sarah.

- Hola (T/N), si has venido por Clancy aún está en el baño, se acaba de levantar.

- Bueno, entonces ya somos dos, porque a esta hora ya es muy tarde para quedar a tomar un café, así que pensé en invitarlo por la tarde.

- ¿Eso quiere decir que te quedas a comer aquí? Hoy tengo pensado hacer espagueti a la bolognesa.

- Sarah, yo......no quiero molestar.

- No es ninguna molestia, mujer. Además, cuantos más seamos mejor.

Con esa sonrisa risueña es imposible rechazarla. - Está bien, me quedaré. No puedo decir no a tí y a tus deliciosos espaguetis, por cierto gracias por rellenar la despensa de mi cocina.

- No hay de qué. Tenía zumo y fruta de sobra, pero tendrás que ir a comprar, tu despensa está medio vacía.

- Lo sé, antes de tomar el café con Clancy haré la compra por internet y que me lo envíen a mi casa.

- ¡Ahhh! Bendito internet.

Estuvimos un rato charlando, mientras ayudaba a Sarah a hacer la comida hasta que, por fin, bajó por las escaleras Clancy.

Giré mi cabeza para verle y así saludarlo.

- ¡Buenos días! Clancy. - saludé con una sonrisa que el correspondió.

- ¡Buenos días! (T/N). - Dije correspondiéndola con una sonrisa tímida.

- Direis buenas tardes, ya son la una. ¿Clancy, por qué has tardado tanto en ducharte? - preguntó Sarah alzando una de sus cejas.

- Estaba........a gusto en la ducha. - Dijo de forma tímida, mientras desviaba su mirada y sus mejillas se sonrojaban.

Ambas nos miramos y comenzamos a reírnos.

- ¿Qué os hace tanta gracia? - preguntó molestó sin desaparecer su rojez en las mejillas.

- No hay nada de qué avergonzarse, a mí me pasa lo mísmo, salvo cuando tengo prisa. - Dije para calmarlo.

- A no ser, que mi hermano no se haya duchado desde que se mudó a la otra dimensión. - Chinchó Sarah a su hermano.

- Qué conste que me duchaba cuando vivía independientemente. - Respondió Clancy mientras sacaba su lengua a su hermana.

La verdad es que su relación amor-odio, de algún modo, me resulta divertida.

- Clancy he visto fotos de tu caravana y no tiene baño. ¿Dónde demonios te duchabas? ¿En el jardín con la manguera? - respondió con sarcasmo.

Al observarle, Clancy no respondió y, simplemente, desvió la mirada y empezó a silvar.

"¡NO PUEDE SER!"

- No me jodas, Clancy. - Dijo Sarah poniendo cara de asco.

- ¿Qué hay para comer? - preguntó Clancy para cambiar de tema.

- Espaguetis a la bolognesa. - Le respondí para seguirle el juego.

- ¡Vaya! Si no fuese porque os conocisteis ayer, cualquiera pensaría que os conoceís de toda la vida por cambiar el tema rápidamente. Pero, que conste, Clancy que has esquivado la bala por muy poco.

Al terminar ambos conectamos nuestras miradas e inmediatamente la apartamos. Terminando con nuestras mejillas sonrojadas.

Hasta aquí la primera parte del primer arco de este historia.